Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Encuentros

De más está decir, que los encuentros no solo continuaron, sino que se hicieron cada vez más frecuentes, descuidados y atrevidos; que además, aprovechaban cualquier descuido o pequeña ausencia del conde, quien no sospechaba nada todavía.

Él continuaba ofreciéndole su amor y sus galanteos a su esposa. Estaba en verdad, loco de amor y pasión por ella. Isabel se sentía muy incomoda con su proximidad y muy culpable.
Ponía cualquier pretexto para evitar mantener relaciones con él.
Eso más que molestarlo, lo lastimaba, porque no se explicaba porqué su esposa no lo deseaba como él a ella. Se volvió inseguro y taciturno.

Leonor lo observaba de lejos y se reía. Pobre, cuanta lástima le inspiraba, pero Doña Isabel, su Isabel, le pertenecía solo a ella.
Una tarde aconteció que, estando ellos dos en la alcoba, Leonor entró sin que la vieran y se escondió para espiarlos. Así descubrió que él conde tenía ya ciertas sospechas.

—¿Hay alguien más?

—No, no hay nadie.

—¡Dime la verdad!

—¡Juro que no existe ningún otro! Lo juro por la memoria de mi madre.

—¿Entonces por qué me rechazas? ¿No ves que me matas?

—No es rechazo... —Se acerca y le da un beso.

—Lo he intentado todo, pero parece que nada es suficiente. Y heme aquí, rogando, implorando por un poco de cariño de mi mujer. Y no lo consigo. Si de verdad no hay otro, ¿qué pasa?

—No pasa nada. ¿Por qué tanta duda? Yo le quiero. Tal vez no como espera, pero no hay hombre más bueno que usted, de quien tenga noticia.

Secando las lágrimas de él con su pañuelo bordado, lo conduce hasta el lecho, dispuesta a cumplir con su deber conyugal.

Leonor, quien los observaba tras las gruesas cortinas, apretaba los puños con furia, para no delatarse en un arranque de celos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro