
17. Mighty Morphin Power Rangers
Mighty Morphin Power Rangers es la primera entrega de la franquicia Power Rangers, producida por Saban Brands, Toei Animation y Sega en colaboración con Hasbro; constó de 145 episodios divididos en tres temporadas emitidas entre 1993 y 1995, más un especial de una hora titulado Once & Always emitido en 2023 por Netflix, en homenaje al 30 aniversario de la franquicia. La serie toma parte del metraje original de la franquicia japonesa Super Sentai, manteniendo las escenas de lucha pero regrabando la historia con actores americanos. La trama empieza cuando unos astronautas liberan por error a la bruja alienígena Rita Repulsa, quien decide completar su labor de conquistar la Tierra; Zordon, un antiguo hechicero, ordena a su asistente robot Alpha que convoque a cinco adolescentes con actitud para convertirse en los Power Rangers, unos guerreros con el poder de los antiguos dinosaurios que deberán luchar contra Rita y su ejército para defender el planeta. Ellos son Jason, Trini, Billy, Kimberly, Zack y más tarde Tommy, quien se les une como el sexto ranger.
Los alumnos de Hogwarts siempre aguardaban con entusiasmo las visitas a Hogsmeade. No importaba que fueran estudiantes mayores de séptimo año y hubieran hecho aquella excursión muchas veces, la oportunidad de salir del castillo para visitar el hermoso pueblo mágico vecino siempre era bienvenida; allí abundaban los negocios mágicos y eran libres de recorrer todo como mejor les pareciera, ya fuera comprando, paseando por la plaza central u observando los sitios históricos y los ocasionales espectáculos ambulantes. Además podían reunirse con sus amigos de otras casas sin problemas, ya que dentro del castillo podía ser complicado a veces.
-Sin mencionar que es nuestro último año- apuntó Zack mientras se frotaba las manos para entrar en calor.-Si no aprovechamos ahora, quizás nunca más volvamos a caminar juntos por Hogsmeade.
-Eso es parcialmente incorrecto, como alumnos graduados tendríamos la oportunidad de volver si quisiéramos- retrucó Billy.-Aunque te concedo que no sería lo mismo.
-¿Por qué hablan de la graduación ahora? Eso es triste, ¡mejor vayamos de compras para aprovechar el día!
-Kimberly, ¿no has ido de compras lo suficiente la última vez? Nuestra sala común todavía huele a rosas desde que compraste todos aquellos sombreros perfumados-objetó Tommy para diversión de los demás, quienes podían imaginarse la situación perfectamente: Kimberly nunca se perdía una rebaja en las tiendas, y en su última visita a Hogsmeade había adquirido varios sombreros de bruja muy bellos pero excesivamente perfumados. La aludida no se avergonzó al respecto, y muy por el contrario le respondió:
-Hablaba de ir a comprar golosinas en Honeydukes, chico listo. Hay muchos chocolates de invierno que nos vendrían bien para contrarrestar el frío, ¿no oíste lo que dijo el profesor Zordon sobre la importancia de conservar la energía?
-Buena idea, vayamos a Honeydukes y luego a la taberna de Ernie a beber unas cervezas de manteca- intervino Trini tomando del brazo a su amiga para zanjar la discusión.-¡El último en llegar paga la primera ronda!
Los adultos del pueblo estaban acostumbrados a los estudiantes que iban en grupo por sus calles, pero aquel grupo en particular siempre era el más llamativo. Estaba Jason, que era de Gryffindor, Billy, que era de Ravenclaw, Trini y Zack que eran de Hufflepuff, y Tommy y Kimberly que eran de Slytherin. Los seis eran inseparables y estaba claro que se adoraban, porque de lo contrario no hubieran permanecido unidos a lo largo de los muchos años que llevaban asistiendo a Hogwarts.
Jason era el líder del grupo, por decirlo de algún modo: el mejor de su clase en Defensa Contra las Artes Oscuras y un excelente buscador para su equipo de Quidditch. Billy era el cerebro del grupo, prefecto y premio anual además de asistente de varios profesores, era sin duda el tipo de chico brillante que lograría cualquier cosa que se propusiera en el mundo de la magia. Trini era la calma del grupo y muchas veces la mediadora cuando surgían discusiones, ya que sabía lidiar con los problemas ajenos sin perder la cabeza. Zack era la alegría del grupo y siempre estaba ideando formas de divertirse y de animar el ambiente, lo que los demás valoraban en ese último año donde a veces les ganaba la melancolía. Kimberly era la belleza del grupo, una chica tan radiante y femenina que a veces era subestimada por eso, pero que sus amigos sabían valorar por su gran generosidad y gentileza con todos. Y Tommy, quien había sido transferido de la escuela Ilvermorny en su tercer año, era el pilar del grupo, el más sereno y quien sabía llevar las cosas cuando todos los demás se enfurruñaban o no veían la salida. Todos ellos compartían un vínculo tan grande que estaban seguros que perduraría por siempre, no importaba cuántos años pasaran.
-Vaya, vaya, ¡pero si son el equipo dinamita!- exclamó Bulk, un chico de séptimo año de Slytherin, al verlos llegar a Honeydukes un rato más tarde.-Me preguntaba cuándo llegarían por cierto. ¡Oye, Skull! Mira quienes vinieron, los…
-Oh, cállate de una vez- lo interrumpió Kimberly con una sonrisa amable y completamente peligrosa.-No quieres causar problemas como la última vez, ¿verdad?
-No… no sé de qué hablas…
-¡Claro que lo sabes, amigo, fue cuando ella te pateó el trasero en la última clase de Transformaciones por reírte de su trabajo! ¿No lo recuerdas? Teníamos que transformar una moneda de oro en una de plata y tú dijiste que su moneda se veía deforme como la caca de un pterodáctilo…
-¡Skull, cierra la boca, ya no digas más nada por favor!
El grupo se rió de la forma atolondrada en que Bulk y Skull se perdieron entre los demás clientes, y luego procedieron a hacer lo mismo. En aquella enorme tienda de golosinas era imposible aburrirse, porque tenían cientos de cosas y solo para elegir se tardaba media hora al menos. Tommy compró chocolates de invierno y luego dudó ante una pila de helados levitadores en caja, porque no estaba seguro que a Kat le gustaran.
-Le gustarán- dijo Jason por él al pasar a su lado y verlo con la caja en la mano.-Créeme, la conozco y la veo comerse uno de esos muy seguido en la sala común de Gryffindor.
Tommy, aunque algo sonrojado, agradeció el consejo y eligió dos cajas de helado levitador de chocolate para regalarle a su novia Katherine, quien no había podido ir al pueblo por encontrarse muy resfriada. Mientras tanto Kimberly y Trini elegían plumas de azúcar y chocolates en forma de corazón, Zack discutía con unos chicos de sexto sobre quién tenía más derecho sobre la última caja especial de ranas de chocolate extra grandes y Billy hacía la fila para pagar; todos se reunieron recién a la salida con los bolsillos más vacíos pero las manos llenas de bolsitas con golosinas, riendo por la forma en que Skull se había patinado sobre un refresco derramado. Quizás fuera mezquino de su parte, pero Skull hubiera hecho lo mismo de haber sido uno de ellos el distraído.
-La probabilidad de resbalar y sufrir una lesión de gravedad es aproximadamente del 40% en superficies como el piso de Honeydukes, que a su vez tiene una alta probabilidad de contener partículas pegajosas provenientes de los múltiples productos en base a azúcares que venden. Así que, en teoría, Skull no estuvo nunca en peligro ya que una probabilidad inferior al 50% puede descartarse y solucionarse con facilidad.
-¿Qué cosa?- preguntó Zack sin entender ni una palabra de lo dicho por Billy, haciendo que Trini tuviera que intervenir mientras evitaba reírse:
-Que Skull tuvo suerte de solo haberse tropezado y no roto la nariz y varios huesos por haber volcado su propio refresco en el piso. Oigan, ¿sí vamos a ir a lo de Ernie o no, eh? Yo quiero tomar al menos una cerveza de manteca.
-Yo también, así que digo que vamos- aceptó Jason.-Ernie es muy buen tipo y me gusta conversar con él.
-Para la próxima salida a Hogsmesde estaremos demasiado ocupados estudiando para los EXTASIS y no podremos venir- observó Tommy en silencio. Todos pensaron en eso rápido, porque no querían sentir que el tiempo se estaba pasando tan rápido.
-Vamos entonces, antes que las mejores mesas se ocupen. Y ya no pongan esas caras largas, ¡no hay motivo!- intervino Zack.-Es un día muy bonito a pesar del frío. ¡Hay que aprovecharlo al máximo!
-A la vuelta quiero pasar por esa pequeña librería para llevar un recuerdo- apuntó Billy.
-Y yo por la tienda de la modista… no me veas así, Tommy, esta vez solo quiero unos pañuelos bordados. Sin perfume.
Las risas volvieron a hacerse eco entre ellos y pronto la melancolía quedó atrás, como debía ser. No importaba si las cosas no volvían a ser iguales ahora que estaban llegando al final de su camino en Hogwarts, siempre serían amigos y estarían juntos. Nada podía cambiar eso.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro