Taehyung no entendía que sucedía, realmente es que a veces pensaba que las cosas eran de un modo y resultaba ser de otro, pues hasta ese mismo día en la mañana el castaño estaba muy seguro de que su matrimonio estaba muerto, sin embargo, ¿Qué hacia Jaehyung en casa a horas de la comida? Mas importante aún, cocinando para todos.

─TaeTae─ El hombre pelinegro le sonrió en cuanto lo vio entrar ─ ¿Qué tal va el día?

─Yo...bien ¿Qué haces aquí a esta hora? ─ No quiso sonar brusco, pero no podía evitar sentirse extraño.

─Tuve tiempo libre en la oficina y pensé; ¿Por qué no venir y preparar algo de comer para todos? ─ Jae movió la salsa que preparaba para una pasta. ─ ¿los niños?

─Yeonjun y Beomgyu están en casa de Taehyun y Soobin, los invitaron a pasar la tarde.

─Ya veo ¿y Somi? ─ El mayor torció un poco la boca, esperaba estar con sus hijos.

─Es martes, tiene clase de piano. ─ Taehyung se sirvió una copa de vino tinto, le hacía mucha falta. ─Es raro tenerte aquí a...bueno cualquier hora realmente.

─Lo sé, he estado un poco ocupado, muchas cosas en la oficina. ─ Servía dos platos de pasta─ Supongo que será comida para dos.

─Supongo ─ El castaño se sentó en el lugar que su aun esposo eligió para el ─ Te quedó bien ─ Realmente era un buen plato de pasta.

─Gracias, hace mucho que no cocinaba, pero no sé ─ Se encogió de hombros─ Nunca está de más retomar ciertas cosas ¿no crees? ─ Lo miró fijamente.

─Eso depende de que "ciertas cosas" hablemos. ─ Tae bebió de su copa de vino, necesitaba quitarse el nudo que se formaba en su garganta.

─Cosas buenas, aquellas que amabas y simplemente se dejaron de lado. Nunca es tarde para recomponer el camino ¿tú que piensas? ─ Jae tomó la mano de Taehyung.

Pero el castaño la retiró ─ No sé si esperas que los últimos dos años los olvide por una comida con pasta. ─ Taehyung lo miró molesto─ No soy estúpido Jae, sé que tienes una amante, y también que tus tiempos ocupados no solo son por el trabajo. No soy estúpido y no quieras verme la cara de tal.

─No, nunca quise decir eso, simplemente...No lo sé... perdóname Tae yo...

─Escucha, gracias por la pasta y...tengo que irme ─ Jae asintió derrotado ─ ¿Podrías ir por los chicos a casa de Soobin y Tae?

─Si, no te preocupes, yo voy por ellos ─ Jaehyung aceptó desanimado ¿Qué esperaba? Seguramente que Taehyung brincara de emoción solo porque él quería volver a lo de antes.

Sin decir más el castaño salió de casa con una molestia creciente en su estómago y al mismo tiempo un nudo en la garganta. Pero...una parte de él tenía una cierta ¿emoción? ¿anhelo? Tal vez de recuperar lo que alguna vez tuvieron. Se sentía como un tonto porque una milésima fracción de su ser aun esperaba que ellos volvieran a ser el matrimonio amoroso y feliz que alguna vez fueron.

Aun así, él se sentía herido porque Jae lo subestimó demasiado, sentía que simplemente le tronaba los dedos y entonces Taehyung correría como perrito ansioso de él. Para nada, se había equivocado.

Lloró un poco en el estacionamiento antes de entrar a la oficina, porque el jamás daría un espectáculo en su lugar de trabajo, no señor. Él era un hombre respetable y fuerte. Al llegar se dirigió al área de descanso, ya que por la situación ya no pudo comer nada realmente, iría a la maquinita expendedora y comería unos snacks o algo. Su sorpresa al llegar fue que, en una de las mesas, Jeon Jungkook tenía todo un sequito de mujeres y hombres muy entretenidos con lo que él contaba. El estómago se le apretó al notar aquella escena.

─Mr. Kim ─ Jungkook lo saludó con una sonrisa.

─Jungkook, veo que hiciste amigos rápido ─ Todos los presentes hicieron una reverencia en respeto.

─Señor Kim, ha sido una de las mejores contrataciones que se han hecho ─ Yugyeom uno de los donceles asistente del piso de publicidad mencionó mirando con ojos de borrego a medio morir al joven Jeon.

─Puedo notarlo, aunque lo contratamos por sus "habilidades" como secretario y asistente, no para entretenimiento de los demás. ─ Yugyeom se puso color tomate ante lo dicho, asintió visiblemente apenado. Jungkook miró fijamente al mayor y podría jurar que un atisbo de "celos" se asomaban en ellos. ─ Jeon, te veo en mi oficina al volver, no olvides las indicaciones que te di más temprano.

─Nunca lo haría, Mr. Kim, ahí estaré puntual.

─Bien, con permiso. ─ Se despidió de los demás. Aquella charla sin duda había sido más que incomoda y rara. Se comió de un solo bocado la barra de cereales que obtuvo de la máquina, la tarde estaba siendo lo contrario a lo que fue su mañana. Se metió a su oficina a trabajar, que era lo que tenía que hacer en lugar de estar pensando tonterías. Minutos más tarde, Jungkook tocó la puerta de la oficina de Taehyung. ─ Adelante.

─Mr. Kim, ya concerté la cita con el señor Min como me lo indicó. ─ El azabache se detuvo frente al escritorio del mayor.

─Correcto ─ Taehyung giró la vista hacia el pelinegro. ─ ¿Cómo viniste hacia aquí, Jeon?

─ ¿Perdón? No entiendo a qué se refiere.

─A eso ¿en qué te trasladaste aquí, viniste en ¿coche? ¿motocicleta? ¿en bus? ¿caminando? ─ Taehyung lo miró fijamente. ─ ¿Mmm?

─Oh, si, disculpé, yo...mi motocicleta se averió, así que vine aquí en autobús, ¿Por qué la pregunta?

─Bueno, te voy a llevar a tu casa el día de hoy, así que cuando salgas me esperas en el estacionamiento subterráneo ¿entendido?

─Mr. Kim, no es necesario, puedo irme en autobús y...

─Se que puedes hacerlo, pero te dije que yo te llevaba. ¿o acaso ya quedaste con alguno de los de aquí para salir o algo así?

─No, nada de eso.

─Entonces, yo te llevo a tu casa, ¿bien? ─ Jungkook asintió ─ Puedes retirarte, hay unos documentos que dejé en tu escritorio, necesito que los revises y archives.

─Con permiso, Mr. Kim. ─ Jungkook reverenció y salió de la oficina. Quería que las horas pasaran rápido para poder estar a solas con Taehyung.

Una vez que las labores llegaron a su fin por el día, Jungkook recogió sus cosas, apagó su ordenador y se dispuso a caminar al estacionamiento, Taehyung aun no llegaba. Encendió un cigarrillo, le dio un par de caladas, cuando vió al castaño salir.

─Fumar hace daño ¿no te lo enseñaron en la escuela? ─ Taehyung se detuvo frente a él, o sin antes verificar que nadie los viera.

─Sí, pero nunca me ha gustado seguir las reglas. ─ Jungkook le dio otra calada al cigarrillo, tiró lo que restaba y lo piso con su zapato negro, se agachó para tomar la basura y la guardó en su cajetilla. ─ Pero no tiro la basura en la calle.

─Menos mal, sube, te llevaré a tu casa. ─ Ambos hombres se subieron al auto. Taehyung esperaba que no se notara su nerviosismo, no sabe de donde salió eso de llevarlo a su casa, pero no se arrepentía la verdad. Jungkook no quería que se notaran sus ganas de estar a solas con el castaño. 

CAPITULO 10

OJALA LO DISFRUTEN

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