A mí
Miro a mi alrededor y poco a poco me comienzo a tranquilizar. Solo a sido una pesadilla, no tengo de que preocuparme.
Sé que cuando me destape me moriré de frío porque ya tengo congelada la cara y eso que todo el resto de mi cuerpo está tapado. Busco por mi habitación una chaqueta que este mas o menos cerca, porque a pesar de ser pleno invierno, como siempre, duermo en tirantes, yo y mi inteligencia.
No veo ninguna, así que me levanto para coger una del armario, pero apenas rozo el suelo y me hielo. Sin creermelo bajo la cabeza y veo el suelo completamente congelado, ¿qué mierda a pasado aquí?
Alcanzó como puedo mis zapatillas con la mano e intento moverme por mi resbaladizo cuarto. Intento deslizarme hasta la puerta para ver cómo está el resto de mi casa. Joder, esto no tiene sentido.
Me agarró a la mesa para no caerme, sin embargo resulta inútil y mis nalgas se congelan al contacto con el hielo del suelo, no se que duele más, el golpe o el frío, pero estaré un tiempo sin sentarme agusto.
Al levantarme miro por la ventana, llueve. Me detengo en seco y me doy cuenta de que es imposible que haya una capa de hielo porque no había agua en el suelo que se haya podido congelar, y si está lloviendo es porque no hace suficiente frío.
Comienzo a sentir mis latidos en la frente e intento tragarme el nudo que se me ha hecho en la garganta ¡Joder tengo mucho miedo! Y de repente todo se vuelve claro, sin pensarlo dos veces me dirijo a la puerta, pero esta vez con gran decisión.
Esta vez el pasillo esta hecho de goma, siento como mis pies se hunden a mi paso y me pregunto por qué parece tan real ¿cómo se puede sentir tantísimo un sueño? ¿cómo se puede equivocar con la realidad? ¿cómo puede ser más nítido un sueño que la vida?
Decido que me da todo igual, me tumbo en el suelo y comiendo a rodar por un pasillo que cada vez se va haciendo más largo como si tuviera ocho años, me gusta. Quizás la solución a todo sería existir constantemente en este lugar, donde todo me da igual.
Por alguna razón un pensamiento atraviesa rápidamente mi mente, pero lo intento rechazar lo más rápido que puedo. ¡No! No voy a rodar hasta un cristal, no lo voy a hacer, no quiero hacerlo, No va a pasar.
Ahora veo muy borroso, realmente esto era muy real... Ya no siento nada, quizás una leve punción en el cráneo pero es casi imperceptible... Veo los afilados cristales clavados en mi piel, en mi cuerpo, veo sangre, mucha sangre, mi sangre, me veo, me siento, a mí, sin vida.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro