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Decir que no estaba ansioso o inclusive nervioso era mentir.
- Jimin... - JungWoon lo sostuvo del brazo antes de que entrara. - ...solo controla a tu beta. Él sigue siendo un humano y no comprende nada de esto.
Jimin asintió.- Lo sé, ahora solo quiero verlo y hablar con él.
El brazo de este fue soltado. JungWoon le dio una última mirada y se retiró. Sin esperar más, Jimin entró a la sala.
Una curiosa y asustada mirada chocó con la suya. Yoongi apretó el filo de la silla, retrocediendo unos pasos.
Su alma gemela le tenía miedo. Jimin tenía que arreglar rápidamente eso.
- Hola, Yoongi. - le sonrió sutilmente. - Me presento, mi nombre es Park Jimin, soy un beta, líder de mi jerarquía aquí en Bystry. Lamento lo ocurrido hace un rato, no era mi intención asustarte. Lo siento.
- D-De acuerdo... - respondió Yoongi en voz baja.
Las manos de Jimin temblaban y se abrían y cerraban, ansiosas por tocar a su alma gemela. Sentir que era real, y que no era imaginación.
Su pareja destinada por fin tenía apariencia. Y una muy hermosa debía decir. Su piel se veía muy tersa y pulcra, su curioso look en el cabello solo lo hacía más intrigante y precioso. Sus rasgados ojos, como los de un pequeño puma, lo hipnotizaban, su baja estatura solo lo hacía lucir vulnerable y tierno... ¡Era una eminencia!
- Le agradeceré cada día a la luna por este regalo... - susurró para si, pero Yoongi logró escucharlo.
- ¿Qué? Yo no...yo no soy ningún regalo. El señor Jeon me contó eso de las almas gemelas o lo que sea, pero tienes que estar confundido...
Jimin se acercó a Yoongi, haciendo que retrocediera con pánico, chocando con la pared. Jimin solo quedó a una pequeña distancia de él.
- No hay ninguna confusión, puedo sentir claramente tu aroma - una mano de Jimin subió, tocando sutilmente la punta azulada del cabello de Yoongi. - Rosas y caramelo, es...es delicioso.
Yoongi se apartó de Jimin, empujándolo levemente.
- Yo no soy tu pareja ni nada de eso. Si puedes sentir mi aroma no es mi culpa, yo no tengo nada que ver con su mundo, se lo dije al señor Jeon.
Jimin ya presentía que no sería nada fácil, desde el simple hecho de que Yoongi era un humano, y obviamente no comprendería el asunto de las almas gemelas con una simple explicación.
- Yoongi...la luna te ha escogido como la persona que merece mi amor, eso va más allá de que especie seas. - Los ojos de Jimin brillaron ilusionados al contemplar los ojitos curiosos de su pareja. - He estado esperando por ti desde que me presenté como beta, he soñado con conocerte cada noche. La luna por fin te trajo hacia mi.
- ¡Te dije que no es así! ¡Yo no soy tu pareja entiendelo! ¡Ni siquiera me conoces, ¿cómo puedes decir que merezco tu amor?!
A estas estancias Yoongi estaba más que desesperado. Quería volver con sus primos, y salir de Bystry de una vez.
- ¡Esto es algo que se siente de manera indescriptible! - Jimin se acercó otra vez a él, tomándolo de los hombros. - La luna jamás se equivoca al asignar a tu pareja, Yoongi...se que es difícil de entender para ti, yo seré paciente y te explicaré de todas maneras posibles...
- ¡No quiero me expliques nada! ¡Ya te lo dije! - Yoongi se soltó del agarre de Jimin. - ¡No me importa lo que supuestamente decidió la luna! Esta vez sí se equivocó, yo no soy nada para ti ni tu para mi. Así que deja de insistir en eso por favor.
Aquellas palabras le habían afectado mucho a Jimin. Su beta se sentía dolido ante lo que decía su pareja. "Yo no soy nada para ti, ni tu para mi".
Jimin negó, conteniendo su impotencia. - Sé que lo comprenderás en algún momento, Yoongi...
- No habrá ningún momento, por favor ya basta...- Yoongi comenzó a llorar, por el estrés de todo esto. - ...en unos días regresaré a mi vida en Corea y no volveré a este lugar nunca.¿Lo ves? No somos destinados ni nada de lo que mencionas.
¿Su alma gemela se iría? "No volveré nunca a este lugar", aquello se repetía en su cabeza. ¡Por supuesto que no! ¡No podría permitir algo así! Había esperado tanto a su pareja, que jamás se perdonaría perderlo o que se alejara de él.
- Eso no pasará Yoongi. Aunque no lo quieras aceptar, eres mi pareja, nada cambiará eso. - la expresión de Jimin se volvió más seria, lo cual asustó a Yoongi. Jimin era alto, con un cuerpo fornido, un feroz puma, jamás tendría oportunidad contra él. - No dejaré que mi pareja se vaya de mi lado.
- ¿Qué? ¡No puedes obligarme a estar contigo, eso es psicópata!
Jimin sonrió de lado al escuchar esa locura. Los humanos lo veían de esa manera claro.
- Con el tiempo entenderás que no es así Yoongi, pero sea el tiempo que tome, sigues siendo mi pareja y no te irás de mi lado.
- ¡Estás loco! - Yoongi se alejó mucho más de Jimin. - ¡No puedes obligarme! - Las lágrimas mojaron las mejillas de Yoongi, lo cual removió la sensibilidad de Jimin, quien no quería ver llorar a su alma gemela. - ¡Nadie me puede obligar a quedarme contigo!
A Jimin le dolía ver a Yoongi así, pero lo había esperado tanto que jamás dejaría que se fuera lejos de él, no lo soportaría. La negativa de Yoongi pasaría, y la conexión de ambos sería como debía ser: Única e inquebrantable.
- No hubiera querido que nuestro encuentro fuera de esta manera, ni llegar a estos términos, pero no dejaré que te vayas Yoongi. Eso no va a pasar. - Jimin se acercó otra vez a Yoongi, tomándolo del brazo y acercandolo.
- ¡No tienes ningún derecho! - Yoongi quiso empujarlo, pero no pudo.
- ¡ERES MÍO! ¡TENGO TODO EL DERECHO! - los ojos de Jimin eran amarillos. Su beta estaba furioso por el rechazo de su pareja. La profunda y ronca voz de Jimin, encogió a Yoongi, haciéndolo temblar. - Tu vida será conmigo de ahora en adelante...
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