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-Me toca-dejé la vela junto a la cama y me giré en su dirección
-¿Qué cosa?-sonrió y comenzó a quitarce la ropa-¡¿Qué haces?!—rió y se siguió quitando la ropa como si fuera un maldito y sensual stripper
-No voy a dormír vestido-me metí en la cama y apagué la vela
Aunque me encantaría ver a un musculoso y apuesto hombre quitarse la ropa no lo iba a ver, no soy una pervertida pero en este momento me gustaría serlo
-Eres la primera que no se muerde el labio-¿Será porque no te veo?
-Pues ya te lo dije, no eres mi tipo-jugué con mis dedos
-Soy del tipo de todas-Esa frase ya me la había dicho y no voy a volver a discutirle
-¿Quieres ver una película?-no me dí cuenta de lo tonto que sonó eso hasta que las palabras salieron de mi boca
-¿Sabés que no hay luz, cierto?-
-No es mi culpa, hablo tonterías cuando me pongo nerviosa-una de sus manos abrió la cama y se acostó junto a mí
-¿Estás nerviosa?-su cercanía solo lo empeoraba
-No-mentí-¿Qué haces?-su mano tocó mi pecho y sus piernas se enrollaron con las mías
-Sentír tu corazón-asentí -Y de paso toco tus pechos-le dí un golpe y él rió y me abrazó
-Sueltame-su naríz y sus labios tocaron mi oreja y cuello
-Al menos déjame dormír abrazado a tí, hace siglos que no siento el calor de una mujer...
. . .
-¿Alguna vez viste un amanecer?-negó
Sonreí
Tiré de su mano fuera de la cama sin tener en cuenta que él solo tenía puestos unos boxers y que yo solo tenía mi pijama que consistía en dos piezas, unos shorts muy cortos y un sostén negro
Sus ojos me escanearon de arriba a bajo
-¿Quieres que me voltee?-asentí
Me echó una última mirada y se dio la vuelta
Corrí al mueble, tomé ropa y me vestí
Cuando me giré Nicolás estaba detrás de mí
Moví mis labios para hablar pero él los ocupó con los suyos
Le seguí el beso y acaricié su pecho desnudo
-¿Podemos ver el amanecer otro día?- ¡Cierto!
Me separé y negué
-No, voy a enseñarte que la vida no es solo sexo y placer-mi sonrisa no disminuyó por la falta de entusiasmo de su parte, todo lo contrario, lo apresuré a vestirse y cuando ambos estabamos listos tiré de su mano hacia el patio trasero
Aún estaba oscuro y pronto comenzaría a amanecer
Pali y Chock estaban dormidos y me pareció muy extraño que anoche no vinieran a dormir conmigo, tampoco puse mis cantos de ballenas, me quedé dormida entre los brazos de Nicolás sin nesecitarlos
-A che cho, A che cho y oyo y oyo-Nicolás y yo intercambiamos miradas
Nos levantamos del piso y dimos vuelta a la casa
Mi madre estaba bailando y dando saltitos de aquí para allá
Me llevé una mano a la frente y cubrí mis ojos
Dios mío, alguien por favor matela
-A che cho A che cho
-Mamá-
-Y oyo y oyo
-¡Mamá!-grité
Ella se giró y nos sonrió
-Buen día hija, buen día Nicolás ¿Qué hacen despiertos?-Nicolás se mordía el cachete para no reír y yo estaba que quería matarla
-Eso mismo me preguntaba yo mamá ¿Qué estás haciendo?-juntó sus dos manitos frente a su pecho como si fuera a rezar y nos hizo una reverencia
-Solo les canto a los dioses, mi voz es la ofrenda-Volví a mirar a Nicolás y él tenía el ceño fruncido y seguía mirando a mi mamá
-¿Ofrenda?¿Ofrenda para qué? ¿Y qué es eso de A che cho?-sonrió
-Es para que convenzan a tu padre de que debe pedirme perdón-rodeé los ojos
-Tu me debes unas disculpas a mí y papá está en todo su derecho de estar enojado contigo, siempre te metes en los asuntos que no te llaman-me crucé de brazos y ella hizo lo mismo
-¿Pedirte perdón?-asentí-No haré eso, Nicolás mejorará tu vida y cuando eso pase me vas a agradecer-reí
-Si claro mamá, ahora ve a dentro Nicolás y yo queremos ver el amanecer-ella miró a Nicolás y luego a mí
-Me voy-al fín-Pero solo porque ya terminé de hacer mi ritual no porque tú me lo pides. Adiós Nicolás, Adiós hija desagradecida-nos dio la espalda y se fue caminando muy orgullosa y con la frente en alto hacia la casa
-Lo siento-susurré avergonzada
Nicolás acarició mi mejilla y la besó
-Mi mamá solía hacerme rezar cada vez que me iba a jugar, conozco la sensación-fruncí el ceño
-¿Tienes mamá?-su ceño también se frunció y retrocedió unos pasos recargandoce en un árbol
-No lo sé, las palabras solo salieron de mi boca-me acerqué y coloqué mi mano en su mejilla
-¿Estás bien?-negó
-No, esto... Esto nunca me había pasado antes-fingió una sonrisa y me besó
-Olvidalo, vamos a ver el amanecer-me llevó al patio y nos sentó haciéndome sentar sobre sus piernas
Me rodeó la cintura con sus brazos y apoyó su cabeza en mi hombro
Lo miré de reojo
-¿Seguro que estás bien?-le susurré y asintió
-Aún es temprano para pedirte que nos acostemos pero Tranquila en unas horas lo haré con la esperanza de que tu respuesta sea SÍ-reí y negué
-Eso no va a pasar-volví a susurrarle
-También dijiste que no era tu tipo pero me dejas besarte y estás sobre mis piernas con mis brazos rodeandote y susurrandonos cosas, tengo más esperanzas que nunca Barbie-evité responder a eso con lo primero que se m ocurrió
-Mira-señalé el cielo
El cantar de los pájaros indicaba un nuevo día, el cielo estaba aclarando, el sol aún no salía pero el azul iba desapareciendo siendo reemplazado por un celeste y muchas variedades de colores
Cada color me provocaba una sensación diferente, el violeta me hacía sentír segura y recordaba que todo iba a salír perfecto, el amarillo me daba calides pero a la vez me relajaba con sus frescos y hermosos tonos, los tonos anaranjados apenas se notaban y una chispa de luz se iba notando en el alba
Un nuevo día y nuevas oportunidades para solucionar todos y cada uno de los problemas
-Es hermoso-asentí y lo miré
-Lo es ¿Es tu primer amanecer?-asintió
El gris de sus ojos cambiaba a verde claro con los pocos rayos de sol que empezaban a aparecer
-Sí-sonreí
-Hay muchas cosas que debes conocer yo puedo mostrartelas-estiró su mano y esta se hizo aún más palida con la luz
-¿Quieres desperdiciar una semana de placer por mí?-asentí
-No quiero sexo Nicolás, no soy esa clase de chica que solo se acuesta con alguien que no ama pero puedo enseñarte todo lo que te has perdido...
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