Después de ver la sospechosa actitud de la banda rival, Dela no dudaba que estaban tras un plan para arruinar de alguna manera la presentación de los chicos. Sin embargo lo que pasaría después fue problemático y sorpresivo hasta para ella misma.

Dela

Decidí acercarme lo más posible al escenario, sospechaba que tal vez habría un cable suelto o un reflector a punto de caer sobre alguien de la banda, no podía perder el tiempo y debía ser precavida.

Como pensaba algo iba mal con los reflectores y luces colgadas sobre el escenario, esto debía ser obra de ellos, realmente tenían muchos recursos para jugarselas contra sus rivales. Cruce por donde había dos guardias de seguridad que evite con facilidad ya que estaban muy ocupados en sus celulares como para ver que pase por sus narices.
Una vez cerca no tenía idea de como ayudar, debía lograr que los reflectores no cayera por lo menos mientras Alec y los demás permanecían en el escenario, fue en ese momento cuando una muy alocada idea cruzo por mi mente, era demasiado descabellada, pero mentiría si dijera que tenía un mejor plan en ese momento.

Solo pensé en subir hasta ese lugar y fijar las luces por mi cuenta de ese modo ya no habría peligro de que cayeran, aunque no pare en pensar en ningún momento lo arriesgado que sería y olvidé un pequeño detalle sobre las columnas que no parecían ser lo suficientemente fuertes como para sostener a una persona y aún peor las luces estaban muy altas, lastima que lo note solo cuando ya estaba arriba de estas.

—Solo un poco más. —Las palabras escaparon de mi boca, al tratar de alcanzar los cables de los reflectores. Mientras mantenía un equilibrio magistral en medio de esa trampa metálica.

Estaba teminando de atarlas cuando escuché una voz —¡Seguridad! —el gritó me sorprendió haciendo que perdiera el equilibrio y cayera de inmediato.

Lo único que pensé fue en el golpe contra el suelo que sentiría y aún si sobrevivía, era probable que un montón de guardias estuvieran preparados para expulsarme del lugar. Definitivamente ese fue uno de los peores planes que había tenido en mi vida; sin embargo todos esos pensamientos se desvanecieron cuando sentí los brazos de alguien amortiguando mi caída.

—¡Dela!

—Alec... —No pude evitar dejar escapar algunas lágrimas y abrazarlo.

Su mirada reflejaba una mezcla de confusión, preocupación y enfado, así que no me atreví a decir una palabra más hasta que los guardias de seguridad aparecieron. Para ese momento Alec ya me había bajado y yo había recuperado un poco el equilibrio, aunque sentía un leve mareo por todo lo ocurrido, pase un gran susto después de todo.

—¡Jovencita! ¿Qué crees que hacías ahí arriba? —escuché sus sermones y soporte los reclamos de ambos guardias.

—Debes salir de aquí ahora mismo —ordenaron antes de dirigir una mirada hacia Alec y los chicos que corrían precipitadamente hacia el escenario—. ¿Acaso la conocen?

Nadie respondió de inmediato, pero pude ver la mirada de Alec desviarse hacia los jurados frente al escenario, sabía que mi inoportuna aparición traería problemas si sabían que venía con ellos por eso respondí primero.

—No, lo siento —me separé de Alec y negué conocerlos para no causarle problemas—. No los conozco, lo siento mucho.

Evite su mirada porque sabía que solo me pondría más nerviosa y salí lo más pronto que pude de ese lugar, había tenido momentos vergonzosos, pero ese era por mucho el peor de todos. Solo quería imaginar que ellos estarían bien y que darían su mejor esfuerzo para pasar la audición.

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Apenas Dela salió Alec quiso ir tras ella, pero su banda se lo impidió, ellos aún debían presentarse y el jurado no se veía del todo contento por el incidente que tuvieron cuando Dela cayó inesperadamente del techo del escenario.

Contrario de lo que pensarían sobre Alec, él estaba más preocupado que molesto con ella, pero no quería rendirse y dejar pasar la oportunidad de firmar con una empresa tan importante como lo era Estudios Solhant, así que hizo lo que sus amigos le pidieron, cantar, actuar y mantener la calma durante la audición.

Mientras tanto Kat salió para buscar a Dela fuera del edificio, ella permaneció cerca para esperarlos, así que no le fue difícil encontrarla.

—Dela —le llamó acercándose a ella—¿Qué fue todo eso? ¿Estás bien?

—Sí, estoy bien —vaciló sintiéndose insegura.

—Ellos lo harán bien, ya sabes como son. —Katie trató de animarla un poco.

Dela se esforzó por esbozar una sonrisa cuando el timbre del celular de Kat las interrumpió, ella se apresuró a responder ya que era de parte de los chicos quienes ya habían terminado su presentación.

—Son ellos —avisó a Dela.

—¿En serio? ¿Qué dicen? —preguntó rápidamente.

Kat movió la cabeza primero y sonrió, pero luego esa sonrisa se esfumó lo que hacía suponer que eran malas noticias.

—Ya veo —murmuró al teléfono—. Si ella esta conmigo ahora nos veremos en la salida entonces, todo bien, nos vemos —colgó la llamada.

—¿Qué sucedió? ¿Lo consiguieron? —inquirió Dela con cierto nerviosismo en su voz.

—Bueno no fue de sus mejores presentaciones, pero ya paso, buscaremos nuevas oportunidades y...

—Es por mi culpa —susurró Dela dejando de escuchar a Kat, se entristeció.

—No, Dela no es culpa tuya.

—Sí lo es, si no hubiera tenido esa tonta idea —se lamentó—. Lo siento, debo irme —salió corriendo a toda prisa.

—No, pero espera...

Kat trató de detenerla, pero Dela estaba muy triste y tenía temor de enfrentarse a la mirada de Alec y de los chicos que seguramente también aparecerían para reclamarselo.

—¿Y Dela? —Alec fue el primero en salir de la audición y preguntar por ella.

—Acaba de irse, pero creo que la puedes alcanzar si vas tras ella ahora mismo —Kat señaló el camino que tomó Dela hace solo unos segundos.

—Claro, gracias Kat —él se apresuró para alcanzarla.

—¡Oye Romeo! Que no se te olvide vernos en la sala de prácticas después —alcanzó a gritarle James, antes de que este desapareciera completamente doblando la esquina.

—De acuerdo —gritó Alec como respuesta sin detenerse.

Aunque él era veloz no pudo alcanzarla, antes de que ella subiera al autobús apenas logro verla y gritar su nombre.

Solo pensaba en preguntar si estaba bien, sino se había lastimado antes y decirle que no fue su culpa, al fin y al cabo solo él sabía lo que había sucedido y la verdadera razón del porque no pasaron la audición; sin embargo el simple hecho de que Dela pensará que había sido su culpa le era razón suficiente para buscarla y explicárselo, no importaba a donde fuera así que tomó un taxi para ir tras ella.

En el camino recordaba lo que sucedió durante la audiencia después de que Dela saliera corriendo.

La música empezaba a sonar y sus compañeros se preparaban para dar voz a la melodía cuando Alec se detuvo y se quedó en silencio dejando de lado cualquier acción, los demás chicos también lo imitaron dejando de cantar.

—¿Y bien? —se quejó uno de los jueces.

—¿Seguiran o esto es parte de su espectáculo? —cuestionó otro de ellos.

—No, nosotros...

—Ustedes parecen ser buenos músicos, pero sin disciplina —interrumpió el juez central de la competencia—. Debo suponer que esa chica si era su amiga y es tan o menos talentosa que ustedes.

—¡Que niña más inoportuna! —añadió otro juez a modo de burla.

—¿Qué? —vociferó Alec notablemente enojado por el comentario de parte de los jueces hacia Dela—. No la conocen así que no deberían opinar sobre ella.

—Arrogante y prepotente, pero además de eso con sentido de la lealtad y confianza en sus amigos —enfatizó el juez en respuesta—. Cualidades valoradas, pero que no sirven de nada en este mundo.

—Se equívoca —replicó Jeremy—. La confianza y la lealtad tal vez no den fama, pero nos hacen mejores personas.

—Así es y lo dijo de nuestra amiga no es verdad, ella es una chica agradable mucho mejor que un trío de engreídos como ustedes —agregó Jos.

—Pero antes dijeron no conocerla, o más bien ella los negó y ustedes guardaron silencio —repuso uno de los jueces hábilmente—. Esa es la actitud que me gusta, así que dejen de fingir ser algo que no son y tal vez si puedan ser estrellas. Nieguen todo lo anterior y disculpense. Si agachan la cabeza e imploran perdón de manera convincente tienen el puesto asegurado. Los hemos escuchado antes y son buenos, pero si quieren triunfar deberían olvidarse de sentimientos inútiles ¿Qué dicen?

—¿Qué decimos? —cuestionó Alec—. Decimos que nos vamos de aquí —decidieron en conjunto.

—¡Esperen! Les ofrecemos fama, fortuna y la oportunidad de cumplir sus sueños de ser estrellas internacionales ¿Seguros que no quieren pensarlo?

—También dijeron que lealtad y confianza no sirven en su mundo —Eriol enfatizó esas palabras en su tono de voz—. Es una lastima que nosotros poseamos ambas cosas que ustedes creen inútiles, tal parece que ese no es un mundo en donde queremos vivir, así que seguiremos buscándolo.

Todos los chicos decidieron bajar del escenario.

—Cualquier otro grupo en su posición abandonaría todo por conseguir lo que les ofrecemos. Siguen siendo unos niños, después de todo —suspiró uno de los jueces con ironía.

—Si es lo que piensan busquen a ese "otro grupo", nosotros no tenemos nada que hacer aquí —terminó decirles Alec.

De inmediato se encontraron con Melody, ella los felicitó por su decisión y les dijo que Kat y Dela estaban fuera esperándolos. Jeremy dudó en llamar a Kat para informarle sobre la decisión de renunciar a la audición, y termino por no hacerlo, le pidió a Melody que se lo dijera, sin pensar que esa sería la causa del malentendido que surgiría cuando Dela supiera que no pasaron la audición.

Alec había decidido confesar lo que sentía por Dela, ya que a pesar de no haber conseguido su meta había logrado estar frente un escenario y no sentirse intimidado por la mirada de los demás, además sabía que hubiera conseguido pasar la audición si se lo proponía.

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El autobús llegó a la estación y Alec se apresuró a bajar del taxi cuando vio a Dela descender; sin embargo se quedó perplejo sin poder dar crédito a lo que veían sus ojos. A solo unos cuantos pasos delante de él, se encontraba Dela abrazando a un chico del que no se podía distinguir el rostro, al parecer la estaba esperando en aquel lugar. Alec no hizo ningún movimiento, en su mente un millón de preguntas se debatían por ser resueltas y él solo pensaba en no perder la calma y no dar rienda suelta a su carácter impulsivo, pero por más que lo intentó, algo en él debió estar realmente mal, puesto que no logró evitar que sus manos se cerrarán en puños por el enojo y la confusión que sentía en ese momento.

Continuará...