VII
.•|Derrumbando muros|•.
•~•
—¿Y bien? ¿Sí o no?
Escucho tu voz molesta y suprimida, como si te estuvieran obligando a invitarme a la reunión y aunque estoy consiente que seguramente es así, lo estás haciendo por Kanroji, yo no puedo evitar sentirme feliz de todas formas.
Me estás invitando y esperas 'pacientemente' mi respuesta.
Mi corazón se agita y acelera por la fuerte emoción y solo quiero sonreír en respuesta.
Sin embargo, no soy capaz de mostrar alguna emoción en mi rostro, eso me delataría fácilmente y en su lugar sigo caminando a nuestro destino sin responderte y mucho menos mirarte.
Escucho como haces una queja ofendido y por mis adentros me muero de ternura por las expresiones que haces cuando vuelves a estar a un lado.
—¡Estúpido, no me estés ignorando!— Gritas y te cruzas de brazos.
Lo medito unos segundos, no sé qué cosas se hacen en esa clase de reuniones no laborales, lo único que me asegura que disfrutaré la noche es que tú estarás ahí, y al mismo tiempo me terminaré hartando de que estés seguramente hablando con Shinazugawa o Kanroji y no conmigo.
Cuando escucho otro de tus resoplidos a mi lado caigo en cuenta que el culpable de nuestra relación no es nadie más que yo, porque yo mismo estoy construyendo un muro al rededor evitando la posibilidad de que me conozcas.
Es decir, ¿a quién le gustaría una persona que siempre lo ignora?
Tal vez debería intentar conversar un poco.
—Está bien.— Dije mirando a tu dirección, notando que tú seguías mirándome con enojo y después sorpresa.— Voy a ir, ¿en dónde me dijiste que era?
Tus párpados se abrieron de manera exagerada, te quedas congelado un segundo y cuando vuelves en tí mismo giras el rostro a un lado mirando con extrañeza a tu serpiente, ella se notaba un poco confundida también.
Dejas de lado tu sorpresa y vuelves con la molestia inicial, te vuelves a cruzar de brazos y caminas con la frente en alto.
—En la Finca del Amor.— Escupiste con un tono receloso en la lengua, parecías advertirme algo con aquella mirada.
¿A caso piensas que podría sentir algo por Kanroji? Pero qué equivocado estás.
—De acuerdo.
No dijimos más nada, si soy sincero el resto del viaje ha sido bastante silencioso sin que ambos tengamos la mínima oportunidad de hablar.
Tú no quieres conversar, sigues enojado por estar conmigo y yo no quiero concentrarme en iniciar una plática, prefiero pensar en lo que podría hacer para sorprenderte en esta misión.
Al menos una buena impresión quiero que tengas de mí, que pienses algo lindo o compartir un recuerdo agradable para que a la próxima vez que estemos juntos no te fastidies tanto.
Voy a esforzarme a que cambies tu visión de mí.
¿Qué podría hacer?
¿De regreso te invito a comer? Sería una buena idea, sabré cuál es tu comida favorita y podría verte sin las vendas, ¿te sentirás cómodo al quitarlas? Lo que menos quiero es incomodarte.
¿Y sí no te gusta comer? Había escuchado el rumor de que siempre duras días sin comer antes de probar alimento, pero no sé si sea solo una exageración.
Ahora que lo pienso con detenimiento puede que tenga sentido, por eso es que te ves tan delgado y pequeño, no comes adecuadamente.
Ir a comer no parece una buena idea, mejor lo descarto.
¿Hago una buena estrategia contra el demonio para que pienses que soy inteligente?
O mejor aún...
¡Yo solo me encargo del demonio para que pienses que soy fuerte!
Te ves molesto y un poco cansado, si no te dejo hacer nada entonces pensarás que soy amable y podremos ser amigos. Al menos podrías considerarme un poco menos tonto.
•~•
La luna brillaba en lo más alto del cielo, alumbrando junto a las estrellas el bosque y el camino de regreso, era un brillo plateado y sutil que complementaba el ambiente entre nosotros de forma natural.
Algunas luciérnagas volaban al rededor de los árboles haciéndole compañías a los pequeños animales nocturnos que nos veían con miedo antes de esconderse en las oscuridades.
La madrugada era agradable, fue una misión bastante sencilla y ha sido una de mis favoritas. Pude verte estando en acción, siendo amable con las personas en peligro y salvando a inocentes de las garras del demonio.
La forma en la que tu haori y cabello se movían contra el viento sin duda es algo que tendré que admirar en secreto toda mi vida.
Como me dije antes, me encargue del demonio, cuando tuve la oportunidad y las personas afectadas estaban a salvó yo di un paso al frente logrando concretar la Cuarta postura: Golpe de marea.
Por un momento pensé en realizar mi Undécima postura: Calma para darte una gran impresión, sé que antes de crear la respiración de la Serpiente te especializaste en la de tipo agua, quise mostrarte que había creado mi propia postura para impresionarte, pero de inmediato supe que era una estupidez.
Tu creaste tu propia respiración desde cero, ¿cómo te vas a impresionar de una sola postura?
Por suerte recapacite a tiempo y me salve de esa vergüenza.
La misión salió mejor de lo que pensé, todo terminó tan calmado y en paz que de veras no me explico el porqué estás tan enojado.
¿Hice algo que no te gustó?
Te veo y ni siquiera murmuras cosas a tu serpiente, en su lugar miras al frente con molestia y echas insultos susurrados completamente descolocados.
No puedo evitar deprimirme y pensar que esta noche será un desastre, no soy capaz de preguntarte ni mostrar algún cambio en mi expresión, no me gustaría empeorar todo.
Cuando pensé que esto terminaría aquí y que no me hablaras absolutamente nada en toda el camino, me miras.
—De verdad eres arrogante.— Te quejas, yo no supe como reaccionar a eso.— No me dejaste hacer absolutamente nada contra el demonio, ¡te crees mucho y piensas que puedes menospreciar a los demás!
Espera, creo que entendiste mal lo que quise hacer.
—¡Me miraste desde arriba en todo momento y ni siquiera dejaste que me acercara a la zona de peligro! ¡Me evitaste como si solo fuese un cazador de bajo rango!
No te quise cerca para que no hicieras nada, no porque dudara de tu fuerza, pensé que sería algo amable y que te gustaría.
Entrecerre mis párpados y evite la mirada que me estabas dando, mis labios se torcieron en una mueca porque está vez no soy capaz de ocultar como me siento.
Soy un idiota, no sirvo para esta clase de cosas y lo único que hago es arruinar más lo que piensas de mí.
—¡Agh! Ni siquiera te dignas a mirarme, eres una persona desagradable.— Llevas los dedos a tu nariz, sobando con molestia.— Si no te gusta que te quiten protagonismo ¿por qué no hiciste esto solo?
Me estabas mirando buscando una respuesta, ni siquiera me di cuenta en qué momento dejamos de caminar. Tu mirada era alzada, tenías que hacerlo si querías verme a los ojos y yo no encuentro qué puedo decir.
Ni siquiera sé cómo podría expresarme en este momento, no quiero hacer de cuentas que no me estás hablando, me duele en el pecho que me hables y me mires de ese modo.
Tal vez lo merezco, estoy consiente de que así es, pero no quiero recibirlo más.
—No te importan las demás personas.— Diste media vuelta y seguiste el sendero.
Yo me quedé parado, pensando y procesando todo en una mezcla interminable de sensaciones desagradables y lastimeras.
Te amo, no quiero que esto empeore.
—Lo siento...— Logro decir en voz baja, no quería que me escucharás y te molestarás más.
Sin embargo, me escuchaste y te quedaste quieto, giraste tu cuerpo y me miraste con el rostro arrugado. Tal vez esperando algo más.
—¿Qué?— Escupes incredulo, tal vez te arriesgaste a preguntar sin estar seguro de lo que escuchaste.
Estás esperando mi respuesta, quieres que hable y yo quiero hacerlo.
¿Pero cómo puedo expresarme?
¿Por qué me es tan difícil?
Quiero hablar, necesito hacerlo, pero soy tan inútil que hacerlo me quema.
—Lo siento.— Dudo, pero mi voz está más firme, de todas maneras es bastante tenue.
Parpadeas repetidamente sin creer lo que dije, ni siquiera sé si debo decir algo más.
¿Digo mi plan inicial? ¿Qué tal si me descubres?
Respiro ondo inflando mi pecho de aire, sintiendo nudos gruesos de mi garganta y pecho impidiendome decir lo que pienso.
—No quise dejarte hacer nada porque...— Cuando te acercas un paso me detienes, un sonido de alarma suena en el fondo de mi cabeza.— ... porque quiero i-impresionarte.
El silencio se extiende entre nosotros, hasta que tú mismo lo interrumpes.
Un bufido de risa sale de tu boca, como si te divirtiera mi explicación.
—¡Oh, el gran Giyū Tomioka queriendo impresionar a todos! Qué novedad. — Mueves tus manos con burla. Nuevamente no me entendiste.— Ya sé que eres más fuerte que yo, ¿qué necesidad tienes con querer que todos sepan que eres diferente?
Yo no soy más fuerte que tú, te estás equivocando otra vez.
—N-no es eso.— No puedo ser capaz de decir algo en voz alta, me intimida mucho tu presencia.— Solo quiero ser t-tu amigo.— Confiezo y cierro los ojos.— Pensé que si te impresionaba dejarías de pensar mal de m-mí y podríamos... llevarnos mejor.
No quiero mirarte, no cuando tus ojos tan bonitos y molestos me deben estar mirando como si fuese solo un hombre patético.
Das un sonido extraño, probablemente de sorpresa y después escucho el siseo de tu serpiente, no sé qué piensas y me duele no saber si lo que dije fue suficiente.
Tal vez no, simplemente no soy suficiente para tí y nada de lo que diga pueda cambiar la imagen que te has hecho de mí.
Cómo quisiera tener el valor de enamorarte sin recurrir a cartas estúpidas o planes absurdos, quisiera tener el valor de acercarme y hablarte cómo una persona normal.
Quisiera comportarme como una persona normal.
—Eres...— Te escucho hablar y como lo imaginé tu voz esta llena de sorpresa, parece que no sabes qué decir.
Alzo la mirada y veo como me observas, tus ojos están un poco más relajados sin tanto rencor y tu postura se calmó bastante. Solo parece que mi presencia te fastidia, tal y como estabas antes de partir.
Se podria decir que estás mejor.
—Eres un estúpido.— Reprimo la respiración, siento que en cualquier momento gritaras insultos hacia mí.— No puedes ignorar a todos y después querer ser amigo de alguien como si nada.
Me quedo callado, el ambiente vuelve a calmarse y yo me calmo con él. Feliz de que ya no me estés mirando con tanto rechazo.
Vuelvo a no mostrar emociones y mi silencio es mi manera de decir que estoy de acuerdo contigo, soy un estúpido que no sabe cómo relacionarse con nadie.
—Estamos durando mucho tiempo aquí.— Dices y te das la vuelta, está vez caminando más decidido.— Vamonos, Tomioka.
¿Ya no usas apodos?
¿De verdad me estás hablando sin insultos?
Suelto el aire de mis pulmones y camino despacio mirando al suelo, te estoy siguiendo con mis manos nerviosas jugando entre si.
Te veo de vez en cuando, disfrutando de tu silencio pues parece que una de las decenas de barreras que construí entre nosotros por fin cayó.
Tal vez solo dejaste de insultarme en cada oración, pero para mí significa el mundo, tal vez deba seguir por este camino. Ser más comunicativo.
Pero solo contigo, tal vez así sepas que eres especial para mí.
•~•
Llegamos, estamos cerca del cuartel para ir a nuestras propias fincas a descansar, supongo que es el momento donde nos separaremos.
Estás con los brazos cruzados murmurando algo con Kaburamaru, estás esperando probablemente a que yo diga algo, ¿una despedida tal vez?
¿Qué podría decir?
—I-Iguro.— Llame y me miras, preparado para criticar lo que tengo que decir.— Me gustó mucho nuestra misión.
No puedo aún expresarme como quiero, no sé cómo podría regular mi expresión, entonces ni siquiera lo intento.
Vuelves a tener ese rostro lleno de sorpresa, lo calmas con mucho esfuerzo y llevas una de tus manos cubierta por el haori a tu rostro, tapando tu boca con cuidado.
La brisa del amanecer meneando tu cabello, la forma en la que entre cierras los párpados con tus cejas fruncidas mientras estas conmigo, es lo único que necesito para mejorar mis ánimos y sentirme feliz.
—A mí no.— Abres por completo los ojos, mostrándome esos diamantes amarillos y verdes con naturalidad.— Fue una de las peores misiones que he tenido, pero supongo que mejorará a la próxima.
Sin más te vas caminando con tranquilidad dejándome atrás con el corazón latiendo a mil en mi pecho. Casi lo puedo sentir acelerado en mi garganta.
¿Podría mejorar?
¿Es una invitación para que seamos amigos?
¡Siento que puedo morir en este instante lleno de paz!
•~•
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro