Becky ya llevaba casi dos semanas trabajando y cuando no iba al museo usaba su nuevo acceso para las bibliotecas. Ella creyó que no le gustaría estar sumergida en los libros pero cada vez le iba gustando más el asunto del arte y la mitología egipcia.

Con la piedra que Sarocha le había dado hizo un pequeño collar, tenía algo sobre lo que quería investigar y además sentía que una energía viniendo de esa cosa.

Por fin era viernes y saldría con sus amigas a quienes no había visto desde que se marchó a modelar, ahora que pensaba en modelar también tenía esa idea de la fotografía dándole vueltas en la cabeza ¿Y si le pedía a su equipo que la enseñara?

Tal vez cuando volviera a reunirse con ellos lo haría, Sarocha también había insertado ese pensamiento en su cabeza.

Nutt esperaba a Opp en el auto, siempre tardaba mucho en vestirse así que para matar el tiempo decidió revisar Twitter y se topó con el club de Becky

El turno de Sarocha había terminado temprano, bajó a la recepción del museo topándose con Nam

—¿Ya se va Maestra Sarocha?

—Sabes que puedes decirme Sarocha nada más

—Lo sé pero no me acostumbro y siguen los jefes por aquí

—¿Hoy te toca cerrar?— Nam asintió— nos veremos entonces el lunes

—Sí. Luce bien hoy

—Gracias, tiene tiempo que no voy al pub así que me arregle para la ocasión

—Esos jeans están increíbles— la Tailandesa sonrió y modeló

—No te pagarán horas extra por cumplidos Nam, pero Gracias por el halago ¿Tú no tienes planes?

—Mi prometido llega en la noche así que...

—Uy también tienes planes de reencuentro

—Así es

—Pues diviértete Nam, creo que ya llegaron por mi.

—Buenas noches señorita Sarocha

—Adios

Sarocha se despidió y se fue con sus amigos. Cuando Sarocha salió del museo Rebecca estaba llegando al pub con Irin y sus amigas corrieron a abrazarla

El ambiente se estaba poniendo un poco tenso pero por suerte, Irin regresó diciendo que había conseguido mesa y que pronto subiría al escenario; ella hacía que los ambientes fueran más relajados.

Las chicas caminaron en silencio hasta la mesa y comenzaron a observar todo lo que pasaba en el pub, Rebecca se sentía cómoda mientras escuchaba a las chicas gritar y cantar a todo pulmón.

La menor se unió al ambiente y cuando llegó la cerveza aceptó el tarro que sus amigas le ofrecían

—¿Cómo te ha ido en el trabajo?

—Bien— Rebecca no solía decir mucho pero Irin la conocía

—¿Hay algo bueno que ver allá?

—Siempre hay mucha gente así que siempre hay algo que ver en el museo

—Pensé que no te gustaban los museos— ahora Fay se metió a la conversación

—No es mi lugar favorito pero ahora debo trabajar allá

—¿Y tus compañeros de trabajo?— la menor se puso tensa ante la pregunta de May.

—Normal, soy la más joven

—Uhh, seguramente te ven como la niña

Rebecca no dijo nada más y se empinó su tarro

—Pero no hablemos más del trabajo vamos a cantar— Irin se levantó e invitó a todas a subirse al improvisado escenario.

Rebecca aceptó porque necesitaba mezclarse ahora en ese ambiente, era introvertida y le costaba mucho. Mientras las chicas elegían la canción, Sarocha llegaba con sus amigos al local

—¡Uy, hay buena música!— todos asintieron— vamos a pedir una mesa

La mesa de los Arqueólogos quedó un poco lejos de la de Rebecca pero con un buen ángulo ambas podrían encontrarse si se lo propusieran. Sin embargo, ninguna de las dos se imaginaba lo que la noche les tenía preparado.

Las chicas estaban viendo una lista de Soundtracks, señalaron la canción que querían porque todas habían visto muchas veces esa película. Rebecca buscaba respuestas en el rostro de sus amigas pero hasta que Irin gritó ella se pudo preparar

—¡Vamos a cantar "Dancing Queen"!

—¡Sí, esa es perfecta! —exclamó May.

El sonido familiar de los acordes iniciales de "Dancing Queen" comenzó a resonar en el altavoz. Tomó el micrófono, sintiendo una mezcla de nervios y emoción.

—¡Vamos, Rebecca! —gritaron al unísono.

La letra apareció en la pantalla y Rebecca, con una profunda respiración, comenzó a cantar. Su voz se mezclaba con la melodía alegre y contagiosa, y pronto sus amigas y el pub entero se unieron a ellas cantando el coro.

"Friday night and the lights are low, looking out for a place to go..."

Rebecca se movía con gracia, sintiendo cada palabra de la canción. Sus amigas la acompañaban con coros improvisados y risas que se oían en los altavoces.

"You are the dancing queen, young and sweet, only seventeen..."

La voz de Rebecca se elevaba con confianza y sus amigas la seguían intentando igualar su nulo talento. El local estaba lleno de vítores y aplausos. Rebecca terminó la canción con una reverencia juguetona, su rostro iluminado por una sonrisa de pura alegría.

—¡Eso estuvo increíble! —dijo una de sus amigas cuand regresaron a la mesa.

—¡Tenemos que hacerlo otra vez! —agregó otra.

Rebecca se dejó caer en su asiento, riendo mientras su adrenalina disminuía.

—Gracias, chicas. De verdad necesitaba esto —dijo Rebecca, levantando su cerveza en un brindis

Las amigas levantaron sus tarros y brindaron, el sonido del cristal chocando resonando con la misma melodía alegre que acababan de cantar.

—Parece que este lugar deja a cualquiera subirse al escenario

—Eres el menos indicado para hablar Nutt, tú no cantas

—Pero esas chicas gritaban y no se entendía nada

—Oh vamos, deja a la gente divertirse— dijo Sarocha y observó como el mesero llevaba su barril para ponerlo frente a ellos

—Disfruten...

El chico se retiró y los chicos comenzaron a servirse sus tarros. Freen sonrió al recibir el suyo, las burbujas la hacían salivar, hace tiempo que necesitaba esto.

—¡Salud!

Opp los detuvo

—¡Hasta el fondo!— Sarocha y Nutt asintieron, esa costumbre entre ellos no la podían dejar morir

Los chicos hicieron un brindis rápido, empinaron su tarro y comenzaron a beber del líquido

Las risas en la mesa explotaron al ver que la camiseta de Nutt estaba mojada, por suerte nadie los miró mal porque todos estaban entrando en ambiente, así decidieron comenzar su noche y ahora el mayor llevaría su camisa mojada toda la noche.

Del otro lado, Fay y May se habían subido de nuevo al karaoke a hacer un dueto romántico. Algunos en el lugar se lo tomaron bien pero no recibieron mucho apoyo.

Cuando Irin y Becky se quedaron a solas se pusieron a buscar alguna cosa interesante en el lugar para hablar.

—¿Entonces sigues disponible?— atacó con esa pregunta

—Siempre, yo no tengo nunca novios

—¿Jeff?

—¿Qué hay con él?— Irin levantó los hombros

—Me lo encontré hace poco, igual que tú se puso más guapo

—¿Y por qué no te lo ligas?— le preguntó Rebecca mientras bebía su tercer tarro de la noche

—Necesitaba la bendición de su ex novia— ambas se miraron y se rieron— no es cierto Becky, sabes que lo adoro como amigo y no es mi tipo

—Ni el mío. Jeff tenía otras aspiraciones

—Pero también entró al mundo de la moda— ahora Rebecca abrió los ojos sorprendida

— ¿De verdad?— Irin asintió

—Quiere ser periodista de moda y trabaja para un periódico local pero tiene un blog y va a todos esos eventos que a ti te gustan

—Si que todos cambiamos

—¿Tú también cambiaste?— Rebecca suspiró, aún no lo sabía— creo que sí, te ves más vieja y...apagada

—Ya no quiero decepcionar a mi familia

—Está bien pero no te pierdas en el camino. Eres una chica muy divertida, necia y bonita así que no pierdas ese carácter

Rebecca sonrió al escuchar todo eso de la boca de su amiga, se lanzó a sus brazos y ambas compartieron un abrazo que terminó siendo interrumpido por la llegada de sus otras amigas quienes se besaron frente a Rebecca

—Estuvo genial la presentación, ahora es mi turno— Irin salió casi disparada del sillón y dejó de nuevo a Rebecca con las chicas

—Linda canción

—Con esa canción nos hicimos novias— confesó Fay

—Lo recuerdo, yo le puse play a la grabadora— Rebecca aún recordaba algunas cosas de esos años en la escuela

—Cierto, veo que sigues teniendo buena memoria— May posó su vista en la piedra que colgaba del cuello de la chica— lindo collar, esa piedra no parece de aquí

—No lo es, vino de Egipto— admitió Becky hablando sin pensar

—¿Regalo de alguien especial?

Becky llevó su mano a su cuello, cubrió la piedra y por su mente pasó la imagen de Sarocha

¿Qué había sido eso?

—No— negó rápidamente— es del trabajo y estoy investigando

—Pensé que no te gustaba investigar. Bien por ti Becky

Fay ignoró que Rebecca se perdió por un momento, chocó su tarro con el de ella y pusieron atención al número de su amiga.

Becky escuchó los primeros acordes de la canción pero su mente viajó a eso que había sucedido al tocar la piedra. Suspiró y de nuevo decidió seguir bebiendo.

En la mesa de Freen la cerveza seguía siendo consumida entre pláticas y críticas a los cantantes del karaoke, entonces una bebida llegó a la mesa cortesía de un caballero que esperaba contar con la presencia de Sarocha.

—Creo que necesito grabar esto

—Termino con él y nos vamos— Opp y Nutt asintieron

—¿Podemos grabarlo?— Sarocha asintió

Los tres estaban más relajados después de tener alcohol en su sistema. Se levantaron y comenzaron a caminar hacia la barra, los chicos esperaron a que Freen llegara primero y ellos ya llevaban la cámara lista.

En ese momento Irin volvía a la mesa con Becky y la menor enfocaba su vista al frente topándose con Sarocha

Las respuestas llegaron a Becky cuando vio a la arqueóloga tirar la bebida del hombre sobre él y decirle que no le interesaban las bebidas gratis.

Varias personas pusieron atención en la escena y Rebecca no pudo ignorarla

La menor estaba muy atenta por si necesitaba ayuda con ese tipo, por suerte el hombre se levantó y se retiró humillado del sitio.

Rebecca observó como Sarocha se iba de ahí, ella se ocultaba detrás de Irin para no ser vista. Cuando la vio desaparecer se dio cuenta que no iba sola, suspiró y se concentró en sus amigas de nuevo

Sarocha salió del pub sintiéndose un poco más joven

—¡Eso estuvo increíble!— la menor asintió

—Se sintió bien

—La cara del sujeto fue un poema— Nutt le mostró su celular y los tres rieron

—Creo que debemos ir a casa, estuvo genial pero mañana tengo reunión de la tesis

—Creo que si deberíamos ir

Los chicos estaban satisfechos y un poco mareados cuando llegaron al auto, se acomodaron y encendieron la radio: el camino a casa debía seguir siendo divertido.