Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Día 8: "Comida para gatitos"

La situación no era como cualquier persona hubiera imaginado que se convertiría una conversación acerca sobre la comida que los gatitos podrían o no podría comer, tema que desde luego él habia sacado a colación de forma espontánea, queriendo saciar su duda pues, como antes le habia comentado, él estaba seriamente pensando en cambiar el alimento de su gatito (como ella le decía) Plagg, aquel que ya habia conocido personalmente en dos ocasiones.

Una, cuando él le habia ayudado a derrotar a la reina del estilo. Y la otra, cuando Chat Noir se colocó con conveniente disfraz para que el Kwami pudiera descansar.

Pero de un momento a otro, mientras ambos discutían las opciones sobre una verdadera comida para gatos, las cosas se salieron de control.

Los coqueteos discretos se habían vuelto algo de cada ocasión en la que se encontraban, siendo esto de una especie de juego que compartían ante la confianza en la que se sentían el uno del otro, cada uno por motivos diferentes que el otro no sabía.

Como que él la apreciaba más de lo que deseaba admitir y que se sentaba frente a ella durante las clases en el instituto.

Y que ella lo apreciaba más de lo que deseaba admitir y que era su compañera durante las batallas que libraban codo a codo.

Entonces después de estar tan cerca, con sus manos tocándose de forma inconsciente y con un comentario por parte de Marinette que en realidad no se esperaba, fue cuando la situación cambio.

Sí Plagg puede llegar a ser tan coqueto como tú, quizás una buena comida sean besos ― había soltado por impulso, logrando que el ambiente se tensara un poco.

Se miraron a los ojos, quizás sin creer hasta qué punto habían llegado. Sintieron sus mejillas arder.

Fue cuando de forma casi sincronizada ambos se acercaron a sus rostros mientras mantenían su mente en blanco, pensando quizás en una sola cosa mientras sus labios hacían contacto.

Que de una u otra manera eso era algo que habían estado deseando, quizás desde hace mucho tiempo, pero hasta ese instante no lo sabían o simplemente se negaban a admitirlo.

No era su primer beso, cada uno tenía sus experiencias en el tema, ambos habían compartido un par de besos en el pasado aunque Chat Noir no lo supiera y ella no recordara uno en especial.

Además de claro, sus ex parejas respectivamente.

Pero sin duda alguna aquel era completamente diferente a todo lo que hubiesen podido experimentar. Marinette solo podía pensar que, si pudiese recordar la sensación de aquel beso que habia quedado guardado en su memoria sería idéntica a esa ocasión, para después negar mentalmente cuando sintió una pequeña mordida en su labio inferior, obligándose a admitir que en efecto esto era mejor.

Por su parte, Chat Noir no pudo evitar sentir como aquello era algo que de verdad necesitaba, algo que de cierta forma lo comenzaba a complementar al sentir la respuesta de Marinette ante su suave mordida, sintiendo como una corriente eléctrica lo atravesaba por completo.

Nada les importó en ese instante, simplemente se dedicaron a acariciar sus labios con los propios de una forma acompasada pero que de cierta forma ambos podían sentir como si desearan un poco más; una sensación de hambre que no podía ser saciada con comida, solo con aquel contacto.

Y en cuanto sus labios se separaron, sus ojos se mantuvieron cerrados durante unos segundos mientras él acercaba a Marinette hacia él tomándola de la cintura, con una delicadeza que no sabía que poseía.

Sólo podían escuchar sus respiraciones, así como el bullicio que la calle les concedía esa noche.

Por más que el primer pensamiento en su mente fuese que aquello estaba realmente mal, no podían denominarlo un error. Había sido algo tan especial para ambos, que no podía caber esa palabra en las mentes de ambos.

Sin ser conscientes de ello al chocar sus frentes, ambos soltaron una carcajada cargada con una genuina felicidad, riendo de cómo habían cambiado las cosas entre ellos con una simple y algo errática conversación.

Pero estaban seguros de que simplemente habia sido una excusa para algo que desde hace mucho tiempo y de alguna forma deseaban.

― Creo que me olvidaré por un momento en buscar otro alimento que no apeste para Plagg ― se atrevió a comentar con algo de galantería, buscando la mirada de ella ― ¿Cómo es qué me sueles decir cuando estas de buen humor, princesa? ― preguntó, sin tener la intención de ocultar la alegría plasmada en sus palabras.

― Uhm, cuando sueles comer mucho, Garfield ― se animó a decir, riendo por lo bajo para después mantenerle la mirada ― Cuando estoy de buen humor por tu simple compañía, sabes bien que me gusta decirte que eres como un adorable gatito ― atinó a decir, sin preocuparse mucho el camino al que llevaba esa conversación.

Pues, en los ojos de él podía ver sus intenciones.

― Entonces, te puedo decir que quizás no encontramos una comida adecuada para Plagg, pero ― hizo una pausa, rosando con cuidado su nariz con la de ella, como si aquellas acciones entre ellos fuesen realmente algo que ocurriera muy a menudo, sintiéndolo verdaderamente natural ― Pero, este gatito si encontró su nueva comida favorita.

Y, pidiendo permiso con una sola mirada hacia Marinette, espero pacientemente por su respuesta.

Que fue dada por un suave y fugaz beso en los labios, haciéndole pensar que quizás solo era un pequeño aperitivo en ese momento, antes de volver a unirse para degustar aún más lo que acababa de probar, y tal como la fruta prohibida del paraíso, estaba seguro que aquello haría cambios importantes en su vida al igual que en la de ella.

Pero a ambos realmente no les importaba mucho en ese momento, ni en las siguientes noches en los que aquel gatito llegaba para pedir con ojos inocentes su comida favorita, dejándose llevar por todo lo que entre ellos se formaba cuando estaban juntos.

― Eres un gatito glotón ¿Sabes? ― le retó ella en una noche, entre un suspiro, mientras se abrazaba del cuello del héroe, quien simplemente se limitó a sonreír ante su comentario, encorvándose un poco para que fuese más fácil para ella alcanzar sus labios y para él, tomar su ansiado alimento.

No iba a negar las palabras de Marinette, porque de cierta forma eran verdad. Y no estaba avergonzado de ello. Así como sabía que a ella no le molestaba, pues podía sentir en sus besos la misma sensación de hambre que el experimentaba.

[...]

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

PALABRAS: 1069

La dvd no sabía que escribir para este día. Era un poco complicado. Así que, como hace mucho no escribida un beso o algo más romanticón entre estos dos, dije, why not. (además, como que medio me inspire de una conversacion que tuve con alex-sol ayer sobre este par y dije alv pariente)

Bien. Hasta mañana con el día 9: Patinaje en hielo (que la dvd no sé qué haré casdf)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro