
Capítulo catorce
CAPÍTULO CATORCE
Odio estar solo en casa.
Realmente no estoy totalmente solo, pero Blue está trabajando en el segundo piso, necesita concentrarse, por lo tanto, no puedo ir a molestarla. Jungkook sigue ocupado ayudando a Jimin con sus cosas románticas y Sasha me preparó un desayuno especial, según dijo, para luego irse a no sé dónde.
Necesito distraer mi mente con algo, hoy es el día en el que Sarang se larga a Los Ángeles para alistarse hasta el gran día.
Busqué en mis bolsillos, tenía mi teléfono, las llaves del auto, mi billetera, no me veía tan mal, nada que un cubrebocas y un par de lentes oscuros no puedan solucionar, también está el factor importante de que es de noche, así que mejor aún, puedo darme una vuelta por el sitio y hacer lo que mejor hago; gastar mi dinero en comida como para veinte días y contando.
—¡BLUE!— grité— ¡Dime si quieres algo!
Tarda, pero responde, la cosa es que ella no sabe gritar.
—¡¿Vas a salir?!
—¡Si!
—¡Un chocolate está bien!
Pero voy a tardarme, así que entra que aguantar su antojo hasta unas horas más tarde, me río con tonta malicia, se va a enojar, pero Blue es chistosa cuando se enoja por cosas bobas como esa, salgo, cierro bien la puerta porque soy distraído y la dejo abierta a veces.
Me doy cuenta de que mi auto se lo ha llevado Jungkook ya que el suyo está en el taller, así que observo las llaves en mi bolsillo y me pregunto de quién carajos son.
—¿Y esto que abre?
Tendré que irme a pie. Está bien, caminar también es bueno para despejar la mente y en caso de agotarme, existen los taxis, tal vez hasta el bus.
No, no puedo usar transporte público sin seguridad acompañándome, así que, descartado.
Termino de deslizar el portón y salgo de esa manera, cerrando otra vez, supongo que el auto de Jungkook estará listo para lo de Jimin, él llevará a Sasha y yo a Blue, vamos en ambos autos pues no sabemos cómo resulte todo.
—Taehyung.
Las llaves se me caen, levanto la mirada luego de recogerlas y mi nariz se arruga.
—Sarang— rasco mi mejilla— deberías estar en... cualquier otro lado menos aquí.
—Si, debería. Pero ahora resulta que todos están enojados conmigo y es tu culpa, en parte, pero lo es.
Mis cejas se crispan y me encuentro confundido, verla me pone nervioso, su voz me causa dolor y pesadez. Es muy extraño porque, se ve muy linda, pero es porque se irá, no sé si ha venido a despedirse, pero trae la boina puesta y por primera vez, odio como se le ve.
Luce tan bien, que causa coraje.
—Bien. Supongo que hay que decir adiós.
—No vine a despedirme.
—¿Entonces?
—Vine a desahogarme, no pude hacerlo cuando hablamos por teléfono, así que lo haré ahora mismo.
Deja caer con desgane ambos brazos a sus costados, mis manos van a parar a los bolsillos de mi chaqueta y relamo mis labios, no sé porqué estoy tan nervioso, la he visto miles de veces. No debería de afectarme de esta manera.
—Mm, bien, hazlo. Solo, no levantes la voz y... hazlo rápido antes de que Jungkook llegue— pido— t-te escucho.
—¿Ahora sí lo harás o vas a ignorarme y enviar a otros a hablar por ti?
—No quiero que esto se siga repitiendo, si quieres hablar y es la única manera en la que vas a dejarme en paz, bien, voy a escucharte, de igual forma vas a irte después de esto, así que no importa— aseguro— dímelo todo.
Asiente, se ha acercado, sus ojos brillan producto de las ganas de llorar, la conozco, se le va a dificultar hablar por la molestia que tiene.
—Maldigo ese día, haber ido a tu concierto y que pusieras tus ojos en mi fue lo peor que pudo sucederme en la vida, tu existencia me confundió y me hizo quedar ante todos como una mujer que no vale nada, me dejaste sola e hiciste que los demás me abandonaran igualmente.
—Eso no es mi culpa, no tengo culpa en absolutamente nada que tenga que ver con tu familia o tus amigos. Si ellos te dejaron sola ha sido porque les diste motivos.
—Se han enterado de lo que sucedió entre nosotros y ahora soy la mala por eso. Por supuesto que tienes culpa en ello, Taehyung— toma aire, la primera lágrima cae—¿Quién más va a enterarse de tu versión de los hechos? ¿La prensa? Tal vez tus fanáticos, hazlo, cuéntale al mundo que yo te llené de ilusiones sobre amor para que tengan pesar, para que me odien y por ti sientan lástima, pobre Taehyung, se enamoró de una mujer comprometida— primer rasguño a mi corazón— pobrecito porque se creó una película entera de romance en la cabeza solo por unas citas y coqueteos momentáneos.
Muerdo mi labio inferior, aparto la vista para mirar al suelo ahora, eso ha dolido. Ha dolido mucho porque es como una confirmación a lo obvio.
—Entiendo, yo me he enamorado solo. No supe entenderte, malinterpreté lo que me decías.
—Si, lo has hecho, malinterpretaste todo, yo quería un amigo, ya tenía un novio y tal vez... si, tal vez en algún momento pensé en ti como algo más íntimo que eso, pero no pasó de simples pensamientos sobre lo que podría ser cuando claramente no sería. Somos polos opuestos, Tae, no iba a funcionar más allá de palabras llenas de expectativa.
—Tuviste que dejarme alejarme de tí cuando todo explotó. Sabías que yo cedería a tí porque mi cariño era más grande que lo lógicamente correcto, no soy un santo, pero tú no eres la víctima aquí, Sarang.
—¡Tenías que dejar de sentir cosas por mi cuando te enteraste de mi relación!
—Yo lo intenté y cada vez que me alejaba y te decía que no podíamos ser amigos porque eso no me serviría de nada, te molestabas conmigo y me rogabas por tiempo, me pedías que te esperara un poco más— joder, me tiembla la maldita voz— creo que no lo recuerdas, pero me retuviste durante un largo tiempo diciendo cosas como esa, porque juraste que yo te gustaba tanto como tú me gustabas a mí, en cada cita al cine, cuando te quedabas a dormir conmigo— aquellos eran recuerdos bonitos hasta ahora— cuando decías que yo significaba un mundo para tí.
Resopla.
—Las palabras son solo eso, palabras, fíjate en las acciones para la próxima.
—Oh... eres muy buena actriz, en ese caso. Finges tan bien, te envidio.
—Parece que aquí termina esto que teníamos.
—¿Ves? Ni siquiera tú puedes darle un nombre a lo que sea que existió entre ambos.
Llora, está frustrada. Termina de acercarse y su puño golpea mi pecho, me insulta, esto es una tontería y yo voy a llorar otras tres horas gracias a esta teatral escena.
Cuando termina de golpearme y llorar, su cabeza se estrella contra mi pecho, allí se queda un rato, no me esfuerzo por apartarla.
—No sé que es lo que quieres para dejarme en paz, tú...— esnifa, suspiro— estás en mi cabeza todo el tiempo y lo odio.
—Ya, basta.
—No lo entiendo.
—Yo tampoco. No te entiendo a tí, no comprendo cómo funciona tu cabeza, menos entiendo cómo puedes disfrutar de esto.— me abraza, pero sé que espera que yo le devuelva el gesto, me disculpe y diga que todo es como antes— No voy a consolarte, Sarang, necesitas espabilar. No estás bien.
Me suelta y resopla.
—Eso no, idiota. No entiendo por qué sigues en mi cabeza cuando no fue para tanto, ni siquiera estuvimos juntos.
—¿Disculpa?
—Eso, que no fue importante.
—Jo, tú quieres es que yo te odie. No me gustan estos juegos de tira y afloja.
—¡Es que no lo fue! Vas a negarme que mientras decías sentir todo eso por mí, no tenías a nadie más en tu cabeza, siempre estuviste rodeado de chicas.
Esto es hilarante.
—Si, fanáticas. No puedes decirme que sentías celos de fanáticas y por eso creías que mentía sobre mis sentimientos por tí— no dice nada, abro la boca— no me estés jodiendo, yo te era fiel como un imbécil aún cuando no éramos una mierda.
—¿Y qué hay de Blue? ¿EunJun?
—Maldita sea, lárgate.
—¡¿Qué?!
—¡EunJun es mi jodida hermana!— le grito, ya superado por esto— Y Blue es mi mejor amiga de toda la vida, no puedes decir que no te dije que papel jugaba cada mujer en mi vida, porque si lo hice, es tu problema si no me prestabas atención. Memorizaste sus nombres y tú personalidad celópata hizo lo demás, esto es increíble, Sarang.
—Tae, yo no sabía-
—Vete. Mucha suerte en tu boda, en tu vida, en lo que sea y ojalá el pobre idiota de Jason pueda soportar tus mentiras, tu egoísmo y el como amas victimizarte todo el tiempo, me harté, Sarang. Solo te interesa tu bienestar y que los demás se jodan siempre y cuando tú estés bien.
Intenta arreglarlo acercándose, encuentro valentía para alejarla cuando invade mi espacio personal. Quiero llorar, no puede ser que le abrí mi corazón a esta persona, no puede ser posible que sintiera amor por alguien que ni siquiera de dió el tiempo de escucharme y conocerme durante todos estos años.
—Tae, lo siento, ese si fue un error, no lo recordaba.
—Vete o llamaré a Michael para que venga a buscarte. Basta, largo— toma mis hombros, intenta impulsarse— Sarang, no.
Un brazo tatuado se cruza en medio y la aleja, obligándola a soltarme. Me asusto, porque se trata de Jungkook y él no tolera mierdas así.
La observa de manera filosa, Sarang suspira dando un paso atrás siendo intimidada por él y yo siento alivio al mismo tiempo que siento terror.
—Ha dicho no ¿Estás sorda? Lo estás invadiendo y una negación aplica para ambas partes, estoy seguro de que si fuese al revés, estarías muy asustada, así que, ponte en su lugar un segundo y respétalo.
—Ella ya se iba.
—Y seguridad la va a escoltar con todo el gusto.
El silencio que se forma es ensordecedor, la tensión es palpable y Jungkook no miente, trae a su guardaespaldas consigo y este no hace más que observar la situación.
Sarang se ve muy asombrada, seguro pensando en que ese es un acto exagerado, baja la mirada y asiente.
—Me iré.
No me mira, solo camina con la vista al frente. Mis nervios se disipan con su ausencia y Jungkook suaviza la mirada cuando la posa en mí.
Automáticamente el nudo se instala en mi garganta, nota mi impotencia.
—Ya, vamos a casa, pediré de cenar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro