Habían pasado días después de casarse con Tanya y Yaroslav se encontraba en un callejón sin salida. Le preocupaba mucho la cuestión de dónde iba a establecerse con su esposa recién casada. Nunca esperó establecerse en una vida matrimonial -ciertamente no tan pronto ni tan repentinamente- y por lo tanto nunca había pensado mucho en los considerables preparativos que implicaría. De hecho, nunca había esperado vivir lo suficiente como para tener la oportunidad de establecerse en primer lugar. La vida de un aventurero era para la mayoría corta y brutal, y a menudo terminaba con gran violencia. Es por eso que ya no era el tipo de vida que deseaba seguir viviendo, especialmente ahora que finalmente había encontrado a alguien que estaba allí para darle la bienvenida a casa.

Asimismo, tampoco querría que Tanya siguiera viviendo la vida de aventurera. Sólo aquellos con menos perspectivas que ambición, jóvenes ingenuos con los ojos muy abiertos y/o aquellos afectados por una pasión crónica por los viajes considerarían siquiera aventurarse como un estilo de vida que valga la pena vivir. Era sencillamente un trabajo demasiado arriesgado y plagado de peligros, ciertamente inadecuado para una mujer casada decidida a tener una familia.

Sería fantástico - pensó - si pudiera encontrar un lugar donde ella pudiera, lenta y cómodamente, pasar sus días cuidando su hogar y su hogar. Cada mañana, él salía de esa casa para dedicarse a su trabajo diario, haciendo todo lo posible para ganarse la vida antes de regresar al final de la tarde para recibir su amorosa bienvenida. Allí le esperaría con una cena caliente preparada junto con una taza de leche recién exprimida o, mejor aún, hidromiel. Hacían el amor por la noche y ella eventualmente le daría hijos encantadores, y poco a poco, día a día, los verían crecer juntos. Y así, poco a poco, envejecerían juntos.

"Brr..."

De repente, un viento frío recorrió la parte posterior de su columna. Yaroslav se dio cuenta de que se estaba poniendo demasiado sentimental, algo que nunca pensó en cometer el error de hacer. Sólo eso... la comprensión de que finalmente había entrado en una nueva fase en su vida le había traído todos esos recuerdos de antaño, las esperanzas de su juventud y los sueños y fantasías que habían llenado su corazón de alegría cuando pocos de esos lujos estaban disponibles. ser encontrado. Ahora se daba cuenta de que todas esas esperanzas, esos sueños y fantasías, tal vez habían nacido en él del deseo de tener lo que sus padres nunca tuvieron.

Aunque, podría haberse apresurado a juzgar que su padre y su madre nunca tuvieron una vida familiar feliz juntos, aunque solo fuera por un momento. Aún así, fueron las penas pintadas en los ojos de su madre las que se habían convertido en un elemento fijo de sus recuerdos de juventud, ella quien había trabajado hasta los huesos para criarlo. Y aunque nunca podría pagarle, había llegado el momento de mostrarle (desde dondequiera que estuviera mirando) que podía convertirse en el hombre que su padre nunca fue.

El primer elemento en su lista de cosas por hacer era encontrar una casa adecuada donde establecerse... y pronto.

Mientras agonizaba por los detalles de sus planes futuros, Yaroslav llegó a comprender que la cuestión de dónde quedaría eventualmente el hogar, dulce hogar, dependía del tipo de trabajo que haría de ahora en adelante. Yaroslav no era en absoluto pobre. Aunque siempre había gastado la mayor parte de sus ganancias viviendo seriamente la vida de aventurero (en las tabernas, posadas y burdeles de las ciudades de aventureros) durante los 18 años de aventuras, había logrado acumular una cantidad considerable de dinero. Ciertamente, si se tratara de una casa modesta en la ciudad o una más grande en el campo, podría permitírselo con monedas de sobra.

Sin embargo, encontrar un trabajo bien remunerado que le permitiera mantener el tipo de vida que imaginaba fue el mayor obstáculo de todos.

Como practicante de rango Avanzado del estilo Dios del Norte, debería encontrar fácilmente un trabajo bien remunerado donde se valorara la destreza marcial. Había considerado alistarse como guardia de caravana, pero descartó la idea poco después al darse cuenta de que eso lo alejaría de casa durante demasiado tiempo, tal vez meses seguidos.

Otro trabajo que consideraba era ser guardaespaldas personal de un noble o un comerciante rico. Ciertamente, no sólo pagaría bien, sino que también eliminaría la necesidad de comprar su propia casa, ya que suelen ser puestos para vivir. Sin embargo, ante la remota posibilidad (sólo una remota posibilidad) de que su amo fuera un bastardo sórdido, definitivamente no podía confiar en que mantuviera sus manos alejadas de su muy, muy hermosa esposa. Después de todo, si él, el modelo del autocontrol, no podía hacerlo, no se podía confiar en nadie más.

En primer lugar, encontrar trabajo en un puesto de confianza como el de guardaespaldas no era una simple cuestión de presentarse ante un posible empleador y pedir que lo contrataran después de mostrar algunos movimientos elegantes con la espada. Los comerciantes ricos, pero especialmente los nobles, valoraban la fuerza de sus guardaespaldas, pero también siempre temían que esa fuerza se volviera en su contra. La confianza era una cuestión muy importante para este tipo de trabajos y realmente sería más una cuestión de a quién conoces que de lo que sabes lo que decidiría el empleo.

Otros trabajos a los que Yaroslav había considerado inscribirse incluían el de soldado, mercenario o portero de una taberna o burdel popular. No eran buenos trabajos pero estaban bastante bien pagados. Aún así, por una razón u otra, se dio cuenta de que nunca podría aceptar estos trabajos, ya que, de una manera u otra, sentía que su vida correría un gran riesgo si se conformaba con alguno de ellos.

Mientras continuaba agonizando por eso, fue Tanya quien finalmente vino a rescatarlo, lanzando un salvavidas mientras mostraba una sonrisa más amplia y segura que nunca antes había visto.

"¡Déjame esto a mi!" dijo mientras golpeaba con orgullo su amplio pecho, mientras su rostro mostraba una sonrisa engreída, aunque satisfecha.

Pensando que cualquier cosa que ella tuviera en mente no podía ser peor que la suya, Yaroslav inmediatamente aceptó el plan de Tanya. Por supuesto, ella no dijo nada sobre lo que implicaba el plan, sólo que él debía confiar en ella. Sintiendo que probablemente tenía algo que ver con el pasado que ella estaba tan dispuesta a no mencionar nunca, no presionó más y decidió que era la mejor opción simplemente aceptarlo.

Entonces, después de separarse de dos de los miembros de su partido, Ariman y Gunther, en lo que probablemente sería la última vez, la pareja de recién casados ​​subió a una caravana y abandonó la ciudad que han llamado hogar durante más de un año (mucho más en el caso de Yaroslav). . Los dos viajaron por caminos muy transitados durante dos meses al sureste del Ducado de Basherant, y finalmente terminaron en el Reino de Miroslav en la parte central de las Tierras del Norte.

Finalmente descansando en una posada en Adena, la capital real de Miroslav, Tanya le pidió a Yaroslav que la esperara en la posada donde estaban alojados mientras ella se iba a algún lugar a hacer su propio recado. Ella solo mencionó que conocía a alguien en la ciudad que podría presentarle un trabajo, pero no dijo quién era cuando se le preguntó. Sólo que sería una sorpresa, ya que el propio Yaroslav se reuniría con la persona en cuestión muy pronto.

Yaroslav pasó la solitaria velada preocupándose constantemente por ella, peleándose y girando inquietamente en su cama mientras se levantaba de vez en cuando para tomar una taza ocasional de aguamiel.

"¡¿Qué soy?! ¡¿Una niña esperando una excursión?!"

Después de un arrebato repentino durante una de las ocasiones en que se despertó para tomar un trago, solo para ser respondido con golpes y gritos desde las habitaciones vecinas, decidió finalmente acostarse para pasar la noche.

¿Con quién se reuniría? ¿Por qué tuvo que ir sola? ¿Por qué no ha regresado?

Como ella se esforzó tanto por mantener los detalles ocultos, pensó que no obtendría nada de ella incluso si presionara para obtenerlos. A pesar de su preocupación, mientras ella no lo deseara, él no podría sacar nada de esa boca suya de labios apretados. Sólo deseaba que llegara el momento (cuanto antes mejor) en que ella confiara en él lo suficiente como para decirle la verdad.

Por si sirve de algo, ahora que ella se ha convertido en su esposa y él, en su marido, no tiene intención de dejarla, sea cual sea ese pasado. Incluso si la verdad significaba que los propios perros del infierno se convertían en sus enemigos, había jurado proteger su nueva felicidad.

A pesar de su ansiedad por la ausencia de Tanya, la fatiga del largo viaje finalmente lo agotó y Yaroslav, finalmente, cayó profundamente en los brazos del sueño.

Al final, Tanya no regresó esa noche.

.

=][=

.

Cuando los rayos del sol comenzaron a asomarse a través de las persianas de madera de la ventana de su habitación en la posada, Yaroslav se encontró bruscamente despertado por unos golpes incesantes en su puerta.

" ¿Es Tanya? "

Si bien ese pensamiento fue naturalmente el primero en cruzar por su mente, rápidamente se dio cuenta de que era demasiado ruidoso e incesante para ser su amada esposa. De hecho, los golpes en la puerta que seguían y seguían rápidamente le irritaban los nervios. A pesar de su fuerte personalidad, él sabía que Tanya tiene predilección por el comportamiento tranquilo y ciertamente también era cortés.

De hecho, cualquiera que la conozca desde hace poco tiempo probablemente pensaría que es el tipo de mujer sumisa. Por supuesto, no podrían estar más equivocados.

De todos modos, pensó que sería mejor abrir la puerta lo antes posible.

"¡Es una maldita mañana!" Gritó, molesto, mientras arrastraba los pies de mala gana hacia la puerta. "Bien, ya voy. ¡¿Quién diablos-?!"

Sin embargo, cuando Yaroslav abrió la puerta, lo que lo recibió al otro lado superó sus expectativas.

Algo como la camarera de la posada, algún usurero perdido, un vagabundo sin hogar que buscaba contribuciones caritativas o un mocoso mocoso que quería gastar una broma a visitantes desprevenidos estaban dentro de sus expectativas. Los tres hombres fuertemente armados que acompañaban a dos mujeres jóvenes con uniformes de sirvienta que permanecían rígidamente frente a él ciertamente no lo eran.

Sin decir una palabra, los cinco intrusos irrumpieron.

Las dos sirvientas lo agarraron cada una por el brazo y luego lo arrastraron fuera de la escena a pesar de sus protestas mientras los tres hombres armados hurgaban entre sus pertenencias. Quería liberarse de su agarre, pero no se atrevía a liberarse con fuerza de las dos doncellas que estaban presionando fuertemente contra sus brazos.

Si hubieran sido los hombres los que le estaban agarrando los brazos, definitivamente los habría apartado a patadas, sin hacer preguntas. Pero Yaroslav siempre ha sido débil con las mujeres. Como tal, no tuvo más remedio que seguirlo de mala gana, incluso mientras continuaba ofreciendo resistencia tácita.

De hecho, él simplemente estaba siguiendo a regañadientes... a regañadientes.

En primer lugar, le parecía extraño que fueran las mujeres quienes lo agarraron y lo arrastraron fuera. Claro, en circunstancias normales, su rostro podría ser un imán para las mujeres. Aun así, ¿no recaería normalmente en los hombres fuertemente armados hacerlo en este caso? No quiero caer en el lado de la arrogancia, pero Yaroslav sabía desde hacía mucho tiempo que era el tipo de hombre al que la persona promedio que solo lo ha conocido de una mirada probablemente le daría un amplio margen. Por supuesto, esto se refería a su constitución alta y musculosa, su andar y su actitud que hacían cosquillas a la sensación de peligro del profano.

" Estas personas no podrían haber descubierto mi debilidad, ¿verdad ?" Fue un pensamiento que rápidamente pasó por su mente.

*

*

*

*

*

NT: Esto es solo una traducción, si les gusta la historia pueden apoyar al autor original en el siguiente link, esto lo ayudaría mucho:

https://www.fanfiction.net/s/12373367/1/Mushoku-Tensei-Re-Vengeance