Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 6

Nunca te rindas.
No existen los finales,
solo los nuevos comienzo.

Yo Antes de ti

Llegamos hasta la mesa y todos tomamos asiento. Obviamente James le permite a George ocupar la esquina de la mesa para él sentarse en uno de los lados junto a Iliana. Yo me siento justo al frente con Nana a mi lado.

-Esto se ve realmente delicioso. Felicitame a quien lo cocinó -comenta George, tomando los cubiertos. Todos sonríen, sin embargo, deduzco que la sonrojes de Iliana y la manera en cómo evita mi mirada, me dice que ella no está sonriendo por la comida. Es más bien por desear ser devorada. ¡Y Bendito sea Dios, pero quiero ser yo quien la devore!

-Xavier, estás demasiado callado -habla James, haciendo que vuelva a la realidad y deje de fantasear con la vagina de Iliana goteando en mi boca. Diablos. Sacudo la cabeza, alejando esos pensamientos.

-Lo lamento, solo estaba distraído -confieso.

-Espero que no sea con el trabajo y sí con una chica. -Se gira hacia Iliana antes de volver a hablar-. Lleva meses enamorado de una chica imposible -le cuenta. Me levanto de la mesa furioso. Todos los ojos se detienen en mí, pero simplemente lo ignoro y salgo directo de la casa-. Lo lamento hermano. -Escucho que se disculpa James, pero lo ignoro.

-¡Eres un idiota! -Escucho los gritos de George hacia su hermano y después la puerta siendo abierta-. No le prestes atención. Está borracho. -George intenta calmarme, pero estoy demasiado alterado. Ni siquiera me importa que haya mencionado mi situación con Rose. Lo que me molesta es que se lo haya contado a Iliana. Por el amor a Dios, según lo que él cree, ella acaba de conocerme. No puede contarle mi vida a las personas.

-El alcohol no justifica sus motivos. -Dicho eso, regreso al interior de la casa en busca de Nana y para discúlparme con Algodón de azúcar-. Nana, nos vamos. Y disculpa por esto Iliana. Fue un placer conocerte -hablo, mirándola solo a ella. Para mi sorpresa, también se coloca de pie.

-Yo también me voy. James está más tomado de lo que debería -sentencia. Recoje su abrigo. Sigo viéndola atontado hasta que algo se activa en mi mente como un interruptor.

-Deja que te lleve, ¿si? -La veo dudar un segundo.

-Deja que Xavier te lleve, cariño. Me sentiré más seguro si es él quien te deja en tu casa. -James por fin parece hacer algo bueno. Iliana suspira y asiente.

-Mañana hablamos. Descansa -hablo ante la mirada suplicante de James. Sé que no lo hizo con mala intención, pero eso no es suficiente justificación.

Salgo de la casa nuevamente. Iliana y Nana ya se encuentran junto a mi auto. Abro la puerta para ambas y como siempre es Nana, ella le cede el asiento del copiloto a Iliana.

-No, señora, yo debería ir atrás -insiste Iliana.

-Tranquila, cariño. Atrás tengo más espacio para estirar mis piernas. -Sé que miente. Esa mujer no sufre de ninguna dolencia. La he visto hacer series explosivas en el gimnasio que tenemos en casa. Sin embargo, Iliana le cree, sonriendole grandemente y aceptando sentarse a mi lado.

-¿Quieres ir directo a tu casa o prefieres que vayamos a otro lugar? -El ceño fruncido de Iliana se relaja notablemente al enfocar su vista en mí.

-Preferiría ir a mí casa, por favor. No tengo ánimos de seguir en la calle. -Asiento y enciendo el auto para ir directo a su edificio.

-No tenías que dejar a James. Sé que a veces es un idiota, pero no lo hace con la intención de molestar o lastimar a los demás -hablo, sintiendo la necesidad de defender a James.

-Él no debió contarme eso de tu vida. Deduzco por tu actitud, que es algo que no querías que supiera. Y lo respeto. No necesito saber nada de tu pasado, pelirrojo. -Sonrío idiota. Ahí está nuevamente ese apodo.

-¿Desde cuándo pensaste en decirme pelirrojo? -inquiero divertido. Olvidándome por completo de que Nana está sentada en los asientos traseros.

-Creo que es un trato justo. Tú me dices algodón de azúcar o dulzura y yo te digo pelirrojo ardiente -suelta sin casi pensar sus palabras. Estoy seguro. Comienzo a reír frenético.

Sin querer que se acabe tan pronto, estaciono el auto frente a su edificio. Se baja después de despedirse de mí. Tienes las mejillas encendida al ver a Nana en la parte de atrás.

-Dame un momento, Nana -pido y me bajo también. Tomo su brazo antes de que entre al edificio. El portero nos mira y hace un gesto con la cabeza en forma de saludo-. ¿Crees que soy ardiente? -cuestiono sin ocultar la alegría que me causa el imaginar su respuesta.

-¡Por Dios, Xavier! Acabo de decir eso en voz alta con tu nana presente. ¡Creerá qué soy una zorra! -chilla, alzando los brazos al aire. Me tomo el atrevimiento de acariciar su rostro con mi mano.

-Nana es como una tumba. No creerá nada de ti, pero sí de mí. Va a darme una de esas charlas de no meterse con la mujer de tu prójimo, sobretodo si el prójimo es tu amigo. Pero adivina qué -pido. Suelta el aire y vuelve a coger nuevo.

-¿Qué? -pregunta, mirándome a los ojos. Zafiro contra plomo.

-Justo ahora estoy deseando acorralarte contra esa pared, subir tu vestido y meter mi mano entre tus pliegues hasta que te vengas en ella y quede evidencia de tu orgasmo en el suelo -confieso-. Así que ni siquiera una de sus charlas, hará que dejé de desear a la mujer de mi mejor amigo. Incluso, créeme que intentaré de todas las maneras posibles hacer realidad mis fantasías contigo -suelto. Su respiración es irregular. Noto como sus senos se mueven de arriba hacia abajo por su respiración.

-¿Eso es todo? -inquiere. Arrugo el rostro sin comprender-. ¿Sólo quieres cumplir tus fantasías conmigo? -aclara. Suspiro, posicionando la mano que tenía en su rostro en su cabello y haciendo de este un puño con mis manos, aprovecho que abre la boca para acercarme lo suficiente a ella.

-¿Qué quieres tú? -interrogo a solo centímetros de sus labios. Ella mira mis labios seguido de mis ojos y vuelve a mis labios-. ¿Quieres que te bese, dulzura? -pregunto, pasando mis labios por los suyos abiertos, sin llegar a encerrarlos. La siento debilitarse, por lo que paso mi mano libre por su costado y la pego contra mí.

-Sí -susurra. Sonrío lobuno. Pero antes de poder apoderarme de su linda boca, Nana habla desde la camioneta.

-¡Xavier! -Ese grito debería ser un claro ejemplo de lo que me espera. Iliana parece recordar lo que somos y rápidamente se aleja de mí como si quemara.

-Tenemos que hablar de esto -sentencio. Ella entra al edificio sin decir nada más. Miro hacia abajo, notando lo bien que le cae Iliana a mí polla. Diablos.

Regreso al auto sin mirar a Nana.

-Oh, no, muchachito, no te quedarás ahí callado sin decirme nada. Vas a explicarme de dónde salió todo eso y porqué parece que ya tienen historia juntos. -Nana exige las cosas tan rápido que algunas palabras son difíciles de entender.

-Es complicado. Y no diré más nada además de eso -zanjo-. ¡Auch! -grito cuando sus dedos se aferran a mi oreja, doblandola. Nana me mira por el espejo retrovisor. Por su cara puedo deducir que esta noche será muy larga.

-Complicado es aprender matemáticas. Pero definitivamente no es complicado decirme cómo es que estabas a punto de besarte con la prometida de tu mejor amigo y porqué ella te dice pelirrojo ardiente. -No puedo evitar reírme ante eso último. No sé escuchó igual de bien ese apodo de su boca como de los labios de Iliana.

-Quiero besarme y acostarme con la prometida de mi mejor amigo. ¿Satisfecha? -Me gano aparte de otro apretón de oreja, un golpe en mi brazo izquierdo, además de un pellizco en el mismo brazo. Me quejo de nuevo-. Tienes que dejar de pegarme -me quejo.

-Y tú tienes que dejar de ser tan idiota. ¿Vas a arriesgarte a perder una amistad con James por ella? ¿Lo vale? -insiste. Suspiro. Realmente no sé si lo vale. Lo único que sé es que no puedo dejar de imaginarla sobre mí, cabalgandome. O mi cabeza metida entre sus piernas dándole placer. Demonios. Estoy jodido.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro