CAPÍTULO SIETE

Tontamente, me quedé despierto otra vez porque sabía que Sarang iba a llamarme, también porque no pude conciliar el sueño tan bien como hubiese querido, así que estoy en la cocina, viendo al teléfono con un vaso de agua en mano esperando a que me llame y así preguntarle finalmente que ha decidido.

Michael me envió un mensaje hace unas horas dónde me contó que Sunho volvió a hablar con Sarang cuando ella dejó de estar a la defensiva, no solo él, lo cinco hermanos se pusieron de acuerdo para hacer a Sarang tomar una decisión.

Si realmente ella iba a casarse con Jason sabiendo que era una relación que no iba a ningún lado y que además no contaba con el apoyo familiar que ella tanto pedía.

Sonrío, quiero pensar que al ser su familia, va a escucharlos más que a mí, pues cuando le dije que lo pensara mejor porque se trataba de su felicidad, hizo oídos sordos creyendo que hablaba desde mi corazón roto por no ser correspondido.

Por favor, claramente nunca he pensado en mis sentimientos cuando se trata de ella, que tontería.

—¿Tae?— oh, mi Blue— Hombre, ven a la cama, loco, hace frío.

—Siéntate, que seguro te has levantado porque te dio sed.

Me levanto, escucho su alegato pero obedece, voy a servirle un poco de agua y se lo dejo al frente, con los ojos medio cerrados intenta observarme, agarra el vaso con ambas manos.

—¿Por qué estás despierto?

—Estoy esperando una llamada.

—¿De Sarang?

—¿Cómo sabes?

—Solo ella llama a las cuatro de la mañana a quejarse— si, definitivamente escuchó lo de ayer— ya no me agrada Sarang, Tae, sé que no me compete, pero ella no parece ser en absoluto la mujer que me contaste era.

No puedo culparla, Sarang ya no parece Sarang.

—Es complicado.

—No creo que sea muy difícil solo dejarte en paz o ser claro por una vez— está molesta, muy molesta— dijiste que ella era comprensiva, atenta, empática...

—Era, si.

Finalmente suena el tono asignado para ella y su nombre alumbra en la pantalla, me encuentro a mi mismo nervioso y observo a Blue.

—¿Quieres que me vaya?—niego— Bien, contesta.

Deslizo el dedo y contesto, activando el altavoz, modero el tono de mi voz y sonrío, tratando de sonar tan despreocupado como siempre.

—Hey, cuéntamelo todo.

—No hay mucho que contar, ya sabes, ninguno de mis hermanos irá, ni siquiera Henry. Se sienten muy ofendidos por el comportamiento de Jason y sinceramente pienso que están exagerando un poco.

—Ya...

—Si, pero mis padres estarán presentes apoyándome, también tengo a Nina como mi dama de honor y...

—¿Y qué?

—Es que no sé si cuento contigo, sabes, me gustaría-

—¿Sabes por qué me enamoré de tí?—interrumpo— ¿Sabes por qué te elegí como mi musa?

—Creo que no.

—Lo hice porque me inspirabas y brindabas un sin fin de emociones positivas, te veía y a mí cabeza llegaban baladas románticas, hablábamos y usaba algunas de esas conversaciones como versos para mis canciones. Me hacías un mejor hombre, quería mostrarte la versión más cool que tenía de mi mismo para que decidieras estar conmigo— las yemas de mis dedos tamborilean contra la mesa, sonreí— y cuando pensé en rendirme, tú me prometiste que encontrarías la manera más suave de terminar tu relación con Jason y míranos ahora, hablando de tu boda con él. Tantos hombres buenos en el mundo y tú decidiste permanecer con quién apagó tu brillo, con quién no te dejó ser tú misma.

—¿Y quién es el hombre perfecto para mi? ¿Tú?

—No, no tenías que elegirme a mí. Te lo dije hace años y vuelvo a decírtelo ahora; puede ser cualquiera menos él.

—Jason no es malo, estoy cansada de repetirlo, es un hombre serio que me dará la vida que merezco, me ha hecho feliz hasta ahora y me hará aún más feliz cuando nos casemos. No es un monstruo, no me obliga a estar a su lado como si fuese un carcelero.

—Van a vivir en Los Ángeles, te apartará de tu familia y según recuerdo una de sus condiciones para casarse fue hacerte renunciar porque no quiere que trabajes. Cuando entraste a la agencia como parte del staff en imagen y te asignaron a mí, fuiste la más feliz, decías que era el trabajo de tus sueños.

—Cuando vas a casarte las cosas cambian, tengo nuevas responsabilidades.

—Está bien, entonces no tenemos mucho más que hablar sobre el tema si ya tomaste una decisión. Yo también he tomado la mía y empezaré por decirte que no voy a seguir siendo tu hombro para llorar o tu apoyo para ese evento— Blue aprieta mi mano, me sonríe y asiente fervientemente, contenta con mis palabras— y también quiero desahogarme, espero que tú lo hagas igual si quieres.

La línea se queda en silencio un momento.

—¿Desahogarte?

—La primera vez que te invité a salir en una cita, aceptaste, la pasamos tan bien que tuvimos unas cuatro citas más. Me abrazaste, cenamos, canté para ti y luego me enteré de que tenías novio, intentaste besarme en la siguiente cita apenas nos vimos y yo te detuve— no me contradice porque sabe que no estoy mintiendo— te pedí explicaciones y te molestaste conmigo solo porque no quise besarte.

Yo respeto mucho las relaciones, no soy capaz de ver a alguien más si ya tengo pareja en el momento.

—Taehyung... es complicado.

—¿Por qué pretendías serle infiel a Jason conmigo? Me gustaría saberlo.

—No tienes que saberlo, en ese tiempo estábamos pasando por problemas en nuestra relación y yo realmente pensaba que no duraríamos mucho más.

—Luego me dijiste que preferías estar conmigo porque yo te hacía sentir muchas cosas. Me dijiste que te gustaba como yo te amaba.

Y volvía a molestarse porque seguía negándome a besarla. Jamás he besado a Sarang porque aunque es estúpido pensar eso, siento que ya sería demasiada tortura que no podría manejar.

—No mentí, si me siento de esa manera porque tú eres totalmente diferente a los demás chicos.

—Sin embargo no soy yo con quién vas a casarte. No te entiendo... bueno, tal vez si lo hago pero no quiero creer que estoy en lo cierto con mis pensamientos— reí sin muchas ganas, solo sintiéndome incómodo.

—Honestamente no sé por qué me dices todo esto ahora. Cuando te enteraste de mi relación, seguiste ahí, buscándome e intentando tener una relación conmigo, pero entonces ahora yo soy la mala.

Tomo aire, asintiendo.

—Tienes razón, yo también tengo la culpa y reconozco que fue de mis peores decisiones, jamás debí dejarme endulzar el oído con tus palabras de esperanza, tuve que haberme alejado cuando no estabas intentando aferrarte a mi desesperadamente y así nos estaríamos evitando esto... creo que solo puedo desearte buena suerte.

—¿Ya no me amas y por eso quieres dejarme ahora?

—Estoy confundido, no sé si estoy enamorado de la versión que eres actualmente, yo caí por una Sarang distinta y no creo que pueda continuar rogándote por amor incondicional y afección cuando ya no queda nada que hacer. Tomaste tu decisión, vas a casarte con Jason y dices que él te hace feliz, así que está bien, supongo.

De nuevo nos quedamos en silencio e intento mantenerme sereno, me preparé para escenarios más horribles que este, puedo manejarlo.

—No quiero perderte, Tae.

—Es mejor si nos perdemos el uno al otro. Es más, creo que nos perdimos hace tiempo, pero, ya sabes, yo tenía esperanza y lo alargué mucho más.

—¿Te irás con alguien más?

—No lo sé, por ahora no, pero en un futuro si querré enamorarme otra vez.

—Si te imaginas con otra persona en el futuro es porque realmente no me amas tanto como dices.

—Creo que estás a la defensiva solo porque estoy rechazando seguir de perrito faldero, detente.

Para mí sorpresa, Sarang cuelga la llamada  y me quedo viendo al teléfono, creí que querría decirme algo más, parece que no.

Blue apaga el teléfono y lo guarda en el bolsillo de su pijama, continúa apretando mi mano y se pone de pie, señalando la habitación.

—¿Quieres descansar, baby?

Sonrío un poco, hace años no me llamaba así y me sigue causando ternura y gracia. Asiento.

—Quiero descansar, nena.