Se dirige hacia un armario con un panel de números para ingresar un código. Introduce el código y se abre el armario. Sin embargo, al abrir la puerta, no encuentran el libro. El encargado se pone muy nervioso, se sienta, toma una bolsa y empieza a respirar profundamente para calmarse.

– Tranquila – le dice Diana.
– ¡Rayos! – exclama David, visiblemente molesto.
David llama a un colega que tiene en la Guardia Civil, experto en estas cuestiones y dedicado a preservar antigüedades; el amigo se presenta en la biblioteca.
– Hola, soy Aitor, brigada de la Guardia Civil. Vengo a ver dónde estaba el libro.
El encargado de la biblioteca lo mira con cara de pocos amigos. Fueron a recibir al brigada en la entrada de la biblioteca y se dirigieron al hospital de libros. El brigada examina el armario.
– Hicieron un buen trabajo, valga la redundancia. ¿Hay cámaras?
– Aquí abajo no, cuentan con señal de invisión.
– No sé si lo sabéis, pero el libro viene con un lienzo llamado "Muñeca Rota". Como su nombre indica, muestra una muñeca de trapo rota. Se supone que, mediante un complicado desciframiento, se encuentran en el libro palabras en clave. Con los símbolos que aparecen en el lienzo, se sabría dónde está el tesoro, o algo así. Se sabe que el libro se hizo en el siglo XV. Un siglo más tarde, se perdió el lienzo. Si puedes interpretar los mensajes del libro, es decir, el libro no te dice "ve a tal sitio y ahí está el tesoro", sino que trata sobre plantas, árboles, animales y la composición de elementos en toda África, comparándolos con Europa. En el siglo XVII, el Vaticano lo adquirió de manera dudosa. En el XIX, desapareció de la biblioteca del Vaticano, que era la biblioteca más segura del mundo. ¿Cómo llegó este libro aquí?
– Fue donado para su exposición en todos los museos del país. Según el cliente, se tenía que restaurar las tapas del libro.
– Bien, ¿quién es el dueño del libro?
– Es de una corporación llamada Zeus.
– Voy a llamar a Juanjo para que investigue la corporación.

Juanjo realiza un par de llamadas a Hacienda para averiguar a quiénes pertenece la corporación. Lo único que puede descubrir sin "orden":

– La corporación está conformada por cinco personas. Dos de ellas son los Roquefort, un matrimonio adinerado. Además de esta empresa, poseen varias empresas vinícolas con viñedos distribuidos por todo el mundo, diversos megacentros comerciales, los cuatro bancos más rentables del mundo y miles de otras empresas. Se dedican a especular con diversas compañías. Otro miembro es Johnson, heredero del grupo Johnson, involucrado en negocios que van desde casas de apuestas hasta farmacéuticas. Luego está Jesús, también conocido como Carlos Álvarez. Es el líder espiritual de una secta controvertida que bordea el terrorismo. Cuenta con el respaldo de fascistas en toda Europa, desde Yunke hasta los Hermanos de la Patria y los Hijos de Jesús en la Tierra. Recibe donaciones anónimas de miles de euros. Algún día habrá que investigar a esta secta de estafadores. Por último, está nuestro amigo de la embajada de Camerún. Aunque sería el más fácil de atrapar, goza de inmunidad diplomática. Tendríamos que hacer un milagro
–le comunicó Juanjo a David por teléfono.

– Vale, nos vemos en comisaría.
El inspector David estrechó la mano del encargado de la biblioteca.
– Fue todo un honor.
– El honor fue mío; aprendí cosas de libros que desconocía.

Se dirigen a la comisaría, ya en el coche.
– ¿Quiere que vaya a comisaría?
– Sí, nos estás ayudando mucho. En este caso, te quiero en el.

En la comisaría, se reúnen en la sala grande.
El brigada explica de forma resumida todo sobre el libro y el lienzo al grupo.
– Nerea y yo vimos ese lienzo.
– ¿Cómo? – Dice el brigada y el inspector al mismo tiempo.
– En el despacho del diplomático camerunés, lo tenía en su despacho.
– Ese lienzo lleva desaparecido desde el siglo XVI. – Al brigada se le ilumina la cara.

El inspector David busca propuestas sobre cómo atrapar al diplomático.
– ¿Podemos detenerlo porque tiene un lienzo robado en su despacho? – dice Juanjo.
– Es buena la idea, pero ¿quién te dice a ti que cuando vayamos a detenerlo por eso no haya cambiado el cuadro por uno parecido? Además, al ser diplomático, no se puede tocar.
– ¿Y si por casualidad lleva algo ilegal fuera de la embajada? Podríamos detenerlo 48 horas e intentar que acuse a alguien de la corporación, ¿no? – dice Nerea.
– Muy buena. – El inspector la mira con cara de aprobación.
– Y si no podemos atraparlos así, podríamos obtener pruebas de que lo del libro robado es una artimaña para cobrar del seguro. – Dice Diana.

– Hostia, cada idea es mejor que la anterior. Buen trabajo, chicas – dice el inspector David con cara de orgullo por Nerea y Diana.

Hubo silencio...

– Vamos a ver, lo que se me ocurre es que saquemos al diplomático o, ya sé!!! ¡Mañana hay una conferencia de UNICEF por la tecnología y están invitados todos los países en desarrollo! En el trayecto de la embajada al anfiteatro se podría hacer algo, ¿no? – suelta Juanjo emocionado.

– Quiero que me cuentes ese brillante plan, tan elaborado – se ríe Diana.

– Mañana, a eso de las 10:00 de la mañana, va a dar comienzo la conferencia. Sabemos que por la agenda del gobernador sale del consulado a las 9:00 para estar a las 9:30 dentro. Pues en el intervalo de salir del coche oficial a la conferencia hay unos 30 metros más o menos, ahí tenemos que hacer algo.

Con un plan hecho a correr, se pusieron en posición; cada uno tenía un papel. Llega el coche del gobernador, pone el pie en la acera, la gente que estaba detrás de las vallas empezó a abuchearle y a llamarle genocida. Las personas empezaron a sacar pancartas de "Camerún libre de tiranos" y otras tantas. Juanjo iba vestido de vagabundo. Por culpa de la gente que se puso así, los guardaespaldas lo cubrieron y lo metieron a toda prisa dentro del recinto. Juanjo no podía hacer su papel; tenían que ir al plan B. Dentro del recinto, era en el salón de actos del hotel más lujoso de la ciudad. Nerea, Diana, David y Óscar iban vestidos de gala. Entraron por la puerta principal del hotel. Así como entras, a la izquierda está el mostrador donde hay cuatro chicos y dos chicas de pie, por si algún invitado quisiera algo de última hora. Los suelos son de mármol blanco, tan pulidos que parecen un espejo. Las paredes están inspiradas en la cámara del palacio de Catalina de la villa de los zares cerca de San Petersburgo en Rusia, la famosa cámara de ámbar. Parece una copia exacta. En frente de la puerta de entrada Los ascensores están a la derecha, y el salón de actos, con dos lámparas de araña enormes, se encuentra al final. Las butacas lucen cubrebutacas rojos, aunque no parecen tales, todo está bien colocado. El escenario, tan grande que incluso los Rolling podrían sobrar, cuenta con un atril en el centro y una pantalla de 100 pulgadas detrás. A las 9:20, faltan los últimos detalles; el gobernador se dirige al baño.

De repente, un camarero tropieza con el gobernador, tirando la bandeja al suelo.
El chico dice:
–Lo siento, señor" mientras ayuda al gobernador a levantarse.
Los guardaespaldas reaccionan empujando al camarero.
El gobernador interviene:
–No la tomen con el chico, solo tropezó, nada más.

La conferencia de naciones está por comenzar. El gobernador de Camerún sube las escaleras hacia el atril, pero al mirar al público, comienza a marearse y cae repentinamente. Los guardaespaldas se acercan, pero el gobernador no responde. Llaman a una ambulancia, y todos quedan atónitos. En cuestión de segundos, la gente se agacha y grita; el estrés del momento provoca que algunas personas entren en shock.

– "Registrar el hotel de arriba a abajo, que nadie entre ni salga", comunicó por radio el inspector David.