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THE TRAINING


En el salón de entrenamiento los alumnos de la clase A se esmeran mucho en mejorar sus habilidades físicas y las de sus respectivos quirks, el ambiente competitivo pero también con cierto compañerismo entre los jóvenes adolescentes que deseaban ser los héroes del mañana.

Pero una de las parejas que más destacaba estaban lejos del resto del alumnado.

La castaña, con su respiración agitada y tendida en el suelo se arrepentía de haber sido voluntaria para entrenar junto a Todoroki, pues lo que ella creyó que podría ser una sesión de entrenamiento entretenida y productiva, se había convertido en un desafío constante en poder seguirle el paso a su compañero con todas sus pruebas físicas, ella no entendiendo de donde Shoto seguía teniendo la energía suficiente para seguir entrenando junto a ella, o más bien entrenarla a ella.

—¿Eso es todo lo que tienes? —el muchacho preguntó, él quedando en cuclillas para ver mejor a la castaña.

—Creo que mi pulmón quedó tirado por ahí. —Tsuki susurró con su voz agitada y su mirada posándose en Shoto. —¿Cómo es que te ves bien después de tanto entrenamiento?

—Siempre me veo bien.

Aquellas palabras lograron hacer que la chica diera una pequeña risa, poco a poco sentándose en el suelo mientras estira su cuerpo, Shoto imitando la acción de su compañera tomando asiento a su lado.

Poco a poco Tsuki iba quitando los vendajes de sus nudillos moviendo sus muñecas de manera circular mientras que el muchacho de hielo y fuego tomaba un poco de su botella de agua.

—Me sorprendió que me pidieras ayuda a mi. —Shoto inició la conversación. —Normalmente entrenas con Jirou o Yaoyorozu.

—Necesitaba a alguien con un tipo de entrenamiento más de combate y resistencia, ya estoy cansada de siempre tomar el rol evasivo o escape.

—Pero tu quirk te permite tomar esa posición. —él explicó, pero al notar la expresión de la castaña al verla cansada él decidió dejar que hablara.

—Lo sé, pero sé que puedo hacer mucho más, no solo lo que mi quirk me permite. —el muchacho le extendió su botella de agua la cual ella tomó asintiendo con levedad y dando un pequeño sorbo. —Sé que puedo defender a gente o incluso atacar, Aizawa dijo que tengo el potencial.

Shoto observó a Tsuki con una mezcla de admiración y comprensión. La determinación en sus ojos era innegable, y él sabía lo importante que era para ella demostrar su valía. Ambos se quedaron en silencio por unos momentos, disfrutando de la tranquilidad después del arduo entrenamiento.

—Entonces, haremos que ese potencial se convierta en realidad —dijo Shoto con firmeza, su mirada bicolor llena de determinación. —No te dejaré rendirte.

—Solo déjame descansar... —Tsuki nuevamente se recostó en el suelo, tapando sus ojos con su antebrazo. — 20 minutos...

Shoto rodó sus ojos y sin previo aviso, el muchacho de hielo y fuego tomó el tobillo de la castaña y lentamente comenzó a arrastrarla por el suelo mientras él camina.

—¡Hey! —Tsuki se quejó, aunque luego no pudo evitar soltar una pequeña risa.

—Si vas a entrenar conmigo, entonces vamos a entrenar en serio.

—Esto es abuso de poder —bromeó Tsuki, tratando de liberarse de la suave pero firme sujeción de Shoto.

El muchacho se detuvo, ayudándola a ponerse de pie. —Vamos, no puedes rendirte tan fácilmente. —Shoto la miró con una mezcla de seriedad pero también empatía.

Tsuki suspiró, dándose cuenta de que no había escapatoria. —Está bien, está bien. ¿Qué sigue?

Shoto se quedó pensativo por un momento, observando el área de entrenamiento. —Practiquemos tus reflejos y capacidad de respuesta. Quiero ver cómo reaccionas bajo presión.

La castaña asintió, estirando sus músculos y preparándose mentalmente para el siguiente desafío. Shoto se alejó unos metros, adoptando una postura defensiva.

—Prepárate —dijo Shoto, su voz adquiriendo un tono más serio. —Voy a atacarte, y quiero que uses tu quirk para evadir y contraatacar.

Tsuki asintió nuevamente, su mirada se enfocó en Shoto mientras sentía una mezcla de emoción y nerviosismo. Sabía que entrenar con él era una oportunidad única para mejorar, pero también un gran desafío debido a sus habilidades superiores.

Shoto comenzó a moverse con rapidez, lanzando pequeños ataques de hielo y fuego, midiendo la capacidad de respuesta de Tsuki. Ella, con agilidad y destreza, comenzó a abrir pequeños portales, evadiendo cada ataque con movimientos precisos. Cada vez que un ataque se acercaba demasiado, un portal se abría y la trasladaba a un lugar seguro, mientras intentaba encontrar una apertura para contraatacar.

—¿Eso es lo que tienes? —exclamó Shoto, aumentando la intensidad de sus ataques. —No dejes que te atrape.

El entrenamiento se volvió una danza de habilidades y estrategias, con Tsuki esforzándose por mantener el ritmo de Shoto. A medida que avanzaban, empezó a notar mejoras en sus movimientos, volviéndose más rápida y precisa con cada evasión. Pero ella sabía que debía atacar.

Pasando por uno de los portales, Tsuki desapareció de la vista del muchacho quien atento estaba de su alrededor cuando una leve brisa pasó por su lado izquierdo.
Una mano se asomó tomando con fuerza su hombro y él reaccionó con rapidez, tomando la muñeca de la castaña y tirando de él.
Tsuki salió del portal cayendo sobre su espalda por la rápida reacción y defensa de Shoto que la tomó desprevenida, dejando escapar un quejido por el dolor de la caída.

—Nada mal. —Shoto exclamó mirándola desde arriba. —Pero predecible.

La chica gruñó por lo bajo, pero al ver la oportunidad ella creó un pequeño portal del cual pasó su mano tomando el tobillo de Todoroki y tirando de él, logrando que el chico de hielo y fuego cayera como ella a su lado y la castaña soltó una carcajada.

—¿Decías?

—Eres insoportable.

La risa nuevamente escapó de los labios de la chica de los portales, mientras Shoto sin darse cuenta tenía una pequeña sonrisa en sus labios.
Todoroki sabía que la dedicación de Tsuki la llevaría muy alto en sus sueños de ser una pro-héroe, algo que él admiraba mucho de ella, pues a pesar del cansancio la castaña siempre estaba determinada a llegar a donde ella quería.

Inmerso en sus pensamientos, Shoto se encontraba en un estado de reflexión profunda hasta que percibió el movimiento de Tsuki cerca de él. Al volver, se encontró con una botella colocada a su alcance. Dentro de ella, reposaba una bebida desconocida. Reconocía que en un entorno de estilo cyberpunk, conseguir alimentos y recursos no era tarea sencilla.

Agradecido por este gesto de su compañera, Shoto agarró la botella, la etiqueta en ella era un misterio de lo nuevo y lo desconocido. El líquido desconocido recorrió su garganta, y la mezcla de sabores que exploraba desató una curiosa combinación de sensaciones en su paladar.

Ella también tenía una botella parecida la cual tomó todo de un solo sorbo y luego la dejó a un costado, cruzando sus brazos y mirando hacia un lado.

El jóven pudo darse cuenta de algo en específico, Tsuki no lo miraba directamente a los ojos, pero de alguna forma lo pudo entender, no solo ambos estaban en un mundo completamente desconocido y perdidos, sino que él estaba con una persona que se supone había fallecido, por lo menos en su universo, pensarlo de esa forma era un poco desconcertante y traía algo de dificultad para él en concentrarse en lo que estaba ocurriendo.

—Gracias. —exclamó el muchacho señalando unos segundos la botella que la joven le había dado.

—Ni lo menciones... —respondió aún sin mirarlo, simplemente con su mirada en la ciudad iluminada por las luces neón.

En ese momento, Tsuki se levantó de dónde estaba sentada y se giró para verlo, ella de su cintura sacó la katana que tenía y se la extendió al jóven de fuego y hielo.

—¿Sabes como usarla? —preguntó, pero Shoto negó con su cabeza. —Tu quirk ya no te va a servir en estás situaciones... así que debes aprender a usar algún arma. Ahora levántate.

Todoroki se levantó de su posición, dirigiendo su atención hacia la katana que ella le había entregado. Sus ojos recorrieron la hoja gastada y, en algunos puntos, rota, reconociendo que a pesar de su desgaste, seguía siendo una herramienta capaz de brindar protección en manos hábiles.

A medida que sus dedos rozaron la empuñadura y sintió el peso familiar del arma, Shoto tomó conciencia de la verdad en las palabras de Tsuki.

Reconoció que no podía depender únicamente de su quirk de hielo y fuego en este nuevo entorno. La defensa requería habilidades más allá de su dominio del quirk.

Shoto se dio cuenta de que podría haber preparado mejor su habilidad en el combate cuerpo a cuerpo y con armas. Había subestimado la importancia de la variedad en sus habilidades y se encontraba en una encrucijada donde necesitaba aprender y practicar rápidamente.

Con aquello en mente, Todoroki sabía que debía aprovechar esta oportunidad para entrenar y dominar habilidades que antes había pasado por alto.

—Nunca en tu vida has tomado un arma así, ¿Cierto?

—Jamás.

—No será muy difícil aprender, siempre fuiste rápido a la hora de aprender cosas nuevas. —Tsuki se dió cuenta de sus palabras y por un momento se quedó en silencio, alejando su mirada de Shoto por varios segundos. —Quiero decir... supongo que tú eres así.

El muchacho se dió cuenta al instante del cambio de actitud de Tsuki, entendió que ella en realidad se refería al Shoto que llegó a conocer, pero él no se atrevió a corregirla ni decir nada, simplemente analizando el arma en manos, con algunos pensamientos rondando su mente.

—Vamos a practicar.

A pesar de la avanzada hora de la noche, en la ciudad cyberpunk reinaba un frenesí constante que no conocía pausa, las sirenas ululaban, los murmullos de la gente se fusionaron en un murmullo constante y las luces parpadeantes iluminaban las calles con una energía eléctrica incesante. En medio de este caos aparentemente descontrolado, Shoto y Tsuki habían encontrado un rincón aislado en una terraza, lejos de las multitudes y el ajetreo, se dedicaban a una tarea crucial: prepararse para enfrentar las posibles amenazas de este universo desconocido.

Shoto sostenía la katana en sus manos, su mirada en foco mientras internalizaba cada corrección que Tsuki le ofrecía.

Ella, con su experiencia y destreza, fungía como guía y entrenadora, puliendo cada aspecto de su técnica. Cada movimiento, cada postura, era examinado y ajustado en busca de la perfección. La luz tenue de la terraza acentuaba los contornos de su determinación compartida, mientras la ciudad se movía en su frenesí inquebrantable en el fondo.

En medio de esta intensa sesión de entrenamiento, una pregunta brotó en la mente del jóven. Una pregunta que no solo se refería a las habilidades de combate, sino a las experiencias y los caminos que habían llevado a Tsuki hasta este punto.

¿Cuánto tiempo había estado ella perdida en el multiverso? La incertidumbre de su situación se entrelazan con la curiosidad por su historia.

Mientras seguía las instrucciones de Tsuki, Shoto finalmente encontró el momento adecuado para hacerle la pregunta.

—¿Cuánto tiempo has estado perdida en el multiverso? —preguntó en medio de un breve respiro entre movimientos. Sus palabras eran suaves pero cargadas de un genuino interés y preocupación por la historia de su "amiga" en este entorno extraño y en constante cambio.

La pregunta de Shoto colgó en el aire, creando un momento de tensión silenciosa. Tsuki lo miró con una mezcla de emociones que reflejaban la complejidad de su experiencia en el multiverso. Sus ojos se posaron en los de su contrario mientras ella cruzaba sus brazos en una reacción instintiva, como si necesitara crear una barrera protectora en torno a la pregunta que le habían planteado.

Era evidente que hablar sobre su tiempo perdido en el multiverso era un tema delicado y complicado para ella.

Tsuki parecía debatirse internamente, buscando la manera adecuada de responder o quizás decidiendo si responder en absoluto.

Finalmente, después de unos momentos de reflexión, la castaña dejó escapar un suspiro suave y lentamente relajó su postura defensiva. Aunque no dijo una palabra en ese momento, sus ojos transmitían una mezcla de resignación y la voluntad de compartir algo que era difícil de expresar.

—No lo sé con exactitud... —exclamó la joven mientras de a poco comenzaba a caminar por aquél espacio. —El tiempo y el espacio entre los viajes es confuso, algunas veces siento que no sé si caigo en un universo parecido al mío, pero unas veces caí en universos completamente alejados a la realidad que creía conocer.

—Entonces, ¿No lo sabes?

—Sería algo un poco difícil de calcular yo sola... pero si mal no me equivoco, creo que estuve viajando entre universos sola por... —Tsuki pasó su mano por su frente y cabello peinando este con sus dedos para calmar sus nervios. —¿Dos años?

La revelación de la jóven dejó a Shoto atónito, sus ojos reflejando la sorpresa y la conmoción ante la verdad que había compartido. Dos años viajando sola por el multiverso, tratando de sobrevivir en un entorno desconocido y a menudo hostil. La magnitud de la experiencia que había enfrentado, la soledad y los desafíos a los que había estado expuesta, lo impactaron de manera profunda.

Bajó la guardia con la katana, su entrenamiento momentáneamente suspendido mientras giraba su mirada hacia Tsuki. Lo que sintió en ese momento fue una oleada de empatía, una profunda pena y tristeza al comprender lo que ella había pasado. Imaginó las dificultades que debió haber enfrentado, la incertidumbre de no saber qué encontraría en cada nuevo universo, la lucha constante por la supervivencia en un entorno que parecía desafiar incluso las reglas más básicas.

—Has estado sola por tanto tiempo, llena de peligros e incertidumbre yendo a distintos universos desconocidos... —Shoto exclamó en una suave voz casi para él mismo mientras aún no podía creer lo que Tsuki le había dicho.

—No es la gran cosa... —dijo, tratando de aligerar aquella tensión que se originó en ese momento.

—¿Qué ocurre que no puedes ir a tu hogar? —a pesar de ser una pregunta quizás con una respuesta muy obvia, Shoto lo quiso preguntar para poder entender a profundidad que era lo que ocurría con Tsuki.

—Por lo mismo que tú no puedes usar con normalidad tu quirk... —dicho aquello, su mirada marrón se posó en sus manos las cuales comenzó a alzar frente a ella y haciendo fuerza, solo creando pequeñas luces violetas. —Mi cuerpo se siente tan débil y apenas puedo controlar mi quirk, esto no me permite ni siquiera crear un portal a mi voluntad... mi quirk se descontrola solo cuando empiezo a perder el control o a desintegrarme en el universo que me encuentro porque mi cuerpo sabe que no pertenezco allí.

Shoto miró con más atención a Tsuki luego de que ella explicará aquello, notando como su expresión era de agotamiento y de desánimo, lo que causó que el muchacho se sintiera mal por ella.

—Y además ahora tú estás aquí, expuesto a los peligros de los viajes entre universos y sin poder usar tu quirk... —la chica volvió a cruzarse de brazos de una forma defensiva, al parecer siendo este un reflejo de ella cuando se siente de esta forma.

—Lo sé... pero ya no estás sola.

A pesar del peso de las palabras y la sorpresa que había generado la revelación de Tsuki, la expresión de Shoto ahora se mostraba neutral. Era como si hubiera absorbido la información y estuviera procesándola internamente, sin permitir que sus emociones lo abrumaran. Esta calma en su rostro reflejaba la profundidad de su entendimiento y la determinación para afrontar lo que les esperaba en este universo desconocido.

Por su parte, Tsuki captó la esencia de esa neutralidad en Shoto y encontró cierto alivio en ello. Aunque seguía manteniendo su sello distintivo de seriedad, parecía haber asimilado la realidad que ella había compartido y estaba dispuesto a enfrentarla junto a ella. Esta respuesta, aunque no estaba exenta de complicaciones y desafíos, generó un sentimiento de gratitud en Tsuki.

Aunque podía sentir la tristeza y el peso de su propia historia, también experimentaba una especie de liberación al saber que no estaba sola en esta situación.

—Eres un idiota... —Tsuki susurró aquello desviando su mirada hacia la ciudad y aún con sus brazos cruzados, Shoto soltó un pequeño suspiro, pero por dentro él estaba feliz de haber dicho esas palabras.

—Gracias... supongo.

—No fue un cumplido.

Luego de haber dicho aquello, un sonido interrumpió su charla, lo que hizo que Tsuki al instante se pusiera en alerta y mirara a su alrededor, alguien se estaba acercando a dónde ellos estaban.

—Ocultate... ahora. —ordenó a Shoto, tomando la katana de las manos del joven, su expresión ahora era seria.

—Pero-

—Dije que te ocultes.

Ante aquella orden, Shoto miró por unos instantes a su contraria y comenzó a alejarse de ella, ocultándose detrás de unos contenedores que habían allí, pero siempre manteniéndose alerta de lo que estaba ocurriendo.

Tsuki ocultó su katana en su cintura con la ayuda de su capa y se giró mirando en dirección a la salida de la terraza.

En ese momento, un grupo de policías ingresaron a la terraza y en cuanto vieron a Tsuki no dudaron en alzar sus armas apuntando en dirección a la chica.

—¡Mantén las manos en alto! ¡El edificio está siendo allanado por orden del escuadrón especial de Kyoto! —exclamó uno de los policías apuntando su arma en dirección a Tsuki.

—Yo solo estaba descansando, no vivo en este edificio.

—Danos tu identificación.

—No tengo una... —Tsuki dió una mueca, viendo cómo más policías se acercaban a dónde ella se encontraba.

—Entonces vendrá con nosotros...

La atmósfera tensa se cargó con una electricidad palpable cuando las palabras cesaron y los pasos de los policías resonaron en el aire. El grupo de oficiales se aproximaba a Tsuki con una determinación evidente, y entre ellos, uno extendió su mano para tomarla del hombro. En ese instante, una chispa de advertencia encendió la mente de Tsuki, una sensación de que no podía permitirse ser llevada por ellos sin resistencia.

La decisión se forjó en sus ojos, y antes de que pudieran comprender lo que estaba sucediendo, Tsuki se movió con una destreza impresionante. Su cuerpo se deslizó como un relámpago, su mano aferrando la muñeca del oficial que la había tocado. Con un giro hábil, torció la muñeca en una torsión que desató un grito de dolor del policía, un eco de su lucha interior ahora manifestado en el mundo real.

La fuerza del oficial cedió, y Tsuki aprovechó el momento, empujándolo con firmeza. El cuerpo del oficial se separó de ella, creando un espacio entre ambos. La ciudad cyberpunk pareció congelarse por un instante, como si el caos circundante quedara suspendido en medio de este intercambio inesperado.

Sin embargo, la calma fue efímera. El grito del oficial y el despliegue de su resistencia habían alertado a los demás. Las armas brillaron en sus manos, alzándose en una advertencia amenazante. El aire se llenó con el sonido metálico de armas siendo preparadas, un eco ominoso de la violencia que amenazaba con estallar.

Tsuki se enfrentaba ahora a un círculo de peligro, las miradas de los policías fijas en ella con una mezcla de hostilidad y precaución. El conflicto latía en el aire, una danza tensa entre las fuerzas en juego.

La situación se desencadenó con una velocidad vertiginosa. Tsuki aferró su katana con resolución, preparada para enfrentar la avalancha de peligro que se cernía sobre ella. Los policías, armados con tecnología avanzada que superaba todo lo que había conocido, comenzaron a disparar en su dirección. Los proyectiles mortales no eran balas convencionales, sino láseres que cortaban el aire con una precisión letal. Tsuki sabía que no podía permitirse ser alcanzada por esos rayos ardientes y letales.

La katana se convirtió en una extensión natural de su voluntad, sus movimientos fluidos y rápidos desviando los láseres mortales mientras buscaba un equilibrio entre la defensa y el contraataque. Cada golpe de su katana era una danza coreografiada por la experiencia y la destreza, cortando a través de los rayos de energía con una precisión sorprendente. La chispa y el calor de los láseres cortados llenaron el aire, creando un espectáculo de luces mortales y destellos fugaces.

La determinación ardía en los ojos de Tsuki mientras se movía con agilidad, su cuerpo esquivando, bloqueando y contrarrestando con una eficiencia letal. Cada encuentro de su katana con los láseres era un choque de fuerzas titánicas, una lucha que se libraba en el borde entre la vida y la muerte. La castaña no dudó en usar la hoja de la katana para rechazar a los oficiales que intentaban acercarse, creando un círculo de seguridad momentáneo a su alrededor.

Sin embargo, en medio de su lucha feroz, Tsuki también mantenía una parte de su atención en Shoto. A pesar del caos que la rodeaba, su instinto protector no se debilitó. Aunque Todoroki permanecía oculto en ese momento, Tsuki estaba consciente de su presencia, consciente de que el joven también estaba en peligro y que su propia lucha debía equilibrarse con la necesidad de asegurarse de que él estuviera a salvo.

La secuencia de pelea era una sinfonía caótica de movimiento y energía, con Tsuki en el centro de todo. Cada corte de su katana, cada desvío de los láseres, era una declaración de su valentía y determinación. En medio de la lluvia de peligro, Tsuki demostraba su habilidad y voluntad inquebrantable, luchando no solo por su propia supervivencia, sino también por la de aquellos que estaban a su lado en esta lucha contra lo desconocido.

Shoto observaba la escena con un cúmulo de emociones que amenazaban con abrumarlo. La imponente destreza de Tsuki en la lucha, su valiente enfrentamiento con los policías armados con láseres letales, llenaba su mente de admiración y preocupación. Sin embargo, a medida que pasaban los segundos y se mantenía oculto, la frustración y la impotencia comenzaban a cernirse sobre él. La sensación de ser incapaz de ayudar a Tsuki, de ser un lastre en lugar de un apoyo, encendía un fuego ardiente de enojo dentro de él.

Sus manos temblaban ligeramente mientras intentaba convocar sus poderes, su quirk que solía responder a su llamado con facilidad. Pero ahora, en este universo desconocido y hostil, sus poderes parecían esquivos, como si se negaran a obedecer su voluntad. Cada intento fallido aumentaba su desesperación, como si estuviera atrapado en un torbellino de impotencia que amenazaba con consumirlo.

En medio de su angustia, Shoto notó cómo uno de los policías comenzaba a acercarse a su posición oculta. Su corazón latió con más fuerza, sabiendo que no podía quedarse inmóvil por más tiempo. Sin embargo, antes de que pudiera tomar una decisión, el enfoque de Tsuki en su lucha se vio interrumpido por la distracción que él había causado involuntariamente.

El contacto visual entre Tsuki y Shoto en ese momento fue un puente de desesperación compartida. La mirada de ella expresaba su temor y la angustia de no poder protegerlo, mientras que la de él irradiaba una mezcla de impotencia y determinación. Sin embargo, antes de que pudieran procesar completamente la situación, un golpe repentino llegó desde un ángulo inesperado.

El puño del oficial conectó con precisión, impactando contra el mentón de Tsuki en un golpe ascendente. La fuerza del impacto la aturdió, sacudiendo su equilibrio y haciendo que comenzara a caer hacia atrás. La secuencia de eventos ocurrió en un abrir y cerrar de ojos, y antes de que pudiera reaccionar, la oscuridad comenzó a cerrarse en torno a ella.

Sin embargo, antes de que el inconsciente la reclamara por completo, algo inusual comenzó a suceder. Sus ojos, que habían perdido momentáneamente su brillo, se iluminaron de un tono violeta vibrante. La energía pareció estallar desde dentro de ella, creando un espectáculo visual de portales que se abrían a su alrededor. La atmósfera se alteró, como si el propio tejido de la realidad estuviera respondiendo a su transformación.

El caos de la pelea tomó un giro inesperado mientras Tsuki quedaba suspendida entre la inconsciencia y el poder que estaba desatando. Los policías y Shoto se encontraban atrapados en una situación completamente nueva, enfrentando una serie de eventos que desafiaban toda comprensión y control.

—¡Tsuki! —gritó saliendo de su escondite, esquivando a aquellos policías con rapidez en un acto que solo la adrenalina de su cuerpo lograba controlar haciendo que el se moviera sin primero pensar.

Tsuki nuevamente era llevada por un portal mientras algunos policías trataban de escapar de ellos, huyendo rápidamente.

—¡Retirada! ¡Retrocedan! —exclamó rápidamente uno de los policías mientras se alejaban de la chica.

La energía enloquecida y los portales vibrantes crearon un escenario de caos en el que Tsuki se encontraba atrapada, sus ojos brillando en un inquietante tono violeta. Shoto, impulsado por una mezcla de urgencia y determinación, se abrió camino a través de la perturbación, moviéndose hacia Tsuki con rapidez. Sin titubear, agarró su brazo, sintiendo la fuerza de su transformación en cada fibra de su ser.

Con una mano libre, Shoto se aferró a la katana que flotaba en el aire, su mano cerrándose alrededor del mango con una firmeza instintiva. La energía que rodeaba a Tsuki parecía moverse y girar a su alrededor, creando una imagen que parecía sacada de un sueño febril. En ese instante, otro portal se abrió a su lado, atrayéndolos hacia su interior con una fuerza ineludible.

Sin tiempo para pensar o reaccionar, Shoto y Tsuki fueron arrastrados una vez más por las corrientes de la realidad distorsionada. La sensación de ser desgarrados del mundo conocido se apoderó de ellos, la realidad doblándose y retorciéndose a su alrededor mientras eran absorbidos por el misterioso portal. La ciudad cyberpunk, los policías y todo lo que habían enfrentado quedaron atrás en un destello de luces y colores.

La transición fue rápida e intensa, como un torbellino que los transportaba a través de dimensiones desconocidas. Los segundos parecieron estirarse y contraerse a la vez, creando una sensación de desorientación y vértigo. El paisaje que los rodeaba cambiaba en un instante, transformándose en un collage de imágenes fugaces y desconcertantes.

Nuevamente cayendo en un universo diferente a lo que cualquiera de los dos jamás haya conocido...

ES TIEMPO DE MARATÓN YAY
1/3
Espero que disfruten del capítulo <3
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Les manda muchos besitos
Masha 🐻

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