Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

9

Sentado con las rodillas recogidas, se encontraba Yoongi. Estaba solo en una sala, dónde había sido obligado a quedarse.

Tenía mucho miedo por todo lo que estaba pasando. Se sentía irreal e ilógico.

Dió un respingo cuando sintió la puerta abrirse, pero un alivio llenó su ser al ver a sus padres entrar a la sala.

Se puso de pie enseguida, lanzándose a los brazos de su madre. Por un momento, tuvo la esperanza de que sus padres lo sacarían de aquella ciudad y todo regresaría a la normalidad.

- ¡¿Qué?! Pero...¡Mamá! No, no puede ser...

- Yoongi, hijo por favor cálmate - le dijo Ly Shan mientras lloraba y lo tomaba de los brazos.

- ¿Cómo me pides eso? - Yoongi se soltó, alejándose unos pasos - No es posible que no se pueda hacer nada - sollozaba.

- Hijo, escúchame - habló Jourdan.- Tu madre y yo nos opusimos, tanto así que uno de los delegados de Giźycko estuvo aquí hace un momento a petición nuestra. Yoongi, esta situación es muy complicada. - Jourdan lo tomó de los hombros - El delegado mencionó que no hay nada que se pueda hacer para ir en contra de las leyes aquí.

- Papá, yo no soy un cambia formas, no tengo porque seguir las leyes de esta ciudad - Yoongi se sentía desesperado.

- Le dijimos eso Yoongi, eso y muchas otras razones más por las que no estábamos de acuerdo con esto, pero, en este mundo lo que está sucediendo es legal. - respondió Ly Shan.

- No, no, mamá por favor tiene que haber una manera de impedir que ese cambia formas me atrape en esta ciudad. Él dice que soy su pareja, pero eso es imposible debe de estar equivocado.

Ly Shan negó. - Si tan solo fuera así, lo haría más fácil. En este tipo de cosas no hay equivocación Yoongi. - mencionó llorando.

- No quiero mamá, no quiero, ¿Cómo puede ser que sea obligado a esto?. Yo debo regresar a Corea, debemos regresar a nuestras vidas. - Yoongi llevó las manos a su cara, cubriendo sus llorosos ojos.

- Lo intentamos hijo, te lo juro. - dijo Jourdan - El delegado dijo que si hubieras sido menor de edad tendríamos una ventaja y fuera una ayuda para poder sacarte de Bystry, pero no es así. Además, el hecho de que él cambia formas que te ha reclamado como su pareja es de alto rango aquí, lo hace más difícil, por no decir imposible de anular.

- ¿Reclamado? ¡¿Reclamado?! - gritó Yoongi. - ¡Yo no soy un objeto que se pueda reclamar!

- Mi Yoongi, así lo dicen en este mundo. - respondió Ly Shan. - Ese cambia formas Park Jimin lo ha hecho, te ha reclamado como su pareja y ahora, tiene derecho sobre ti.

- ¡No! ¡No! Tiene que haber algo que se pueda hacer, no es justo. - Yoongi les dió la espalda. - Esto es mi culpa, si no hubiera venido a la frontera no estaría en este problema, lo siento mucho.

Ly Shan lo abrazó por los hombros.- Mi amor, esto no es tu culpa, ninguno de nosotros hubiera imaginado algo así.

- Si tan solo no hubiéramos venido a Polonia... - susurró Jourdan.

- Jourdan, por favor... - le advirtió Ly Shan.

- Lo siento Ly Shan, pero no puedo evitar sentirme mal o culpable. Soy su padre y no puedo hacer nada.

- También me siento así, pero echarnos la culpa no resolverá nada.

- Por favor paren. - Yoongi se alejó del abrazo de su madre, sorbiendo su nariz. - Papá, yo estaba muy emocionado por venir a Polonia. Venir aquí de vacaciones es algo común que hubiéramos hecho en cualquier momento. Eso no tiene la culpa. Cómo dije, yo no debí haberme acercado...Nada de esto es justo.

- Mi niño... - susurró Ly Shan, pero fue interrumpida cuando se abrió la puerta.

Yoongi retrocedió negando, al ver a la persona que lo quería prácticamente aprisionar en Bystry.

- No, por favor, déjame en paz, no tengo porque ir contigo... - sollozó Yoongi.

Jimin suspiró, manteniendo su seriedad, pero en su interior le dolía ver a su alma gemela de esa manera, además de tener que comportarse firme y serio con él.

- Seguiremos hablando de eso con más calma y la cabeza fría Yoongi, pero no aquí, debemos irnos. - dijo con voz serena.

- ¡No lo haré! ¡No quiero! - Yoongi se abrazó a su padre, apartando la mirada de Jimin.

Jourdan miró a Jimin con mucho odio e impotencia. - Esto no se quedará así joven Park. Con mi esposa haremos lo posible por sacar a nuestro hijo de esta ciudad.

- Está en toda la libertad tratar de hacerlo señor Min, de mi parte le aseguro que su hijo tendrá una buena vida aquí, yo me encargaré de eso.

Yoongi se aferró aún más al cuerpo de su padre, llorando en su pecho. Ly Shan lo tomó de los hombros, alejándolo de su padre en contra de su voluntad. - Mi niño, escúchame, como dijo tu padre, vamos a ser lo posible por ayudarte, pero mientras eso pasa tienes que ser fuerte y valiente el tiempo que estés aquí.

Las mejillas y nariz sonrojadas de Yoongi, más su pucherito al sollozar, desesperaban a Jimin, quien ansiaba tenerlo entre sus brazos y mencionarle que no tenía porque preocuparse.

- No se vayan...

- Bebé no podemos quedarnos aquí, tenemos que regresar a Corea y conseguir un abogado de nuestro país - le dijo Jourdan para después mirar a Jimin. - Espero que cumpla su palabra y mi hijo no sufra algún daño en esta ciudad donde no hay ningún humano.

- Yo siempre cuidaré de mi alma gemela. - Jimin se terminó de acercar a Yoongi, y lo tomó de los brazos, tratando de no poner mucha fuerza. Sin poder hacer más nada, Yoongi se dejó apartar de sus padres, pero al instante se soltó del agarre de Jimin.

- No me toques - le dijo a Jimin, pero sin verlo a la cara. - No quiero que me pongas una mano encima. Me vas a tener aquí, pero contra mi voluntad. - dió una última mirada a sus padres. - Vuelvan por mi, por favor. Los amo.

- Nosotros te amamos a ti mi niño. Esperanos. - respondió su padre Jourdan.

Sin resistir más aquello, Yoongi apartó la mirada y la dirigió hacia la puerta. Jimin les dió una venia a los padres de Yoongi.

- Cuidense, señores Min. - los padres de Yoongi no le respondieron, solo lo quedaron viendo con profundo odio.

Haciéndole una seña, Jimin le indicó a Yoongi que saliera y este así lo hizo.

Al salir de aquel edificio, Yoongi iba con la cabeza gacha, por lo que no se fijó como era el exterior de donde estaba, y tampoco le importó el auto en el que se subió, seguido de Jimin.

Con su cara pegada al vidrio del auto y el cuerpo casi hecho bolita, alejado lo más posible de Jimin, Yoongi pasó el recorrido. 

Jimin lo miraba intercaladamente mientras conducía. Prefirió mantener el silencio, ya que no quería tener otra discusión, aunque estaba conciente que es eso es lo que iba a suceder al llegar.

Muchas preguntas pasaban por la mente de Jimin, pero la principal era, ¿Cómo es que un humano era su pareja? ¿Desde cuándo eso era posible? Sí o si necesitaba encontrar las respuestas a sus dudas, pero por ahora tenía que saber sobrellevar la situación con su pareja.

Yoongi ya no sollozaba, pero Jimin sabía que seguía llorando en silencio. Las lágrimas de este rodaban por sus mejillas, cayendo en el pecho de su suéter. Aquello tenía muy desesperado a Jimin, quien tenía miedo de que su puma tomara otra vez el control, y terminara gritándole o asustando a su chico.

Después de varios minutos, ya estaban en el centro de la ciudad, dónde se situaba la casa de Jimin, quien llevaba viviendo un tiempo en la del alfa lider, pero obviamente al haber encontrado a su pareja comenzaría a ocupar la suya, y convivir con Yoongi.

Antes de llegar, Jimin había hecho una llamada a la persona encargada de limpieza en su casa, avisándole que tenía que tener todo listo. El alfa JungWoon le concedió el permiso necesario para tratar esta situación.

Cuando el auto se detuvo, Yoongi comenzó a llorar aún más. El cuerpo le temblaba, y no quería bajar de aquel auto. No sabía dónde estaba ni a donde iba a entrar.

El lugar se veía muy citadino y superficialmente como cualquier ciudadela común de Polonia o de su país Corea. Pero tenía muy en cuenta que no era así.

Dio un respingo cuando la puerta de su lado se abrió, estando Jimin parado frente a él.

- Por favor Yoongi, ven conmigo. Entremos y hablemos calmados.

Furioso e impotente, Yoongi salió del auto, con sus piernas temblando, y sin tener la valentía de mirar a su alrededor por más tiempo.

- No quiero que me hables, y no quiero saber nada de este lugar. - mencionó, sin dirigirle la mirada. - Estoy obligado a estar de prisionero aquí, pero nadie me va a obligar a escucharte.

El corazón anhelante de Jimin se sentía dolido y pisoteado. Su alma gemela, la persona que tanto había querido encontrar, le decía palabras hirientes, y no quería tenerlo cerca.

- Si o si tendrás que escucharme Yoongi, deseo explicarte mejor todo esto.

Haciendo un esfuerzo, Yoongi levantó la mirada hacia Jimin. - Haz lo que se te dé la gana, no me interesa. - susurró.

Jimin dió un suspiró, alzando un poco las cejas. - Entremos. - Estuvo a punto de tocar el hombro de Yoongi, pero se contuvo. Le hizo una seña para que avanzará, y Yoongi lo hizo.

Haciendo su cabello para atrás, Jimin rogó a la luna que por favor lo ayudará a entender porque su alma gemela tuvo que ser un humano que lo rechazaría, y si el hecho de que fuera tan hermoso era una especie de prueba a su cordura.




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro