Veo El Sol
Un nuevo día, ya pasó más de tres días desde que estoy esperando a que abran mi puerta, tres días donde solo veo la puerta. Estaba haciendo mi rutina se ver la puerta hasta que la abriesen pero pasaban más de las 12 del mediodía; se escucharon pasos dirigirse a mi habitación, cada uno más fuerte que el anterior y el sonido incesante de un manojo de llaves, hicieron lo que estuve esperando hace más de tres días y abren la puerta casi de golpe dejando ver al hombre de uniforme, me levanto de mi asiento y me dirijo hacia él.
Salimos de mi habitación para luego caminar por unos pasillos, se podían oír los gritos de los otros criminales, podía oir los gritos y chillidos de aquellos criminales que estaban cumpliendo sus sentencias unos pobres hombres que pueden ser inocentes o no, ¿realmente vale la pena saberlo?. El policía me dirijio hasta un tipo de oficina, donde se encontraban varios oficiales y una oficina donde parecia que podía sacar mis cosas. Vi a mi padre, a mi madre y a mi hermana esperándo mi llegada, cuando me vieron me abrazaron. Fue un momento emotivo, mi padre quería empezar a llorar y mi hermana quería seguirle el juego, mientras me preguntaban como estaba, y como la pase en ese lugar. Estuvimos así todo el camino hasta el automóvil de mi madre. Un auto algo viejo y sucio por dentro, pero espacioso, me senté en los asientos traseros a lado de mi hermana junto a la ventana derecha.
Estuvimos así hablando un momento, hasta que tuve una idea.
– ¿Cómo está Enrique?.– casi como tan rápido que pregunte, tan rápido se callaron y me miraron con un semblante serio.
– Solo sabemos que esta en la cárcel. – dijo mi padre. – Él tiene que pagar por sus crimenes.
– No sé, como se le ocurrió culparte a ti. – dijo mi hermana. – ¡Él merece estar allí!. – dijo gritando, siempre odie la voz chillona de mi hermana, y ahora peor que estaba a mi lado.
– En primer lugar deja de gritar Lucía. – dije intentando calmar a todos, no quiero gritos. – Y en segundo lugar, no podemos decir nada. No creo que Enrique sea el culpable.
– Si no es él, ¿quién podría ser? . – dijo mi madre. – Y tu no eres el culpable. Víctor, por Dios date cuenta lo que dices, todos los testigos lo incrimanaron.
– Sí, lo dijimos la anterior vez, no lo vuelvas a repetir. – dijo mi padre demandandome callarme. Dicho esto toda mi familia detuvo las preguntas, los gritos y simplemente nadie más habló.
Estoy sin sospechas, mi familia odia a Enrique. Que fácil fue manipularla, ahora nunca desconfiaran de mí, aunque debo tener cuidado de todos modos; pensé en el juicio de mi hermano que sería la semana próxima, donde definirían si es culpable o no. Me lo contó mi abogado me dijo que estoy bajo sospecha aún, así que debo tener cuidado hasta la fecha de ese juicio, no sé cuánto tiempo podré soportar con este nerviosismo.
Hicimos una parada para ir a comer a algún restaurante, y así lo hicimos. En todo ese recurrido hablamos de cosas banales, estaba tan aburrido... Estuvimos allí una media hora para luego seguir por el camino, la cárcel estaba un tanto lejos de la ciudad.
Estaba mirando la ventana viendo pasar las casas mientras pensaba; el cielo estaba nublado, pero el clima era cálido era tan familiar, entonces recordé algo, recordé un bar cerca de un bosque, un auto y la vista de un hermoso joven que estaba a mi lado, estábamos yendo por este mismo camino.
– Mamá, ¿alguien entró a mi hogar mientras no estuve? . – dije, por alguna razón quería temblar.
– Claro que no. – dijo mi madre calmada. – No nos atrevimos desde que te fuiste, ¿por qué?.
– ¡Es que tenia comida allí!. – dije. – Debe estar podrida.
– ¡Oh!. Si quieres te ayudo a botarla. – dijo mi padre. – Después de todo tengo mucho tiempo.
– No, no gracias. Puedo solo. – dije después de todo siempre hice las cosas solo desde que tengo memoria.
– Bien, ¿Quieres festejar por tu salida de la cárcel o algo?. – dijo mi padre. – Ya sabes, encontrarte con tus familiares y amigos.
– Por el momento no, después de todo nunca he sido de esas personas que le gusten las reuniones. – dije algo que es cierto, odio todo de ellas principalmente las fiestas. – Por el momento solo quiero ir a mi hogar y descansar.
– Claro, lo podríamos hacer la próxima semana. – dijo mi madre. – Tienes que salir para ver a tus familiares que están muy preocupados por ti.
– Si lo sé, pero quiero descansar. – dije.
La vi, ese lugar que hago llamar hogar, estaba tan cerca. Estaba algo avenjentada por los años, algo chiquita de un solo piso y con patio trasero, era de un color blanco que se estaba descolorando por la lluvia y el sol, estaba en un lugar donde no vivían muchas personas, solo habían algunas casas algo lejana entre sí. Y estaba cerca de un bosque, después de todo por eso me mude allí, por la tranquilidad que está me daba.
El automóvil paró fue un viaje largo, ya llegamos a mi destino, mis padres que devolvieron algunas cosas de mi propiedad (llaves, dinero, billetera) que recogieron de la oficina, salí del auto para dar un último abrazo a mi padre y a mi hermana, mi madre quería hacer lo mismo, pero aparte sus brazos. No quiero que me toque. Cuando hice esto me vio con una cara triste, no es la primera vez que lo hago.
Fui hasta la puerta de mi casa, y vi hacia atrás viendo a mi familia, despidiendome de esta con un movimiento de mano. Saque la llave que me devolvieron mis padres y abrí la puerta, entonces un olor fétido inundó mis fosas nasales.
– Mateo, acaso nunca te bañas. – dije sarcástico hacia la nada misma, después de todo estaba oliendo horrible. Estaba oliendo a "muerto".
Mi casa es pequeña, al entrar te encuentras una sala con unos cuantos sillones a los costados, donde esta incluido también una mesa, en el fondo se encuentra una cocina donde solo tiene lo necesario para en diario vivir, nada de lujo. Cuando estas en la sala, en el lado izquierdo te puedes encontrar con un pasillo que te dirige hasta tres puertas, la del fondo es la del baño y las de los lados son habitaciones comunes, la de la derecha es mía y la de la izquierda es el cuarto de visitas. ¡Qué lamentable! está oliendo horrible el cuarto donde usualmente se quedan mis padres.
Entre al cuarto de la izquierda y abrí la puerta casi de golpe, entonces lo ví el chico que traje antes de que me encarcelaron, el cuarto solo tiene tres cosas: una mesa de noche, un ropero y una cama. Pobre destino para una cama, el chico estaba amarrado de las muñecas en el espaldar, estaba amordazado y parecía que dio lucha (porque toda la cama estaba deshecha, además de que todo estaba rascado), creo que no pudo sobrevivir hasta mi vuelta, aunque ¿Quién hubiera soportado cinco meses?.
No fue nada divertido, solo lo llevé a mi casa, lo amarré, lo golpeé un poco (seré sincero, creo que el quería eso), y luego se hizo de día, lo deje allí y me llevaron a la cárcel cuando estaba en mi trabajo. Ni siquiera lo vi morir, eso fue injusto; en ese momento no tuve otra que quitarle los amarres de las muñecas y echarse al lado de él mirando el techo. Pensaba como exactamente me iba a deshacer de ese cadáver, aunque eso solo fue un segundo. Solté una pequeña risa le di un pequeño golpe con mi codo y alze sus piernas para ponerlas a mis hombros.
Lo arrastre por toda mi casa hasta llegar a mi puerta trasera que lleva a mi patio, lo deje allí y fui a mi cobertizo (que también lo utilizo como almacén) y saque una pala para consecutivamente cavar un hoyo del tamaño del cadáver que tenia a mi lado. Este trabajo me llevó toda la tarde y parte de la noche, estaba muy cansado pero al final concluí el trabajo. Entre a mi casa, estaba cansado no quería siquiera probar algo de comer, solo quería dormir y dejar que los sueños me atraparan.
Estaba en mi cama, acostado boca arriba miéntras intentaba encontrar sueño, pero esos ruidos molestos de mi puerta principal no lo permitian, realmente odio que alguien entre a mi casa, y aún sigue oliendo horrible.
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Lo sé, es horrible lo que acabo de escribir, pero mejorare lo sé. Quería hablar algo aquí, pero ya no tengo idea de lo que es (tengo mente de pez). Ya lo recuerdo, espero que alguien logre leer esto, porque me pondría feliz, además de que todo esta pensado (por primera vez, "soy un asco") supongo que tal vez escriba más rápido. Jaja ojalá que no sea tan malo como creo que es.
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