Espero que les guste~

Nota: Se me ocurrieron un par de cosas más xD

Nota-2: Si se les ocurre algo, no duden mi gente ^_^

N adora la biblioteca. Es en un lugar relativamente abandonado, los humanos ni siquiera se acercan a la puerta del lugar, y tiene múltiples libros de todo tipo en muy buen estado, los que hablan de animales y tienen imágenes son sus favoritos.

Va allí una o dos veces por semana, dependiendo de las tareas que le asignen pero cuando tiene un momento libre y sus compañeras están ocupadas, se permite algo de paz. Les gusta estar a solas de vez en cuando, así que va y se sienta en el suelo sin importarle realmente su traje, apoyando su espalda contra la repisa tras suyo. Encontró un libro con relieve, lindo y adorable, ignorando por completo que se supone que es para niños y abriéndolo. Le gusta leer en voz alta pero algo se siente extraño, diferente, como si alguien loe estuviera observando.

Mira a su alrededor. Sabe que no es J, ella ya lo hubiera pateado y burlado de lo que estaba haciendo. Tampoco es V, ella ya se hubiera acercado con timidez para pedirle que jugarán a algo juntos. Y por supuesto que no es Cyn, ella hace mucho ruido y es fácil de reconocer.

-¿Eh?- nota, asomándose apenas, un trozo de tela oscuro que se asoma por el extremo del mueble en el que está apoyado. Parece un volado, como el que adorna los bordes de los vestidos que los drones femeninos usan, y ya puede imaginar quien es. Uzi siempre está en la biblioteca, leyendo y absorbiendo todo el conocimiento posible sobre maquinaria, ciencia o sobre cualquier cosa tecnológica que encuentra.

No puede evitar sonreír con cariño. Uzi era terca, del tipo que intentaba ocultar activamente lo que le gustaba y lo que llamaba su atención pero era extrañamente expresiva, era fácil darse cuenta de su mirada llena de emoción o de los pequeños saltos que daba en cada paso. Era dulce verla.

No supo que hacía ella allí pero aun así, leyó en voz alta y no recibió ninguna queja al respecto.

Pensó que solo fue casualidad que ambos estuvieran ahí al mismo tiempo pero ella también estuvo allí en su siguiente visita. Y en la siguiente. Y en la siguiente.

Se pregunta si ella está ahí para escucharlo leer en específico.

Así que en su siguiente visita, fingió ver los libros con la intención de elegir uno, solo para acercarse a su escondite de la manera más disimulada posible.

-Hey, Uzi~- y se inclino con una gran sonrisa, riendo ligeramente ante el grito que se ganó como respuesta.

-¡Bite me!- chilla con los ojos bien abiertos, un sonrojo violeta justo abajo y retrocediendo con vergüenza mientras tropieza en su apuro, deteniéndose solo para agarrar el borde de su falda y bajarla por seguridad. -¡¿Cómo lo supiste?!- chillo, acurrucándose. Se notaba avergonzada y eso era algo que pocas veces se podía ver.

-Vi el borde de tu vestido...- señaló.

-...maldita porquería, te quemare en cuento pueda robarme algo mejor...- la escucho gruñir y aunque N estaba preocupado por la posibilidad que ella robara ropa y tenga problemas, no pudo evitar sentirse algo divertido. Uzi odiaba el uniforme, eso era sabido.

-...y me imagine que eras tu, te gusta leer aquí- agregó con una sonrisa. -Entonces...- tarareo, balanceándose ligeramente sobre sus pies. -...¿Por qué te escondes?- ladeo la cabeza, genuinamente curioso.

-Yo...- Uzi desvío la vista, retorciendo el borde de la falda de su vestido con nerviosismo. -...me gusta escucharte leer...- admito en un susurro y eso, por alguna razón, lo alegro.

-Puedes sentarte a mi lado, no muerdo- extendió su mano con una sonrisa amigable, contento ante las palabras ajenas. Uzi hace un puchero, avergonzada, pero coloca su mano sobre la suya y se deja levantar sin problemas. -Puedes elegir el libro si quieres- baja la vista por alguna razón y ahí es cuando lo ve. -Oh, ya tienes uno~- sonrío al notar un libro tirado al lado de ella, inclinándose parara agarrarlo. Era más pequeño y no era muy grueso, con la imagen callejón sombrío e iluminado con un solo foco en la parte superior como portada. -¿Se trata de un crimen?- mira la parte de atrás, leyendo el resumen.

-Se supone que alguien fue asesinado y un humano que se hace llamar detective debe investigar quien lo hizo- hablo ella. -Apenas lo empecé-

-¿Quieres empezarlo de nuevo?- esta intrigado, no había duda.

-¡Oh, si!- ella se animo. -Si hay un mayordomo, apuesto todo lo que me robe a que fue él- declara con confianza mientras camina un par de pasos y se sienta donde usualmente se acomoda N.

-Vamos, no creo que sea tan obvio- rio, sentándose al lado de ella y abriendo el libro, aclarándose la garganta de manera dramática antes de empezar a leer.

Es lindo leer en compañía, sintiendo su pequeño cuerpo acurrucado contra su brazo en los momentos más interesantes y escuchando sus murmullos.

En su siguiente vivista, ella lo está esperando ya sentada y con un libro en mano, declarando que había encontrado un libro genial con una gran sonrisa en su rostro.