Rebecca llevaba tres días en casa de Sarocha, esa mañana despertó sola en el departamento. La mayor le había preparado café y le comentó que estaría terminando de acomodar las cosas para la fiesta de despedida de los arqueólogos.

Becky había estado leyendo algunos libros sobre Roma, incluso Sarocha le había preguntado en alguna ocasión porque estaba interesada en el tema. Ella le había puesto la excusa del desfile de modas y el viaje a Egipto

No obstante, esos días había estado evitar pasar mucho tiempo con Freen, aunque en realidad la mayor no lo notaba porque estaba muy poco tiempo en casa.

Las cosas en casa de los Armstrong seguían un poco tensas, de hecho, solamente parecían estar viviendo los señores Armstrong en esa casa. Por lo poco que sabía, Charlotte defendió su relación y su madre ahora no le hablaba a su hermana. El señor Armstrong estaba muy neutral y Richard llevaba un par de días con resaca en la casa de Jeff, al parecer el alcohol de nuevo sería su escape.

Becky ya no había tenido esos sueños extraños pero había logrado recolectar más información respecto a la esclavitud en Egipto. Su investigación fue interrumpida cuando la puerta se abrió revelando a Sarocha y los hermanos Sarupong.

—Hola Becca, venimos para llevarnos algunas cosas para la fiesta

Sarocha saludó y Rebecca le contestó con una sonrisa siendo seguida por Opp quien hizo una pequeña reverencia pero Nutt se quedó mirando a la menor

—¿Qué haces?

—Leyendo

—¿Sobre Roma? — la menor asintió—Pensé que estarías preparándote para Egipto

—Leo acerca de la conquista de Roma sobre Egipto

—Mmm, okey eso ya es otra cosa. Un imperio conquistando a otro — Nutt estaba intentando llevarse mejor con Becky —¿Qué parte del periodo lees?

—En realidad estoy interesada en lo que hacían con los esclavos en Roma

—Oh claro, muchos no vivían más allá de los 30

Opp y Freen aparecieron en la sala cargando cosas

—Después platicas Nutt, ven a ayudarnos

—¿Estás lista Bec?

Por primera vez en ese día Freen y Becky se miraban

—No

—Iré a dejar esto con los chicos, llámame cuando estés lista o puedes decirle a Charlotte que te lleve

—¿Me podrían esperar media hora?— pidió, honestamente no tenía ganas de escuchar a su hermana

—Bien, entonces vengo por ti. En una hora, no te apresures mucho

—Está bien

Todos se despidieron y Becky cerró los libros, aún tenía que bañarse y arreglarse. Sarocha cerró la puerta detrás de ella y suspiró siendo observada por los hermanos

—¿Qué?

El viaje hacia el boliche fue rápido, con platicas cordiales y algunas bromas pesadas de Nutt hacia el tema de Sarocha. El dueño los recibió y les dio las últimas indicaciones para la renta del lugar.

En el centro de la ciudad, Engfa y Charlotte bromeaban mientras trabajaban. Las cosas entre ellas estaban bien y aunque hablar sobre la familia Armstrong era incómodo ambas se estaban conociendo y de cierta manera estaba en aprendiendo a vivir juntas

Charlotte estaba a punto de pedir una pizza cuando una llamada con el nombre de su hermana apareció en la pantalla. Suspiró y se acercó a la bocina para ponerle pausa a la música

—¿Que quieres Armstrong?

—Me contestaste la llamada, ahora quiero un consejo

—¡Shh! ¿Por qué te daría un consejo?

—Porque tienes experiencia en el amor hacia alguien que trabaja contigo

Charlotte se acomodó mejor y puso el altavoz porque esto definitivamente era interesante

—Estás en altavoz y Engfa te escucha

—¿Nada más?

—Sí, en este lugar solo estamos nosotras. Ya dime qué ocurre

—Bien, lo diré así como es— Becky suspiró y lo dijo— me gusta Sarocha

Engfa y Charlotte no sonaron para nada sorprendidas

—Lo lograste Becca, por fin lo admitiste

—Además estabas comenzando a ser muy obvia— Charlotte mencionó— verla mientras la maquillaban no es sutil Rebecca

—Argh, bueno el punto es que no quiero ser obvia y tampoco quiero asustarla. Ni siquiera sé si le gusto

—¿Qué hiciste?

—La he estado ignorando estos días, yo...

—Tú fuiste la que se asustó

—Sí

—Bien Armstrong, entonces tienta el camino. No se lo digas directamente, comienza a hacer gestos no amistosos sino con otra intención

El comentario de Engfa le resultaba familiar a Charlotte

—¿Qué?

—Ahora entiendo porque eres muy amistosa

—¡Cállate!

Becky rodó los ojos escuchando a su hermana pelear de manera tierna con otra chica, le dio cosa

—Bien, entonces seguiré su consejo

—Solo no lo fuerces, sé que Sarocha es muy educada pero puede que la conquistes

—Bien, eso es lo que quería escuchar. Gracias chicas

—Bye, ahora prepárate para esa fiesta

—Sí

Sarocha regresó a la casa después de dejar pagada la renta del lugar donde sería la reunión y observó como Becky terminaba de arreglarse

—¿Estás lista?

—Oh dios, ahora no te escuché entrar

—Lo siento, vamos. Creo que los medios están ansiosos por saber sobre esto

—No se lo esperaban

—Es muy raro, digamos que tenemos un protocolo más formal pero esta forma de ser ahora me gusta. De verdad gracias por ayudarnos a salir de nuestra zona de confort

Rebecca sonrió y siguió a la mayor hasta el auto. Freen abrió la puerta para ella y se subió sin decir nada más, acomodó su espejo y encendió el radio

Comenzó a conducir hasta el sitio donde sería la recepción, no tenían muchas cosas preparadas pero estaba contenta con el resultado. No había mucho tráfico ese día por lo que llegaron rápido

—Por cierto, hoy no estará Vogue pero probablemente te hagan preguntas los medios serios

—No quería hablar de mi familia

—Espero no pregunten por eso— deseó la mayor

A pesar de la distancia los padres de Becky y Charlotte aún compartían la cuenta de la fundación, tal vez la menor sería ese pegamento que la familia necesitaba.

La prensa fue cordial con la chica y mantuvo su distancia, ya le comenzaban a agradar los reporteros de New Scientist. Fue momento entonces de inaugurar el evento y Rebecca tomó el micrófono que su colega le ofrecía

—Hola a todos los invitados, esta pequeña convivencia está organizada para que ustedes se conozcan y compartan experiencias como beneficiarios de la beca Armstrong, pero no solo eso, también es la oportunidad perfecta para salir de su zona de confort y ser más que solo profesionistas.

La menor les entregó sus regalos de bienvenida y decidió presentar al equipo de arqueólogos de la siguente misión. El micrófono terminó en la mano de Sarocha quien le dio una sonrisa a Becky y comenzó a hablar sobre el viaje a Egipto.

Al terminar la pequeña presentación y discurso Rebecca entregó los obsequios de su padre a los arqueólogos y les dijo a todos que podían disfrutar de todo lo que había alli hasta las 7:30 PM

Todos los invitados comenzaron a dispersarse y hacer pequeños grupos para organizar partidas de boliche. Rebecca observó que un par de reporteros de Vogue estaba intentando conseguir una exclusiva así que se acercó y les dio un poco

Después decidió volver con sus colegas y se encontró a varios chicos interesados hablando con los hermanos y con Sarocha. Comenzó a caminar entonces para saludar y recibir agradecimientos. Incluso se topó con un par de chicas que le pidieron una fotografía diciendo que eran sus fans.

Después de despedirse volvió sobre sus pasos y observó como Nutt le tendía un par de zapatos para jugar

—Vamos, Sarocha ya está en la línea

Antes de comenzar aquella partida amistosa se tomaron una fotografía y prepararon todo para que la partida fluyera. Varios novatos se reunieron alrededor para ver el juego y apoyar a los hermanos principalmente.

Sarocha se acercó y susurró en el oído de Rebecca debido al volumen de la música

—Creo que necesitamos más fans

Ambas sonrieron y observaron el sorteo en la pantalla, Nutt abría las rondas y Rebecca las cerraba, la chica suspiró y decidió concentrarse, hace mucho que no jugaba a los bolos pero ahora intentaría sorprender a la chica que le gustaba.

Las primeras tres rondas les sirvieron a los cuatro para saber que tan en serio tomarse el juego. Todos eran competitivos así que el primer lugar estaría muy disputado.

Las rondas fueron avanzando y Sarocha seguía sacando fotografías mientras sus amigos jugaban

Lamentablemente el talento de Rebecca quedó detrás de lo pensado y Sarocha lo hizo público

Los arqueólogos no dejaban de sorprender a Becky y aunque eso le agradaba no sabía cómo impresionar a su mayor.