Baile
Espero que les guste~
Nota: Mi teoría es que los humanos los crearon primeramente como robot sirvientes y luego, cuando decidieron que la clase de obreros que vivían libremente eran un problema que ya no debía existir, los modificaron y los convirtieron en asesinos. También creo que bloquearon sus recuerdos de su época de servidumbre a los humanos por alguna clase de seguridad
A pesar de que N nunca se ha cambiado el abrigo oscuro, verse a sí mismo vistiendo un traje se siente extrañamente...familiar, cómodo, como si lo hubiera usado durante días y le hubiera terminado gustando por alguna razón. También está esa sensación de que tener que hacer algo mientras la música lenta suena y ve a los robots adolescentes bailar entre ellos, como una picazón constante debajo de todo su sistema que le urge rascar para aliviar.
Miró de reojo a su acompañante, aún un poco sorprendido por el bonito vestido oscuro que le sienta perfectamente. Uzi está mirando a los que bailan y, aunque ella tiene los brazos cruzados en una pose digna de una adolescente desinteresada, hay algo anhelante en su mirada, como si quisiera unirse pero no tuviera una razón para hacerlo.
N se rasco la mejilla con uno de sus dedos en un hábito nervioso que aún no sabe de dónde sacó exactamente, rebanando su mente para pensar en cómo hacerla sentir mejor y de repente, una imagen brilla en su mente. Esta él, vestido de traje y bailando con alguien a quien no puede ver bien su rostro pero parecen estar moviéndose con elegancia por un salón de gran tamaño, bailando ante la vista de una multitud sin rostro. Están pegados el uno al otro, con las manos unidas, él colocando su mano libre en la cintura ajena y su desconocida acompañante coloco su mano en su hombro, dejándose guiar. Extraño, porque no tiene memoria de haber hecho algo así, pero eso le acaba de dar una idea.
-¿Uzi?- extendió su mano hacia ella con una sonrisa amable.
-¿Qué?- lo miró, enarcando una cena virtual, no luciendo muy confiada. No lo demuestra abiertamente pero está inquieta, nerviosa ante la mano que se extiende en su dirección y por la mida invitación que había estado esperando. -¿Sabes bailar?- él solo mueve los dedos, insistente, dejando que su sonrisa se agrande. Ella pareció analizarlo, mirando de reojo hacia los demás, sus ojos volviendo a fijarse en el asesino. -Si me haces quedar en ridículo, te mataré- lo amenaza con seriedad, aunque ya hay un ligero rubor debajo de sus ojos.
-¡Si, señora!- esta nervioso porque sabe que ella habla en serio, especialmente con esa extraña arma. No va a negar que está emocionado, algo que sólo aumenta ante la pequeña mano que cae sobre la suya y sabe, sin necesidad de mirar, que su cola de esta moviendo con tanto entusiasmo que es peligroso pararse atrás suyo. Aprovecha su agarre para atraerla, dejándola chocar contra su pecho, su otra mano flotando ligeramente. -Uzi, ¿puedo...?- no quiere ponerla incomoda.
-Supongo...- se encoge de hombros pero incluso entonces, el rubor en su visor solo se hace más brillante aunque él no lo comenta porque no quiere molestarla y recibir un golpe. Así que coloca tentativamente su mano en la cintura de ella, ajustando apenas el agarre cuando no es apartado y la ayuda a enderezarse un poco.
-Solo sígueme, ¿si?- sonrió, amable y cariños, ella desviando apenas la vista con algo de vergüenza.
-¿Qué clase de inútil hace un robot genocida tan adorable?- alcanza a pensar antes de que él empiece a moverse. Para N, sus siguientes movimientos son tan familiares que los hace en piloto automático y con tanta facilidad que llama la atención, aunque esta más concentrado en ayudarla a que no tropiece. Uzi esta sorprendida, especialmente porque él la está dirigiendo y parece saber lo que hace, soltando un bufido mesclado con risa cuando la hace girar y la mantiene a distancia por unos segundos, sus manos aún unidas. Aprovecha eso para mirar a quienes fueron sus compañeros aburridos de clase, una repentina satisfacción ante las miradas de sorpresa y celos. -Tomen esto, bastardos- piensa con una sonrisa victoriosa, alcanzando a alzar su mano libre y hacerles una seña grosera antes de que él vuelva a tirar de ella, tarareando apenas ante la mano que nuevamente se coloca con mucha suavidad en su cintura. -Nada mal para un robot asesino- levantó la cabeza para mirarlo y mostrarle una sonrisa, una reservada para él, porque ninguno de los estúpidos a su alrededor se la merece.
-¡Gracias!- se ve tan brillante de felicidad, orgulloso de haber quitado esa mirada abatida de ella y lograr hacerla disfrutar de la fiesta, animado por la sonrisa sincera que ella le dedica. Se deja llevar por todo eso y la suelta momentáneamente solo para poder rodear su cintura con sus brazos, alzándola para dar unas vueltas, uniéndose cuando ella empieza a reír.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro