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FINAL

Actualidad

Cinco meses después...

Alessia renunció al hospital, solo iba a la ciudad a entregar los productos y hacer compras, luego regresaba rápidamente a casa. Se alimentaba bien, sin embargo, no lograba dormir por las noches, deambulaba por toda la casa. En esos momentos, entendía la agonía de Harry cuando recién llegó.

La mantenía en pie sus recuerdos juntos y su hijo, para quien no tenía una foto real de Harry. Se dio cuenta de su error, se dedicaron a vivir y a ser felices que nunca hubo tiempo para una foto juntos. Algo que le mostrarle a su hijo en el fatídico caso, de no encontrar a su padre, nunca más. Recién cumpliría el sexto mes de embarazo, su barriga era considerablemente grande.

Tenía en su vientre un varón, quien llevaría el nombre de su padre: Harry, hace unos días le habían dado el sexo. Con tanto tiempo disponible, había sacado todas las cosas del cuarto de su madre y allí estaría el cuarto de su bebé. El espejo era el objeto más valioso en su casa. Cole, John y Bianca llegaban a verla con regularidad, había perdido contacto con la tecnología. Bianca le había dado una oportunidad a su esposo, por intervención de ella.

Cubrió todas las cosas modernas, porque de esa manera podía estar más cerca de él. Sus amigos empezaron a dudar de su cordura y constantemente la presionaban para ir a vivir con ella. Fue tanta la insistencia que ese día, Cole había organizado una pequeña reunión por su cumpleaños, una que se había pospuesto hasta la una de mañana. Se negó a quedarse en casa de ellos y quiso regresar a la suya, así que no tuvieron de otra más que llevarla a casa.

— Hermosa— le dijo John acercándola a ella, — no te he agradecido por ayudarme con Bianca.

— La mejor manera de agradecerlo es no cagarla nunca más —murmuró.

Convencerla no había sido fácil, y solo le dijo que lo pensaría, cuando le reveló quien era el padre de su hijo y le contó a su amiga la verdad sobre Harry.

Que era un hombre casado y con un hijo, en un inicio solo quiso ayudarle a volver a casa. Obviamente no le creyó lo del hombre que amaneció en su cama. Ella nunca logró verlo, pero John sí, por lo que, por lo menos, la historia que andaba con un hombre casado era cierta.

Le dijo que se viera a ella, su hijo muy seguramente crecería sin un papá, que estaba sola y sin nadie que le ayudara. Decidió no volver a tocar el tema de cómo llegó Harry a su vida pues se dio cuenta de su error. En adelante Bianca estaba más preocupada por ella temía intentará hacerse daño, lo que era imposible, ella jamás dañaría al único recuerdo que tendría del paso de Harry por su vida.

En algún momento se dieron cuenta de su extraña obsesión por el espejo y llegaron a decir que era mejor si lo destruían. Tenía que aceptar que esa conducta no era normal, le había dicho Cole, así delante de ellos decidió ignorar o nombrar el espejo.

— No volverá a pasar — le dijo abrazándola.

— Ven con nosotros esta noche — le rogó Cole y negó, él la veía preocupado, ella solo miraba una y otra vez dentro de su casa — Solo hoy, por favor te pido que me aceptes esa invitación.

— No iré Cole — dijo segura — Necesito esta acá cuando Harry venga. — Los tres amigos la miraron con preocupación, sin embargo, no dijeron nada, por lo menos no en seguida.

— Pues en ese caso, soy yo el que me quedaré un tiempo acá — habló John — ya lo hemos hablado, sé que sabes cuidarte, pero no es sano que estés sola.

— No estás durmiendo... alimentarte no es suficiente — le dijo Cole — sé que sobra decirlo y que debes saberlo, tienes sombras oscuras debajo de los ojos y aunque te ves bien... Tienes una tristeza en tus ojos que jamás la había visto, ni con la muerte de Alicia.

— No empieces Cole — le advirtió y este siguió.

— Dices saber dónde está, dijiste que se fue un mes por los documentos para el matrimonio. Ve a buscarlo o llámalo, dile que no los necesita, que ya están los que le prometí. — no acaba de decirlo cuando un ruido detrás de ellos lo hizo girar a los cuatro.

— ¿Qué fue eso?

— Algo rompió una ventana, yo iré — dijo Cole, entrenando a la casa, era el sonido de vidrios caer.

Un mal presentimiento la hizo correr hacia la sala, sin importar las voces de protesta de sus amigos. Una vez en la entrada del lugar, lo vio... El espejo estaba tirado en el suelo hecho pedazos. Llegó hasta el a paso rápido y empezó a recogerlo mientras lloraba desconsolada.

— No, no, no Harry vendrá. —desesperada tocaba lo pedazos triangulares de espejo, en donde su rostro descompuesto se reflejaba.

— Cariño te vas a cortar aléjate de allí... es un simple espejo. — le dijo Cole, tomándola por las manos e intentándola alejarse y se sacudió con violencia y regresó de nuevo al suelo

— ¡No es un simple espejo! — gritó con rabia y mientras tenía un trozo en él en sus manos — ustedes no entienden, el jamás vendrá... Harry ...

— Alessia... — rogó Cole.

— ¡Vamos Preciosa! Eso dañara al bebé y tienes que ser fuerte para él. — ni siquiera la voz de Bianca que, normalmente le calmaba logró algo esa madrugada.

— Harry... — lloraba mientras recogía los restos del espejo. — tienes que venir, no puedes quedarte allí...

— Esto está mal. Hay que hacer algo Cole — escuchaba a uno de ellos hablar.

Ajena a todos los demás, solo recogía los restos de vidrio, mientras manoteaba a Cole que, asustado por su actitud la quería alejar de allí. En ese momento supieron que a las buenas no podían lograr nada. Así que no tuvieron de otra más que a la fuerza, Cole la alzó en brazos. Mientras ella se retorcía y rogaba que no podían alejarla de su casa.

A Bianca le rogaba que no tirara nada de allí, que ella debía restaurarlo. Imaginaron que se trataba de un recuerdo del hombre que tenían la certeza la había abandonado.

— Métela al auto — ordenó Bianca, recogiendo los restos del espejo. — yo recojo esto y los sigo.

En un último intento por recuperar el único lazo que sabía lo unía a Harry, mordió a su amigo en el brazo, con tanta fuerza, que Cole no tuvo otro remedio más que dejarla en el suelo.

— ¡No me iré! — gritó al pie de las escaleras, tenía su cabellera rubia suelta y sus ojos rojos. Su respiración era irregular, puños apretados y gritó con tanta fuerza, como sus pulmones se lo permitieron, sus amigos la rodearon instando hacerla entrar en razón. — Les dije... ¡Harry vendrá!

— Alessia...— la voz de Harry la hizo girar y dio un paso hacia él. — quédate allí —le dijo al ver que ella subía y su estado alterado.

Todos giraron hacia el segundo piso, el bajaba las escaleras a apresurado, la demora había sido en buscar ropa adecuada. Esta vez había llegado desnudo y descubrió que todo había sido cambiando de lugar. La abrazó fuerte y la escuchó murmurar entre lágrimas que sabía que volvería.

— Estas aquí —dijo alzando su rostro y viéndolo sonreírle.

— Su marido durmiendo y la señora por fuera de casa — le dijo mientras la abrazaba fuerte y murmuraba en su oído — No me fui por voluntad, de saber que era ese espejo lo hago pedazos.

— Espero no vuelvas a irte— amenazó Cole — y si te vas ¡llévatela! — dijo muy cerca a los dos. — bienvenido.

— Gracias, pero tuve unos pequeños problemas.

Harry sabía que tenía explicaciones que dar y rápido, porque todos los presentes los miraban enojados. Tenía que ser breve, pues la verdadera explicación tenía que darla a Alessia.

— Tuve unos percances... la casa de mis padres se incendió. — empezó a decir y el cambio en todos fue notorio.

El siguió con Alessia en brazos, temía que fuera un sueño y que despertaría en cualquier momento en ese lugar. Le habló de su hijo que no sobrevivió al incendio, eso y ubicar a los causantes del incendio, lo hicieron demorar.

— Lamentamos lo de tu hijo — Habló John — su madre ¿Cómo está? — supo que era una manera sutil de recordarle que era casado.

— Lo tomó tan bien, que apareció un mes después...— detuvo sus palabras al saber que no era lo mejor, que decir sus pecados no lo haría mejor hombre, cuando él había sido igual que ella — estábamos en proceso de divorcio, nuestro matrimonio no iba bien. Alessia no tuvo que ver — se apresuró a decir — El día del incendio ella estaba con su ... nuevo esposo.

— Lo sentimos mucho, pero ¿Apareció un mes después? —preguntó un cole, sorprendido —¿Necesitas ayuda? Hablaré con papá y el estará gustoso en ayudar. — negó, mientras limpiaba el rostro de Alessia que estaba bañado en llanto.

— Lamento lo de Harry... — le dijo en voz baja — ¿Encontraste a los que lo hicieron?

— Si. Alguien se encargará de ellos, yo solo quería encontrar el camino a ti, ya nada me ataba a ese lugar. — miró a los demás que los miraban confundidos. — gracias por cuidarla, llegué en la madrugada y me quedé dormido. Me despertaron los gritos, usted debe ser Bianca — caminó hacia la mujer que aún tenía rastros del espejo en la mano — es un placer conocerla, pero será mejor si lo suelta... Se va a hacer daño.

La mujer lo miraba sorprendida, su parecido con el hombre de la prensa era grande. Miró a su amiga sin poder creer, que la descabellada historia que le contó era real. Había intentado que le creyera de todas las maneras, incluso le dijo que el cuerpo del hombre nunca fue encontrado porque había aparecido en esta época.

— Me alegro que haya vuelto y coincido con el Dr. Cole, si se vuelve a ir... llévesela, esa mujer es muy terca. — Alessia no cabía de la dicha y todos allí se dieron cuenta que era mejor si lo dejaban solos.

— Le aseguro está en todos los genes Ritchie — dijo y solo Alessia entendió porque lo decía.

—Los dejaremos solos, tienen mucho que decir —abrazados los acompañaron hasta la salida y de la misma manera regresaron a la casa.

Ella estaba aún alterada, por lo que, la dejó en uno de los sillones mientras recogía los restos del espejo y los tiraba aun cesto. Partió el marco en muchos pedazos y los tiro en el mismo lugar, conocía el lugar perfecto en donde iría a parar. Regresó por ella minutos después y tras cerrar la puerta, subieron las escaleras y entraron a la habitación.

Le llevo casi todo el resto de lo que quedaba de noche, explicarle lo ocurrido, pero ninguno de los dos lograría dormir. Ella por el miedo a que no despertara y el hasta que no se deshiciera de ese objeto.

Alessia se durmió con los primeros rayos del sol, le dejó una nota diciendo que estaba en el campo de tomates, para que no se asustara y con todo lo necesario para cavar se fue en búsqueda de su tumba.

Ella por su parte despertó casi una hora después y con la seguridad que él estaba con ella, se fue al que fuera el cuarto de su madre. Tenía que regresar la ropa de Harry a esa habitación, en la cama, una caja con las ultimas cosas de Alicia Matters la recibió. Dentro de ella había un pequeño diario que ella no había notado su presencia, quizás, porque estaba muy alterada pensando en Harry. Pocas hojas estaban escritas y notó que tenían fechas de los últimos días de vida, que empezó a leer con curiosidad.

¿Cómo te explico que la persona que veo es el hijo del hombre que hoy amas y que la otra es tu bisabuela? ¿Qué estamos viviendo en el mismo lugar, pero en realidades diferentes? Mi amada Alessia, jamás te lo dije, pero llevas el nombre de la esposa de tu bisabuelo Eudes, Alessia Yorschike era su nombre.

El cuarto Eudes Jones Ritchie tendría una hija, que tenía que llamarse Alessia, sabes cuánto amé a tu padre. Jamás hice preguntas, me dijo que de tener un hijo (que no era probable) le llamaríamos Ivor. Solo lo entendí cuando conocí a el pequeño Harry y a la primera Alessia, ambos decíamos que el otro era un fantasma, y quizás era así.

Vivíamos en realidades distintas, nunca supe él porque, el temor de los últimos días no es a mi muerte. Es a dejarte sola, pero Harry y Alessia, dicen que no lo estarás, él es el ángel que me guiara hasta mi Jones. Me asegura que su padre, te cuidará y que serás feliz con él, pero para hacerlo, debía limpiar el sótano, por eso te lo pedí. Eras tu quien tenías que abrir esa puerta, cuando encontraras ese espejo.

Imagino que, si lees esto ya él está allí, si él está pleno contigo y son felices, como tu bisabuela y mi ángel me lo dijeron, rompe el espejo y quema el marco, junto con el Baúl. Eso sí primero debes abrir y sacar de allí un recuerdo que Eudes le dejo a su entrañable jefe.

Harry me pide siempre que le diga a su padre que no sufrió y que nunca le falló, estará a su lado, hasta el último día y le recibirá en el día que llegue a su encuentro con Dios.

Siempre te dije que jamás me lo creerías ¿Lo hubieras hecho?

No, sé que no.

Cuida a Ivor y sé feliz, porque si tú lo eres yo lo seré, donde sea que este.

Te ama, mamá.

Cerró el libro y del interior cayó una foto de un niño, al lado de suyo una mujer que sonreía. Se fue a su habitación se cubrió puso ropa adecuada y fue en búsqueda de Harry.

¡Harry! —gritó al ver que tiraría la cesta al interior de la tumba que ella había encontrado con su nombre — debemos quemarlo. — la miró sin entender, le mostró la foto y el pequeño diario, leyó la carta en silencio. Tiempo después miró la foto, pasaba sus dedos mientras sonreía.

— Mis dos grandes temores fueron, fallarle al pedir que él no existiera y que sufriera en ese incendio — le dijo luego de unos minutos — Eudes no me dijo nada, conocía a su esposa, pero estaba en lo del sepelio del Harry y a desaparición de Ava... tenia tus ojos.

— Ya te dio respuestas y hasta el nombre de nuestro hijo.

— Solo aquí soy Harry, allá me llamaban Ivor y yo lo odiaba — negó sonriente y ella se cruzó de brazos.

— Dead Ivor Harry ¿Qué es eso? — le dijo señalando la caja que tenía a un lado.

— Dicho de tus labios, suena hermoso, mi cielo... eso es. — abrió la caja y se la mostró.

— ¿Oro y estampillas? El oro lo entiendo, ¿Pero y esos papeles?

— El señor Coleman el padre de Cole, las colecciona y me dijo que estás son muy valiosas le debo el favor de que gracias a él podré casarme contigo... — estaba lleno de lodo, no solo su pantalón, también sus botas y camisa. Sacó un objeto pequeño de la caja y se arrodilló ante ella — sabía que iba a volver, aun así, me dije que si no ocurría encontrarías esta tumba, querrías darme un sepelio digno y encontrarías esto, con todo lo que hay en ella, quise que tuvieras el anillo de compromiso que jamás te pude dar. Alessia Ritchie, juro por mis muertos que te haré feliz, que viviré para amarte hasta el último de mis suspiros, que edificaré sobre estas tierras el palacio que mereces. ¿Quieres ser la esposa de este miserable que solo vive por y para ti?

— ¿Eres único sabes? —dijo al verle decir todo aquello y no pudo sentirme más dichosa de que el fuera suyo. — ya soy tu esposa, solo legalizaremos nuestras noches de pasión... si Harry, acepto ser tu esposa, ahora vamos a quemar eso.

Esa mañana, antes de iniciar el día, quemaron los restos del espejo, en el interior del baúl. Encontraron fotos de Eudes y de los hijos que tuvo después de que Harry desapareció. Con una sentida carta en donde decía que deberían agradecer todas las generaciones a Ivor Gibson por el regalo de su libertad laborar. También encontraron unas joyas, que Harry reconoció como de su esposa.

No quiso saber más sobre lo que ocurrió con los suyos, se casaron, quince días después en una ceremonia sencilla. Ese mismo día, John y Bianca renovaron sus votos y Coleman le pidió matrimonio a Cindy.

Mes y días después llegó al mundo Harry Gibson Ritchie, fue la alegría de la casa. Con su nacimiento, iniciaron la construcción de la casa nuevamente, tres años después con la casa en pie, dos hijos y otro en camino. Festejaban la culminación de la construcción, ese sería el último de sus hijos, dos niños y una niña. El padre de Cole, adoptó a Harry casi que como un hijo desde que este le dio las estampillas.

Eran continuamente, invitados a su casa, era una familia feliz. Harry se adaptó con cierta regularidad a la vida común, pero...

Los noticieros le seguían deprimiendo ...

Odiaba lo teléfonos, pues lo alejaban de su esposa, ella contestaba ese aparato y luego tenía que irse.

Sin importar cuan seguro estaba les temían a las noches, pero les permitían dormir abrazados, amenazó con comprar esposas, para así estar seguro que si se devolvía se la llevaría.

Su alma gemela nació en el siglo equivocado, por lo que encontrarse era una prioridad y siempre hay ángeles que ayudan a que eso suceda.

Jamás se volvió a ir....

Fin

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