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Hermano Thad

Espero que les guste~

Nota: Algo raro y tonto que se me vino a la mente mientras miraba los primeros capítulos nuevamente :3 

Nota-2: Por alguna razón, en mi cabeza, creo que Uzi y Thad podrían ser hermanos

La puerta de la guardería se abrió y aunque la mayoría de los jóvenes drones estaban distraídos, cada quien en su propio mundo y jugando sus propios juegos, Thad no pudo luchar contra la curiosidad y alzo la vista para ver a quien había llegado.

-Ahora, jovencita...- todos allí conocen a Khan, cuyo rostro estaba por todos lados en modo de promoción, algunos hasta llamándolo "héroe" por crear las puertas que los mantenían seguros y lejos de la muerte segura. -...tienes que portarte muy bien-

-Púdrete, viejo- la pequeña a su lado, su hija al parecer, lo ignoro por completo y se adentro a la habitación. De ojos y cabello violeta, algo que llamo un poco la atención, luciendo muy molesta para ser tan joven mientras tiraba ligeramente de los bordes del vestido morado claro que usaba, sin parecer nada cómoda y con un gorro negro por encima del casco, usando zapatillas.

-No me hagas activar el control parental- él amenazo con expresión vagamente seria, intentando mantener su voz firme pero es no pareció tener el mejor efecto. La niña, mucho más pequeña que cualquiera de los drones ahí presentes y contando a los de su edad, se volteo y alzo la vista para mirarlo con el ceño fruncido.

-¡Bite me, tonto!- y le hizo un gesto con una mano, algo que Thad no entendió y no le encontró significado alguno, pero que logro hacer que los mayores ahí presentes hicieran una mueca de incomodidad. Ella les dio la espalda, luciendo casi orgullosa de su acción, avanzando como si fuera la duela y entonces, los niños se miraron. Violeta conecto con verde, una gran sonrisa y divertida dibujándose en el rostro de él, mientras ella hacia una mueca con aprensión y algo de confusión.

De alguna manera, se hicieron amigos y desde entonces, por alguna razón que nadie a su alrededor podía entender, ellos se volvieron inseparables. Donde veías a uno, el otro lo seguía de cerca, ambos luciendo felices y ajenos a todos a su alrededor, ignorando las miradas y comentarios que se ganaron con el tiempo. 

Thad era el más popular entre los dos por alguna razón desconocida, quien era invitado a todas los trabajos grupales y fiestas ocasionales, siempre sonriente a pesar de rechazar a muchos, relajados según la mayoría que solo lo veía pero aquellos que osaban a meterse con Uzi, podían conocían el lado protector, usualmente con un puñetazo directo al rostro.

Uzi era la más criticada entre ambos, por ser la hija de Kahn y ser totalmente diferente a todos, sin molestarse en tener que fingir ante nadie y admitiendo sin ningún tipo de timidez que odiaba estar allí abajo encerrada, tachada de loca en cuanto a sus 10 años anuncio que iba a crear un arma poderosa para poder destruir a los Murder Drones. No era muy sociable y tampoco era muy bien recibida, siendo el centro de burla pero cada dron que se atrevía a molestarla se ganaba un insulto de parte de ella y usualmente, un golpe de parte de él.

En algún punto, se convirtieron en hermanos. Thad tenía una madre que no le prestaba mucha atención y que no estaba muy presente, ni siquiera él tenía muy en claro que hacia o donde estaba la mayor parte del tiempo. Uzi tenía un padre obsesionado con las puertas, a quienes trataba mejor que ella, y que a pesar de sus mejores intentos, terminaba aun yéndose cuando ella más lo necesitaba. No tenías más familia que a ellos mismo y siendo sincero, era suficiente.

Incluso cuando Uzi cometía tales errores que amenazaban con detener el núcleo de Thad con estrés y preocupación, quien de paso dejo todo para ir a buscarla en cuanto se entero de lo sucedido en el salón, sabiendo donde estaría porque no era la primera vez.

Mientras tanto, Uzi se sentó en una de las tantas sillas que había en la pequeña sala de espera fuera de la enfermería, algo encorvada en su lugar con cierta vergüenza y con el lado derecho de su visor destrozado cubierto con vendas, teniendo que esperar a que la llamaran. La parte buena era que su invento funcionaba, se había encendido, pero la parte mala era que parecía ser inestable por el momento y tendría que revisarlo una vez más. Eso y que de paso, exploto directamente en su rostro, dejándola medio ciega a ella y a quienes habían estado sentado en frente de la clase pero eran detalles.

Aunque, para su mala fortuna, la colonia era pequeña y las noticias corrían rápido, sabía que solo era cuestión de tiempo para que él viniera a verla y estaba segura de que se llevaría el sermón de su vida.

-Ah, bite me...- maldigo entre dientes, pudiendo escuchar pasos rápidos viniendo del pasillo a la salida de la sala de espera, sin sorprenderse del todo cuando un dron apareció no mucho después, luciendo en pánico y muy preocupado. 

-¡Uzi!- se tenso ante la voz, encogiéndose un poco más en su lugar en un triste intento de ocultarse incluso si sabía que era en vano porque él ya la vio. Sabe que esta en muchos problemas, después de lidiar con su preocupación y demás.

-...hey Thad- saludo con una sonrisa ligera, pudiendo notar como los ojos verdes se abrían con alarma ante las vendas que cubrían y escondían de momento el daño en su visor.

-¿Por qué tu...?- avanza con grandes pasos para verla de cerca y su voz muere en cuanto nota el arma dejada a un lado. Ya no brilla y parece inofensiva, casi como una especie de juguete, pero él sabe mejor y hace una mueca, ya pudiendo imaginar lo que sucedió. -Exploto en tu cara, ¿verdad?- enarco una ceja, mirándola con seriedad y ella solo pudo desviar apenas la vista, en una afirmación sin palabras. -Te dije que dejaras esa cosa en tu habitación- ya debió imaginar que no le haría caso pero aun tenía esperanzas de que algún día, ella decidiera obedecer.

-¡Era parte de mi presentación de hoy!- se justifico, aun sabiendo que era una total y completa mentira.

-Aja- bufo, sin creerle ni un poco. -Solo querías asustar a tus compañeros con eso- se cruzo de brazos, suspirando con algo de cansancio. -¿Funciono al menos?- la miro, pudiendo imaginar los problemas que vendrían después de esa loca presentación.

-No sé...- se encogió de hombros, sin importarle mucho aquello pero sin negar que había disfrutado un poco el momento. La mayoría la molestaba por ser rara y ella se los cobraba con un buen susto, era lógico y totalmente justo. -...pero deje ciego a unos pocos- sonrío con diversión morbosa y él bufo, luchando por no sonreír, divertido con el extraño humor ajeno.

Ella es rara y un poco loca pero es su hermana y así la quiere.

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