Pic-A-Story Semana #2
Cazada

'¿Por qué no le hice caso a mami? ¿Por qué no le hice caso a mami?' Pensaba repetidas veces y era como si escuchara mi cerebro alterado e histérico mientras yo corría a toda prisa por el bosque, solo porque en realidad yo estaba histéricamente asustada.

Mis pies descalzos se hundían en la tierra con cada paso que daba, mientras tras de mi, un enorme y hambriento lobo gris me perseguía. Estaba siendo cazada. Yo corría lo más rápido que podía y que permitía mi vestido. En mi pecho, mi corazón latía a una velocidad increíble y martilleaba tan fuerte que retumbaba en mis oídos. A mis espaldas, un poco más cerca de lo que yo hubiese querido, el lobo seguía persiguiéndome, y su respirar agitado y gruñidos me aterraban a morir.

'¡Por qué demonios me tuve que adentrar tanto en el bosque para recolectar semillas? ¡Dios mío, por qué!' Mis pensamientos agitados, casi difusos, no remediaban nada mientras yo seguía corriendo y corriendo, esquivando rocas y troncos en el suelo del bosque con una agilidad que nunca imaginé poseía, pero que en esta situación extrema había descubierto; de ello dependía mi vida.

—¡Woah!— grité como si de ello dependiera mi equilibrio y velocidad al brincar sobre una roca, un tronco... Una piedra enorme... —¡Aaaaaaah!—me tropecé y caí. Mi cara chocó con el suelo justo después que mis manos y mis rodillas. Rápidamente me giré sobre mis espaldas y me arrastré hacia atrás, aterrada. Allí fue cuando lo vi, trepado sobre la roca con la cual hacía un segundo me había tropezado, estaba el lobo, mirándome. Sus ojos amarillos fijos en mi me hicieron temblar aún más. Yo trataba de alcanzar una roca filosa que tenía cerca. Mis dedos se enterraban en el fango, como si se aferraran a la vida.

En esos instantes, el animal gruñó, mostrándome sus afilados caninos de manera amenazante.
—Ah—, dejé escapar un tenue quejido y allí fue cuando el lobo saltó hacia mi.

Agarré la roca de manera instintiva y cerré los ojos esperando la embestida... Escuché un chillido quejumbroso y abrí los ojos. El lobo yacía tirado en el suelo con una flecha cruzando su cabeza de un extremo al otro.

Solté la piedra y exhalé, liberando el aire retenido en mi pecho y la tensión del horrible momento. Luego miré hacia arriba. Allí, montado sobre un brioso corcel negro, un elegante caballero sostenía un arco.

—Ven—, me dijo extendiendo su mano hacia mi—, estás a salvo doncella. Te llevaré a tu casa.

—Gracias—, contesté. Una tímida sonrisa se dibujaba en mi rostro mientras tomaba la mano de mi salvador.

Pic-A-Story Weekly Inspiration

The picture presents a clear in the woods, maybe in Europe or in Canada. Tall pine trees, moistened grass and moss reminds me of fairy tales and so many mythical creatures I love, but also the home of wild and dangerous beasts. This is why I set my story in the woods; a girl being chased by a hungry grey wolf.