Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

3

Jungkook carga a Norae todo el camino hasta el apartamento y le tiende sus llaves a Taehyung para que abra la puerta, indicándole en dónde está su propia habitación mientras él lleva a Norae a la de ella. Agradece por primera vez que su hija tenga un sueño tan pesado, no era divertido cuando tenía que levantarla para ir al colegio, pero justo ahora le viene de maravilla.

Al entrar a su habitación, observa a Taehyung de espaldas a la puerta, ojeando el espacio. Se quitó su abrigo y bufanda y sólo lleva su camisa blanca, con las manos en los bolsillos de su pantalón. Jungkook también se quita su chaqueta y la deja a un lado en una silla.

—No tengo lubricante, pero encontré aceite de coco que, según internet, no es dañino así que debería servirnos bien —su voz distrae a Taehyung de su recorrido, haciéndolo reír y bajar la cabeza al tiempo que se sonroja. Gracias a la luz de la habitación Jungkook puede apreciarlo mejor y le encanta—. Y por más que busque, sé que no tengo condones porque ni siquiera recuerdo la última vez que estuve cerca de tener un encuentro —también ríe y camina para dejar el tubo de aceite en la mesita a un lado de su cama, rasca su nuca con incomodidad—. Hyung, en verdad no quiero obligarte a nada, ¿sí? Yo... Puedes quedarte aquí hoy y sólo hablar conmigo, sin hacer algo más. Sé que apenas nos conocemos y no quiero que te sientas presionado ni pienses que estoy haciendo esto inconscientemente, o que quiero aprovecharme de ti y luego botarte. Simplemente... Me siento bien contigo, aquí, y ahora. Y sé que de cualquier manera estará bien.

Taehyung pestañea lentamente, dando entonces pasos cortos y lentos hacia el menor. Estando frente a él, sus labios vacilan con curvarse y aunque sus latidos son desordenados, es capaz de mirarlo a los ojos con suavidad.

— ¿Acaso importa algo más? —murmura, paseando su mirada por la brillosa ajena— Opino que tenemos mucho tiempo después de esto para conocernos, ¿no? Si llegamos aquí, y nos sentimos bien el uno con el otro, y somos adultos conscientes de nuestras acciones, entonces... Dejemos el resto para luego y centrémonos en el ahora. No creo querer simplemente conversar contigo justo ahora.

Jeon deja ir el aire que sostenía.

—En serio me gustas, Taehyung-ah.

Dando una sonrisita, el nombrado da un paso al frente yendo más allá del rostro contrario para susurrar en su oído:

—Eso me lo tienes que demostrar.

Y camina hacia atrás, llevando sus manos a su espalda y mordiendo su labio inferior. Aunque Jungkook lo mira por otro momento más, no pierde el tiempo y avanzando el paso que Taehyung se alejó, lo trae hacia él nuevamente por la cintura y captura sus labios en un beso similar al compartido en el auto, sólo que ésta vez no hay razones para distanciarse. La camisa de Taehyung cae al suelo primero y Jungkook se encarga de repartir besos en la piel dorada de su cuello y pecho, adornándolos con leves chupones que con suerte desaparecerán mañana.

Los dedos de Taehyung se cuelan por su debajo de su camisa, tirando distraídamente de ella hacia arriba y Jungkook lo ayuda a quitársela, volviendo inmediatamente a sus labios. Taehyung suspira, sintiendo el firme agarre de los dedos en su cintura al mismo tiempo que sus palmas recorren el pecho del menor. Al estar al borde de la cama, al más alto no le cuesta subirse a ella, apoyándose del torso de Jungkook para no perder el equilibrio mientras se arrodilla.

Ahora Jungkook debe inclinarse un poco para besarlo pero pronto el contacto de sus labios se pierde cuando Taehyung baja sus besos por su pecho y abdomen, confiando en sus dedos que deshacen el cinturón del pantalón y cualquier otro obstáculo que lo aleje de su objetivo.

Jeon deja salir un jadeo tembloroso cuando los dedos de Taehyung juegan con la elástica de su bóxer y su lengua se afinca en el área en donde empieza su vello púbico, cerca del hueso de su cintura. Se estremece al sentir la humedad que deja la lengua de Taehyung por encima de su pene cubierto por la tela, justo antes de éste termine de bajarla y sus dedos lo rodeen enseguida.

Taehyung mira hambriento su longitud, le da lamidas de gato a su punta y mueve su mano, hace que Jungkook respire irregularmente.

—No tienes que quedarte quieto, ¿sabes? —murmura Kim mirando hacia arriba y Jungkook casi maldice a su panorama, sabe que será difícil de olvidar. Ojos atrapados y labios separados; Taehyung es jodidamente precioso.

—Como desees —murmura con voz profunda, su mano va al cabello de Taehyung—. Nada más dime si algo no te gusta —aunque le advierte, Taehyung duda estar en desacuerdo con cualquier acción, por lo que sólo asiente y se da a la tarea.

Con su boca toma el miembro de Jungkook lentamente tanto como puede y quiere sonreír cuando lo escucha gemir y sisear.

—Mierda —jadea Jungkook, Taehyung mueve la cabeza de adelante hacia atrás. Lo está tomando tan bien. Taehyung usa su mano en el resto y Jungkook echa la cabeza hacia atrás cuando siente su lengua girar en el glande.

Jeon hace al mayor gemir cuando tira de su cabello, la vibración causando que Jungkook gima también. Es terriblemente difícil no follarse la boca de Taehyung cuando lo está haciendo tan bien.

La mandíbula de Taehyung duele como el infierno y se ahoga un poco, pero no sabe de dónde sale esa determinación de hacer sentir a bien Jungkook, más que sólo eso; quiere hacerlo un desastre. Acelera sus movimientos y ahueca sus mejillas, satisfecho porque Jungkook tira su cabeza hacia atrás y gime desde el fondo de su garganta. El dolor del agarre de Jungkook en su cabello lo impulsa a hacer más y saca el pene de su boca para lamerlo desde la base hasta punta, introduciéndolo de nuevo. El otro deja salir un lloriqueo entre gemidos y maldice en voz alta.

Jungkook lleva sus caderas hacia adelante y Taehyung lo anima, así que lo hace; se folla su boca hasta que siente el calor acumularse en su estómago y decide que es momento de parar porque no piensa correrse de esa forma. No cuando ni siquiera ha tocado a Taehyung como se lo merece.

Se apodera de su boca nuevamente cuando lo hace apartarse, sin dejarle lugar a la confusión. Taehyung no lo cuestiona, responde al beso húmedo que el menor le proporciona y se deja llevar al centro de la cama con los ojos cerrados, acunando suavemente con sus manos el rostro ajeno, sintiendo los labios del otro y adorando absolutamente lo perfecto que está siendo este momento.

Taehyung tira de sus pantalones y Jungkook termina de sacarlos junto a sus bóxers, apartándose para quitar ambas prendas del trigueño igualmente y su respiración se entrecorta a la maravillosa vista frente a él.

Taehyung está acostado sobre las sábanas blancas, bonito, desnudo y duro, sólo para él. Siente celos de cualquiera que haya tenido la oportunidad de verlo y tenerlo de ésta manera antes que él, porque de inmediato sabe que nadie es digno.

—Tan hermoso —Taehyung casi gime al halago de Jungkook, encantado con la atención que le da, la manera en la que lo mira y acaricia el contorno de su cintura con la mano, como si estuviese descubriendo un tesoro.

Posando una mano al lado de su cabeza como soporte, Jungkook se inclina sobre él de nuevo entre sus piernas mientras le brinda otro beso húmedo. Ambos gimen cuando sus caderas se mueven, sus partes bajas tocándose y enviándoles una descarga de placer.

Taehyung no puede esperar más.

Las manos de Jungkook recorren sus muslos, apretando su piel y entonces su trasero, amasándolo a su gusto. Pierde los estribos cuando la lengua de Jungkook juega con su pezón derecho y succiona a su alrededor, echa la cabeza hacia atrás y enreda los dedos en los largos mechones del tatuado, casi sollozando por lo increíble que se siente.

—El... El aceite —jadea Taehyung—. No importa si... No hay condones, pero haz algo —Jungkook asiente, presiona un ligero beso en sus labios y va por lo que su hyung le dice.

Los latidos de Kim ya son salvajes y cierra los ojos por un momento, sintiendo sus mejillas calientes. Taehyung jadea cuando Jungkook coloca sus manos debajo de sus rodillas y tira de él, abriendo sus piernas. Traga pesado cuando lo observa verter el líquido en su mano y cierra los ojos al sentir el dedo de Jungkook hacer movimientos circulares en su agujero antes de abrirse paso en él, el ardor estando ahí pero soportable. Al sumar un tercer dedo, Jungkook ve al panadero retorcerse y gemir mientras mueve sus dígitos adentro y afuera.

—Jungkook, por favor... —murmura Taehyung en suspiros vacíos y Jungkook detiene sus movimientos, sacando sus dedos. Se inclina para besarlo una vez más, profundo y mojado.

— ¿Qué quieres? Dime —el tatuado toma su mandíbula, obligándolo a mirarlo a los ojos. Taehyung quiere decirle lo obvio pero las palabras se atoran en su garganta, Jungkook lo besa de nuevo y ésta vez se sostiene a él, besándolo de vuelta con la misma pasión y necesidad.

Jungkook se masturba con su mano aceitada y se alinea en el agujero de Taehyung, oyendo un jadeo del contrario en el beso. Taehyung ahoga un gemido, rompiendo el beso cuando Jungkook se adentra a él con un suspiro pesado.

—Ah, por Dios —jadea Jungkook, sintiendo el calor del mayor rodearlo.

Le da a Taehyung algo de tiempo para ajustarse, repartiendo besos en su rostro como distracción y empieza a moverse cuando Taehyung sube las caderas. Kim mantiene los ojos cerrados, ignorando el ardor, aun así las lentas embestidas de Jungkook hacen que le tiemblen las piernas.

Sus labios se unen nuevamente y Jungkook embiste en él con más fuerza, incrementando el ritmo gradualmente, amando cómo Taehyung responde afianzando sus piernas alrededor de su cintura, brazos rodeando su cuello y uñas hundiéndose en su piel. Hacerlo sin alguna barrera de látex es jodidamente maravilloso, pueden sentirse y disfrutarse completamente. Jungkook aprecia que Taehyung intente no gemir tan alto, considerando todo el tiempo que alguien duerme plácidamente cruzando el pasillo.

—Oh... Jungkook, ahí —gime Taehyung cuando el menor halla su próstata. Jungkook debe poner una mano sobre su boca porque sonó más alto que anteriormente y Taehyung presiona los párpados al oír el siseo en su oído, indicándole que baje el tono. El infierno llega cuando las embestidas de Jungkook se vuelven erráticas y éste sujeta sus muñecas por encima de su cabeza, ahogando todas sus maldiciones con su lengua.

El sonido húmedo y desesperado de sus pieles chocando llena la habitación junto a sus gemidos, ambos acercándose a sus límites. Taehyung saca una mano del agarre del contrario para llevarla a su miembro y masturbarse bruscamente mientras Jungkook esconde el rostro en su cuello, cerrando los ojos y dejándose llevar con las rápidas embestidas. Taehyung se corre primero, gimiendo el nombre de Jungkook y éste le sigue cuando Taehyung se aprieta a su alrededor, gimiendo su nombre al correrse dentro de él y haciendo al panadero estremecerse ante la sensación.

Taehyung inmediatamente acuna el rostro de Jungkook, besándolo sin aliento y tan sucio y profundo como se le antoja, pero aun así logrando sentir todas las emociones desconocidas una y otra vez. Sintiéndose inmensamente cansados, ambos permiten a sus cuerpos reposar. Jungkook regresa su rostro al cuello de Taehyung, respirando contra su piel y Taehyung descansa su cabeza contra él. Todavía con el miembro del tatuado adentro y sus piernas abrazándole la cintura, sus cuerpos sudorosos se abrazan sin importarles ser un desastre.

Un completo caliente y hermoso desastre.

*

Jungkook acaricia la espalda de Taehyung con las puntas de sus dedos, subiendo y bajando por su columna y sintiendo la respiración tranquila del mayor contra su pecho, de vez en cuando creando figuras en su piel.

— ¿Hyung?

— ¿Mm?

— ¿Tienes sueño?

Taehyung exhala una risa, girando su cabeza para verlo, apoya el mentón de su pectoral.

—No —pestañea lentamente—. ¿Pero qué hora es?

—Cerca de las 2am —suspira Jungkook, pasando a acariciar su rostro ahora. Aparta los mechones de cabello de su frente y los pone detrás de su oreja. Taehyung dice que no tiene sueño pero sus ojos se cierran con el suave tacto, suspirando de igual manera—. ¿Seguro que no tienes sueño? Puedes dormir tranquilo. Te despertaré temprano, Norae seguro despierta antes de las 11.

—Estoy seguro, Jungkookie. ¿Tú por qué no duermes? También puedo despertarte.

El menor ríe bajito, niega con la cabeza.

—No puedo dejar de pensar.

— ¿Sí? —pregunta, su voz somnolienta hace sonreír al tatuado— ¿En qué piensas?

—En muchas cosas, la verdad.

—Ah —Taehyung resopla—. Creí que dirías que estabas pensando en mí. Pésimo servicio.

Jungkook ríe, peinando el pelo del mayor con sus dedos hacia atrás.

—También estoy pensando en ti. Estoy pensando en todo, hyung.

—Puedes compartirlo conmigo. No tienes que guardarte lo que te inquieta, Jungkookie.

—Lo sé —el dorso de su dedo índice acaricia las facciones del trigueño. Jungkook cree que podría ver a Taehyung y tocarlo de ésta manera por horas sin cansarse—. Quería decirte que... Yo no suelo hacer este tipo de cosas, Taehyung-ssi —le confiesa, Taehyung abre los ojos entonces, le presta atención—. No traigo a personas a casa todo el tiempo y me acuesto con ellas sin conocerlas. Sobre todo si mi hija está dormida en la habitación de enfrente.

—Mm —Taehyung alza una comisura, pestañeando—. ¿Te preocupa eso? ¿El que casi no nos conocemos?

—Podría ser... Hasta ahora sólo sé que te llamas Taehyung, trabajas en la panadería de los Park como panadero y repostero, que mi hija te adora y tú a ella... Ah... Que tienes 4 años en Seúl, siempre hueles a galletas y... Tienes la sonrisa más bonita que he visto en mi vida —la yema de su dedo delinea el labio inferior de Taehyung, sus palabras haciéndolo sonreír y Jungkook exhala—. Sí, esa. Exactamente esa.

— ¿No es suficiente? —pregunta Taehyung.

—Quisiera decir que sí, pero sabes que no. A este punto, tengo curiosidad acerca de todo sobre ti.

Pensativo, Taehyung asiente, acomodándose para quedar completamente boca abajo y apoya la cabeza de su mano, teniendo mejor vista del hombre tatuado junto a él.

—Kim Taehyung, veintisiete, provincia de Geochan, Daegu. Graduado en Turismo mención Gastronomía, amante de la música, el arte, la fotografía, la repostería y hombres malos y sexys con tatuajes y cabello largo —Jungkook carcajea con lo último, echando la cabeza hacia atrás y Taehyung sonríe—. ¿Suficiente ahora?

—Es un buen resumen curricular, sí —consiente el menor, Taehyung carcajea ahora, apoyando la frente del hombro de Jungkook—. ¿Qué tiene Seúl que no tiene Daegu, Kim Taehyung?

—Paz —murmura el pelinegro por lo bajo, alzando la cabeza. Su rostro ahora a centímetros del contrario, pero no le molesta—. Paz mental, y física. Ya yo no quería estar ahí, Jungkook-ssi —su voz es tan fina a pesar de su tono grave, que de haber una ventana abierta, el viento se llevaría sus palabras. El destello en la mirada de Taehyung es algo que Jungkook no sabe distinguir; puede ser melancolía, tristeza o lástima. Quizás es un poco de cada una.

— ¿Malos recuerdos?

Taehyung sube su comisura derecha, apartando la mirada de la suya.

—Soy el mayor de tres hermanos, dos varones y una hembra. Mi hermano nació 2 años después que mi hermana, pero mi madre no sabía que estaba embarazada y no cuidó apropiadamente del proceso. Siendo 3 años mayor que mi hermana y 5 años mayor que mi hermano; siempre supe que él no era querido y que mis padres tenían preferencias. Venía a mí cuando tenía miedo y lloraba cuando se olvidaban de él, así que siempre trataba de tenerlo a mi lado para que no se sintiera solo. Aprendimos muchas cosas del otro, creo que... Desde un primer momento supe que era mi mejor amigo —hace una pausa para sonreír, Jungkook también lo hace, teniendo un mal presentimiento en su pecho pero deja que el mayor continúe—. Él sabía más que todos alrededor de la mesa y nadie lo escuchaba, y si lo hacían, no era para reconocer que era un maldito genio y la persona más increíble del mundo. Claramente, mis padres y mi hermana no podían entenderlo, los niños en la escuela mucho menos. Pensaban que era un fenómeno, un raro.

» Aún si no tenía ningún privilegio, él no pensaba en eso. Las personas autistas nunca piensan en eso. Mi hermano se quitó la vida un día después de cumplir los 17. Fui el único que se acordó de su cumpleaños, como cada año. No se despidió de mí, pero dejó su pelota favorita de béisbol sobre mi cama, y yo lo entendí. Me sentí culpable por no llegar a tiempo de mi exposición de tesis, llamé a mis padres asesinos y me fui de casa. Dos años después, decidí mudarme a Seúl sólo con mi título universitario y toda la valentía que pude reunir —presiona los labios, toma aire profundamente. Traga el nudo en su garganta y limpia la fina lágrima que cae del ojo de Jungkook, impulsándose para besar su mejilla—. Desde entonces he tenido muchos trabajos.

» Conocí a Jimin y a su padre en el último que tuve, era en una pizzería. Hicieron esto de... Llamar al cocinero para agradecerle personalmente por el asombroso plato —sonríe, recordando—. Lo tomé a juego, pero antes de irse el padre de Jimin me ofreció su tarjeta y me hizo saber que hablaban en serio. Lo consideré por una semana y ahora estoy con ellos. Nunca me había sentido tan bienvenido como en la panadería de los Park, espero que me necesiten por mucho tiempo porque no planeo ir a otro lugar —ambos sonríen, Taehyung se acerca a Jungkook para plantar un pequeño beso en su boca, el menor corresponde sin apuro, sintiendo el genuino roce de sus labios como el de dos niños compartiendo su primer beso, dándole otro par de besos castos después de ese— ¿Qué hay de ti?

— ¿De mí? —Taehyung asiente, rozando su nariz con la contraria— Mmm... Jeon Jungkook, veintiséis, nací en Busan pero me crie en Seúl. Soy el menor de dos hermanos y trabajo como secretario en una empresa de una revista local. Amante de la música, el arte, vehículos, deportes, cualquier actividad extracurricular y de una niña de 7 años que me llama "papá" y sabe más que yo —sus comisuras se alzan—. También de graduados en Turismo mención Gastronomía.

—Parece que estoy en mis días de suerte, ¿no crees? —bromea Kim, Jungkook sonríe, cerrando los ojos y asintiendo. La vista de Taehyung baja al tatuaje en su hombro derecho donde yacen las letras coreanas "노래"— No Rae —lee, Jungkook lo mira trazar las líneas con su dedo— ¿Como "canción" en coreano? —Jungkook asiente— ¿Tú elegiste el nombre?

—No. Fue Haegyeon, su mamá y mi novia en ese momento.

Taehyung sube las comisuras, bajando entonces para besar la piel tintada.

—Es precioso. Jungkookie... Puedo... ¿Puedo saber cómo terminaron siendo sólo Norae y tú?

Jungkook lo mira y suspira, volviendo a recorrer los detalles en su rostro con las puntas de los dedos porque no quiere perderse de absolutamente nada. Ni de sus pestañas largas, la forma de sus cejas, la suavidad de sus mejillas, ni los lunares a un lado de su ojo y en el extremo de su nariz.

Kim Taehyung es de otro mundo.

—Haegyeon y yo nos conocimos en la secundaria, Jimin era su mejor amigo aún si era 2 años mayor que nosotros y fue gracias a ella que lo conocí. También era mi mejor amiga y no supe que era el amor de mi vida hasta graduarnos cuando teníamos 16. Entonces nos volvimos inseparables, eran mis amigos, ella y yo. Siempre estábamos juntos. Pasó el sexo descuidado y de repente Norae estaba en camino. Si te soy sincero, no tengo la menor idea de cómo pasó todo, porque fue tan rápido que perdí el hilo y a los 19 todavía eres un poco imbécil, ¿sabes? —admite, sacudiendo la cabeza. Taehyung no evita reírse— En ese entonces no tenía un trabajo fijo y cualquier cosa que saliera para ganar algo de dinero, lo tomaba, por lo que no estaba en casa cuando Haegyeon empezó a tener contracciones. Me asusté y me confundí mucho cuando mi mamá me llamó porque se supone que eso pasa cuando se tiene 9 meses de embarazo, no 7. Después de eso, lo recuerdo absolutamente todo. Cuando llegué al hospital, ciertamente no hubo tiempo de explicar nada, entré a la sala de parto y cuando me vio sentí que respiró. Estaba igual o más asustada que yo, así que sostuve su mano y lloré con ella hasta que Norae nació.

» Si me preguntas... Nunca imaginé que el día que suponía ser el mejor de nuestras vidas porque seríamos padres aun si sólo teníamos 19 años, se convertiría también en el peor. Ni en mis pesadillas había imaginado algo así, Taehyung-ssi —dice mirándolo de reojo, pero Taehyung lo mira compasivo y acaricia su mejilla con el pulgar. Es suficiente para poder continuar—. Le pregunté al doctor si podía cargar a Norae casi de inmediato porque no pude esperar más, él me la dio con cuidado y caminé hacia ella para que pudiera verla. Haegyeon estaba cansada pero alzó la mano y tomó la de Norae, la miró y le sonrió como siempre la vi sonreír cuando hablaba de nuestra hija, antes de que los doctores comenzaran a gritar. Me quitaron a Norae de los brazos y me empujaron fuera de la habitación; Haegyeon había perdido mucha sangre debido al parto prematuro y yo no estaba entendiendo nada. Ahí los recuerdos se vuelven confusos, porque no sentí estar consciente por mucho tiempo, tenía como que... La mente en blanco. Pasó el funeral, el entierro, y nada más cuando pude sostener a Norae de nuevo después de verla por dos meses dentro de una incubadora, fue que supe que éramos nosotros dos contra el mundo.

Presionando los labios, Jungkook gira a verlo. Con un beso le quita la mirada triste al mayor y vuelven a acomodarse en una posición donde Jungkook pueda abrazar su cintura y Taehyung entrelace una pierna con la suya. De nuevo el espacio entre ambos se vuelve nada y a ninguno parece molestarle, pero Jungkook toma impulso después de pensarlo bien y los gira, quedando él encima de Taehyung y entre sus piernas, sus miembros desnudos separados sólo por la sábana blanca.

— ¿Y ahora cómo piensas de Norae? —pregunta el pelinegro mayor, pasando sus brazos por encima de los hombros del tatuado y jugando con el cabello de la parte atrás de su cabeza. Jungkook sonríe, siendo él el que apoya el mentón del pecho dorado ésta vez.

—De la misma manera que pensaba de Haegyeon. Mi hija es increíble, hyung. No existe nadie que esté más orgulloso de ella que yo. Estoy dispuesto a mejorar cada día como padre y persona sólo por ella, es por eso que no dejaré que mis padres nos alejen, incluso si pagar sus estudios ahora mismo está siendo difícil para mí porque no gano mucho, pero es suficiente para mantenernos a ambos. La voy a apoyar en todo, la voy a querer por sobre todo y me aseguraré de cuidarla por siempre.

—Pero sin sobreprotegerla, eh —le apunta Kim, Jungkook sonríe—. Mi hermana era una sobreprotegida de mierda. Abortó dos veces y después tuvo gemelos.

Jeon se ríe, impulsándose para besar su mentón.

—Siento mucho lo que pasó con tu hermano, Taehyungie. Él no merecía un final así, pero tú tampoco mereces llevar ese peso de conciencia contigo.

—Siempre lo tendré, pero ya aprendí a vivir con eso, así que está bien —peina el cabello del menor hacia atrás, bajando sus pulgares por ambos lados de su rostro—. Yo lamento mucho que hayas tenido que ver partir a la madre de tu hija de esa manera. Ustedes tampoco lo merecían, pero supongo que... Todo pasa por una razón, ¿no crees? Si... Si mi hermano no hubiese fallecido, no me habría mudado a Seúl, y si la madre de Norae siguiera aquí...

—Tú no estarías conmigo ahora —sonríe el pelinegro, sintiendo el pecho de Taehyung subir y bajar con un suspiro, lo ve asentir.

—Yo tampoco suelo hacer este tipo de cosas, Jungkookie. No me acuesto con alguien que apenas conozco después de haberlo besado una vez debajo de un muérdago —risotea, Jungkook gira la cabeza, besa la palma de su mano y el torso de Taehyung burbujea—. Pero no me arrepiento de nada. Ahora sólo pienso en lo mucho que me gustas, lo bien que me hiciste sentir ésta noche y... Que no quiero que sea la última vez.

A sus palabras, Jungkook acorta la poca distancia entre ellos y ahuecando el espacio bajo su oreja, lo sostiene en lugar para besarlo. Taehyung abre más sus piernas y lo deja acomodarse mejor, llevando una mano al cabello del menor y paseando la otra por la espalda que seguramente oculta otro tatuaje desconocido. Taehyung no se preocupa; quiere creer que tendrá tiempo de sobra para descubrir, contar y saber el porqué de cada uno, si Jungkook se lo permite.

— ¿Tienes sueño? —pregunta Jeon separándose del beso que los tiene con la mirada empañada y la respiración agitada nuevamente. Verifica la hora en el reloj de su mesa de noche, estuvieron hablando por más de 40 minutos.

—No... —Taehyung niega en un jadeo, clavando sus ojos en los ajenos al tiempo que pasa la lengua por sus labios, besándolo y acariciando su cuello con la mano izquierda. Jungkook no presta atención a la hora entonces.

Entrelaza sus dedos con los de Kim y lleva sus manos sobre su cabeza de nuevo, hace un camino de besos mojados hasta su cuello y presiona su miembro con el contrario, los dos aun cubiertos por las sábanas. Taehyung reprime un gemido, que sale cuando Jungkook juega con el lóbulo de su oreja.

—Si quieres intentar una nueva posición, es tu momento —susurra en su oído, la voz firme haciendo rodar los ojos de Taehyung en una nueva ola de placer.

— ¿Sólo una? —Jungkook alza la cabeza para ver la mueca seductora de su acompañante, enloqueciéndolo con el brote de seguridad que su lado sumiso le está regalando.

Jungkook niega, regresándole la mueca y juntando sus frentes.

—Las que quieras, hermoso.

Taehyung suspira, ladeando la cabeza para besarlo, busca su lengua. Gira a ambos sobre la cama, quedando sentado a horcajadas sobre Jungkook y aparta las sábanas lejos de ambos, sintiendo la erección del menor crecer y endurecerse contra su culo. Jungkook busca una almohada con el brazo izquierdo para ponerla bajo su cabeza mientras su mano derecha se posa en la cintura de Taehyung, quien recorre su torso con las manos y se inclina sobre él.

De pronto hay un cambio de ambiente que pone a Jungkook nervioso, emocionado.

—Aunque sé que no podemos hacer mucho ruido —Kim murmura sobre su boca—, quiero que me toques y me digas todo lo que pasa por tu mente cuando te esté montando, Jungkookie. Dime cuánto te gusto y lo bien que se siente tenerme así. Quiero sentirte, tanto como sea posible.

Jungkook jadea, trayéndolo hacia él para besarlo con fuerza.

—Mierda, ¿cómo puedes sonar tan sexual y lindo al mismo tiempo? —casi gruñe, Taehyung sonríe entre besos, sintiendo cómo las manos del tatuado aprietan y separan sus nalgas sin perder el tiempo— Te voy a follar tan bien que me vas a sentir dentro de ti las próximas dos semanas.

Una nalgada y Taehyung regresa a ser un manojo de gemidos que Jungkook calla con los besos húmedos y desordenados que se adueñaron de su noche, dispuesto a complacer cada una de sus peticiones.

A esto se le llama una jodida feliz navidad.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro