Espero que les guste~

A pesar de que V, J y él mismo eran de una misma serie de robots, eran muy diferente entre si, en actitud y especialmente en luchar.

J era fría, soltando insultos sin mucho problema y con una mirada que te hacia sentir como la peor escoria del mundo totalmente perfeccionada. Cazaba porque ese era su trabajo principal. Se movía con precisión y sin exageración, precisa a la hora de dar el golpe de gracia, sin gustarle la persecución o los gritos, llegando incluso a arrancarle la garganta a su presa. Una muerte rápida, por suerte.

V era mucho más sádica, sin molestarse en recordar detalles que no le importaban e ignorando a todos a su alrededor, excepto a su jefa. Cazaba por puro deporte en ciertos momentos. Amaba la persecución, así que al principio solo lastimaba a su presa y reía como desquiciada, burlándose del dolor ajeno. Una muerte lenta y horrible en su opinión, incluso si ella le gustaba.

Él...era todo lo contrario. Era torpe, llegando a tropezar con sus propios pies, intentando con todas sus fuerzas no ser notado y sin querer ser intimidado por alguna de ellas dos. Solo cazaba para alimentarse. No era exactamente el más ágil pero se esforzaba, rápido a la hora de matar, sin querer que los obreros sufrieran más de lo necesario. Sabía perfectamente que no era rival para ninguna de ellas, no cuando ambas eran más agiles y fuertes de lo que el podría ser.

Pero todo eso no le importo en esos momentos, no cuando el repentino grito femenino resonó, haciendo un horrible eco dentro de su cabeza. Todo a su alrededor desapareció, incluido los demás ruidos, volteándose al instante para buscarla. No tarda mucho en encontrarla, sus ojos abriéndose con alarma al verla tirada en el suelo, temblando visiblemente de ira y dolor por lo que puede suponer, luchando por pararse pero sin poder al tener a V sentada encima de ella, con esa sonrisa sádica y la X en su visor, soltando esa carcajada malvada y llena de burla mientras clavaba sus garras en el hombro de Uzi, quien no suelta más ellas de un gruñido, negándose a darle la satisfacción de gritar nuevamente.

-¿Últimas palabras?- V tarareo, su sonrisa en aumento y con su tono burlón.

-¡Vete al diablo!- esculpió ella, el enojo enmascarando el miedo. No quería morir, no a manos de esa loca.

-¡Tu iras primero!- su cola se alza, curvándose con toda la intención de clavar la ajuga en el rostro ajeno.

-Oh no...- jadeo. -¡Uzi!- algo tiembla en su interior, haciéndose trizas. Uzi es su amiga, la primera en ser amable con él, la primera en no juzgarlo con la mirada, la primera que aguanta sus abrazos, la primera en jugar con él a pesar de estar ocupada, la primera en llamarse a sí misma su amiga sin ningún tipo de vergüenza. Su primera amiga real, quien ahora esta en problemas, quien esta a punto de morir y él tiene que salvarla, sin importar el costo. Se agazapa, preparándose. Un gruñido amenazante viene de lo más profundo de su cuerpo, amenazante y lleno de tanta ira que era sorprendente, desplegando sus alas en todo su esplendor y convirtiendo sus manos en garras, sus ojos desapareciendo para darle paso a la gran X en su visor, su boca estirándose para mostrar sus dientes afilados y con algo de saliva escurriendo. Se movió, impulsándose con sus piernas para acercarse a toda velocidad, decidiendo usar eso a su favor para golpear a V con fuerza y alejarla de su amiga, sin sentir remordimiento al verla rodar por la nieve. -Tu...- gruño, apoyando sus extremidades a cada lado de Uzi, agazapándose sobre ella en una pose protectora y sin apartar la vista de V, sus alas bien desplegadas y su cola moviéndose bruscamente mientras sus garras se clavan ligeramente en la nieve, luciendo dispuesto a atacar nuevamente si ella intentaba algo que no le gustaba. -...aléjate de ella- no baja la mirada, así que no puede ver el asombro y la sorpresa pura que expresa el rostro de Uzi, quien tapa su herida con su mano en un inútil intento de detener el flujo de aceite que ahora sale.

-¿N?- trago en seco, no lo había visto lucir tan furioso nunca, es una expresión nueva y que da algo de miedo si debe ser sincera consigo misma.

-Largo- es una orden, no una petición. No sabe cómo debe verse en estos momentos y no le importa pero debe verse lo suficientemente amenazador porque la ve retroceder un paso, algo parecido a miedo brillando en todo su rostro.

-Tu...- la asesina hace el amague de retroceder nuevamente pero se detiene, tiesa, una gran y macabra sonrisa dibujando se en su rostro, su cola moviéndose con gusto. -Al fin eres divertido~- tarareo, contenta y divertida, moviendo de manera amenazante sus largas garras. N no responde, solo moviéndose al verla lanzarse hacia ellos con toda la intensión de atacar y no duda. Va a proteger a su amiga, incluso si tiene que luchar contra V.