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Loki Laufeyson

Asgard, lugar de incontables bellezas naturales, grandes dioses, sabidurías enormes e infinitas riquezas.
Por los pasillos del palacio podían escucharse las risas de dos pequeños se escuchaban claramente, los dos príncipes jugaban entre ellos mientras utilizaban armaduras de malla y un par de ramas grandes a manera de espadas.

-¡Ja! Te dí, yo te he vencido, ahora seré el rey de Asgard- Río victorioso el rubio principe sentado sobre su hermano impidiendo que se levantara por mucho que se retorcía.

-Dejame ya eso es trampa, ¡no se vale!- El pequeño de ojos azules pataleaba y luchaba en vano por bajar a su molesto hermano de su espalda- Pesas mucho ¡Ya bájate Thor!- gritó con enfado y el rostro rojo por el esfuerzo.

-¡Jamas! Yo soy más fuerte que tu- Se burló antes de levantarse del cuerpo de su hermano menor y ayudarlo a levantarse- No te enojes, sabes que yo siempre te ayudaré a levantarte.

Loki miraba a su hermano con una pequeña sonrisa al escuchar sus palabras pues algo que siempre supo era que el y su hermano nunca de separarian.

Las horas pasaban y ya era tiempo de volver a las obligaciones de siempre, Loki estudiaba en la biblioteca y Thor prácticaba en el salón de entrenamiento.

Así eran los días en Asgard, ambos príncipes jugaban y cumplían con sus obligaciones, o por lo menos, por un tiempo. Poco a poco ambos empezaron a dejar de divertirse puesto que el padre de todos le exigía a sus hijos portarse como los príncipes que son, sin embargo a quien más esperanzas le otorgaba era a su primogénito, y Loki era olvidado por casi todos, ya que se encerró en un mundo de lectura sobre magia por enseñanza y deseo de su madre, quien siempre lo reconfortaba de la indiferencia por parte de Odín.

3 años después

Mediados de invierno, un manto blanco cubría los jardines del palacio, está era la época favorita del joven príncipe que se encontraba leyendo como de costumbre, solo, entre los pasillos, caminando lentamente sin despegar la vista de las letras hasta que un fuerte empujón lo tumba al suelo, las risitas burlonas eran como un fastidioso pitido en los oídos del príncipe.

- ¡Fíjate por dónde vas ratón de biblioteca! - Gritó el rubio mientras se burlaba de Loki el cual se encontraba con la cara pegada al suelo, habia intentado sostenerse con las manos pero el libro había caído bastante lejos, en el momento en que levanto la mirada se topó con unos zapatos de tacón blancos muy elegantes y una falda color albaricoque.

- Amm creo que esto es tuyo - Una dulce voz llamo la atención del pelinegro, vio como dos finas manos recogían el libro delicadamente y se lo extendia-

- Yo...- Las palabras se habían atascado en su garganta, haciéndolo incapaz de pronunciar una sola palabra-

- ¿Te encuentras bien? Estás pálido, déjame ayudarte - La pequeña niña dejo el libro a un lado y lo ayudo a levantarse sosteniéndolo de un brazo - ¿Estás seguro que te encuentras bien?

Loki estaba absorto en la mirada de la chica, ¿Quien era ella? ¿Por qué lo ayudaba? ¿Por qué lo miraba de esa forma? ¿Por qué sonreía de manera tan molesta? Y ¿Por qué demonios no decia nada?. Asintió con la cabeza como única respuesta a la preocupación de la niña.

- Oh me alegro, esos salvajes te tiraron sin motivo alguno, no dejes que te intimiden, al lobo no le importa la opinión de las ovejas - La pequeña sonrió dulcemente, algo que molestaba mucho a Loki, sentía como si se burlara de el a pesar de que no podía estar más de acuerdo con sus palabras - Me llamo Alana, mucho gusto.

Antes de que pudiese responder a su saludo una voz interrumpió la conversación de los niños.

- Hijo, veo que ya has conocido a la princesa Alana, Ella se quedará un tiempo con nosotros, quería presentársela a ti y a Thor pero no lo encuentro, ¿por qué no le das un paseo por el palacio? Y a la hora de la cena van al gran comedor para que conozca a tu hermano.

Sin más por decir la reina Frigga le dio pequeños empujoncitos en la espalda a ambos niños, ellos empezaron a avanzar lentamente con una sensación extraña entre ellos, no era un comodidad pero tampoco era un sentimiento agradable, como si un enorme hoyo negro; vacío y frío se abriera paso en sus estómagos.

Caminaron juntos y en silencio por un rato sin saber cómo comenzar una conversación, no obstante, ninguno tenía la intención de dejar de seguir al otro. Después de haber caminado en círculos y pasar por los mismos pasillos cuatro veces Loki se cansó de la situacion tan estúpida por lo que se detuvo en seco, inhaló profundamente y luego comenzó a hablar.

- Sabes... Creo que no empezamos muy bien, déjame comenzar de nuevo - Aclaro su garganta, puso las manos en su espalda enderezando su postura y con aquella seguridad que lo caracterizaba volvio a hablar - Soy Loki Odinson, príncipe de Asgard, un gusto conocerla mi Lady - Con cortesía tomó su mano y depósito un beso en ella.

La niña sonrojada y con una dulce sonrisa en su rostro, soltó una risita suave ante el acto tan gentil del príncipe, a quien respondió con cortesía - Me regocijo por tener el placer de conocerlo magestad, mi nombre es Alana Rigolette Thermopolis Renaldi Swilüh heredera de Eldarya, ¿Es suficiente cortesía? - Ambos rieron con diversión por el tono en que la rubia había imitado el acento de alguno de los adultos que los rodeaban.

- Me parece que es suficiente - Para la pequeña Alana la sonrisa que iluminaba el rostro del chico que acababa de conocer era comparable con la luna llena y sus ojos azules tan profundos como el mar - Entonces.. Cuéntame un poco sobre ti.

- Pues... En realidad me trajeron aqui mientras en mi tierra hay guerra, mis padres insistieron en mantenerme segura pues al parecer algo terrible pasará si salgo herida... Pero ¿sabes? No importa donde esté yo por qué siempre llevo a mi hogar conmigo - Loki no entendió ese último comentario y solo la miro inseguro, además de confundido - Mira deja te enseño, solo... No entres en pánico - Alana cerró los ojos un momento y al abrirlos dejo al príncipe estupefacto pues en sus ojos podía verse como el iris se transformaba en una hermosa flor rosa y de ellos emanaban pequeñas partículas multicolores.

Antes de que pudiera reaccionar de alguna manera, aquel largo y dorado pasillo se había convertido en un lugar bello como Loki nunca había visto, un lugar lleno de vida y de pureza, era obvio que ahí se vivía en completa armonía y paz, pues no se sentía ni un atisbo de malas energías o malos sentimientos.

- Es.. increíble, ¿Que es este lugar? - Los ojos del pelinegro no se despegaban del paisaje y sus palabras mostraban un asombro aún mayor, sin embargo, todo se desvaneció poco a poco haciendo que el largo pasillo regresará y el volteara a verla - ¿Eh? ¿Que sucede? ¿Por qué regresamos?

- No nos fuimos, era una ilusión, ese es mi reino Eldarya, lugar perdido en el tiempo, solo si naciste en ese lugar o si eres invitado puedes ir - Los ojos de Alana volvían a ese color miel verdoso que la caracterizaba, sin embargo en su rostro se reflejaba verdadera melancolía y Loki lo había notado.

- Extrañas tu hogar ¿Cierto? - Coloco su mano en su espalda con algo de duda brindándole el apoyo que a la rubia tanto le hacía falta - tranquila Lady Alana, le prometo que no dejaré que se sienta sola mientras esté aquí, yo la acompañaré todo el tiempo que me lo permita y seré su mejor amigo - Las palabras que le había dicho eran más una promesa de amistad que una simple consolación a un momento de nostalgia, se reflejaba verdadera sinceridad en su rostro y en el de ella había ternura, felicidad y agradecimiento. Ambos se sonrieron mutuamente y con un simple gesto de alegría empezaron lo que sería una bella historia.

Un mes despues.

El día era precioso, el sol brillaba, los pájaros jugueteaba entre los árboles, las flores embellecian el palacio, sin duda alguna un día perfecto para todos, a excepción de los dos pequeños niños, ese era el peor día de todos ya que juntos formaron un lazo maravilloso, aquel había sido el mes más divertido para ambos y se habían vuelto inseparables, por un lado Alana sentía que no debía hacerse cargo de sus responsabilidades y por el otro Loki sentía por fin que era acaptado por otra persona además de su madre y hermano, sin embargo, todo lo que tiene un inicio también tiene fin, la noche anterior había sido anunciado el fin de la guerra y se solicitaba el regreso inmediato de la princesa.
El padre de Alana había mandado a informar que sería la primera y única vez que ella saldría de Eldarya por lo que nunca volvería a Asgard jamás, érgo ellos no se volverían a ver nunca. La pequeña estaba apunto de irse  con su maleta ya lista y sus niñeras esperándola para marcharse, ambos niños estaban despidiéndose, algunos autores de midgar dicen que la despedida es la pena más dulce y tienen razón.

- Bueno supongo que eso es todo, muchas gracias por recibirme príncipe Loki... Has sido mi mejor y único amigo - La pequeña se lanzó a abrazarlo con dulzura, aquel gesto fue correspondido por Loki quien se dio cuenta de que su amiga había muy sutilmente escondido algo en su bolsillo para luego susurrarle - Tal vez yo no pueda volver a venir pero puedes ir a Eldarya cuando quieras, te invito, además te queda el verde.

Alana se separó de el lo suficiente como para verlo a los ojos y antes de poder si quiera dejarlo hablara depósito un pequeño beso en los labios del príncipe dejándolo totalmente atontado, se alejó de el sonrojada a más no poder y antes de que el bifrost los llevará de ahí se despidió de él con la mano, sonriendo al ver el rostro de Loki lleno de contradicciones.

El presente.

Esa fue la última vez que se vieron... Hasta ahora, tal vez en un futuro el se animaria usar aquel anillo que su amiga le había dejado, nunca tuvo el valor, cada vez que la recordaba era como volverse a enamorar de ella una vez más.

- Hermano, hay que irnos... ¿Que haces? Sabes hermano deberías ir a verla, tal vez es ella lo que te ha estado faltando todo este tiempo - Thor contemplaba con ternura como su hermano lleno de inseguridades intentaba saber que hacer con la única que robo su corazón.

Loki solo escondió el anillo y se dio la vuelta ignorando olímpicamente a su hermano, tal vez lo intentaria, tal vez esa noche, tal vez... Era momento de enfrentar a su peor temor, la chica que quiso todo este tiempo.

FELIZ AÑO NUEVO GENTE, 2019 YA ME SIENTO ADULTA :3
BUENO HE TENIDO PROBLEMAS PERSONALES ADEMAS DE UNA ARDUA Y FASTIDIOSA MUDANZA PERO AQUI ESTA EL SIGUIENTE CAPITULO DE ESTOS HERMOSHOS PICIOSOS Y ESPONJOSOS ONE-SHOTS, Y MAÑANA INTENTARE PUBLICAR EN "MY LIFE" ASI QUE ESTENSE AL PENDIENTES
¿SEGUNDA PARTE?
CANCION DEL CAPITULO (MI FAVORITA) EN MULTIMEDIA

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