Extra (+18).
Cuando el final de todo, puede ser el inicio de algo.
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Ya habían pasado más de dos meses, dos hermosos meses llenos de tranquilidad.
Aarón ya no se miraba tan tensó, incluso ahora dormíamos en su habitación, aquella que se había vuelto nuestro lugar favorito, donde compartíamos una película, risas, lindos descansos y lo mejor, donde dejamos nuestros cuerpos ser uno solo.
No podía negarlo, Aarón era intenso, hacer el amor con el me dejaba desecha en sus brazos, aquellos que han abrazado mis cuerpo un millón de veces, y sus manos dios, sus manos aquellas que han recorrido hasta el más mínimo de mi piel, aquellas que me han enloquecido.
Todo de el me gustaba y mucho.
Ya estaba tan perdida en el.
Que cuando aquella primera vez que hicimos el amor.
Me marco de tantas maneras que todo yo le pertenecía, y el me pertenecía a mi.
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Recosté mi cabeza del sofá, aquel dónde había estado leyendo un rato. Aarón estaba tomando una ducha y luego saldríamos a dar una vuelta, la tarde estaba fresca, perfecta para dar una caminata por el parque.
Cerré mis ojos y dejé volar mis recuerdos a aquella noche.
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Su mirada recorría cada centímetro de mi rostro, aquel que estudiaba, buscando cada pedazo de mi piel, sabía que este paso era importante para ambos, sabía que el tenía miedo de lastimarme.
Pero sabía que el no podía hacerlo.
Di un paso al frente, terminando de quitar esa separación entre ambos, dejando nuestros cuerpos rozarse y nuestra respiración mezclarse. Deje que mis manos tocaran sus mejillas, aquellas que estaban tibias bajo mi tacto.
Aarón era un chico que por fuera se veía rudo, Pero Por dentro era un chico asustado, queriendo escapar de si mismo.
Baje mis manos de sus mejillas a su pecho sobre la camisa, sintiendo su cuerpo estremecerse bajo mi tacto. Y pude sentir sus manos en mi cintura dando un leve apreton que me erizo cada bello del cuerpo. Su mano inició un recorrido por mis costados arrastrando consigo la tela del vestido, para anclarse en mis costillas bajo el seno, sacando el aliento de mis pulmones, aquel toque se sintió tan electrizante, que sentí mis piernas temblar.
La ropa fue saliendo de nuestros cuerpos tan lentamente que me senti desfallecer en cualquier momento.
Aarón quedo solo en boxer y ver todas aquellas cicatrices en su cuerpo me lleno el pecho de dolor, yo quería borrar cada mal sabor de cada una de ellas. Acerque mi mano sin llegar a tocarlas y mire sus ojos, aquellos que tenían consigo un dolor y miedo, sabía que no soportaba que le tocaran el pecho y los costados por sus cicatrices.
Solo pude rozar una vez, en el hotel y supe que el hizo un gran esfuerzo por no quebrarse en ese momento.
Su mano tomo la mía que seguía entre ambos y me la llevo al centro del pecho, a aquella que sobresalía más que todas, aquella que me dejaba odiando a la persona que fue capaz de tocar su piel, de llenarlo de dolor.
Dejo mi mano sobre aquella gruesa cicatriz y cerró sus ojos, dejando escapar un suspiro de sus labios. Yo deslice mi mano suavemente sobre esa gruesa línea que brotaba de su piel, sintiendo su textura extraña, era la primera vez que tocaba una cicatriz así de grande, así de aterradora.
Lleve mi otra mano a su costado izquierdo y la dejé en su cintura dónde habían otras cicatrices en forma de líneas y dejé mis manos recorrer cada trozo de su piel tibia, sintiendo cada estremecimiento de el, escuchando como su respiración se agitaba con cada roce.
Entonces hice aquello que le haría olvidar lo malo que vivió y el dolor que sintió.
Me incline un poco y lleve mis labios al centro de su pecho a aquella cicatriz gruesa y dejé que mis labios se presionaran en un beso, uno que lo hizo jandear de sorpresa y mirarme a los ojos.
-Dejame curar cada herida. -le dije en un susurro suave y lleve mis labios a su costado izquierdo besando su piel, sintiendo como se tensaba cada vez más. -Dejame borrar cada recuerdo amargo de ellas. -lleve mi boca a su otro costado y besos sus costillas y su pecho. -Pero sobre todo déjame quitar tu dolor con amor, uno que quiero darte. -y bese cada trozo de su piel, cada cicatriz, sintiendo su cuerpo temblar bajo mis labios y su voz se volvió pequeños gemidos brotados de su garganta.
-Mi corazón es tuyo. -dijo en un tono ronco. -Mi cuerpo ya te pertenece. -me tomo por el mento para que lo viera más de cerca y su otra mano jalo mi cintura pegando mi cuerpo en ropa interior al de el. -Y mi alma siempre será tuya. -dijo eso último antes de unir nuestros labios en un beso lleno de deseo, pasión y amor, uno que nos haría consumir el alma entera.
Me quito lo último de ropa que quedaba en mi cuerpo, aquel conjunto de encaje azul claro.
Y me llevo a pasos lentos a la cama donde recostó mi cuerpo y se subió sobre mi, sin dejar caer el peso de su cuerpo al mío, acomodándose entre mis piernas para luego besar de nuevo mi boca y recorrer con sus manos toda piel que pudo. Yo dejé mis manos acariciar su ancha espalda, su pecho sus costados y aquello que pude alcanzar de sus glúteos, aquellos que apreté un poco.
Ya no había ropa de por medio, ya nuestras pieles se rozaban sin ningún obstáculo que lo impidiera.
Sintiendo su miembro rozando con aquella zona sensible, aquella zona ansiosa por entregarse a el. A su Aarón.
Acomodo mejor su postura entre ambas piernas sin dejar de besarme se recostó un poco más dejando su brazo a un costado de mi cara, dejando que su pecho rozara con el mío, haciendo mis pezones endurecerse más. Me volvería loca en cualquier momento.
-Mirame Vanessa, no dejes de verme. -me pidio en un susurro sobre mis labios al cortar el beso.
-Nunca podría dejar de verte. -y sonrió, una sonrisa socarrona que me gustó más, que me hizo humedecer más mi entre piernas, aquellas que movieron en busca de ese roce delicioso con su miembro.
Sentí como su mano tomaba su miembro y lo colocaba en mi entrada, aquella zona tan sensible que quería sentirlo. Froto suave la punta de su miembro en mi entrada y un gemido salió de mis labios haciendo mis ojos cerrarce por la sensación tan deliciosa.
-Mirame, quiero ver tu placer cuando entre en ti. -coloco su miembro en mi entrada y se comenzó a hundir despacito, dejando que me acostumbrara a esa invasión, a ese dolor que poco a poco fue tomando mi cuerpo y después llenandolo de unas deliciosas sensaciones.
Nuestra respiración se agito y se mezclo entre nuestros cuerpos, los gemidos, era la música que envolvía nuestros cuerpos, y la excitación llenaba el ambiente.
Nuestros cuerpos se fundieron con ganas, con gozo.
Sentir su miembro entrando y saliendo de mi, me llevo por un camino de puro placer, de puro disfruté.
Su boca me devoró cada vez que quiso y me enloqueció su voz ronca al susurrarme todo lo que producía en el.
Todo lo que quería hacerme.
Aarón me volvió adicta a el, a su boca, a sus caricias y sobre todo a su cuerpo.
Hacer el amor con el fue la mejor experiencia que había tenido en mi vida.
La pasión con la que me devoró, me dejó deseando cada cosa de el.
Envolviendo mi cuerpo en un orgasmo que sacudió cada célula de mi cuerpo y me hizo explotar de forma delirante.
Después de eso lo volvimos a hacer, dejando nuestros cuerpos danzar en la mejor melodía que producía nuestras pieles al mezclarse.
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Después de caminar, cenar e irnos a la cama hicimos el amor y nos dormimos entre nuestros brazos. Para luego al día siguiente Aarón ir a hacer unas compras y yo ordenar unas cosas.
Pronto vendría mi madre y Lucas de visita.
Bebi un vaso de agua cuando escuché unos golpes en la puerta de entrada, así que deje el vaso en el lavado y salí a abrir, Pero al hacerlo no había nadien, me asome más y en las calles todo se miraba desolado y en silencio.
Cuando iba a entrar otra vez mi vista se quedó clavada en ese sobre rojo frente a mí, en el suelo.
Mi respiración se acelero y mi cuerpo tembló de pavor, que era eso. Mire a todos lados otra vez y nadien se miraba desde allí, ¿Quien carajos dejo eso allí?, no sabía si debía tomarlo o solo entrar y hacer como que nada pasó, Pero mi corazón estaba tan inquieto y mi mente tan agitada que me agache con lentitud y lo tome en mus manos.
Recordando aquellas cartas que había recibido mucho antes en el pueblo, mucho antes de todo aquel desastre que me marco de por vida, entre a la cama y me detuve en la sala con el sobre en mis manos y sentí un sudor cubrir mi frente.
¿Que debía hacer?
¿Lo abriría?
Tenía que ver qué era, seguro que solo era una invitación a alguna fiesta cierto!!!.
Mis manos comenzaron a temblar cuando le abrí la tapa y dejé mi mano sacar una hoja doblada y.....mi corazón se detuvo por completo y mis lágrimas se comenzaron a derramar.
No, no y no
Eso debía ser una broma y una muy pesada, no podía suceder de nuevo, no podía.
Me deje caer al mueble y mis ojos se empañaron por aquel cúmulo de lágrimas. ¿Hasta cuándo debía sufrir?, ¿porqué a mí me tenía que pasar eso?.
Volví a mirar aquella foto y mi corazón se sintió débil, rompiendose de muchas maneras.
Desdoble la carta y aquellas simple palabra me descontroló por completo dejando caer al suelo la foto donde salía abrazando a Aarón fuera de la casa y la carta con aquellas palabras que siempre me darían pesadillas por las noches.
"te veo"
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Sorpresa mis chicos 🤭
Esto a penas fue el comienzo de algo.
Nuestra pobre Vanessa creyó que todo había pasado.
Pero recuerden que nunca sabemos quién puede ser un Múltiple.
Hasta tu puedes ser uno.
Yo puedo serlo.
¿Quien sabe?.
Tenemos segundo libro 🎉
En ese otro libro se desarrolla sobre el inicio de todo eso y lo que sucederá después de este.
Me estoy aventurando en este mundo misterioso de sectas.
Quiero saber que les pareció todo.
¿Que creen que pasara ahora?.
Aquí les dejo una portada del nuevo libro.
El cual comenzaré finalizado Alas Rotas. Mi historia actual.
Nos estamos leyendo 🖤
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