/Narra Dracomano/

  Los chicos se sintieron un poco más inspirados y trataron de derrotarnos, pero no lo lograron. Los gemelos buscaban la revancha y trataron de acabar conmigo pero no pudieron. Ellos eran muy buenos, intentaron acabar conmigo pero no lograron. Debo de admitir que fue difícil derrotarlos sin mis poderes ya que estaban bien entrenados. Intenté ver a los demás y noté como Dragon Man se encargaba de Lobo y de Neitan. El Hipo Lobo se transformó literlamente en un lobo gigante mientras que Neitan lanzaba bolas de fuego, rafagas de aire y disparos de agua. Valkiria también estaba ocupada. Zephyr, la joven Hiccan y Espadachin le estaban causando problemas debido a su número. Si bien la Hiccan joven no era una amenaza, el entrenamiento pareció ayudarla un poco ya que no se movia como ninguno de nosotros lo hacia a su edad. Espadachin trataba de hacer retroceder a Valkiria y por poco lo logró. Ambos estaban muy igualados con sus espadas mientras que yo tenía a un par problemático que tenían una muy buena coordinación. Los hermanos intentaron acorralarme y yo traté de defenderme sin usar mis poderes hasta que decidí usar algo. Cuando los dos se acercaron, le apliqué a los dos al mismo tiempo, unas tecnicas de sumisión que habia leído en la biblioteca de los dracomanos. Dragon Man esquivaba al Lobo gigante y al tipo elemental. Estaban tratando de acorralarlo pero el fue más astuto. Cuando el lobo lo atacó, él uso su fuerza y agarró la boca de la criatura y lo lanzó hacia el otro Hipo. Valkiria lo tuvo un poco más difícil contra el Espadachín, quién logró acorralarla con su espada, pero sería necesario mucho más que habilidad con la espada para vencerla. Ella estaba por perder hasta que le hizo un barrido haciendo que perdiera el equilibrio. Fue ahí cuando aprovechó y desarmó a su oponente. Antes de encargarse de él, Valkiria peleó contra las otras dos y juntas le dieron pelea, pero no lo suficiente. Al final terminamos ganado y dimos por terminado la actividad. Sinceramente, nos dieron problemas y nos confiamos demasiado, pero eso fue bueno de cierta manera ya que con ello pudimos ver sus límites, sus poderes y conocer un poco más acerca de ellos. También esto sirvió para que pudieramos mejorar ya que al confiarnos demasiado por poco perdimos contra ellos.

  Dimos por terminada la actividad y dimos inicio a la siguiente.

H. Dracomano: Ok, ya hemos terminado, ahora tomen 5 minutos de descanso y luego prepárense.

H. Valkiria: Hemos preparado algunas armaduras áreas especiales. Pueden usarlos si quieren, porque ahora sigue entrenamiento de dragones y vuelo. Algunos no saben como conectarse con los dragones, y todos, incluyendo sus propios dragones, no saben como volar en un campo complicado como la de una ciudad. Si bien probablemente ya han volado en lugares como cuevas y bosques, les aseguro que volar en una ciudad es muy complicado y se los digo por experiencia.

H. Dragon Man: Además, si la batalla final contra él termina siendo en este lugar, tenemos que preparanos para evacuar a la gente. Primero empezaremos con lo básico, luego iremos en aumento. Estamos yendo lento, pero es mejor que ir de manera apresurada y encima hacer las cosas mal. No puede haber errores, no podemos confiarnos y tampoco podemos permitir que nuestra última oportunidad de salvar el multiverso se arruine. Les prometo que iremos aumentando el ritmo a su debido tiempo, pero por ahora hagamos las cosas bien.

  Les dimos a cada uno de ellos trajes aereos modificados y personalizados. Eran como las armaduras que varios conociamos, pero con la misma elasticidad del traje de Dragon Man. Todos se fueron a cambiar mientras que mis amigos y yo hablabamos.

H. Valkiria: Ya han pasado varios días. No hemos detectado nada, y eso me preocupa.

H. Dragon Man: Por lo general ya habría atacado otro universo y ya lo habríamos detectado.

H. Dracomano: Debe de estar planeando algo o...

H. Valkiria: ¿O?

H. Dracomano: O tal vez... solo quiere divertirse con nosotros.

H. Dragon Man: Esta jugando con nosotros.

H. Valkiria: Tendremos que terminar con esto lo más rápido posible.

H. Dragon Man: En el peor de los casos, tendremos que pelear nosotros y enviar a los demás a casa.

H. Dracomano: Que sea lo que Odín quiera.

  Luego de esa conversación, los chicos salieron y todos estaban cambiados. Los dragones se acercaron a nosotros y todos parecían listos para la acción. Mi dragón tomó forma humana y junto con la Chimuela de Valkiria, dirigió a los demás dragones hacia la salida, en donde nos esperaba un camión.

  Como Dragon Man tiene una empresa muy grande, tiene muchas influencias. Compró un camión grande de carga y allí pusimos a los dragones para ocultarlos de los demas. Como la gente se asusta de los dragones si es que no los conocen, Dragon Man decidió llevar a todos a un lugar libre de gente, pero a través de un lugar pequeño y limitado. Valkiria y su dragona iban con los demás en la parte de atrás mientras que Chimuelo, Dragon Man y yo estabamos en la parte de adelante. Viajamos así hasta que por fin llegamos a un terreno privado a las afueras de la ciudad, un lugar cerca de las montañas rodeado de un frondoso bosque. Todos bajamos del camión de carga y tanto dragones como humanos comenzaron a estirar las piernas. 

H. Dracomano: Ok jovenes y no tan jovenes, es hora de entrenar un poco y luego haremos algunas cosas complicadas.

H. Dragon Man: Como tanto ustedes como sus dragones no han volado en un par de días, les daremos unos minutos para que vuelvan a recuperar la práctica.

H. Valkiria: Hiccan, Zephyr, Verónica, ustedes y sus dragones vendrán con nosotros para empezar con lo básico. Espadachín no tiene dragón, asi que el también vendrá con nosotros.

Zephyr: Valkiria, Verónica y yo ya sabemos como montar dragones.

H. Valkiria: Ya se, pero de seguro siguen estando muy verdes a comparación de los demás que parece que ya tienen un poco de experiencia.

  Y así, todos volaron durante un rato, excepto Hiccan y Espadachín. Volaron tranquilamente, sin llamar la atención y con cuidado, pero luego un iluminado saco su Haddock interior. Al parecer, Neitan estaba aburrido, y solo porque se le dio la gana comenzó a volar a toda velocidad y disparando al aire junto con su dragón. Por poco chocó con los demás y que casi nos descubrieran. Cuando todos bajaron, lo primero que hicieron fue golpearlo un poco. Cuando ya todos se calmaron, por fin pudimos empezar a hacer el entrenamiento. Chimuelo y yo les mostramos lo más difícil que ibamos a hacer. Primero volamos a toda velocidad hacia el bosque y esquivamos todos los arboles. Llegamos a los pies de la montaña y de ahí subimos en linea recta. Comenzamos a hacer giros y luego, para sorprender a todos, hicimos un giro de 90 grados y comenzamos a volar hacia la derecha. Un giro muy cerrado combinado a cambio de direccion repentino es igual a un movimiento evasivo muy dificil de predecir. Chimuelo dio otro giro de 270 grados y caíamos en picada. Mientras nos dirigiamos hacia el suelo, ibamos de izquierda a derechas hasta que nos detuvimos a poco centímetros del suelo. Fuimos con los demás y todos quedaron sorprendidos.

Caballero Oscuro: ¿Qué fue eso?

H. Dracomano: Valkiria y yo tuvimos que acostumbrarnos a este tipo de vuelo para poder movernos entre los edificios, cables, tendenderos, etc.

H. Dragon Man: Este tipo de vuelo es necesario para que todos puedan sobrevivir al enemigo y para moverse en este mundo tan complicado y caótico. Suponiendo que él venga a nosotros, tenemos que prepararnos para lo que sea. Debemos tratar de adelantarnos a lo que sea que el quiera hacer, tratar de limitar los daños, rescatar a la gente, tratar de generarle la mayor cantidad de heridas posible, etc.

H. Valkiria: Ahora, todo el mundo, prepárense y separense.

  Se dividieron en dos grupos. Uno en donde estaban aquellos con experiencia y el otro grupo estaban los que necesitaban aprender un poco más.

  En el segundo grupo, Valkiria intentaba de ayudar a Hiccan para que pudiera tener una conexión con su dragona pero esta seguía desconfiando. La Chimuela de la Hiccan joven era muy arisca, temperamental y muy desconfiada. Cada vez que alguien intentaba calmarla, automaticamente te amenazaba e intentaba morderte, arañarte o dispararte. Al final, mi dragón tuvo que encargarse de todo.

/Narra Chimuelo Dracomano/

  Al parecer, la yo de el otro mundo seguía sin cooperar. Ella estaba bien con nosotros pero odiaba a los humanos. Era entendible porque la conocimos justo cuando nosotros,un fuerte rugido de Alfa para calmarla. Fue ahi cuando me di cuenta que no estaba en mi verdadera forma, asi que decidí volver a la normalidad y hablar más tranquilamente con ella.

Chimuelo (Dracomano): ¿Y ahora que pasa?

Chimuela de Hiccan joven: *Timida* Nada.

Chimuelo (Dracomano): Tranquila. Ahora como estamos iguales podemos hablar de manera tranquila. Ahora dime ¿Qué es lo que pasa?

Chimuela de Hiccan joven: No quiero.

Chimuelo (Dracomano): *Serio* Dime, es una orden.

  La jovencita suspiró y al final me dijo lo que le incomodaba. Si bien era predecible, no supe bien que respuesta darle para calmarla.

Chimuela de Hiccan joven: No es nada, es solo que... no entiendo como todos confian en estos humanos. Ellos no son de fiar. Mira mi cola, esa chica casi me la arranca y ahora tengo una cicatriz horrible.

Chimuelo (Dracomano): Como yo. Yo tengo una prótesis, casi todos tenemos una, y aún asi confiamos en ellos.

Chimuela de Hiccan joven: ¿Por qué?

Chimuelo (Dracomano): Eso tienes que averiguarlo por tu cuenta. Lo único que puedo decirte es que no todos los humanos son iguales entre si. Se que cuando lo entiendas, podras abrirte aún más. Por ahora, aunque no te guste, volaras con la niña.

  Ella, a regañadientes, fue con su jinete y le permitió subirse a su lomo, pero seguía sin confiar en ella. Juntas intentaron volar pero como ninguna confiaba en la otra, terminaron cayendo. Valkiria y su compañera intentaron ayudarlas.

H. Valkiria: Creo que primero deberían confiar en los demas.

Hiccan: ¿Cómo puedes confiar en un dragón?

H. Valkiria: Quizás porque es mi amiga. Eso puede ser lo que les falta a ambos.

Hiccan: Yo la veo como una amiga, pero ella no.

H. Valkiria: Eso no es cierto y lo sabes. Tienes miedo, sigues queriendo arraigarte a tus costumbres, estas insegura y, lo peor de todo, todavía no la aceptas y ella no te acepta a ti. Ambas sienten lo mismo.

  Pude ver como ambas se quedaron sin palabras y asombradas. No sabian que hacer y solamente agacharon sus cabezas. Ninguna de las dos querian dar un brazo a torcer pero tampoco tenian muchas opciones.

Hiccan: ¿Cómo sabes eso?

H. Valkiria: Soy muy buena observando. Casi siempre creyeron que era una especie de adivina, pero la verdad es que me fijo en los detalles.

Hiccan: ¿Qué hacemos?

H. Valkiria: Dejen de lado todo lo que conocen, abran sus mentes y empiecen desde cero, pero esta vez como amigos y no como enemigos.

  Ambas intentaron nuevamente volar pero esta vez tenían apoyo. Yo las iba a ayudar si se llegaban a desequilibrar, mientras que Valkiria y su dragona les daban consejo a las chicas. Lograron mantenerse en el aire, pero eso apenas era el primer paso.