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Capítulo veintitrés

CAPÍTULO VEINTITRÉS

—Gané.

—Nooo... revancha.

—Eres una muy mala perdedora, nena.

Blue estaba de buen humor, otra vez, hablé con ella, le aseguré que no tenía motivos para sentirse insegura sobre esto que estamos iniciando, porque no vamos rápido, no es muy pronto, no es malo. Es un inicio, estamos conociéndonos desde una nueva perspectiva, una amorosa, una romántica y está bien, más que bien, de hecho.

No podía guardarle luto a alguien con quién nunca tuve nada concreto.

—Tae— me observa, alarmada— ¿No traes bóxer puesto?

—Con razón tanta toqueteadera a mi trasero. No, no traigo, es pijama time.

—No digo que sea malo, pero es raro viniendo de ti— chasquea la lengua— o tal vez es algo usual y yo apenas estoy dándome cuenta de ello.

—Eres tan bonita.

—¿De la nada?

—Si, de la nada.

—Mm, el tinte te ha puesto mucho más romántico y adulador. Me agrada, bésame.

No tiene que repetírmelo, yo me lanzo dichoso a su boca y la devoro a mi gusto, se aleja cada tanto que le dan ataques de risa. Estábamos jugando en su teléfono y ha perdido cada partida, tenemos unas horas antes de tener que regresar a la empresa, hicimos planes con los demás para irnos a pasar el rato en un parque de diversiones que está abriendo poco a poco con el inicio de la primavera y Sasha ha ido con Namjoon a comprar entradas, Jungkook sigue en la agencia afinando detalles en su sesión de fotos individual.

Yo me he traído a Blue a casa porque me apeteció. Dormí en camerino y ahora estoy un poco más enérgico.

—Prometo que si tengo más de dos días libres dentro de poco, nos iremos a algún sitio. Solo tú y yo.

—Si es que yo también tengo días libres.

—Demonios. Cómo sea, encontraremos la manera de tener un poco de privacidad, no sé, encerrarnos en una casa colgante.

—Mi vértigo y miedo a morir declinamos de esa sugerencia.

—Anda, vamos a... ir fuera del país no suena tan descabellado.

Me acomodo mejor, sus piernas se mantienen rodeando mi cintura y tomo su teléfono, buscando una lista de todos los países, o casi todos, dónde hacer turismo sea buena idea.

—¿Qué haces?

—Decido el país al que iremos.

—Vale, cosas de millonarios— besa mi mejilla, probablemente tengo todo su labial en mi cara, no me molesta, por supuesto— cierra los ojos y dónde el dedo caiga, ahí será.

—Es buena idea.

Cierro los ojos y pongo a la lista a correr, espero unos segundos y presiono el dedo en la pantalla, escucho la risa de Blue antes de abrir los ojos. Bufo.

—Japón. No se vale, está prácticamente al lado.

—Intenta de nuevo.

Lo hago, presiono más rápido esta vez.

—Irlanda.

—Hablan inglés allí.

—Entonces estaremos bien, sobreviviremos— hago una nota mental— apenas tengamos tiempo, nos vamos a Irlanda.

—Hecho.

Por el momento, podemos solo ser felices teniendo citas aquí mismo. La puerta de la entrada se abre violentamente y los demás se plantan frente a nosotros con cara de tragedia.

—¿Qué pasó?

—Joder, no sabes nada.

—Eh, no, no sé. No he revisado mi teléfono siquiera.

—Pues, Kendo viene para acá.

Palidezco, Kendo es mi mánager, ese hombre no aparece a no ser que mi nombre y la palabra problema estén en la misma oración. También cuando estamos de tour y esas cosas.

Hotissue tiene cinco mánagers, uno personal de cada miembro y uno que se encarga del grupo completo. Kendo es quién se encarga de mí, mis actividades, mi imagen.

También se encarga de ocasionar terror en las personas, casual. Entonces, Sasha está enseñándome un vídeo de un noticiero de farándula que es originario de Los Ángeles dónde una presentadora dió a conocer la jugosa noticia sobre el hallazgo de mi famosa musa. Adjuntando una fotografía de Sarang de hace años en el concierto junto a un clip mío de otra entrevista dónde hablé sobre está chica que llamó mi atención y que por ella escribí Muse.

—¿De dónde demonios consiguieron esto?

—Eso te pregunto yo a ti, Taehyung— la puerta quedó abierta de par en par y Kendo entra, su expresión seria, no se sabe si está molesto o está feliz— Pero en realidad, ya lo sé, porque he estado toda la mañana leyendo a la gente y a sus especulaciones.

—No es mi culpa.

—Yo sé que no es tu culpa, solo quiero que me confirmes— se sienta, para este momento, todos se han sentado y lo miran como si esperasen a qué estallen— fue la estilista.

Relamo mis labios, siento la mano de Blue en mi espalda baja.

—Pues, es lo más lógico ¿Quién más si no? Los únicos que sabían sobre ella eran los chicos.

—Ahora todo el mundo sabe que Muse tiene un rostro, saben que trabajó contigo y peor aún, están involucrando tu imagen con ella. Con una mujer casada.

—Ella y yo nunca fuimos nada.

—Perfecto, porque la voy a demandar, a ella y a la cadena en Los Ángeles, envié un correo pidiendo explicaciones y no he recibido nada hasta el momento— me señala— no vas a acercarte a redes sociales hasta que yo solucione este problema, tienes entrevista y van a preguntarte por este escándalo, vas a negar absolutamente todo lo que te involucre con la estilista para calmar a la fanaticada y vas a pedir directamente que se deje todo el asunto de la musa en el olvido, porque a las personas hay que repetirles las cosas más de una vez, creí que con el lanzamiento del single junto a Zero había quedado claro lo obvio— estira la mano, suspiro, ya sé que significa eso, tomo mi teléfono y se lo entrego— luego puedes agradecerle a Hottie porque están haciendo su parte denunciando artículos basura.

La razón por la que esto es más serio de lo que parece es que, cuando algo así sale a la luz, empiezan a hurgar más y más para conseguir algo que a ellos les de dinero y que a mí me deje mal. Kendo odia profundamente cuando comprometen mi imagen de alguna manera y aunque parece tranquilo, no lo es, es muy severo.

Ahora, no me molesta que me quite el teléfono, nuestros representantes hacen eso todo el tiempo y más que una reprimenda, es una forma de cuidarnos para que no leamos algo que no nos guste o nos baje el ánimo. Un método de defensa.

—Si, entiendo, hyung.

—¿Sabes qué es lo que más me jode? Que ella se debe estar revolcando en sus cinco minutos de fama. Esa pequeña basura.

Harrison—mánager de Namjoon— también hace presencia minutos más tarde y detrás de él vienen los demás.

Daeso, mánager grupal, Jun, mánager de Sasha—otro al qué temerle— y Suk, el mánager de Jungkook.

—Bien— Suk aplaude, sentándose al igual que todos para conversar sobre lo sucedido—¿Quién ha sido el chistoso? Porque anda retando a la muerte.

No puedo reírme porque se refiere a Kendo y Kendo jamás se ríe.

—No tenían que venir todos.

—Si teníamos, esto es tradición, cuando alguno de ustedes mete la pata o los meten a ustedes en algo, debemos hacernos equipo y esperar a que Kendo y Jun intenten asesinar a medio mundo.

—No pudo tocarme un compañero más payaso.— eso lo murmura Kendo.

—Eres tan gracioso, no puedo con la risa— Jun.

Ellos hablan y yo observo a Blue. Está furiosa.

—Nena.

—Esto es inaudito— musita, si, está en efecto furiosa— ¿No puede simplemente dejarte en paz? ¿Qué más quiere? Me frustra.

—No sé por qué lo hizo, pero en todo caso, no seré yo quien la busque para pedir respuestas o razonar— señalo a mi mánager con un gesto— lo hará él.

—Eso no me hace molestar menos, es una resentida. Una mala persona.

Se levanta y va hasta la habitación, hago lo mismo con la intención de seguirla y soy detenido solo para ser cuestionado.

—¿Quién es?

—Mi novia.

—Maldita sea, Kim...

—¡Llevamos solo tres días!— respondo, eso le calma la furia a Kendo— Y ya se está arruinando todo.

Voy con ella, está retocando su maquillaje agresivamente, cierro la puerta y tira la brocha. Me mira.

—Lo siento.

—No es tu culpa, Tae, es solo que— toma aire, sus ojos acuosos me observan, sé que es por el enojo que siente— me jode que parece que siempre que hay problemas es por su culpa, no sé si lo hace a propósito o realmente no piensa con claridad.

—Si supiera que pasa por su mente, te lo diría, pero no lo sé. Solo no hay que tomarle importancia.

—Ya escuchaste a tu mánager, esto es serio, tu imagen está siendo asociada con la de una mujer casada y esa gente ha dicho todas esas cosas.

—Cosas que no han sucedido.

—Pues si, pero eso a la prensa no le importa, lo van a tergiversar todo— me siento al borde de la cama— espero que esto no afecte el lanzamiento del álbum.

—No lo hará, hablaré sobre el asunto en la entrevista de hoy y listo, a callarle la boca a los curiosos. A Kendo lo conocen en el fandoom y probablemente ya deben estar esperando la demanda y el comunicado de su parte.

—Da un poquito de miedo.

—Si, yo vivo aterrado, porque él aparece solo para arreglar mi mierda y lo hace con su actitud de: me tocas un pelo en este momento y te corto la mano. Se estresa muy fácil.

Cruza sus brazos, levantándose y más calmada, se sienta en mi regazo, le abrazo pegándole a mi.

—¿De verdad puede demandarla? Honestamente no sé nada sobre cómo debería proceder con esto.

—Si puede, Kendo ama demandar.

Bufa, sonriendo un poco.

—Tae, no quiero que hables con ella. Por favor, que él se encargue de todo como dijo que haría, tú no tienes que cruzar palabra con ella para absolutamente nada.

Aunque ya hablamos sobre que no tiene porqué sentirse insegura respecto a Sarang, veo que eso no soluciona demasiado sus dudas. Asiento, no quiero que Blue se sienta de esa manera, quiero que esté consciente y segura de nosotros dos estando juntos.

—Así será, no te preocupes demasiado.

—Bien. Supongo que me iré a la empresa antes que ustedes, que Jungkook me mantenga al tanto ya que no tienes tu teléfono.

—Si, nosotros iremos en un rato, nos alistaremos y daré la entrevista.

—Vale— nos quedamos viendo, blanquea los ojos— ahora es cuando me sueltas y me dejas ir.

—No sin mi beso.

—Es una situación de seriedad, no hay tiempo para besos— me limpia la mejilla— y tienes todo mi labial en la cara.

Oh, se me había olvidado.

—Déjalo así.

—No, que pena. Kendo te vio así.

—Mejor, le da envidia y se consigue una novia que le calme los humos.

Me impulso y alcanzo a tomar su labio inferior entre los míos, sostiene ambos lados de mi cara entre sus manos, dándome el beso que tanto pido antes de si o sí, dejarla ir.

La acompaño hasta la puerta, pasa por la sala y se despide de todos. Ahora sí he quedado solo junto a esta gente y la furia de Kendo. Regreso a mi lugar en el sillón.

—Entonces...

—¿Cómo que tienes novia hace tres días? Vaya, te ha durado mucho— Suk es tan idiota y ocurrente como a quien representa; Jungkook— ¿Sabes cuánto duró mi último noviazgo antes de mi pobre esposa? Día y medio.

Los chicos se ríen, Daeso lo mira como si no pudiese creer que alguien como él existe.

—Ese es un récord bien impuesto, Suk.

—¿Ah qué sí?— creo que realmente siente orgullo—A veces bromeo con mi esposa sobre eso y como ella se cree más graciosa que yo, dice que no la culpa, que ella al menos logró escapar.

Harrison deja su charla con Namjoon para burlarse, cosa que no es muy frecuente en Harrison.

—Se nota que la haces muy feliz.

—Ustedes también necesitan una novia o algo.

—Paso— esa fue una respuesta colectiva.

Suk bufa.

—Por eso están como están.


Kendo en multimedia.

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