Buenas intenciones - Parte 8 (por Braswe)

Todos me llaman jefe tan solo porque fui el primero que empezó a dar órdenes cuando el auxilio de la capital se fue y el fuego se descontroló. Algo había que hacer, el miedo nos inundó a todos por igual y en ese momento, de mi boca salió lo primero que pasó por mi mente para intentar detener aquel desastre. Viendo lo que hemos logrado hasta el momento me pregunto si simplemente debí haber cerrado mi boca y dejar que otra persona tomara las decisiones.

Ha pasado casi una semana, o tal vez más y no hemos podido apagar el incendio, mucho menos detenerlo. Teniendo en cuenta eso, es la primera vez que veo a Derve emocionado desde que comenzamos nuestra lucha contra la naturaleza. Llegó anoche trayendo a los tres bomberos que habían ido a descansar al nuevo campamento y realmente se podía notar el cambio en ellos, no sólo por sus fuerzas renovadas sino también su estado de ánimo era distinto.

Ahora estábamos en camino hacia el sur, llevando consigo otro par de personas que descansarían protegidos por la tranquilidad que otorgaba la distancia de las llamas. Allí se encontraba Beziel, esperándonos con el desayuno listo. Fue recién en ese instante que supe del por qué la corta visita a este lugar había cambiado el espíritu de los hombres. La comida caliente, un lugar de reposo, eran pequeñeces que nos recordaban lo que intentábamos proteger con tanta desesperación, y a su vez nos permitía olvidarnos momentáneamente de las hambrientas llamas que se abrían paso hacia nuestro hogar.

Nuestros compañeros una vez que terminamos de comer se quedaron conversando con la mujer mientras Derve y yo fuimos en la camioneta en dirección hacia donde estaba Vitina trabajando. Él me decía que no iba a creer lo que vería una vez llegáramos, pero de repente se detuvo y se bajó del vehículo. Yo observaba por la ventanilla, sólo veía un pequeño montículo de tierra al norte cerca de nosotros pero nada más.

Continuamos avanzando unos metros más cuando el cambió levemente de dirección para luego detenerse e indicó que habíamos llegado. Sólo podía observar el terreno sin llegar a comprender nada. Derve me había comentado que esta mujer era una ciudadana reciente de Maikut, una extranjera en otras palabras. ¿Acaso ella tenía conocimientos sobre cómo combatir un fuego de estas características?

-"Te dije que no necesitaba ayuda, por ahora al menos."- oí que le decía a mi compañero. Vitina tenía el rostro cubierto de polvo y su cabello oscuro no podía ocultar tampoco los claros signos de suciedad a causa de la tierra -"¿Y tú no deberías estar trabajando o descansando en vez de holgazanear por aquí?"- evidentemente se refería a mí. Había aprovechado nuestra llegada para interrumpir su tarea un momento.

-"Derve quiso que viera en lo que estabas trabajando pero no entiendo qué es."- respondí ante su pregunta, la cual había dicho más en un tono amigable que de reproche.

-"Es un camino para unir la ayuda con una oportunidad."- no comprendí sus palabras y ella continuó: -"Será nuestra última línea de defensa, ya que aquí pararemos el fuego... en teoría."-

Era la primera vez que podíamos hacernos la imagen de nosotros deteniendo efectivamente el incendio. Sí, "en teoría" dijo ella, como avisándonos que podía fallar. Pero aún así no podíamos negar la posibilidad de que podríamos tener éxito, aunque tan sólo fuera por mera suerte.

Vitina se encontraba por debajo nuestro, estaba cavando una especie de canal que le llegaba por sobre las rodillas y era lo suficientemente ancho como para que tres o cuatro personas avanzaran juntas en su interior. Había estado trabajando en soledad sin siquiera pedir ayuda, ¿por qué? ¿Para no darnos falsas esperanzas? Pero mi cabeza fue hacia un detalle en sus palabras, lo había llamado camino, y le pregunté la razón.

-"Existe una pequeña cosa, es una tontería, pero es muy útil si lo aprendes a hacer y a emplear, así sea en un nivel bien básico. Se llama mapa."- ¿qué tenía que ver aquello con mi pregunta? No lo sé, pero esta mujer ya había regresado a su trabajo y se encontraba quitando tierra del canal mientras conversaba con nosotros. -"Hacia el oeste se encuentra el cauce de un río, este camino va hacer circular sus aguas hacia la ruta."-

Llevé mi vista hacia el oeste, pero no podía ver nada de lo que hablaba. -"Lo sabrías si tuvieras un mapa."- comentó al notar que miraba en aquella dirección. -"Lo vi, pero no está tan cerca, por eso necesito un poco de tiempo para llegar a él."- le dije que si traía más gente podríamos finalizar antes el canal, pero su reacción fue determinante. -"¡Por supuesto que no! El trabajo que están haciendo es muy importante."- aquellas palabras calaron muy hondo en mí. -"Si no fuera por ustedes, el fuego ya habría llegado a Vijad. Y si en este momento ustedes decidieran venir a ayudar aquí, tendríamos el incendio encima antes de poder finalizar."-

-"¿Cuánto tiempo precisas?"- ella sonrió al escuchar esa pregunta, sabía que yo había entendido el peso de nuestra labor.

-"Incluso si sólo son cinco minutos extras, harán una gran diferencia."-

Nos despedimos dejándola continuar con su trabajo y con Derve caminamos un poco recorriendo el canal observándolo con detalle. Sobre el borde sur noté que Vitina depositaba la tierra que iba sacando de su paso, eran los montículos que había visto antes y que formaban una especie de muro. Mientras que en la orilla opuesta había estado quitando los arbustos.

Finalmente regresamos al campamento. Nuestros compañeros ya estaban durmiendo y Beziel se encontraba armando más almohadas, a la vez que preparaba algo de comida para que lleváramos al momento de partir hacia el frente del incendio. Me encontré sonriendo en aquel ambiente cuando sentí muy dentro mío que por fin había una posibilidad ante nosotros de poder salvar nuestro hogar.