XXIII
Christopher tomó su campera junto con algo de dinero y abandonó su hogar.
Ya habían pasado tres días desde que recogió sus medicamentos.
Le servían, pero le hacían sentír un vacío muy grande, no podía expresar sus emociones.
Llegó y saludó a Erick como de costumbre para luego ubicarse a su lado. Hoy Richard no llegaría.
Se quedó en silencio, con preocupación.
Admitía que le molestaba el hecho de que estando tan cerca de que desconecten a Erick nadie además de Richard y él vayan a acompañarlo en sus últimos días de ser así.
Recordaba cuando sus amigos le dieron la espalda y aunque en ese entonces no hizo nada por la gran tristeza que sentía, ahora sabía que si los volviera a ver no podría soportar sus presencias.
10 meses luego de que Erick cayera en coma.
Christopher estaba de regreso de su preparatoria. No hizo ninguna tarea y sólo quería llegar para ir a ducharse.
Entró a su hogar y vio a su hermanita de un año en la sala, sentada sobre una manta y con juguetes a su alrededor.
Se acercó a esta y le sonrió levemente.
—Buenas tardes, Gogo —saludó.
—Llegaste. ¿Cómo te fue hoy? —oyó a su madre.
—Mal —respondió simple quitandose su mochila. La colocó en una silla y regresó con su hermanita para jugar un poco.
—Si sigues a este paso vas a repetír y sólo te queda un año para terminar. Falta poco para que cumplas tu sueño de estudiar Bellas Artes. Debes esforzarte.
—Y lo hago. Créeme cuando te digo que doy mi mayor esfuerzo pero es que no puedo. No puedo concentrarme, no tengo ánimos y mucho menos puedo pensar en mi futuro mientras Erick sigue ahí.
—Erick no quería que hagas esto. Sabes que él siempre te apoyó en tu sueño y que anhelaba que lo cumplas.
—Trátalo en presente. Está vivo.
—Lo sé, lo siento. Es confuso todavía.
—Entiendo. ¿Hoy no tengo reunión con la psicóloga?
—Tuvo un incidente, perderás una sesión. No nos cobra de igual forma.
—Está bien. Sólo voy dos sesiones, no me urge. Voy a darme una ducha e iré con Erick.
—¿Y tus deberes?
—Luego veré.
Dicho y hecho, media hora más tarde ya estaba tomando sus cosas para irse.
Justo antes de salír oyó el timbre.
Abrió esperando que fuera una amiga de su madre que venía de camino pero al ver a sus amigos se sorprendió.
—Hey... ¿Qué hacen aquí? —preguntó ladeando un poco la cabeza. La expresión vacía de Johann y Joel, triste por parte de Yoandri junto con la de decepción de Zabdiel llamaron su atención.
—Queremos hablar contigo.
—Ah... bueno, estoy de camino al hospital. Vamos charlando si quieren.
—No —se negó Zabdiel al instante.
—Oh, okey. ¿Quiéren ir a...
—¿Podemos pasar?
—Bien. Pasen —los guió hacia su habitación y cerró—. ¿Qué sucede?
—Seré sincero, por parte de ellos también —dijo Zab y miró a su alrededor con melancolía—. Esto de Erick, nos está afectando.
—Coincido totalmente, no es fácil para ninguno el que a uno de nuestros amigos esté en coma —dijo Chris inocentemente, sin entender las palabras del otro.
—No, no comprendes —conectaron miradas—. Perdimos a Erick.
—Erick está viv-
—No empieces. Para nosotros él ya no está. Tampoco tenemos a Richard y no queremos perderte a ti también —Chris se quedó en silencio unos momentos.
—Chicos no entiendo.
—... Agh. Es inútil. Te dije que-
—Shh —cayó Zabdiel a Johann—. A lo que voy es que, no te vemos hace meses. Hace meses no te juntas con nosotros y a menos de que vayamos a ese hospital inmundo no te vemos. No respondes nuestros mensajes, no atiendes nuestras llamadas, es como si no estuvieras. Entiendo que esto sea difícil para ti pero te estás alejando de nosotros. No nos dedicas tiempo. Erick ya... Erick no va a volver, por más que lo esperes años, ese de ahí ya no es el mismo chico que conocemos.
—Ustedes no conocen al Erick de los últimos meses, no saben cómo se veía ni cómo vivía.
—Porque no nos dejaba acercarnos.
—No —negó molesto—. Ustedes no quisieron seguír viendo a Erick, desde que él se mudó y no pudo juntarse con el grupo con la misma frecuencia y tampoco tener su celular todo el tiempo para estar en contacto lo hicieron a un lado. No lo buscaron, no lo llamaron, ni si quiera se esforzaron por buscar algún día con el que coincidiera y puedan verse, si no podía un día ya lo tachaban. No mientas.
—Bueno lo que digas, cree lo que él te haya dicho.
—Claro que voy a creerle.
Zabdiel lo miró decepcionado.
—Soy tu amigo desde hace mucho más tiempo que Erick y de igual forma pasaste más tiempo con él y aún lo sigues viendo aunque-
—Basta. No vuelvas a decirlo.
—Ok. Yendo al punto de todo esto... no vamos a ir más para allí, para nosotros ya no está y por lo visto tú no vas a dejar de verlo, así que te hago una pregunta.
—¿Qué vas a-
—¿Nosotros o Erick?
Chris se quedó anonado ante sus palabras.
Miró al resto de sus amigos esperando que estos estuvieran igual de sorprendidos que él, pero mantenían unas posturas firmes.
Rió nervioso.
—¿Es broma... verdad?
—¿Te parece una broma?
—B-Bueno. No tiene sentido lo que estás preguntado. N-No entiendo por qué llegar a este extremo.
—Porque estamos cansados de todo este circo que te montaste. No estudias, estás por repetír de año. No pasas tiempo con nosotros y sólo estás para ir al hospital. Deberías dejar de querer llamar la atención, estás perdiendo lo que tienes poco a poco —dijo Yoandri.
—Y-Yo...
—Responde de una puta vez, Christopher. No me gusta el drama y mucho menos esta conversación —habló Joel.
—A mí tampoco me gusta que aparezcan de la nada y me insistan para decidír entre mis amigos y mi novio en coma.
—¿Y entonces?¿Qué esperas para responder? No tenemos todo el día —apresuró Johann.
—... C-Chicos no voy a dejar de ver a Erick.
—Agh —Joel se levantó junto con Yoandri.
—¿Lo ves, Christopher? No te importamos —dijo Johann poniéndose de pie.
—Sí que me importan, sólo que-
—No mientas. Si en verdad nos quisieras nos habrías elegido, pero no, sigues queriendo al rarito de Erick, incluso cuando está muerto —esa última palabra hizo que Christopher mirara anonado a Yoandri quien salió del cuarto seguido de Joel.
—Adiós para siempre, Christopher. Me habría gustado seguír viendote, pero se ve que tú no quieres lo mismo —se despidió Johann marchándose.
Chris contemplaba la escena sin hablar, y es que, no tenía palabras. No entendía nada.
¿Cómo llegó a este punto?
—Años de amistad tirados a la basura por culpa de ese idiota y tu cegedad. Espero que estés feliz con esto. Yo no lo estoy, te quiero muchísimo, pero no me dejas otra opción. No puedo seguír manteniendo la amistad por mí mismo.
—Z-Zabdiel, yo no quiero que te vayas —confesó sintiendo sus lágrimas caer. Este hizo una mueca y palmeó su hombro.
—Adiós, Christopher. Fue un placer conocerte.
Terminó para hablar y se marchó.
Chris, que planeaba ir a ver a su novio ahora estaba llorando de pie en medio de su habitación mientras tenía su vista perdida en el suelo.
No se reconocía a él mismo y mucho menos dónde estaba.
¿Tan mierda era para que sus amigos le dijeran esas cosas?
¿En verdad era un mal amigo?
¿Era egoísta de su parte querer estar para su novio que sufrió un infierno y por culpa de aquello ahora estaba en coma?
¿En qué momento su vida se tornó tan triste?
. . .
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