Nieve
Espero que les guste~
Petición de: Halotetsuki
-Porquería...- Uzi ya no tenía ni materiales ni la paciencia para seguir con el arreglo de la nave, así que decidió tomarse un descanso a regañadientes y salir para ver que estaba haciendo N, caminando un poco y enarcando una ceja virtual al encontrarlo. -¿Qué se supone que estas haciendo?- pregunto antes de poder pensarlo bien porque lo que menos esperaba era encontrar al asesino apilando una bola de nieve grande encima de otra más grande.
-¡Un muñeco de nieve!- estaba entusiasmado, sin verse afectado ante la mirada fija ajena. Se aseguro de que ambas bolas de nieve se mantuvieran estables, agachándose para agarrar un par de piedras para simular ojos y un par de ramas para hacer de brazos, dibujando con su dedo una gran sonrisa en la nieve. -Esta sonriendo~- estaba tan orgulloso de su trabajo que ella dudaba en decirle algo malo.
-Es genial- fue lo que decidió decir, mirando a su alrededor con algo de aburrimiento, aunque un recuerdo en particular se le vino a la mente. Había visto películas, la mayoría de terror o sangrientas, pero recuerda haber visto una en particular, una que se trataba de una fiesta de fin de año. Recuerda que en una de las escenas, la familia esta afuera, lanzándose entre si bolas de nieve con apuro y riendo, como si fuera una especie de juego. Se inclino, agarrando un puñado de nieve con una de sus manos y usando la otra para aplastarla un poco, logrando torpemente darle una forma, no redonda pero al menos, lo más cercano a eso. Miro hacia el asesino, quien aun estaba distraído mirando su extraño muñeco, y bufo con diversión. -¡Oye, N!- espero a que él se volteara para lanzar, sonriendo de manera victoriosa cuando logro golpearlo justo en la cara.
-¡Hey!- chillo, el asesino sorprendido por el ataque y por toda la nieve que tenía en su visor, sacudiendo la cabeza para sacar todo eso. -¿Qué fue eso?- pregunto, más curioso que molesto.
-Una bola de nieve- se inclino para repetir el proceso anterior, enderezándose solo para volver a lanzar, esta vez soltando una ligera risa cuando logro volver a golpearlo en el rostro.
-¡Hey!- hizo un puchero, esta vez inclinándose para imitarla y tirar, chillando con pánico cuando golpeo el rostro ajeno y ella cayo de espaldas en la nieve con un quejido. -¡Uzi!- se acerco rápidamente, arrodillándose para quitar la nieve que tapaba le visor de ella, su miedo en aumento ante la ausencia de ojos violetas. -¿U-Uzi?- teme haberla lastimado, ya puede sentir como la ansiedad se convierte en algo mucho peor.
-¡Te tengo!- y de repente, sus ojos volvieron, acompañados de una gran sonrisa al mismo tiempo que se lanzaba sobre él. N chillo cuando su espalda quedo contra el suelo pero cualquier ruido de sorpresa o queja que estaba por hacer fueron ahogados cuando un puñado de nieve fue empujado directamente en su rostro, sintiendo el peso de ella sobre el suyo. No supo cuanto tiempo estuviera así pero en algún momento, la sintió apartarse, dándole la oportunidad de sentarse rápidamente y quitarse la nieve del rostro con apuro.
-Entro en mi boca- hizo una mueca y abrió la boca, dejando que el agua de la nieve derretida y algo de su saliva saliera, su sistema no muy de acuerdo con que el agua estuviera allí. Estaba dispuesto a disculparse, incluso si todo fue un plan de ella para tomarlo por sorpresa y es entonces cuando la escucho, alto y claro. Ella se estaba riendo, a carcajada sincera y sin burla, llena de diversión. Era un sonido nuevo, una que había estado queriendo escuchar desde que se volvieron amigos, y no pudo evitar sonreír, mirándola para poder admirar la gran sonrisa que tiene y notando como sus ojos violetas parecer brillar un poco más de lo usual debido a su alegría, retorciéndose entre la nieve mientras su cuerpo es sacudido por la risa que no parece poder detener. Es lindo verla tan feliz, incluso si era a costa suya.
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