Capítulo 15: Tú y yo
La hora de receso había acabado y Jin junto a Hitomi se encontraban ya de vuelta en el salón, pero algo era diferente entre ellos, era un silencio que ni con toda bulla provocada por los animales circundantes podía ser opacado e incluso algunos de sus compañeros se habían percatado de estos iniciando varios cuchicheos entre ellos respecto a lo que podría haber pasado.
Hitomi se encontraba sentada con la vista sobre su pupitre algo incómoda o eso parecía a simple vista, en verdad ella se encontraba con sin fin de emociones diferentes ahora mismo, alegría, preocupación, tristeza, emoción, tranquilidad, inseguridad, ansiedad, comprensión, confusión. Eran demasiadas las cosas que sentía y aún así ninguna era más grande que un cálido sentimiento que surgía haciéndose más fuerte cada vez que estaba a su lado, un sentimiento esperanzador que le otorgaba calma para no estallar en un mar de dudas e inseguridades, una sensación que le daba felicidad al mirarle sin decir una palabra, como sí su presencia fuese suficiente para provocarla, un cálido sentimiento que le decía que él debía ser suyo, debía estar con ella, que sin importar lo que pasará estarían juntos, pero aún así tras su plática el incómodo silencio que surgió manteniéndose hasta esté momento le indicaba que sí volvía a preguntar algo así quizás lo acabaría perdiendo tal como Akarui le había advertido u es que ahora entendía a lo que se refería la loba gris. Jin puede hablar de estos temas, no es que le afecte demasiado, pero que sea otro el que los mencioné le incomoda por sentirse obligado a responder un asunto que por más que pueda hablar de ello sigue siendo delicado y algo que pesa dentro de sí.
Entonces sujetándose su uniforme a la altura del pecho con fuerza recordó las palabras del chico tras su pregunta y el rostro de caído que tenía al hablar.
"La verdad... No tuvimos más opción, podía conseguir una beca e ir a estudiar al extranjero, pero... Eso significaba dejar a Rui-chan aquí y eso no lo permitiría, no pienso abandonarla, ella es más que mí amiga, más que mí compañera, es por eso que nunca la abandonaría, lucharía día y noche a su lado, pero no sólo en peleas sino en la vida misma, por nosotros, por sus sueños, por su futuro, quiero estar ahí, a su lado viendo como los logra, como llega a ellos y siempre que se sienta mal o triste estar junto a ella para consolarla, cuidarla, protegerla... Tal como ella lo hizo una vez, y varias veces más luego de aquella ocasión. Es por eso, por eso vinimos a la academia Seton, al principio cuando el directo vio nuestros registros la expresión preocupada que colocó y la de asco de su asistente por un momento me aterró, pensé que tal vez no lo lograríamos así que... De rodillas le supliqué, afortunadamente vine solo pues ella estaba tan deprimida que no quería salir de su habitación jeje... Recuerdo como me decía que no se sentía bien o qué estaba ocupada, cómo sí yo fuese a creerle..."
El chico al hablar apretaba los puños con gran fuerza al punto que temblaban sus brazos enteros, el sudor remarcaba su temor en aquellos instantes y de repente apretaba los dientes ante la importancia de recordar cómo su amiga estaba cayendo en un espiral de tristeza y depresión aún sí no quería admitirlo él estaba seguro de ello. Su pausa duró unos segundos, pero retomando las fuerzas continuó.
"... Al inicio pensé, que tal vez podríamos entrar a alguna en la que ya hubiéramos estado, pero todas las academias en Tokio y circundantes nos rechazaron o no duramos más de un año en ellas jeje incluso recuerdo una en la que duramos no más de tres meses... Fabre, Babyls, Kibougamine, Simbiosis Aichi, Raimon, Deimon, Kunugigaoka, Seishun y Hyakkaou... La mayoría de élite, otras especiales para alumnos problema como nosotros o especialistas en deportes para sus alumnos... Je jejejeje... Básicamente desde pequeños hemos estado en casi todos las escuelas, institutos o academias en Tokio... Ja jajaja... Jajajajaja"
Entre lágrimas el chico se cubrió el rostro con una mano comenzando a reír a carcajadas recordando como a cada lugar que llegaban no tardaban en meterse en problemas aunque esto jamás les importó, nunca les interesó ni le prestaron atención, pero todo para él cambio cuando por primera vez tuvo no una pelea sino un combate, un combate que disfrutó, una sonrisa que le encantó y apretón de manos que le decía que ella era especial, diferente y que al igual que con su mejor amiga debía estar a su lado, pero era más aún, era algo que no podía describir, una sensación, un presentimiento, algo en su interior diciéndole que tenía que verla sonreír siempre y que siempre a su lado sería feliz, pero luego antes de entrar a su lugar de estudios ocurrió una tragedia, un horrible acontecimiento del que tanto él como Akarui casi no salen con vida de no ser porque entonces ella llegó y no lo hizo sola. Llorando entre risas cayó de rodillas frente a Hitomi que veía asustada y preocupada como el chico parecía derrumbarse frente a ella ahora cubriéndose el rostro con ambas manos recordando más y más de su pasado, de lo ocurrido aquella vez, la sangre, los gritos, la impotencia de estar en el suelo sin poder hacer nada viendo únicamente el reflejo de la pelea en el charco de su propia sangre frente a él, era demasiado para su mente, demasiado para recordar, pero entonces sintió algo, algo que lo trajo de vuelta a la realidad y de vuelta una sensación que recorrió todo su ser calmando su mente, su cuerpo y su alma atormentada. Hitomi, su amiga le estaba abrazando fuertemente a punto de llorar también.
El chico al sentirla rodeándolo con sus brazos correspondió al gesto con gran fuerza como un impulso o más bien una necesidad pensando, recordando que ya no era él mismo de aquella vez, era más fuerte, más listo, pero sobre todo ahora recordaba lo importante que era una lucha, lo valioso de una batalla y peso conllevaba la victoria o la derrota de la misma, cosas que con el tiempo sin darse cuenta había olvidado o habían perdido su significado, pero que ahora para él tenían más peso y fuerza que nunca. Ahora una pelea no era simplemente un enfrentamiento más del montón, ahora una pelea para él debía ser lo que siempre debió ser, la demostración de sus convicciones, de sus ideales, la forma de acabar las injusticias, los aprovechamientos y así detener a quiénes hagan estos actos que tanto aborrecía, despreciaba y odiaba. Su lucha ahora, era únicamente por el odio hacia estás personas fueran animales o humanos, no los permitiría jamás campar a sus anchas, pero como no todo podía ser odio ni mucho menos también pelearía para proteger, para defender y cuidar a todos quiénes sean importantes para él.
Con cuidado se separó del abrazo sin soltarla para mirarla con una sonrisa pidiéndole disculpas por ponerse tan sentimental, pero eran cosas algo difíciles de tratar, ella negó rápidamente con la cabeza limpiándose las lágrimas agradeciendo que compartiera esto con ella, le hacía muy feliz y aunque no sonará mal daba gracias porque le rechazarán en todos los sitios pues gracias a ello le había conocido y daba gracias por ello, eso realmente conmovió al chico que mirándole con una sonrisa la ayudo a pararse, eso la alivió pues por un momento temía que debido a hacerle recordar cosas desagradables o tristes esté tomara distancia, no quería ni imaginarlo es por ello que se agachó para abrazarlo e intentar mitigar su dolor. Sí él se alejaba de ella por haber preguntado de más simplemente se sentiría devastada, pero al haber sido abrazada y ayudada a levantarse pensó entonces que todo estaba bien, que esto no cambiaba nada. Sin embargo, estaba muy equivocada pues el silencio que se apoderó entre ambos era prueba de ello, luego de ese momento él no volvió ni a dirigirle la palabra ni a mirarla cosa que le preocupo demasiado sobre todo al recordar las palabras de la loba gris, ahora comprendía mejor a lo que se refería.
Y es que el chico por más que intentará sonreír o aparentar estar mejor aunque sin duda agradeció su gesto el cual significó mucho para él, la verdad era que aún tenía muchos miedos e inseguridades por su pasado. Habían muchas cosas que inundaban sus pensamientos, fragmentos de recuerdos tristes, agónicos e incluso devastadores, algunos rodeados de sangre, de lágrimas, gritos y mucho dolor por su parte. Con impotencia apretaba los dientes al igual que sus puños tratando de simplemente dejarlo de lado, de restarle importancia, pero no podía, ahora más que nunca su mente se retorcía nuevamente entre un mar de negatividad, pero en medio de todo aquello recordó algo, algo sumamente importante, una sonrisa, una mirada serena aparentemente despreocupada que sonreía acariciando su cabeza.
"Maldita sea, eres igual de problemático que tú madre e igual de pervertido que yo, pero al menos también heredaste algo bueno de ambos aunque quizás sea más de ella... Su buen corazón, ánimo y no llores porque sí quieres ser fuerte para proteger a tú amiguita entonces siempre tienes que sonreír, sí no es por tí es por ella. En esté mundo aquellos que sonreímos siempre; somos los más fuertes"
Esas palabras acompañadas de las suaves caricias a su cabeza intentando hacerlo sentir mejor realmente lo lograron tanto en aquel momento como ahora, y es que para él era verdad ahora más que nunca debía sonreír no solo por Akarui sino también Hitomi, Yukari, Miyubi e incluso Kurumi ya que aunque no siempre era alguien agradable aún así la quería mucho aunque jamás lo admitiría en voz alta, también estaba Ranka, pero de ella esperaba más que fuese más cercana a su amiga y que ambas se ayudasen mutuamente a superar sus propios orgullos que muchas veces las segaban.
Tras sus pensamientos la campana sonó señalando el inicio de las clases por lo que rápidamente se dirigió al salón junto a Hitomi la cual luego de que el chico le ayudará a levantarse no había dicho una palabra y se mantenía caminando detrás suyo hasta llegar a la sala de clases.
Por otro lado al sonar de la campana se podía ver en otro lugar como Akarui se encontraba sentada en el suelo conversando sorpresivamente con Kurumi y Miyubi a la cual habían llevado hasta el patio trasero ocultándose tras unos árboles.
Akarui: Maldición, sonó la campana debemos llevarla o está inútil no llegará jamás
Kurumi: Nya~ ¿Desde cuándo te importa el inicio de las clases? Que yo recuerde siempre te hacías la loca para quedarte con Jin a fuera
Akarui: ¡Tsk! ¡¡Cállate!! Él fue muy insistente en que intenté tomarme las clases enserio al menos le debo eso [mencionó parándose algo molesta]
Kurumi: Bueno, al menos me alegra que hayamos llegado a un acuerdo nyan~
Miyubi: Yo... Quería... Estar con él... Ahora...
Akarui: Será mejor que no tienes tú suerte o te juro te mató, solamente te dejo porque me das pena y porque hasta cierto punto entiendo tú situación
Miyubi: Estoy... Acostumbrada a... Que sientan... Pena por mí... [respondió algo decaída con tristeza en su mirada]
Kurumi: Nya~ no le hagas caso, los perros son muy gruñones [la abraza dando unos ligeros ronroneos para hacerla sentir mejor]
Akarui: ¡¡Cállate gata miserable, los gatos son peores!! ... ¡¡¡Y no soy un perro!!!
Kurumi: Nyajajajaja ¿Lo ves? [le pregunta en tono burlón a Miyubi cosa que le saca una leve sonrisa asintiendo]
Akarui: [con una vena ya marcada en la frente por la rabia] ¿A sí? Bien, suerte con llevarla a clases gata estúpida? [se va corriendo]
Kurumi: ¡Nya! ¡¡Vuelve aquí!!
Pero sus intentos de llamarla fueron en vano pues ella se había ido por lo que dando un suspiro resignada decidió mejor llevársela pronto a su salón para que no tuviera problemas.
Miyubi: Gracias, pero... ¿Tú no tienes... Qué ir a tú... Salón? [le preguntó mientras era cargada en la espalda de la gata]
Kurumi: Nyo~ me aburro mucho, prefiero ver a Jin en sus clases
Miyubi: [lentamente ponía cara de completo asombro ante esto] que... Envidia...
Kurumi: Nyajaja sí, pero recuerda que hablamos perezosa, no te puedes acercar tanto a Jin a menos que él lo haga primero o esa tonta será la menor de tus preocupaciones [muestra sus filosas garras]
Miyubi: [sonríe despreocupadamente] descuida... No me acercaré... A menos que él... Lo haga... Primero fufufu~
Pasado el horario de clases siendo finalmente la hora de comer todos a excepción de Jin fueron a la cafetería esto debido a que él quería ir a buscar a Miyubi para que comiera con todos.
Jin: Hola Miyubi vine a buscarte [le decía el chico con una sonrisa mientras entraba a su salón y está esbozaba una sonrisa]
Miyubi: Viniste... Por... Mí
Jin: Claro, vamos démonos prisa las demás nos esperarán en la mesa [se acercó para agacharse y así que está se suba en él, cosa que hizo sorpresivamente más rápido de lo que pensó aunque claro también era porque dejaba caer su cuerpo en su espalda presionando sus pechos contra él cosa que dejaba completamente sonrojado] oye... ¿Podrías dejar de tirar tú cuerpo contra mí? [le preguntó mientras se ponía de pie para ir a la cafetería mientras ella lo abrazaba por la cintura] ¿Po-porqué ahora me abrazas?
Miyubi: No quisiera... Resbalar y caerme... Así que me... Sujetó lo más que puedo...
Jin: Te tengo bien sujeta, no es posible que te caigas y podrías afirmar te de mis hombros ¿No?
Miyubi: Es... Menos seguro... ¿Y sí... Chocas?
Jin: Bueno... Tienes un buen punto, algunos de estos idiotas parecen no entender que esto es el interior de una academia, no una pista de carreras... Ah~ está bien, pero por favor al menos no te tires a mí
Miyubi: ¿Me... Estás... Diciendo que... Pesó... Mucho? [finge indignación inflando sus mejillas sonrojada]
Jin: ¡¿Qué?! ¡No! Todo lo contrario no pesas casi nada...
Miyubi: Dices... Qué... Soy... Demasiado... ¿Delgada?... Eres muy hiriente...
Jin: ¡Ah! ¡No! No me refería a nada de eso es sólo que...
Miyubi: ¿Sólo... Qué?
Jin: ... [el chico muy avergonzado no sabía sí responder o no]
Miyubi: No puedes... Ni inventar... Una excusa... Que cruel... [agitaba su cabeza lentamente en desaprobación]
Jin: ¡¡Aaaaaah!! ¡No es eso es que siento como presionas tus pechos en mí! [gritó finalmente avergonzado siendo escuchado por varios animales que iban pasando haciendo que se encoja de hombros muy avergonzado]
Miyubi: Jin...
Jin: ¿Qué?
Miyubi: Pervertido... [le dijo de forma burlona con una sonrisa]
Jin: ... No te cargaré más
Miyubi: Pero... Me gusta ser... Cargada por tí
Jin: No me importa aaah~ ahora todos pensarán que doy un pervertido
Miyubi: Yo pienso que... Eres genial
Eso le tomó por sorpresa volteando a verla y pudiendo ver como ella le sonreía dulcemente abrazándolo un poco más fuerte, aún así le preguntó sí a caso era otra broma, pero está negó con la cabeza diciéndole que también lo consideraba una persona dulce y buena.
El chico giró su cabeza rápidamente al frente ruborizado, pero con una gran sonrisa agradeció sus palabras y diciéndole que a pesar de su forma de ser también la consideraba una chica dulce, alegre y buena, cosa que alegró mucho a la perezosa que acomodó su cabeza en su espalda sonriendo cerrando los ojos.
Una vez ya en la cafetería todos comían aunque el ambiente que se sentía no era para nada grato pues Jin se encontraba con Akarui a su derecha, Miyubi a su izquierda y Hitomi que esperaba se sentará a su lado estaba enfrente de él algo desanimada por no lograr su cometido, a su izquierda estaba Yukari mientras que su derecha estaba Kirumi riéndose internamente de la humana aunque luego cruzó miradas con la loba gris con cierto desprecio y ella correspondió el gesto, aún tenían asuntos que arreglar entre las dos, pero al haber ido con Miyubi para ponerla en su lugar habían tenido que posponerla aún así la perezosa parecía no haber entendido el mensaje pues al cuando llegaron a la mesa el chico la había bajado para luego ir a sentarse originalmente al lado de Hitomi, pero de pronto apareció Kurumi de la nada sentándose ella a su lado, pero ofreciéndole sentarse a su lado con una pícara mirada que decía que eso era mala idea así que decidió mejor sentarse al otro lado. Antes de que pudiera ir Miyubi intentaba caminar hacia un asiento cuando pareció perder las fuerzas en las piernas cayendo aunque no alcanzó a tocar el suelo ya que el chico alcanzó a sujetarla y está aferrándose a él volvió a sentarse de pie diciendo que hoy estaba algo cansada porque se levantó temprano pensando que alguien la iría a buscar precisamente temprano, pero no fue así.
El chico entendiendo la supuesta indirecta de la chica que le habló mirándole a los ojos algo enfada le ofreció sentarse juntos por lo que se pusieron frente a sus amigas y en eso llegó Akarui para ocupar el otro lugar a su lado esperando recibir la comida del chico mientras agitaba la cola emocionada.
Todos estaban comiendo tranquilamente hasta que de pronto se escucharon unos gritos, al dirigir sus miradas a donde provenían estos ruidos pudieron ver a Ranka gruñendo le a unos papiones también conocidos como babuinos que se veían enfurecidos, pero la pero la pequeña aún así les miraba fijamente con determinación apretando lo dientes con furia, ciertamente a Jin le hizo gracia ya que le recordaba mucho a su amiga de pequeña, pero la gracia acabó cuando uno de ellos ya hartó le dio un manotazo que la mando lejos diciéndole que se pudra porque jamás se uniría a ella, pero no terminó ahí pues al ser una especie tan conflictiva, volátil y con tendencias extremadamente agresivas se pararon algunos de su grupo con intensiones de golpearla, al ver esto Jin inmediatamente sacó una de sus canicas ejerciendo presión con su pulgar apuntó para luego arrojarla impactando de lleno en la frente del animal que se encontraba frente a la pequeña loba.
Jin: Rui-chan...
Akarui: Ja hace tiempo no peleó contra un mono, esto será divertido [decía con una gran sonrisa poniéndose de pie]
Por otro lado el babuino miraba a los costados preguntando quién le había arrojado algo en tanto Jin sacaba otra más elástica está vez apuntando al techo provocando que rebote de tal forma que da contra la pared y de la pared le dé al costado de la cara al babuino que se queja del dolor sujetándose la mejilla mirando en la dirección de dónde había provenido el proyectil cosa que hizo no se percata se de cómo la loba gris tan rápida como sigilosa se le había acercado velozmente para darle un puñetazo que llegó a hundir el rostro del animal siendo arrojado lejos, los otros babuinos al ver esto abrieron sus bocas mostrando sus colmillos con la manos en el suelo y dando saltos con sus patas traseras dando fuertes gritos.
Akarui: Agh olvide lo ruidoso que son estos estúpidos monos
Los tres babuinos se le tiraron al unísono para golpearla, pero desde la mesa Jin se paró y de un ágil movimiento tiró dos canicas que detuvo el ataque de los que ibas a los costados y ella rápidamente tomó al de en medio sosteniendo su cara para darle un poderoso cabezazo dejándolo aturdido cosa que aprovechó para sujetarlo de las manos y usarlo para golpear a los otros dos, pero esto provocó que los otros babuinos machos de la mesa se parasen siendo ahora siete contra ella.
Por otro lado el babuino que fue tirado comenzó a levantarse con la cara roja y algo de sangre en su nariz por el golpe, al mirar hacía donde se encontraban sus compañeros vio como la loba de cabello azul y mechones plateados con una sonrisa sádica los golpeaba sin dificultad, pero había algo raro y es que aún cuando alguno intentaba atacarla desde su punto ciego algo los detenía y ella aprovechaba para luego golpearlos o darles un poderoso zarpazo tirando los al suelo. Buscando con su mirada finalmente encontró a la causa de esto, el único humano de la academia estaba arrojando cosas rápidamente para ayudarla así que completamente enfurecido entró en cólera corriendo hacia él gritando.
El chico al percatarse su pelota saltarina la cual arrojó con toda su fuerza hacia el costado mirando de frente y sin miedo como se le acercaba el animal, luego miró brevemente a Kurumi y ella asintió parándose rápidamente en la mesa sacando sus afiladas garras ganándose frente a Jin, el animal no podía más que reír ante el intento de protegerlo de la chica y sin piedad dio un salto para arremeter contra ella, pero está sonrió guiñando le un ojo cosa que le confundió hasta que de pronto la pelota que había arrojado Jin impacto en la mesa dejando una pequeña grieta en está para luego salir disputada hacia arriba a gran velocidad impactando en la mandíbula del babuino que se encontraba a punto de atacar a la gata.
El golpe fue tal que incluso su rostro se tiró hacía atrás por el impacto y la gata agarró la pelota con su mano para luego darle una patada al animal que le intentó atacar.
Kurumi: Nya~ has sido un mono malo malo [le dijo en tono burlón con la pelota en la mano mientras movía su dedo índice con desaprobación]
Jin: A pesar de haber evolucionados siguen siendo unos despreciables salvajes [el chico con seriedad en sus palabras camino hacía la pequeña loba al igual que Hitomi, por otro lado la gata le tiro la pelota y esté sin voltear la atrapó] gracias Kurumi
Kurumi: Cuando quieras Jin [le respondió con tono coqueto y una sonrisa]
Jin: [colocándose de cuclillas al costado de Ranka] ¿Te encuentras bien?
Ranka: No tenías porqué ayudarme [le reprochó girando su cabeza para evitar mirarle pues se sentía avergonzada de su debilidad] yo puedo resolver esto sola
Jin: Hasta los fuertes necesitan ayuda, solo un idiota no se daría cuenta... {antes de casi perderlo todo...} [se pone de pie para extenderle la mano] ¿Puedes levantarte?
Ranka: ¡Claro! No soy tan débil [decía parándose sola con una postura que intentaba parecer molesta y amenazantes pero se veía tan adorable como un peluche]
Hitomi: Aún así deberíamos ponerte hielo en la mejilla Ookami-chan, sangra un poco...
Ranka en ese momento intenta limpiar la sangre de su mejilla, pero al tocarla inmediatamente suelta un quejido por el dolor.
Al ver esto Jin saca su pañuelo una vez más para agacharse y limpiarla sosteniendo su rostro al igual que cuando peleó en el club.
Jin: Vamos una loba no debería quejarse por un rasguño...
La chica humana veía con algo de envidia y tristeza como el chico se preocupaba por la pequeña loba rosa, desde que habían hablado durante el descanso notó que el chico estaba algo distante de ella cosa que le dolía pensando que había arruinado las cosas, pero mientras pensaba en esto el babuino que había sido pateado por la gata estaba apunto de atacar al chico por la espalda, ella le gritó cuidado, la loba rosa al alzar vista quedó atónita sin poder reaccionar y el chico girando su cabeza mientras sacaba una de sus canicas se dio cuenta que a tan corta distancia no podría hacer nada.
Akarui al ver esto se apresuró a ir para ayudarlo, pero uno de los babuinos en el suelo la sujetó provocando que cayera.
Akarui: ¡¡Jiiiiin!! [grita asustada]
De pronto el babuino que estaba a punto de golpearlo fue estampado de cara contra el suelo quedando con el rostro enterrado por una patada desde las alturas y que de un salto se posicionó al costado del chico dejándolo sorprendido, pero más aún al darse cuenta que otros tres animales le acompañaban estando detrás de Hitomi que al notar de pronto la oscuridad volteó quedando sorprendida y algo asustada ganándose rápidamente al lado de Jin aferrándose a su brazo.
Jin: Ustedes...
Cada uno gritó "¡Sí!" Al unísono haciendo posturas que resaltarán su físico mientras el más pequeño que estaba más cerca se acercó a Jin para preguntarle sí se encontraba bien a lo que esté confundido asintió, entonces el pequeño le dijo a los demás que se encarguen de los otros babuinos a lo que estos gritaron nuevamente para afirmar yendo a ayudar a la loba gris.
Jin: ¿Porqué nos ayudan?
Canguro: Perdone que interfiera, pero quería agradecerle por su ayuda, luego de que derrotará a nuestro sempai no solo él aceptó mí estilo de lucha con las piernas sino que también tanto machos como hembras vimos lo increíble que era usar nuestra cola como apoyo y el potencial de esta [hace una reverencia] ¡Muchísimas gracias!
Jin: Eh... No es nada enserio, igual gracias a esa distancia no abría podido defenderme a tiempo
Canguro: ¡Sí! Sus palabras nos inspiraron para también luchar contra aquellos quienes tratan de someter o meterse con otros, mí nombre es Janpu por cierto [estrecha su mano con ambas agitando la efusivamente mientras sonríe]
Jin: Un... Un gusto Janpu-kun, bueno mí nombre ya lo sabes jeje
Janpu: ¡Por supuesto!
De pronto un ruido llamó la atención de ambos y es que el babuino cuya cata fue enterrada en el suelo finalmente lograba zafarse dejando caer algunos escombros de su rostro completamente rojo con varias heridas, estaba completamente enfurecido mostrando sus inmensos colmillos hasta que se puso en pie dando un gran grito comenzando a golpearse el pecho mientras lo hacía.
Babuino: ¡¡Maldito canguro, te mataré a tí y a ese humano!! [su gritó era en verdad un llamado que hizo que algunos de sus compañeros que estaban siendo apaleados por la Akarui y los demás canguros fueran a rodearlos]
El canguro algo inseguro pues ahora eran cuatro contra él intentó parecer asustado insultando los a pesar de la desventaja numérica, sus compañeros al iban a ayudarle, pero la loba les detuvo con una sonrisa.
Akarui: Encarguemos nos de está basura [mira como Jin desde que fue rodeado su vista se movía incesantemente para luego sonreír] Jin lo tiene todo bajo control
Canguro: ¿Cómo sabes eso? Aún sí me venció él...
Akarui: Confío en él, tú también deberías confiar en los tuyos ¿No?
Canguro: ... ¡¡Ya la oyeron!! ¡Hay que encargarse de estos tontos!
"¡¡Sí sempai!!"
Se escuchó a la vez de los otros dos canguros que le acompañaban.
Todos los animales de la cafetería veían con gran expectación la pelea que de un momento a otro se había formado, a algunos les hacía gracia que un humano fuera tan confiado, otros murmuraban sobre como ya había vencido supuestamente a unos rinocerontes y también unos jabalíes, otros decían que escucharon que él le había ganado a esos canguros con una mano, otros decían que había logrado vencer a un rinoceronte de un solo golpe y la loba podía levantar a cinco con una mano, habían incluso quienes estaban haciendo apuestas y otros que por el contrario veían algo asustados lo que ocurría, pero entonces de entre todos los murmullos, balbuceos, cuchicheos y gritos de emoción alguien de entre la multitud dijo algo, algo que a pesar de todo el ruido fue claramente escuchado por Jin y Akarui dejándolos perplejos.
"Dicen que son aquellos que dejan lágrimas de sangre a su paso, los demonios teñidos de rojo..."
Los dos quedaron perplejos al escuchar eso, sus ojos se abrieron por completo y sus cuerpos se estremecieron, ambos se quedaron congelados en sus respectivos lugares, Jin volvía a recordar su cuerpo tirado en el suelo estando frente a él una temible sonrisa con colmillos tan afilados como los dientes de una cierra en la que goteaba parte de su sangre. Por otro lado Akarui recordaba con impotencia y rencor como todos parecían alejarse de ella o huyendo despavoridos por los rumores sobre sus peleas que supuestamente eran horribles masacres como la de aquella persona que casi los mató.
Ambos entonces casi fueron golpeados por los babuinos que al verles distraídos pensaron sería fácil lastimarlos, pero para su fortuna en ambos casos los canguros les salvaron comenzando a zarandear a ambos para que despertarán de la especie de transe en el que se encontraban, pero ninguno reaccionaba y varias gotas de sudor recorrían sus rostros, en esté momento parecía que sí dejaban de ser sujetados caerían al suelo de inmediato, sus cuerpos temblaban estando completamente atrapados en momentos que deseaban olvidar.
Al darse cuenta que el moverlos era inútil y ver que sí no hacían algo terminarían heridos los canguros acompañantes de la loba la rodearon para protegerla, por otro Janpu también protegía a Jin que ahora era movido por Ranka y Hitomi sin éxito, el chico estaba completamente sumergido en un escenario teñido de rojo, una sonrisa aterradora acompañada de unos rojos burlones mirándole, una sonrisa dulce, tierna y encantadora desvaneciéndose entre las sombras, su amiga tirada en el suelo un poco más lejos de donde se encontraba él, podía incluso sentir una pata con garras afiladas sobre su espalda pisándole entre carcajadas, la sonrisa que veía desvanecerse de pronto se vio acompañada de otras más que iban desapareciendo junto a ella, entonces finalmente Jin despertó.
Dio una gran bocanada de aire que asustó por un momento a las chicas que se encontraban a sus costados, él miró la escena, el pequeño Janpu estaba ya muy golpeado, había logrado hacerle frente a todos sólo lo cual le dejó impresionado, pero su mirada más rápidamente se dirigió a su querida amiga loba que aún permanecía en el trance por lo que apretando los puños se dispuso ir a despertarla.
Jin: ¡Ranka dame la mano! [le gritó mientras ya comenzaba a correr] ¡Hitomi ve que Janpu-kun esté bien!
Cuando comenzó a correr los babuinos inmediatamente le siguieron dejando al canguro de lado, pero el chico sujetando a la loba tal como cuando lucho junto a ella para calmar Akarui la levantó con toda su fuerza girando con todo su cuerpo a gran velocidad para que ella les diera una patada a sus atacantes, pero está vez no fue solo eso pues le dijo que saque sus garras y cuando ellos se le acerquen ataque las palmas de sus manos para luego morderlos, ella se detuvo para hacerlo y él continuó hasta quedar frente a Akarui sujetándola de los hombros para comenzar a gritar su nombre, pero ella en voz baja únicamente decía "lo siento".
El chico intentaba moverla entonces más bruscamente, pero su mirada estaba perdida en la nada con una expresión algo atemorizada repitiendo esas palabras una y otra vez, al notar eso el chico tragó saliva.
Jin: Por favor no me mates por esto...
El chico se puso firme frente a ella alzando su brazo para luego darle una gran bofetada que llegó a moverle la cara y el sonido se escuchó por toda la cafetería.
Su idea funcionó pues ella volvió en sí lentamente tocándose su mejilla roja ante la cara perpleja y boquiabierta de todos los que presenciaron tal acto, la chica miró a Jin con sorpresa, esté con miedo intentó explicar porque lo hizo, pero ella sonriendo le dijo que no había problema aún así al instante que esté iba a suspirar aliviado ella rápidamente le dio una mordida en la cabeza.
El chico tomó aire para luego soltar un gran grito de dolor que dejó aturdidos a todos los más cercanos cayendo de rodillas sobándose la cabeza con algunas lágrimas en los ojos.
Jin: ¡¡Maldita sea!! ¡¡¿Porqué siempre a la cabeza?!!
Akarui: Siempre te quejabas que te mordiera la mano o el brazo además eso me dolió
Jin: ¡No reaccionabas!
Akarui: ¡¿Y eso justifica una bofetada?!
Jin: ¡Fue lo único que se me ocurrió!
Akarui: ¡Había otras formas idiota!
Jin: ¡¿A sí? Dime una
Akarui: ¡¡No tengo porqué decirte nada idiota!! [le gritó muy molesta y algo sonrojada]
Babuino: ¡¡No se distraigan tontos!!
Akarui/Jin: ¡¡¡Cállate!!! [ambos le dan un puñetazo que lo tira lejos]
Jin: Maldita sea me duele demasiado la cabeza [se soba donde le mordió y nota algo, al mirar su mano se da cuenta] ¡¡¡Me clavaste los colmillos, estoy sangrando!!!
Akarui: ¡¡Dejá de quejarte pudo ser peor!!
De pronto otro babuino intenta atacar a Jin por la espalda, pero la loba lanza un puñetazo que le tumba pasando por el costado del rostro de Jin que ni se movió mirándola fijamente molestó.
Jin: ¡¡¿Peor?!! ¡¿Y se supone eso me haga sentir mejor?!
Otro babuino intenta atacar a la loba, pero Jin velozmente saca saca una canica de acero la cual tira haciendo presión con su pulgar y dándole en la frente aún cuando está paso muy cerca del rostro de la ella está ni se inmutó mirándole aún molesta.
Akarui: ¡¡Claro que sí!! ¡¿O quieres que te muerda el brazo para que veas qué duele más?!
Jin: ¡¡No se trata de eso!! [ambos chocan sus frentes mirándose desafiantes intentando hacer retroceder al otro]
Akarui: ¡¡¿Y de qué se trata eh?!!
Terano: Se trata de que ambos irán a la oficina del director ahora mismo... ¡¡¡¡O los extinguiré!!!!
De pronto la gruesa y temible voz de un furioso profesor se hizo presente asustando a ambos que llegar a pegar un salto del miedo sobre todo al mirar la enorme mandíbula del maestro que les miraba con gran furia mostrando una dentadura que fácilmente los podría triturar.
Akarui/Jin: ¡¡S-sí!!
Ambos algo asustados salieron corriendo de inmediato sin mirar atrás, el profesor por otro lado miró a los babuinos que intentaban huir y les gritó para que ellos también fueran de inmediato o lo lamentarían, del puro susto partieron de inmediato, luego miró a todos los demás alumnos y todos desviaron su mirada en dirección opuesta a la suya temerosos de lo que pudiera decirles. Sin embargo, tanto Ranka como Hitomi se le acercaron para explicarle lo que había ocurrido, los canguros aunque asustados también quisieron explicar lo sucedido, pero él se limitó a decir que fueran a hablar con el director.
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Un capítulo largo, duró casi el doble de lo habitual, al escribirlo quiero decir que me hace pensar que prefiero seguir con lo habitual de 3000 palabras aproximadamente, esté fue una excepción debido a que cuando me di cuenta ya llevaba 4000 así que bueno me pareció mal acortarlo y hacerlo en dos partes así que decidí mejor finalizarlo aquí mismo.
También quiero decir que tengo entendido que en el manga hay "omakes" que son básicamente como contenido extra más corto y que se basan hasta donde vi en una sola situación, me gustaría saber sí les gustaría que hiciera algo así, serían extras quizás unas 1000 palabras cuanto mucho y relatoría un solo acontecimiento a modo de anécdota por así decirlo, lógicamente sería todo dentro del canon y para hacer más ameno los saltos temporales de días o semanas en los que no ocurra nada muy interesante, esto lo comenzaría de ser así cuando termine de presentar a los personajes, también me gustaría hacer algunas historias del pasado de Jin y Akarui para mostrar más como se fue fortaleciendo su vínculo, también cabe aclarar que de hacer los omakes estos podrían llegar a ser varios seguidos, esto debido a que pasarían cronológicamente siguiendo el orden lógico del paso del tiempo.
Sin más que decir me despido, un gran saludo a todos, nos vemos pronto.
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