La protegida
Doña Isabel se debatía entre la lealtad hacia su marido y el deseo que sentía por Leonor. Y a la vez, la odiaba porque su exabrupto arruinó la vida para todos. José Francisco no había regresado. Temía que hubiera hecho un locura. Pero mientras ella curaba las heridas del cuerpo de Leonor, no muy lejos de ahí, la Mora curaba las heridas en el alma del conde.
Hecho ovillo sobre la cama, a pesar de tantos días, no se podía recuperar.
Había sido un golpe muy fuerte para su orgullo, pero sobre todo, al amor que sentía por Isabel.
La mano de Soraya acariciaba su sien una y otra vez, como un gato tratando de consolar a su dueño.
—Basta...—le detuvo la mano con suavidad y se levntó—. Basta de tanta compasión. Lo que yo necesito es poner las cosas en orden ¡Esa arpía maligna sabrá de mí, eso lo juro!
Tomó su ropa y se la puso.
Soraya se quedó contemplándolo desde la puerta de esa choza donde se escondía. Era tan guapo, tan elegante, tan...
Sus pensamientos fueron interrumpidos por su voz.
—Ven conmigo, después de todo lo que has hecho por mi, no puedo dejarte a tu suerte. ¿Te busca el Santo Oficio, no? Tengo en mente a una mejor candidata para ocupar tu sitio en la hoguera. Conmigo ya no tendrás que vivir huyendo.
El conde le ofreció su mano y con gusto, ella la tomó.
Gran sorpresa se llevaron cuando lo vieron volver, sobre todo, cuando lo vieron ayudando a bajar del caballo a una exótica mujer con la mitad del rostro cubierto.
Isabel corrió a su encuentro seguida muy de cerca por Leonor.
—¿Donde esta habéis estado todo este tiempo? ¿Y que hace esta mujer aquí?
Mirándola con desdén, no se molestó en dar explicación alguna y se retiró a una de las habitaciones, claro, en compañía de Soraya.
—He visto como me miras. ¿Te gusto? ¿Me quieres? Adelante, te debo la vida, es lo menos que puedo hacer por vos.
—¿Aquí?
—Ésta es mi casa. Puedo hacer lo que quiera. ¿Lo tomas o lo dejas?
«¡Haram!», gritaba su mente. Amor, cantaba su corazón y, mientras la indecisión la consumía, sus manos adelantaron camino.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro