Capítulo 17
Historia Original de Spaghetticat123
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Me encontraba pensando y
pensando en la cafeterla. Me
dolió ver eso, pero me hizo
pensar más en la relación que iba a comenzar con el
profesor. Lo mucho que nos
perjudicaria a ambos.
¿Cómo pude ser tan ingenuo?
Ahora Ryan se metió al
problema y lo agrandó. Pensé
mucho, y analicé la situación
en todos sus puntos, tratando
de encontrar una salida.
Miré el reloj de la cafetería, y ya habían terminado las clases. Ya había tomado una
decisión, cortaría la relación
que tengo con el maestro de
raíz.
Él llegaría una hora después
de terminar clases, así que
decidí ira la casa para preparar aigunas cosas.
(...)
Ya era hora de la salida de los maestros, yo terminaba de meter mis cosas en el maletin mientras no dejaba de pensar en lo que sucedió entre Thana y yo, y la reacción de Mew.
Tenía miedo que todo se
terminara sin siquiera haber
empezado. Pero ¿porque permití que el se acercara a
mí? Pude haberlo detenido,
pude haber parado esta
relación desde el principio,
pero mi egoísmo no me dejó.
No tendría problermas con Mew, y él seguiría su vida
tranquilamente. Pero, al ver su interés en mi, hizo despertar mi curiosidad para ver qué tan lejos llegaría. Pero yo mismo me perdí entre mis emociones.
No pasamos mucho tiempo Suppasit y yo, pero había ese
interés y gusto mutuo que nos teníamos.
Terminé con mis cosas y sin
esperar nada me dirige a mi
carro y conducí hasta la casa,
esperando que Mew se encontrara ahí para poder
platicar.
Estacioné el carro y dejé el
maletin dentro, abrila puerta
y eché un ojo para ver si había alguien, pero no había nadie.
Cerré la puerta y me senté en
el sofá cansado mentalmente.
(...)
Me encontraba en la habitación cuando escuché la puerta abrirse. Me asomé por el pasillo y vi al sr. Kanawut
a costado en el sofá con los ojos cerrados.
"Hermoso" pensé. Nunca creí que dolería tanto sentir amor, algo que cres haber perdido.
Me acerqué al sofá y puse mi
c
ara frente a la de Gulf,
suavemente junté mis labios
con los de él, sintiendo como lágrimas calientes se deslizaban por mis mejillas.
Me alejé y comencé a caminar nuevamente hacia el cuarto, pero una voz detrás mío me detuvo.
-¿Eso fue una despedida?
No respondí, ni giré.
-¡Dejate de bromas! ¡Te
pregunté algo!
-¡¿Y qué si fue una
despedida?! -respondí sin
girarme. Apreté mis puños
fuertemente, mientras mis
lágrimas no paraban de salir y agregué:
-Esto nunca tuvo que pasar
desde un principio... -susurré casi sin aliento.
-¿Fue por Rattana? Dime
Mew ¡¿fue por ese beso?! -las palabras del profesor se
escuchaban como sollozos.
-¡Al menos mírame!
Me giré con abundantes
lágrimas en mi cara, y con solo un cruce de miradas desvíe mi rostro.
Gulf rápidamente me abrazó, yo comencé a llorar más y más, ahogandome en mis propias lágrimas.
Ya habiendome calmado, lo separé de mí, pero él se resistió, besando mis mejillas.
-No te vayas... por favor.
Luego de esas palabras, Gulf me besó. Un beso rebosante de amor.
Ese beso comenzó a hacerce
más fuerte, y mis piernas se
comenzaron a debilitar. Me
aferré a sus brazos y él sin
decir nada me levantó.
Estaba asustado y emocionado.
Sin siquiera darme cuenta, ya nos encontrábamos en la
habitación de él, y no pasó mucho para que yo llegara a
sentir las suaves sábanas que
cubrían la cama.
Poco a poco él retiró mi ropa,
dejándome completamente
desnudo. Me miró, y comenzo a quitarse la corbata, una imagen demasiado tan sexy, que causó un sonrojo inmediato en mí. Ya habiéndose retirado él sus prendas, comenzó a lamer mi piel, yo trataba de ahogar mis
gemidos.
Pero él tomando mis manos
dijo:
-No los ocultes. -susurro de la manera más candente posible.
Siguió besando todo mi cuerpo, ya causa de eso mi
Cuerpo reaccionó, haciendo mi erección más grande.
El me giró y comenzó a besar
mi espalda. Lentamente sentí
su miembro acercarse a
trasero, me asusté porque era
demasiado grande.
-Sostén mi mano -ordenó de manera amable, y yo obedecí.
Poco a poco lo iba metiendo en mi. El dolor era insoportable pero de la misma manera era delicioso.
Luego comenzó a moverse,
empezó lento y poco a poco
las embestidas fueron más
fuertes.
Sin decir nada, pero se manera gentil, él me giró y
me besó antes de correrse en
mí. Levantó mi cabeza y con
lágrimas cayendo de sus ojos,
me dijo:
-Te amo, Mew Suppasit.
-Yo también, Gulf Kanawut.
Nos susurramos al oído, para
luego dormir plácidamente.
Una noche que jamás olvidaré.
(...)
El sol aun no se levantaba, y el hombre de mis sueños dormía aún a mi lado. Culpandome por lo que iba a hacer, me dirige a mi cuarto.
Me duché rápidamente y me
vestí. Observé el reloj a lado
de la cama, marcabando las
4:50am.
Nuevamente entré a la
habitación silenciosamente
y acaricié la suave cara de
quien era mi profesor. Tomé la pluma que estaba en la mesa y escribí en el pequefño papel que se erncontraba en mis manos.
Me levanté y pero antes de cerrar la puerta de la habitación, decidí dar un
útimo vistazo al amor al que
renunciaba.
Con un suspiro y lágrimas
volviendo a salir, cerré la
puerta de la habítación.
Tomé mis maletas y salí de la casa, esperando no arrepentirme de mi decisión.
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