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Él comienzo de una linda historia parte 2

En él Palacio.

Kardia: habla ya Camus ¿Dónde está ese omega al que tanto reclamas? - exigió molesto.

Camus: está en la octava provincia - aclaró.

Kardia: estás bromeando ¿Verdad? - pregunto incrédulo.

Camus: claro que no padre, te estoy hablando completamente enserio, él Omega que yo deseo está en la octava provincia - afirmó.

Kardia: No Camus, tú tienes que desposar a un Omega de tú propia clase, simplemente no puedes aceptar a un pueblerino - hablo incrédulo ante lo que oía.

Camus: pues entonces tendrás que buscar a alguien más para que quiera reinar porque yo renuncio - dijo mientras que con elegancia se retiró de la habitación con dirección a su habitación mientras que Kardia se jalaba el cabello con furia.

Dégel quien iba de camino hasta la oficina de su esposo vio a su hijo pasar molesto a su lado, se giró y lo vio desaparecer asi que deduciendo lo que sucedía camino hasta adentrarse en la oficina dónde vio a su esposo jalandose él cabello con molestia mientras balbuceaba un sin fin de insultos, se acercó hasta él y lo abrazó por la espalda para después susurrarle.

Dégel: ¿Problemas paternales amor? - le susurró con un tono de burla en su voz.

Kardia: Dégel tú hijo es un demente, le e traído a un sin fin de omegas nobles para que él pudiera escoger al que se le plazca, pero ¡NO!, él sé a fijado en un pueblerino y eso quiere - dijo molestó.

Dégel: ¿Y tú ya viste al pueblerino para que te cayera tan mal? - pregunto dejando callado a su esposo - cariño escucha, se que te interesa y mucho el bienestar y las relaciones del reino, pero no es correcto que obligues a nuestro hijo a ser infeliz toda su vida por tus caprichos - le pidió el.

Kardia: no trates de hacerme cambiar de opinión por ese jovencito malcriado porque no te va a funcionar Dégel - aclaró y afirmó sus palabras.

Dégel: - rio - ¿Tengo que recordarte que él que lo crío fuiste tú? - Kardia se quedó callado - si ese alfa es testarudo con lo que quiere no veo porque tengas que quejarte, tú fuiste quien le enseñó a ser así cariño - le dijo para después besar sus labios e irse riendo por lo bajó.

Kardia: Ja, que no crea Camus que me va a ser cambiar de opinión, le dije que no y un no es no punto - dijo mientras veía hacia afuera con los brazos cruzados.

Dégel por su parte sólo rio y se fue dejando a su esposo él cuál estaba furioso, aunque meditó en todo lo que le dijo su esposo. Dégel caminó directamente hasta la habitación de su cachorro y sin tocar entro encontrando lo sentado en él balcón de su habitación viendo con tristeza hacia él exterior así que él decidió acercarse para hablar.

Dégel: Camus por favor no te enojes, sabes perfectamente que tú papá es algo especial con sus cosas - le dijo mientras su hijo bufaba.

Camus: ¿Porque no entiende que yo no quiero casarme con ningún otro omega que no sea aquél ser especial? - pregunto.

Dégel: ¿De dónde lo conoces? - le pregunto.

Camus: de la octava provincia - respondió simple.

Dégel: ¿Desde cuándo se conocen? - pregunto.

Camus: sólo cruzamos palabras una vez, aquel maravilloso día que mi padre me dejó perdido - le dijo mientras Dégel Sólo giro los ojos con molestia.

Dégel: ni me lo recuerdes que me dan ganas de matar a tú padre - dijo él - ¿entonces fue él niño que te llevo con Écarlate? - pregunto.

Camus: el es su hijo madre, un Omega tan hermoso - decía fascinado.

Dégel: entonces te gusta mucho ¿No? - pregunto sonriendo.

Camus: cómo no tienes idea mamá, desde que lo vi la primera vez me robó él corazón - afirmó.

Dégel: Camus, pero sólo lo haz visto una vez, no sabes que a Sido de la vida de ese niño, no tenemos conocimiento sobre la vida de los hijos de los generales hijo, tal vez Écarlate ya lo caso - aseguró.

Camus: Yo sé que no. Yo siento que me está esperando haya afuera, puedo sentirlo aquí en el corazón - aseguró.

Dégel: así que son destinados - susurró.

Camus: ¿Cómo? - pregunto.

Dégel: nada, nada - dijo para después irse de la habitación dejando un poco confundido a su hijo que ya no le dió importancia.

En la octava provincia.

Un jóven de cabellos azules sé encontraba moviendo un par de cajas que habían en las afueras de su casa, aprovechando que sus padres no estaban en casa.

Milo: bueno esto ya está - dijo satisfecho por su trabajo - Hm... ¿Ahora que más debo hacer? - se preguntó mientras intentaba recordar - oh sí debo ir por las cosas para la cena - dijo para después irse por su canasta e ir Rápidamente al mercado.

De vuelta en él Palacio.

Écarlate: ¿Cómo dice? - pregunto incrédulo.

Dégel: necesito que traigas a tú hijo Écarlate - repitió.

Écarlate: ¿Para que oh qué? - pregunto confundido.

Dégel: sabes creó que tú pequeño sería un gran gobernante, con nuestra asesoría - le explicó - mi cachorro está bastante ilusionado con él tuyo, te aseguro que si le entregas su mano a tú cachorro no le pasará nada, prometo que mí hijo va q cuidarlo, además que ustedes también subirán en estatus social - aclaró.

Écarlate: lo siento mucho señor, pero creo que eso no se va a poder - aclaró rápidamente.

Dégel: ¿Y porque no? - pregunto confundido.

Écarlate: creó que que será mejor que su esposo se lo explique, además que le aseguro que yo no arriesgaría él bienestar de mí hijo por un nivel social o económico - dijo él para después levantarse hacer una pequeña reverencia para después irse.

Dégel lo vió confundido, para después ir a buscar a su esposo ya que por él rostro del soldado nada de eso pintaba bien.

Con Kardia.

Kardia: él hijo de Écarlate definitivamente no - habló serio.

Dégel: ¿Y eso porque? - pregunto de brazos cruzados.

Kardia: simplemente no puede ser - dijo seriamente.

Dégel: dame él motivo o mando por él - amenazó mientras Kardia suspiraba derrotado.

Kardia: Bien, ¿Recuerdas que te dije que estábamos a nada de firmar nuevamente él tratado de paz con los espectros? - pregunto a lo que su esposo asintió - bien, ese pequeño es él tratado ¿Ya?

Dégel: Muy bien y ¿Eso que significa? - pregunto.

Kardia: ven a leer a ésto - le pidió mientras le extendia un pergamino dónde decía.

Por medio de este documento sé le aclara a cada nuevo gobernante que tendrá que dar a un Omega de alguna provincia al lider del imperio él Inframundo para así dar por firmado él tratado de paz entre los dos imperios, dejando así que si alguno llega a romper dicho acuerdo él otro imperio tendrá derecho de iniciar nuevamente la guerra.

Le mostró, para después dejar ver las firmas de los anteriores emperadores que firmaron él acuerdo, Dégel estaba impresionado ante lo que leía ya que él no tenía conocimiento de este acuerdo.

Kardia: y dime Dégel, ¿Quién crees que es el sacrificio de este tiempo? - pregunto mientras su esposo lo veía.

Dégel: ¿Pero cómo sus padres permiten esto? - pregunto asustado.

Kardia: no tienen elección, además, él fue quien fue elegido por Radamanthys, él nuevo líder de los espectros - le aclaró.

Dégel: pero ellos son Deltas Kardia, es imposible que un Omega pueda aguantar su semilla - dijo preocupado.

Kardia: así se decía, pero al parecer no es tan cierto, se dice que si él Omega atrajo al Delta eso significa que ese Omega será capaz de soportar su semilla, ya que él ahora líder de los espectros, Provino precisamente de un Omega - le aclaró.

Dégel: Camus no va aceptar esto Kardia - Susurro.

Kardia: ¿Eh? - fue lo único que salió de sus labios, para después mirar a su esposo - tiene que hacerlo Dégel, es él bienestar de todo nuestro pueblo y lo que él siente es puro capricho - le respondió.

Dégel: no creo que sea puro capricho Kardia, hay algo más profundo en ese deseo que tiene Camus por ese jovencito - le afirmó para que después ambos se vieran a los ojos - creo que son destinados - le Susurro

Kardia: ¿Así que destinados?, Bueno eso lo vamos a comprobar ahora mismo - dijo para después ir a comunicarle a Shijima que necesitaba a Écarlate y toda la familia del mencionado presente.

En la octava provincia.

Milo se encontraba sentado ahora en un columpio, viendo hacia él cielo su mirada reflejaba tristeza pero también calma tiempo después sintió cómo alguien se sentó a su lado en él columpio.

Milo: ¿Hm?... - pronunció sorprendido para después girar a ver - ¿Shaka? - pregunto al ver al otro columpiandose mientras lo veía.

Shaka: ¿Que haces aquí sólo? - pregunto mientras se balanceaba.

Milo: disfrutó mis últimos días de vida al máximo, sólo eso - dijo mientras comenzaba también a balancearse.

Shaka: estás loco, ¿Cómo que últimos días de vida? Aún eres muy joven para morir ¿No lo crees? - le siguió el la conversación.

Milo: sabes perfectamente bien a lo que me refiero, se que muy pronto esos locos vendrán por mí, así que estos serán los últimos días que veré el hermoso cielo, después de eso creo que estaré encerrado hasta que llegue la hora de muerte - mencionó con tristeza.

Shaka: vamos eso no será así, eres un chico muy fuerte, estoy seguro que aguantaras - le ánimo el.

Milo: no lo sé Shaka, algo me dice que mí muerte está muy cerca - afirmó.

Shaka: ya empiezas a escucharte igual que mí papá - Milo río - no te preocupes Milo, estoy seguro que algo por muy oportuno que sea te salvará.

Milo: ojalá que Athena te escuche - le dijo riendo, para después ambos irse hacia la casa de Milo.

Continuará...

Ésto se alargó más de lo planeado XD

By: Shun de andromeda 123

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