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THE STRANGERS IN A STRANGERLAND


Con los ojos cerrados, Shoto permitía que el suave pincel trazara líneas delicadas sobre sus párpados.

Aunque la situación parecía fuera de lugar en comparación con su usual seriedad, Shoto no podía evitar ceder a la extraña calma que se estaba apoderando de él. Por alguna razón que no podía explicar ni entender del todo, había aceptado la propuesta de un cambio inusual en su rutina.

—Estas quedando muy bien. —exclamó Tsuki dando una suave risa mientras tomaba otro color de la paleta de sombras que ella estaba utilizando.

Era un acto de confianza, permitirse ser vulnerable de una manera que ni siquiera había imaginado antes. Aunque su naturaleza seria y su férreo autocontrol seguían presentes, se daba cuenta de que había momentos en los que permitirse experimentar lo inesperado podía llevarlo a lugares... agradables.

El sonido de la música tejía un ambiente relajante a su alrededor. La combinación de sensaciones creaba un contraste curioso entre lo familiar y lo desconocido, y a pesar de ello, lograba tejer una atmósfera de tranquilidad en su interior.

—No entiendo porque quieres hacer esto conmigo...

—Yaoyorozu no quiere, Sero está ocupado y solo quedas tú entre mis amigos... aunque debo admitir que me sorprendió que accedieras. —admitió la chica.

—Pues cuando pensé en la idea de un maquillaje, no pensé que también pondrías estos colores y brillos...

Shoto se giró un poco mirando en el espejo, no le molestaba en lo más mínimo, por supuesto que no, pero la sensación era extraña al verse con aquél extravagante maquillaje que Tsuki practicaba en él para ella poder luego hacerlo ella misma en su rostro.

—Pues no sé tú, pero yo creo que estás quedando divino.

La suave risa de Tsuki resonó en la habitación también por un instante haciendo que Shoto diera una pequeña sonrisa al ver a su amiga tan feliz.

En ese instante, Shoto sintió el pincel deslizarse sobre la zona de su cicatriz, una sensación que hizo que su cuerpo se tensara ligeramente. Sin embargo, en el mismo momento en que sus ojos azul y marrón se encontraron con la mirada oscura de su contraria, la tensión comenzó a disiparse. Verla tan serena y concentrada, completamente inmersa en el acto de maquillarlo, ejercía un efecto tranquilizador sobre él. Esa calma que ella irradiaba parecía contagiarlo, lo que le resultaba desconcertante pero, a la vez, curiosamente reconfortante.

—Nunca has dicho nada sobre mi cicatriz... —aquellas palabras escaparon de la boca del muchacho, haciendo que se sintiera sorprendido con él mismo de haberse atrevido a decir algo así, pues no le gustaba hablar mucho sobre su cicatriz.

—¿Por qué tendría que decir algo sobre eso?

—No lo sé... muchos se sorprenden al verla la primera vez, pero noté que tú no lo hiciste cuando nos vimos por primera vez al inicio de las clases...

Tsuki seguía pasando con suavidad y cuidado sobre la piel del chico de fuego y hielo, totalmente concentrada.

—¿Acaso quieres que diga algo sobre tu cicatriz?

—No lo sé... —él dudó, desviando su mirada a un costado por varios segundos y jugando con sus propias manos. —¿Qué pensaste la primera vez que lo viste?

—¿En verdad quieres que te lo diga? —Shoto seguía con algo de duda, pero asintió lentamente. —No voy a mentir, al inicio cuando te ví me sorprendí un poco, parece una cicatriz algo dolorosa...

Todoroki bajó su mirada por un instante, pero luego sintió como Tsuki tomaba su mentón alzando este para que él la viera, aún maquillándolo con cuidado.

—Jamás quise preguntar qué ocurrió, se que fué algo... malo. —la chica buscó las palabras correctas para hablar sobre el tema, pero prefirió hablar con honestidad. —Pero siempre esperé a que tú tuvieras la suficiente confianza conmigo para que me puedas contar lo que desees.

Shoto veía con claridad el respeto y la delicadeza que ella había mostrado al no mencionar su cicatriz. Era un acto de amistad que había sido motivado por su deseo de respetar su espacio y mantener su confianza intacta.

Esta revelación añadía una capa más de aprecio por la amistad que compartían. Shoto comprendía ahora que Tsuki había sido consciente de su necesidad de privacidad en relación con su cicatriz, y había actuado con consideración y respeto hacia él. La tranquilidad que esto le proporcionó era palpable, ya que sentía que su espacio había sido valorado y protegido.

—Gracias... —susurró con suavidad alzando su mirada a Tsuki, ella dió aquella suave sonrisa que siempre le dedicaba, causando nuevamente esa sensación de conforte.

—No lo menciones... —Tsuki simplemente se encogió de hombros y luego tomó un espejo de tamaño mediano, extendiendolo a Shoto ampliando aún más su sonrisa, había finalizado su trabajo. —¿Que te parece?

Shoto miró con atención el maquillaje que Tsuki había hecho resaltando los colores azules y rojos que la chica había utilizado para maquillar los ojos, pero por más que esto le doliera a Shoto, el muchacho dió una pequeña mueca mirando a Tsuki.

—¿En verdad no te gustó? —Tsuki preguntó cambiando su expresión a una más de preocupación, recibiendo la respuesta negativa de Shoto nuevamente con solo aquella expresión en el rostro del muchacho. —Bueno... aún así creo que te ves bien.

La conexión entre ellos se profundizaba, como si esta nueva comprensión fortaleciera los lazos invisibles que los unían. Shoto se sentía más cómodo, más seguro en la presencia de Tsuki, sabiendo que ella había tenido en cuenta sus sentimientos y lo había respetado en un nivel tan íntimo.

El muchacho solo se encogió de hombros también dedicándole una pequeña sonrisa a su amiga, sintiendo aquella conexión fortalecer aún más con cada interacción que estaban teniendo...

Shoto sentía un dolor aturdidor en su cabeza, su cuerpo se sentía muy pesado y tan adolorido que apenas al moverse soltó un gruñido pesado y se giró quedando su espalda en el suelo, al ver el cielo notó como era de noche pero las luces de la ciudad eran lo suficientemente fuertes para llegar a iluminar las nubes que pasaban por arriba de donde él se encontraba.

Su mirada se giró a un costado, era borrosa pero no tardó en enfocar notando a Tsuki a un lado de él, sentada en el suelo abrazando sus propias piernas y mirando hacia otro lado.

—Tsuki... —susurró llamando la atención de la jóven, quien al instante lo miró pero su expresión no fué algo que Shoto esperaba.

—Eres un idiota...

—¿Qué?

Tsuki soltó un suspiro pesado hincándose frente a él y con ambas manos lo tomó de los hombros haciendo que se siente sobre el suelo, Todoroki seguía muy aturdido y aquél movimiento solo hizo que su cabeza doliera más, volviendo a gruñir.

—¿Quieres explicarme de una vez porque cuando despierto te veo a mi lado? —Tsuki exclamó con una expresión seria en su rostro, aún manteniéndose hincada frente a Shoto. —Espero que tengas una buena excusa...

Shoto se quedó en silencio por varios segundos sin saber que decir, en realidad aún estaba muy aturdido después de todo lo ocurrido, lo último que recordaba era como había tratado salvar a Tsuki de aquél portal... ahora se dió cuenta que todo no salió como él planeó.

Al alzar más su mirada él pudo notar una amalgama de luces intermitentes y torres que parecen tocar el cielo, se alza como un testimonio de la fusión entre la tecnología y el caos. El zumbido constante del aire, mezclado con el distante eco de las sirenas, establece una banda sonora constante que resuena en las calles retorcidas.

La arquitectura es un collage ecléctico de antiguos rascacielos de cristal y metal erosionado, unidos por una red de puentes aéreos y pasarelas. Los cables se entrelazan como serpientes metálicas, formando una maraña que parece tener vida propia. Los edificios, con su apariencia inclinada y desafiante, compiten por el espacio vertical en esta ciudad que siempre parece crecer.

Shoto, inmerso en el deslumbrante espectáculo que se extendía ante sus ojos, experimentaba una asombrosa mezcla de emociones. La ciudad cyberpunk que se desplegaba ante él parecía sacada de los sueños más audaces de un futuro distante. Sin embargo, su sorpresa cedía lentamente ante una sensación creciente de debilidad que comenzaba a envolverlo como una neblina sutil. A medida que su asombro se desvanecía, se dio cuenta de que sus extremidades se negaban a responder con la agilidad que solían tener.

—No te levantes aún, todavía no te acostumbras al cambio de tu cuerpo en un diferente universo. —dijo, desviando su mirada de Shoto. —No se supone que debas estar aquí, no debiste hacer eso.

—No quería que algo te pasara.

—Claro, pero ahora tú eres el que está en peligro. —gruñó, levantándose del suelo y pasando su mano por su cabello, peinando este con sus dedos tratando de mantener la calma.

—¿Dónde estamos? —preguntó Shoto.

—Aún es Japón... pero es diferente, es un mundo más "Cyberpunk"...

Con esfuerzo, Shoto intentó levantarse de su posición, pero su cuerpo parecía resistirse como si estuviera atrapado en un mundo de gravedad aumentada. Cada movimiento era un desafío, y cada intento de levantar una extremidad se sentía como si estuviera luchando contra una fuerza invisible. Su cuerpo, que solía ser una extensión de su voluntad, ahora era una carga incomprensible que no respondía como esperaba.

—¿Porqué mi cuerpo se siente tan-

—Las partículas y moléculas de tu cuerpo de a poco se van deteriorando cuando más tiempo estás fuera de tu universo. —Tsuki pronunció esas palabras con una calma que contrastaba con la gravedad del mensaje que llevaban, ella se giró sobre sus talones y le extendió su mano. —Tu cuerpo sabe que no pertenece aquí.

Mientras Shoto contemplaba esa mano ofrecida, podía sentir cómo las palabras de Tsuki resonaban en su interior. Su cuerpo, cada partícula y molécula que lo conformaban, parecía responder a la verdad implícita en esas palabras. El deterioro gradual que experimentaba era más que una simple reacción física; era una manifestación del conflicto entre su existencia y las reglas que gobernaban el universo en el que se encontraba. Cada momento que pasaba fuera de su propio universo era un recordatorio de que su presencia aquí era un desafío a la propia naturaleza del multiverso.

—Tú no pareces estar débil. —-pronunció, tomando la mano de su compañera y con su ayuda levantándose del suelo, aún no se acostumbra a esto.

—Lo estoy, solo que mi cuerpo de alguna forma ya se acostumbró a esta sensación.

Tsuki luego de ayudar a Shoto volvió a desviar su mirada ahora viendo con más atención la ciudad cyberpunk en la que ella y ahora Shoto estaban atrapados momentáneamente.

—No se supone que debas estar aquí, ahora estás en total peligro.

—Lo siento...

La realidad de la situación se presentó con una claridad cruda, recordando a Shoto la fragilidad de su existencia en este mundo desconocido. Sus disculpas, aunque simples, eran una aceptación silenciosa de su papel en este giro inesperado de eventos.

—Trata de usar tu quirk.

Su desconcierto se profundizó al observar cómo sus esfuerzos apenas producían resultados. Incluso con todo su empeño, apenas lograba crear formas tenues y vacilantes de hielo y fuego. Shoto se encontró enfrentando una realidad en la que sus dones ya no eran tan predecibles ni poderosos.

—Tu cuerpo apenas puede crear cosas tan simples como hacías antes... —Tsuki exclamó ahora un poco desconcertada, pasando nuevamente su mano por su cabello.

Estaban atrapados en este mundo desconocido, sus habilidades disminuidas en una realidad que parecía desafiar las reglas que habían conocido. La necesidad de un plan urgente se cernía sobre ellos como una sombra inminente.

Tsuki comenzó a caminar en dirección a la salida de aquella azotea donde ambos se encontraban, ella ya sabía como buscar lo necesario aunque sea solo para pasar la noche.

—Sígueme y escúchame con total atención, Todoroki.

Tsuki abrió una puerta, siendo seguida por Shoto quien aún estaba un poco abrumado por todo este cambio y escenario, pero sabía que si o si debía adaptarse, así que siguió las órdenes de Tsuki caminando detrás de ella.

—Tengo tres reglas importantes para estas situaciones que voy a necesitar que sigas a la par de la letra. —inició Tsuki alzando su mano para comenzar a contar con sus propios dedos. —Primero y a partir de ahora nunca te alejes de mi lado, no puedo controlar cuando mi quirk empieza a crear los portales por lo que si algo como lo que pasó antes ocurre, si o si tienes que estar cerca mió para detenerme o en todo caso venir a otro universo conmigo, si no lo haces, te quedarás atrapado y morirás.

Tsuki caminaba a paso seguro bajando por unas escaleras, la muchacha se dió cuenta que se trataba de un edificio de departamentos por como era el lugar, al pasar a un lado de un lavadero, la chica rápidamente tomó algunas prendas lanzandolas a Shoto, el muchacho las tomó sin ningún problema.

—Segundo, trata de pasar desapercibido donde hayas caído, no sabes qué tan peligroso puede ser el universo donde caíste, y con eso va mi tercera regla... —Tsuki de su cintura mostró una katana que tenía colgada. —Tercero, siempre ten un arma contigo, tu quirk ya no te sirve aquí así que ya no puedes depender de él para salvarte en caso de que algo malo te ocurra.

Mientras seguía el paso de Tsuki, Shoto prestaba atención a sus palabras, absorbiendo cada indicación y directriz que ella ofrecía. No obstante, en medio de su enfoque, su mente se convertía en un campo de batalla interno. A pesar de la situación urgente, sus pensamientos se entrelazan con los recuerdos de la Tsuki que una vez conoció, la que había dejado su mundo años atrás. Esa versión anterior, con su esencia única y sus memorias compartidas, seguía resonando en su mente y corazón.

Era una lucha interna, un deseo de aferrarse a lo familiar y conocido, incluso en un entorno tan cambiado. A pesar de todas las pruebas que indican lo contrario, parte de Shoto anhelaba que esta Tsuki fuera una continuidad de lo que una vez compartieron. Un deseo de creer que, de alguna manera, podía encontrar en ella una conexión con el pasado.

Sin embargo, la voz de la razón en su interior le recordaba implacablemente la verdad. Tsuki no era la misma que había conocido, sino una versión de un universo diferente, con experiencias y caminos propios. Era un recordatorio de las dimensiones entrelazadas en las que ahora se encontraban, donde las personas que conocía podrían ser tan diferentes como los mundos mismos.

—¿Has entendido? —La voz resonó en la mente de Shoto volviendolo a la realidad, la expresión seria de la jóven lo desconcertó un poco pero ahora solo pudo asentir con levedad. —Bien... porque debemos salir de aquí y encontrar un lugar seguro...

Dicho aquello, Tsuki abrió la puerta de aquél edificio ahora ambos saliendo a la ciudad, Shoto estaba anonadado de este escenario que parecía sacado de algún videojuego o película de ciencia ficción mientras ambos caminan por las calles tratando de pasar desapercibidos, los "hackers urbanos" emergen, jóvenes intrépidos con implantes cibernéticos que caminan con determinación mientras navegan por la realidad virtual. Sus ojos destellan con una luz azulada, conectados a una red invisible que solo ellos pueden percibir.

En las tiendas de modificaciones corporales, la carne y la máquina convergen en una danza macabra: ojos mejorados, extremidades mecánicas y chips cerebrales que prometen accesos directos a la información. Las Megacorporaciones observan desde lo alto, sus ojos electrónicos vigilando cada rincón y cada interacción en la ciudad.

El aroma en el aire es una mezcla discordante de oxidación y comida callejera, con un toque de electricidad quemada. Mientras avanzan, Shoto se siente más abrumado, Tsuki no se queda atrás con esta sensación al ambos estar en un lugar desconocido, pero el objetivo de ambos ahora era estar a salvo.

Y el objetivo de Tsuki tuvo un cambio de planes, ahora debe devolver a Shoto a su hogar antes de que algo malo llegue a ocurrir... 

Y LA AVENTURA ESTÁ COMENZANDO AAAA
espero que esté capítulo les haya gustado.
Ando ocupada porque conseguí trabajo y para mí suerte es en un ambiente muy lindo, pero me lleva mucho tiempo y energía. Aún así trataré de actualizar lo más pronto posible <3

Los ama mucho
Masha <3

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