Kiwi era, entre todas las canciones de Harry Styles, una de las favoritas de Dorotea y sus padres, quizás por eso estaban escuchándola casi al punto de reventar los altavoces del automóvil de Rusell. Por otra parte, Yorhan no compartía el mismo gusto respecto a la música del artista, pues su favorita era From the Dinning Table, sin embargo, no tenía un estilo musical marcado, podía escuchar absolutamente cualquier género al igual que Dorotea.

Pero la melodía y los sintetizadores no eran el tema que Dorotea pretendía abarcar con ayuda de su hermano ¿Explicarles a sus padres que no sabía si se sentía cómoda siendo tratada únicamente con pronombres femeninos? En verdad ella no lo sabía, se sentía confundida, incluso llegaba a sonar como esos ancianos que niegan a más no poder su identidad de género o su sexualidad, pero, ¿estaba mal querer averiguar? ¿Experimentar hasta hallar la verdad y encontrarse así misma? Era algo tan complicado, los adultos no suelen entenderlo del todo, y recurren a cientos de métodos invasivos para llevar a sus hijos por el buen camino, rectos sin curvas; forzándolos a ser lo que no son por el bien de la familia y su honor.

── Coloquen una de Taylor Swift ── pidió Yorhan, sorprendiendo a su hermana ──, una para llorar sí.

── Por favor, estamos en una época de alegría, no es momento de deprimirnos. Mejor escuchemos Lover, tiene una letra romántica y un sonido perfecto para estos tiempos ── Rusell era un fanático a morir del último álbum que Taylor había sacado ese año a finales de agosto.

Charlize era más de escuchar canciones de Fearless y Yorhan prefería aquellas similares a All Too Well, sin embargo, Dorotea era swiftie desde la cuna. No importaba qué álbum o cuál canción estuviera sonando de la cantante estadounidense, ella la disfrutaría hasta el último segundo. Lo mismo sucedía con Mitski, una artista que Deter le había enseñado poco antes de las vacaciones navideñas, y terminó amándola muchísimo.

── ¿Fue muy agotador este año, cielo? ── Charlize volteó hacía Tea, recordando que ese curso había tenido unos de los exámenes más importantes de su vida escolar.

── Bueno, no del todo. Los timos si me dejaron algo exhausta, pero creo que me fue muy bien en ellos, y eso que el año todavía no finaliza.

── Sé que te esforzaste, así que no te preocupes. Los resultados no determinan tus habilidades ni de lo que eres capaz ── la mujer sonrió, y luego se dirigió a su hijo menor ── ¿Y qué tal ha sido este año para ti, querido?

El muchacho se encogió de hombros, la verdad no sabría describir cómo había estado su ciclo escolar. Normal, nada de dramas, salvo por el asunto entre Scorpius y Deter Zabini, pero él solo estaba involucrado de manera indirecta.

── Normal, fue bastante tranquilo.

Y ya, no había nada más que decir, ni siquiera pretendía contarles sobre Lily, la hermana de su mejor amigo y sus sentimientos porque no estaba seguro de si le llegarían a prestar atención. A veces Yorhan no lo reconocía, pero se sentía como un cero a la izquierda en comparación de su hermana mayor, pero eso no era culpa de sus padres o de la misma Dorotea, solo era una sensación provocada por su propia mente que le jugaba una mala pasada a cada momento, a todas horas.

── Cuéntales sobre tus amigos, estoy segura de que adorarían invitarlos a casa un día de estos antes de volver a Hogwarts.

── Scorpius no vendría de todos modos, y Timothée es muy malhumorado como para ir y pedirle que venga sabiendo que me dirá que no, además, tiene planes de ir a visitar a su abuelo junto a sus padres.

── Albus te diría que sí, él nunca se negaría a pasar tiempo con su buen amigo Yorhan ── pero Dorotea no sabía que Albus se negaría incluso a pasar tiempo de calidad con su propio hermano, James.

── ¡Claro! Sería un gusto que sus amigos vinieran aquí a cenar.

── Sí... las amigas de Deter podrían venir, pero mis amigos no.

── James también es mi amigo, y creo que a él le gustaría venir con su hermano y los otros ── la rubia agrandó sus ojos, recordando que sería una pésima idea el traer a todos a su casa.

No por cosas como la comida o el espacio que pudieran ocupar dentro de ella, sino por el conflicto entre Scorpius y Deter que, pese a haberse aclarado, seguía latente en la mente de Zabini. Por supuesto que era de las peores ideas que se le pudieron haber ocurrido a Dorotea.

── Sabes que Deter no vendría si vienen ellos.

Charlize les dio una mirada a sus hijos, sin comprender qué estaba sucediendo y por qué la disconformidad de Yorhan ante una posible visita de sus amigos.

── Es verdad ── respondió la mayor ──. Lo mejor sería que vinieran días distintos, en caso de que puedan.

── O que no vengan ── susurró Yorhan, solo para él.

Y al final, terminaron desviándose por completo de la conversación, olvidando que estaban por contar una supuesta verdad de la cual, ni Dorotea ni Yorhan estaban seguros de qué tan cierta era, pero creían que contarlo era lo correcto, incluso cuando no sabían las reacciones que podrían apreciar de sus padres. Revelar verdades y pensamientos era en verdad difícil.