Capítulo 5: La Cacería
/Narra el autor/
Todos los Haddocks estaban en movimiento y cada uno de ellos querían cumplir el reto. Lobo y Espadachín se movían entre las personas con mucha facilidad y agilidad, los hermanos iban a lugares oscuros y poco concurrido para probar suerte, y el grupo de tres caminaban por la ciudad para conocerla un poco más y de paso se asombraban de las maravillas del futuro. Cada uno de ellos cazaban a su propio ritmo y a su manera, pero sobretodo, se divertían.
El grupo de tres iban viendo las tiendas, máquinas, construcciones y las modas que eran populares en esa época. Estaban asombrados y cuanto más avanzaban, más se asombraban.
Zephyr caminaba sin ver al frente, distraída por todo lo que la rodeaba, hasta que chocó con una mujer rubia, quién caminaba con dos niños a su lado. La chica intentó ayudar a la mujer a levantarse y a levantar sus cosas. La mujer agradeció y cuando ambas se vieron detenidamente, quedaron sin palabras y estuvieron en shock durante varios segundos.
Zephyr: Ma- ¿Mamá?
La mujer vio a la chica y de inmediato vio a su hija. Notó que ambas se parecían mucho y esto la alteró un poco. Tratando de mantener la calma, trató de responder de la forma mas delicada posible.
???: Lo lamento, no soy tu madre. Quizás me confundio con alguien. Si me disculpas, debo irme. Vamonos, Zephyr, Nuffink.
La mujer se llevó a sus hijos sin mirar hacia atras y actuó con tal frialdad hacia la chica. Esta frialdad hizo que Zephyr sintiera una gran presión en el pecho.
Hiccan y Neitan vieron todo lo ocurrido y también se sintieron raros. Trataron de consolar a Zephyr pero ella no reaccionaba. Lo único que pudieron hacer fue llevarla lejos de la multitud para ayudarla y esperar a que se recuperara. Al principio funcionó hasta que se dieron cuenta de que terminaron en una situación un tanto peculiar. En un callejón oscuro, aislado de la multitud de gente, entre edificios altos y grotescos, había un grupo de personas que con herramientas extrañas y tenían la cara totalmente cubierta. Inmediatamente los chicos sospecharon y trataron de irse pero los sujetos los apuntaron con sus armas. Al parecer los chicos se encontraban detras de una joyeria y unos ladrones estaban a punto de asaltarla pero las cosas no resultaron como querían.
Los chicos no sabían que era un arma de fuego ni lo que podían hacer o como se veían. Ellos ignoraban completamente el peligro del mundo moderno y la crueldad de este.
Uno de los ladrones, mientras apuntaba su arma contra Zephyr, fue hacia ella e intentó capturarla. Hiccan, veía esta escena y cada paso que daba el ladrón, aceleraba más y más su corazón y sentía que todo se volvía cada vez más lento. Ella estaba muy asustada y sentía el cuerpo pesado, pero por alguna razón, muy dentro suyo sentía la necesidad de protegerla. Su cuerpo reaccionó sin que ella pudiera pensar y agarró un cilindro de metal muy fino, corrió hacia el ladrón y lo golpeó en las manos y luego en la cara. El ladrón quedó inconsciente pero sus compañeros, quienes estaban detrás de él, no dudaron en abrir fuego. Por instinto, los dos Haddocks agarraron a la niña de ojos azules y la llevaron hacia atras de un contenedor de basura, allí los tres se refugiaron de las balas de los sujetos y estos, a medida que disparaban, avanzaron hasta estar a poco metros de sus objetivos. Neitan reaccionó y de sus manos sacó una bola de fuego y la arrojó al suelo para crear un muro de fuego. Sus enemigos retrocedieron unos instantes y fue ahí cuando Hiccan vio una avertura y trató de aprovecharla para huir pero uno de los ladrones logro disparar a tiempo y la hirió en el hombro derecho. Hiccan cayó al suelo mientras gritaba de dolor y salía sangre de su hombro. Por alguna razón, Zephyr reaccionó y encontró un bate de beisbol y lo usó para noquear a varios de los ladrones. Tres de ellos todavía quedaban e iban a matar a Zephyr, pero Nietan actuó con rapidez y lanzó varias bolas de fuego, haciendo que los ladrones cayeran y sus armas se derritieran.
Una vez que todo terminó, los chicos inmobilizaron a los ladrones y trataron la herida de Hiccan. Justo en ese momento, Dracomano bajó y los Haddocks quedaron sorprendidos.
Hiccan: ¿Nos estabas viendo?
H. Dracomano: Por supuesto. Los estamos vigilando para que no se vayan muy lejos y para hacer el conteo. Ahora ¿Cómo dividirán sus puntos?
En total había nueve ladrones y los chicos decidieron repartirse tres para cada uno. Una vez que el Dracomano anotó los puntos, se acercó a Hiccan, saco unas garras afiladas y con ellas le quitó la bala que tenía acrustada. A Hiccan le dolió hasta que finalmente la bala estaba afuera, y cuando vio su hombro, notó que había un poco de hielo en la herida.
H. Dracomano: Tranquila, no dejara cicatriz, no con este hielo. Te recomiendo hacer movimientos ligeros, y a los tres les recomiendo apurarse, el tiempo se esta terminando.
Luego de eso, él se fue volando llevando a los dragones dejando a los otros en shock. Todavía no se habían acostumbrado a todo lo que estaban pasando y sin embargo no habían enloquecido, no aún.
Mientras tanto, lobo olía todo lo que lo rodeaba. Al principio quedo fascinado por tantos exquisitos olores de comida que para él era desconocido, hasta que pudo escuchar un grito. Fue a investigar lo que había causado aquel grito y vio como alguien quiso lastimar a una chica. Se convirtió en un gran lobo y asustó al atacante haciendo que corriera, se resbalara, cayera y quedara inconsciente. La chica también se asusto y se fue lo más rápido que pudo de allí. Al poco tiempo, Dracomano bajó, anotó sus puntos y luego de explicarle un poco mejor las reglas, se fue. Lobo simplemente dejó el lugar y fue a buscar a otro criminal ya que su objetivo era el premio especial, pensando que este lo llevaría a su hogar.
Los gemelos, al igual que los demás, estaban buscando a criminales y terminaron, sin saber como, en medio de una base de operaciones de mafiosos. Los gemelos se vieron, sonrieron y sin perder más tiempo, pelearon contra todos los enemigos que estaban a su alcance. Al cabo de unos minutos, los gemelos habían derrotado a todos sus oponentes. Dragon Man apareció y anotó sus puntos.
El espadachín, a diferencia de los demás, no buscaba criminales, simplemente caminaba sin tener un rumbo fijo. Al principio sí buscaba objetivos pero luego se cansó. El caminaba mientras añoraba su hogar y a su familia. Este paseo tuvo algo inesperado y fue un ladrón que intentaba escapar luego de robarle la cartera a una mujer, pero el Haddock lo hizo tropezar. Siguió caminando sin prestarle atención a nada cuando se topó con un hombre armado que intentaba asesinar a otro. El simplemente desenvaino su espada y desarmo al hombre armado. Continuó caminando hasta que se topó con un sujeto con una bomba oculta en su pecho e inmediatamente lo noqueó. Cosas similares ocurrieron hasta que terminó la hora. El chico hubiera continuado su camino pero alguien lo detuvo, era Valkiria.
H. Valkiria: Veo que disfrutaste del paseo. Volvamos a la base para ver que tal estuviste y que tal estuvieron todos.
Cuando todos estuvieron devuelta en la base, todos se veían con una gran seriedad. Durante su hora de cacería, todos estuvieron cazando criminales y sospechosos. Los gemelos se metían en cualquier tipo de problemas. Lobo usaba sus sentidos para buscar cualquier cosa que le pareciera sospechoso. Espadachín... simplemente se topaba con los problemas. Y por último el grupo de tres, ellos no estuvieron mal pero tampoco estuvieron tan bien en comparación a los otros. Ellos buscaron a más criminales pero lo hacían algo lento ya que todavía estaban un poco asustados por la experiencia anterior.
Sus maestros los reunieron y contaron los puntos para luego anunciarlos.
H. Dracomano: Muy bien, tanto ustedes como sus dragones estuvieron bien pero todavía hay mucho por mejorar.
H. Valkiria: Vimos todo y estamos orgullosos por ustedes, pero a partir de mañana las cosas serán peor. Su entrenamiento será brutal. No podemos permitir que él siga haciendo lo que quiera.
H. Dragon Man: Muy bien, ahora a lo que realmente nos interesa, los puntos. Contando los puntos, para despejar la X, hacer la hipotenusa y a eso multiplicarlo por 2, el resultado de hoy es... Obviamente los gemelos. Me ayudaron con toda una organización de la mafia, traficantes y hasta con una operación terrorista. Les agradezco por simplificarme el trabajo.
H. Dracomano: Bueno, ahora saben que su entrenamiento será un poco más fácil durante algunas seciones, y su premio especial es... Todo el tiempo que quieran en el espacio relajante.
Los tres maestros les enseñaron a los demás un centro de relajación en una parte oculta de la base. Había sillas de masajes, tratamiento, entretenimiento y muchas cosas más.
H. Valkiria: Se lo ganaron. Creanme, les va a encantar.
Caballero Oscuro: No creo que lo vayamos a...
Dama Negra: *Empujando a su hermano* Quítate, quiero ver que es eso.
Los gemelos terminaron probando las sillas de masaje y terminaron siendo absorbidos por su mecanismo relajante vibratorio. Parecían no querer salir de allí por el resto de sus vidas.
Las cosas iban bien hasta que llegó cierta mujer rubia con sus dos hijos. El grupo de tres Haddocks y la mujer cruzaron miradas y la situación se volvio incomoda.
H. Dragon Man: Hey Astrid.
Astrid: Cariño, vi a estos chicos en la calle ¿Qué hacen aquí?
H. Dragon Man: Son Haddocks ¿Te acuerdas cuando te dije que hay un villano suelto que intenta matar a todos los Haddocks de todo el multiverso y que por eso a veces venían otros yo de otros mundos?
Astrid: Si.
H. Dragon Man: Bueno, ellos son los yo de otros mundos y por eso eso estan aqui, para entrenar.
Astrid: Pero ella no se parece a ti.
Zephyr: Hola, mi nombre es Zephyr Haddock. Soy hija del jefe de Berk, Hipo Haddock y su esposa, Astrid Hofferson.
Astrid: ¿Entonces eres nuestra hija de otro mundo?
Zephyr: Podria decirse.
En ese momento, Astrid trató desesperadamente de no desmayarse. Vio a su hija y notó que eran iguales. En eso, la Zephyr pequeña intentó tocar a la adolescente pero inmediatamente Astrid agarró a su hija y la alejó de la otra.
Astrid: ¡No la toques! No sabemos si seras arrastrada o enviada a otro tiempo o si desapareceras.
H. Dragon Man: ... ... ... Viste Mr. Peabody y Sherman otra vez ¿No? Eso es una pelicula para niños, y así no funciona el viaje en el tiempo, el espacio o entre dimensiones. *Riendo* Te asustaste por con una pelicula para niños. Jajaja
Ella respiró hondo, vio a su marido, cerró sus ojos y con una sonrisa que daba miedo dijo...
Astrid: Cariño ¿Podemos hablar en privado por favor?
La pareja dejó a sus hijos al cuidado de los Haddocks mientras que ellos hablaban. Pero, más que "hablar" parecía una paliza verbal de parte de Astrid a Hipo. Todos los Haddocks trataban de no ver aquella vergonzosa escena. Todos dieron media vuelta mientras distraian a los chicos.
Astrid: *Enojada* ¿Cómo se te ocurre?
H. Dragon Man: ¿Yo? Fueron ellos. Sabes que yo jamás arrastraria a nuestros hijos a algo como esto. Quizás ellos no lo sabían porque: los hijos de Valkiria son distintos a los nuestros, la tu del mundo de Dracomano todavia no dio a luz a Zephyr y Guardián... - Hipo se había callado luego de recordar a su amigo y trato de decirlo sin rodeos - Guardián ya no tendra familia. Ellos no sabían sobre Zephyr, solo le hicieron caso a las gemas.
Astrid: ¿Qué le paso a Guardián?
H. Dragon Man:... No lo logró.
Astrid: Lo siento, pero no puedes arrebatarle la hija a alguien más. Y si tan peligrosa es esta misión como dices, prefiero que nuestra hija, aunque sea de otro mundo, vuelva a casa.
H . Dragon Man: Pero si el cristal la eligio, quiere decir que realmente necesitamos de su ayuda.
Astrid: *Seria* Escuchame, si algo le pasa a nuestra hijita, te voy a dar una paliza. Más te vale que no le pase nada o lo vas a lamentar. Y para asegurarme de que asi sea, vendré todos los días a verla ¿Te quedó claro?
El héroe asintió y su esposa fue hacia su hija crecida y habló con ella.
Astrid: Quería disculparme por lo de esta tarde. Realmente esperé que no fueras Zephyr. Si algo te llegara a pasar, eso me mataría y por eso traté de negarlo. Trate negar el hecho de que mi hija estaba frente a mi ¿Podrías perdonarme?
Zephyr: Por supuesto. Solo te preocupabas por mi. *Aliviada* Ahora me siento mejor.
Astrid: Y si no es mucha molestia, me gustaria saber que tal es tu adolescencia allá. Tengo curiosidad como será mi Zephyr en el futuro.
Zephyr: Claro
Zephyr (niña): *Agarrando la mano de Zephyr* ¿Tú eres yo?
Zephyr: *Sonrie* Si niña, soy tu.
H. Valkiria: Muy bien todos, por hoy se terminó todo, busquen un cambio de ropa para ponerse. Busquen lo que les parezca más comodo, y nos veremos en los baños. Les mostraremos como se usan y luego les mostraremos en donde dormirán.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro