25
Me quité la venda y lo miré-No quiero, no de esta forma. Quiero verte, saber que eres tú el que me está tocando Nicolás.
Negó
-Lo haremos a mi manera ¿Sí?-asentí a medias
-¿Qué diferencia hay entre vernos y no hacerlo?-suspiró y asintió
Acarició mi mejilla y besó mis labios
-Solo si me prometes algo-lo que fuera, solo quería sentirlo. Saber lo que era estar con un hombre de verdad
-Lo que sea-le prometí
-Solo no digas que me amas, impide que esa palabra pase por tus labios y te daré lo que ambos deseamos- asentí pero estaba confundida
-¿Por qué me pides eso?-separé un poco nuestras bocas para tomar más aire
-Porque si lo dices no habrá diferencia entre tú y las demás y no eres como ellas, tu me gustas más-no me dejó decír nada más
Me volvió a besar y antes de que pudiera tomar aire o llevar mis manos a su cabello me giró y pegó mi espalda a su cuerpo
-¿Nic?-abrió mis piernas y bajé la mirada para observar como
llevaba su miembro a mi entrepierna, seguí detalladamente cada movimiento que hacía,levanté la cabeza para seguír mirandolo por el espejo y observé como colocaba su miembro en mi zona y de una estocada lo empujaba hacia dentro de mí
Gemí y me sostuvo
-No te caigas-reí y estiré mi cuello para besar sus labios
Mi primer gemido fue acallado por su boca pero ya el segundo y los que le restaron no.
Cada vez era más difícil no caerme y Nicolás me sostuvo contra su cuerpo en todo momento
Con Nicolás era Wow y con Axel, rayos no sé puede comparar a un dios griego con el chico del charco de barro
Nicolás apenas había empezado y yo con solo mirar su prodigioso y majestuoso cuerpo ya sentía que mis piernas se iban a aflojar en cualquier momento
Sus fuertes brazos se contraían y amoldaban perfectamente a mi cintura, mi parte privada parecía encajar perfectamente con su longino y sublime miembro y mi cuerpo estaba sumido en el más excitante éxtasis que jamás había sentido hasta ahora
Era como estar en el cielo, todo a mi alrededor parecía volar, la temperatura de nuestros cuerpos estaba muy elevada al igual que los sonidos que salían de nuestras bocas cada vez que nuestros cuerpos chocaban uno con el otro.
Sus manos subían y bajaban por mi muslo y caderas, a veces apretando mi trasero y otras pegándome más a su cuerpo haciéndome sentír mucho más placer del que jamás hubiera podido sentír en toda mi vida
Sentí algo mojado y caliente en mi cuello, entreabrí los ojos y la imagen de Nicolás lamiendo mi cuello y embistiendo contra mi cuerpo al mismo tiempo me hizo excitar aún más
-Nic-cerré los ojos
-¿Te duele?-sacudí la cabeza
No podía hablar solo gemír y sentír como su miembro se deslizaba una y otra vez dentro y fuera de mí
-Vaneditt-jadeó y me besó
Se salió y me giró quedando cara a cara con él
Mi cuerpo pedía más y mis ojos también se lo decían
-Acuestate en la cama y abre tus piernas-le obedecí e hice lo que me pidió
Se subió sobre la cama y gateó hasta quedar sobre mí
Enroyé mis piernas en su cintura, mis brazos alrededor de su cuello y sin despegar sus ojos de los míos volvió a enfundarse en mí
Ambos jadeamos y gemimos, bajó su cuerpo más al mío y cerré mis ojos sintiendo como las paredes de lo más profundo de mi ser lo apretaban llevando descargas a todo mi cuerpo
-Nicolás-salió y volvió a entrar aún con más violencia, su lado bueno empezaba a diciparce y él verdadero lado salvaje de un hombre comenzaba a hacerse presente
-Mueve tus caderas contra las mías-no respondí ni me moví estaba disfrutando mucho de esto
Mordió uno de mis pezones
-Ahora-ordenó y le obedecí, me recargué en mis codos y me moví contra su cuerpo, me sorprendió que con apenas el mínimo movimiento logré sentir muchísimo placer
-Sigue así Barbie
. . .
-No lo dijiste-susurró
Dejé un beso en su nuca y negué
-Te prometí que no lo haría-lo ví sonreír y seguí pasando un algodón bañado en alcohol sobre su espalda
-De verdad lo siento-se giró y me hizo sentar en su regazo
-Solo son rasguños-negué
-Te hice sangrar-rió y besó mi mejilla
-Alguno de los dos debía hacerlo ¿No crees?-reí y dejé un beso en su clavícula, me volví a parar y él se giró para que yo pudiera seguír curando los arañasos que con mis uñas le había hecho en la espalda
Dejé un beso en su cuello y acaricié su espalda
-Vamos a dormír, sé que estás cansada-me dijo
-No es cierto-levanté la mirada y él me estaba sonriendo atravez del espejo
-Tus ojos se están cerrando-bufé-Vamos-se levantó de la cama, me quitó las cosas de las manos y las llevó al baño
Volvió a salír y me ví obligada a desviar la mirada hacia otro lado para que no viera como me mordía los labios con solo verlo
-Aunque desvies la mirada aún puedo ver el rubor-solté una risilla y lo miré
Sus hermosos ojos grises estaban brillosos y dilatados, su pelo estaba despeinado y su cuerpo... mierda, nunca ví a un hombre tan perfecto
-¿Vamos a dormír?-asentí y me metí en la cama, él me imitó y me rodeó con sus brazos-¿Cómo te sientes?-sonreí y me giré quedando cara a cara con él
-Estupenda-dejé un beso en su mejilla y lo abracé recargando mi cabeza en su pecho
-Yo también lo disfruté Barbie-besó mi mejilla y él también me abrazó
El sueño me estaba ganando y su cuerpo me daba el calor que mi cuerpo necesitaba para sentirse cálido y relajado
-Nunca me sentí de esta forma Vaneditt-
-¿Mm?-pregunté adormilada
-Nada Barbie, duerme, lo necesitamos...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro