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Día 3: "Gatitos"

Se suponía que después de todos los sucesos de aquella tarde y todo lo que habia vivido parcialmente simplemente habia salido a tomar un poco de aire y acomodar sus ideas ante lo que sus ojos habían visto, por más extraño que fuese ¿Qué no París tenia suficientes cosas extrañas ya como para creer un poco en lo que sus ojos habían captado con sorpresa? La respuesta era .

Pero ahora se encontraba frente a una pequeña niña que recordaba como Manon, que le entregaba una caja de cartón, conteniendo esta tres pequeños e indefensos gatitos que al verlos pensó que quizás el destino estaba jugando con él. Dos de ellos tenían un color verde intenso en sus ojos, mientras que uno reflejaba el color del cielo despejado.

― Entre gatos se llevan bien ¿No es así? ― inquirió la Manon con una sonrisa animada a la cual él maldijo por debajo ¡¿Cómo se suponía que debía decirle que no a esa ternura de niña!? ― No los puedo cuidar yo, así que pensé que un gato podría cuidar a unos pequeños gatitos ― agregó, acercándose un poco más para poder colocar la caja en las manos del héroe.

Él estuvo a punto de decirle que en realidad no era un gato y que tampoco sabía cómo lidiar con uno de verdad, ya tenía suficiente estrés felino con las travesuras de Plagg y estaba completamente seguro de que su padre no le dejaría quedarse con alguno, mucho menos con tres.

― Quizás me sea difícil cuidar de ellos con mis labores de héroe y ― pauso sus palabras en cuanto observó como en el rostro de Manon se formaba un puchero, por lo cual buscó a espaldas de esta la ayuda de su madre, pero ella simplemente se encogió de hombros al saber lo insistente que podía ser su hija ― Y creo que lo mejor será que les encuentre un buen hogar, o alguien que pueda cuidar de ellos ― recompuso su oración, observando que en efecto había salvado la situación.

Manon sonrió ampliamente, dando unos pequeños brinquitos en su lugar.

― ¿Tienes a alguien en mente que le gusten mucho los gatitos? ― preguntó la pequeña, y con la simple mención de esa palabra nuevamente su cuerpo se tensó al instante.

Nuestros pequeños gatitos necesitan ser mejor cuidados por el gato mayor de la casa ¿No? ― recordó las palabras suaves que esa tarde había escuchado por ser un gato curioso que siempre se metía en líos, y vaya que se encontraba en uno grande.

Por qué en efecto, si tenía a alguien en mente.

Y lejos de todo lo acontecido esa tarde con aquel peculiar Akuma que de alguna forma podía abrir vórtices en el tiempo al igual que lo que había presenciado, era por instinto.

A ella le gustaban los gatos, de eso estaba seguro. Y no solo lo decía por su confusa confesión tiempo atrás que de cierta forma los habia logrado unir como amigos cercanos más allá de sus interacciones en la escuela, sino porque había notado que en su habitación habia más de un artículo gatuno.

En especial aquella suave almohada gigante en forma de gato en la cual en más de una ocasión se habia atrevido a probar mientras ella se encontraba en la parte baja de su habitación terminando sus deberes.

― Eh, sí, tengo a alguien en mente a decir verdad ― se limitó a contestar, observando la felicidad de la niña crecer mientras su madre le decía que era hora de regresar a casa.

Esas palabras lo dejaron con un hueco en el pecho, pues eran las mismas que el mismo se habia dicho al ser lanzado a uno de esos vórtices de tiempo, sin ser capaz de ayudar a Ladybug nuevamente.

Cuando comenzó a caer del cielo, en aquel momento se sentía confundido debido a que realmente París no lucia muy diferente. Esperaba de cierta forma gracias a su terrible suerte volver en algun momento crucial de la segunda guerra mundial y que todo terminase terriblemente mal.

Pero se equivocó. Poco a poco comenzó a ver la diferencia de la ciudad del amor, pues era claro que no era su tiempo. Con el simple hecho de ver publicidad en forma de hologramas en el cielo habia sido muy fácil de deducir.

― M'lady, por favor no demores mucho, deseo regresar a casa ― soltó para sí mismo, sintiéndose perturbado pues si bien estaba acostumbrado a la soledad, en aquel momento se sintió asfixiado por esta. No sabía si alguien querido estaba ahí, así como tampoco quería saber si realmente se encontraba completamente solo.

Intentó tranquilizarse, escondiéndose sobre la cornisa del edificio donde había caído de forma estrepitosa, había visto muchas películas sobre viajes en el tiempo y aunque fuese el "futuro", no sabía de qué forma se alterarían los hechos si veían un superhéroe por los tejados, pues tampoco podía estar seguro de que los recordaran al pie de la letra, no sabía nada.

Pero mando al diablo sus propios consejos al ver a alguien muy peculiar saltar entre los tejados mientras se desplazaba con ayuda de un bastón; no tardó en reconocerse a sí mismo ¡Y vaya que la emoción lo azoto! Pues, de alguna forma, él mismo se podría ayudar ¿No?

Además de que su innata curiosidad de adolescente (y probablemente algo que sentía como un sexto sentido felino) necesitaba ser saciada.

Sin reparos comenzó a seguirse a sí mismo con sigilo (por más redundante que eso sonara en su cabeza) pues pensaba que, quizás si hablaba con él o con Plagg le podrían decir alguna manera de ayudar a Ladybug desde donde se encontraba o simplemente podría sentirse en compañía de alguien más en lo que su Lady arreglaba el problema desde donde quiera que se encontrara, por más que eso le hiciera sentirse inútil.

Pero en su defensa, habia terminado en esa situación por salvarla al saber que ella era la única que podría volver las cosas a la normalidad.

Observó a lo lejos a si mismo abrir una ventana de una habitación de lo que parecía ser un complejo de apartamentos, entrando con sigilo. Desde donde se encontraba le habia sido más fácil observar los rasgos de aquel que ostentaba el traje de Chat Noir en ese tiempo y realmente no habia duda que era él, pues de cierta manera lograba encontrar un gran parecido con su padre en sus facciones.

― Por favor, espero no ser una clase de ladrón en el futuro o algo así, pues presiento que es algo que Plagg estaría encantado de que ocurriera ― se dijo a sí mismo, mientras se acercaba con rapidez para encarar a su versión futura o de aquel lugar, pues realmente estaba comenzando a pensar que incluso era algun lugar en el multiverso gracias a la última película de spiderman que había visto.

Grande fue su sorpresa al acercarse a la ventana y ver aquella versión mayor de él parado frente a una mujer que lo observaba con alivio mientras él le tendía una bolsa plástica que hasta ahora no habia reparado en que la llevaba en sus manos.

― Pensé que tardarías más gatito, gracias ― tragó saliva al observar como la mujer de cabellos oscuros se acercaba a besar su mejilla con gran familiaridad, para después entrelazar sus manos como si desearan infundirse valor ― Ahora, viene el trabajo sucio, así que no creo que desees tener ese gran olfato tuyo ― anunció, sacando de la bolsa un empaque de lo que él distinguió como pañales.

― La princesa, como siempre, tiene la razón ― pudo reconocer su propia voz, con un toque más grave que le hizo sentir realmente bien a pesar de la extraña situación ― Pero, Marinette ¿Dime de nuevo por qué ocurrió?

Y ante tal nombre, mientras podía observar como su versión adulta se destransformaba frente a la mujer que ahora reconocía como Marinette, tuvo que llevar una mano hasta su boca para omitir una exclamación de sorpresa.

¡¿Qué estaba ocurriendo?! Era lo único que podía sonar en su cabeza, y poco a poco una alarma comenzó a hacer mella en él. Debía regresar a casa, ya.

― Porque a alguien se le ocurrió que sería buena idea darle helado a los trillizos, sabiendo bien que no toleran tan bien la lactosa como tú ― puntualizó Marinette, entregándole el paquete de pañales al rubio para después amarrar su cabello en una cola alta, buscando una manta que después colocó en el suelo.

― Solo a alguien tan despistado le ocurre eso ¿Verdad chico? ― la voz de Plagg fue rápidamente reconocible para él, quien, ignorando todo lo que su portador decía para defenderse, enfocó su mirada hacia él, sonriendo de lado maliciosamente ― Iré a molestar a un cubo de azúcar en lo que ustedes arreglan el lio de sus gatijos ― agregó con algo de pillería, yéndose del lugar ignorando toda palabra de aquel Adrien.

Lo que sucedió a partir de ahí ante sus ojos fue lo que muchos podrían denominar como surreal.

Marinette colocó de uno por uno a tres preciosos bebés que parecían tener el año de edad si se lo preguntaban. Cada uno restregando sus manitas contra sus rostros mientras balbuceaban cosas inentendibles, pero para él era claro que se encontraban presos de un malestar estomacal debido a sus frentes fruncidas.

Observó cómo dos de esos bebés tenían un color verde intenso en sus ojos, mientras que el último que ella intentaba tranquilizar con palabras reflejaba el mismo color de ojos de Marinette.

No supo por qué razón no entró en pánico ante lo que veía. No supo por qué motivo aquello lleno su corazón de cierta manera.

― Nuestros pequeños gatitos necesitan ser mejor cuidados por el gato mayor de la casa ¿No? ― le dijo al Adrien dentro de la habitación en un tonó suave, a lo cual asintió para ponerse a su lado, dispuestos a iniciar la tarea de cambiar pañales durante toda la noche debido a su culpa.

Fue entonces cuando sintió la mirada de su yo de ese lugar sobre sí, logrando sobresaltarlo al sentirse atrapado.

Lejos de asustarse o incluso preocuparse, simplemente le hizo un ademan de que guardara silencio, mientras le sonreía.

Justo después, se encontró a un costado de Ladybug que había lanzado la cura milagrosa mientras Queen Bee le tendía una mano para que se levantará del suelo con un toque de altanería en su mirada, mencionando que si no hacia mejor las cosas terminaría siendo ella la compañera permanente de Ladybug, pero en aquel instante aquellas palabras no le preocuparon.

Observó el hogar de la familia Dupain-Cheng mientras sostenia en sus manos la caja con los tres gatitos, sintiendo su corazón desbocarse.

Aquello quizás no terminaba siendo real, después de todo ahora que habia visto eso podía generar una paradoja en el tiempo. Pero ¿Por qué el pensar en ello le hacía sentirse afligido? Él no estaba enamorado de Marinette, sus sentimientos hacia ella eran de amistad, una que atesoraba siendo Adrien como Chat Noir, y estaba seguro que ella sentía lo mismo.

Entonces ¿Por qué?

Intentó no pensar más de la cuenta, siguiendo el consejo que su yo le habia dado con un ademan, para después saltar hacia la calle, temeroso en tocar la puerta de la panadería.

― ¿Ocurre algo, Chat Noir? ― intentó no verse tensó ante la voz que reconoció al instante a espaldas de él, para girarse hacia ella.

Marinette lo observó con una ceja alzada, para después llevar su vista hacia el trio de gatitos que llevaba dentro de una caja de cartón, sin poder ocultar su emoción al ver sus adorables caritas.

― Necesito algo así como un favor ― atinó a decir, dispuesto a contarle solamente lo ocurrido con Manon.

― Creo que no me voy a poder resistir si tiene que ver con estos hermosos gatitos ― atinó a decir ella, acariciando la cabeza de cada uno para después abrir la puerta de la panadería, dándole entrada libre.

He visto gatitos más hermosos, y por algun motivo son nuestros ― pensó, siguiéndola en silencio al interior del edificio, para después saludar a los padres de ella quienes lo recibieron gustoso.

Si bien toda su información sobre viajes en el tiempo tenía que ver con películas, y cada una de estas terminaba por crear una cierta paradoja al saber ciertas cosas del futuro, algo dentro de él deseaba que ese escenario que habia visto ocurriera, por más conflicto que le causa en su corazón.

Porque de cierta manera se sentía correcto, aunque la lógica no le quisiese dar la razón.

[...]

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PALABRAS: 2072

Perdón, despues del 26 de abril quede algo traumada con los "viajes en el tiempo" y "las paradojas" y recordé muchas cosas de volver al futuro. Así que acá quedó esto.

Y DE NUEVA CUENTA NO FUE UN CONDENADO DRABBLE. ME ODIO.

Bien, me despido y a ver cuánto puedo aguantar hasta poder escribir en realidad un jodido Drabble :( Alex play despacito in remix version.

El sabado toca "Cumpleaños" y el domingo "Cocinar/hornear", intentaré tenerlos en los borradores acá en Wattpad para que Alex (si puede, di que sí) me haga el favor de subirlos en los días respectivos. En fin, espero les gustara esta historia con diarrea de bebés jajaja. ¡Saludos!


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