Cp 5: Mala Cita 1/2
3 Horas para el tan esperado encuentro entre Appel y Kim. Todo con fines amistosos.
La chica, Kim, quien en su casa, saludaba a su hermano mientras despedía a su madre, al tiempo que salía del baño, llevando 3 toallas puestas. Una en la cintura, otra sobre el pecho, y la última en la cabeza.
Rápidamente, Kim fue desde el baño en el primer piso, hasta su habitación en la segunda planta, pasando por la sala, las escaleras y el extenso corredor.
Cerrar la puerta con su pié y liberar y liberar su cabello de la tercer toalla. eso fue lo que Kim hizo al entrar a su habitación.
- Ya casi es hora, tengo poco tiempo! -exclamaba Kim, mientras decidía entre usar ropa interior de color rojo carmesí, o ropa interior de color rojo fuego.
Ciertamente, una difícil elección. Cualquier error sería fatal.
Kim era de las típicas chicas acorde al sistema. De aquellas que necesitan 12 horas para ponerse una pijama.
Ahora, teniendo que escoger entre una blusa rosa con un corazón negro, o una blusa negra con un corazón rosa, Kim estaba, de nuevo, en una situación altamente inquietante. Si su elección de vestuario era incorrecta, todo podría salir mal.
Appel, muy distinto a Kim, era un chico que hacia de todo, para hacer lo menos posible. En 5 minutos, alistaba todo un traje de bodas, o lo que el usaría para ir a una boda.
De hecho, Appel estaba en una posición un tanto incomoda. En el mueble de la sala, con un brazo sobre su espalda, una mano cerca a la entrepierna, un pie colgando del sofá, y el otro siendo absorbido por este, el chico estaba durmiendo. De pronto, el "Hasta luego" de su tía lo despertó.
Con dos horas antes de la cita, Appel se encontraba apresurado. Subió a su habitación, tomó las prendas que estaban colgadas en un gancho negro, y volvió a bajar al primer piso, para ir a ducharse.
Habiendo acabado de ducharse, el joven Appel se sentó en los muebles de la sala, se vistió, dejó su ropa sucia en el cuarto de lavado, y se dirigió al centro.
Con no más de media hora antes de la hora acordada, la situación de los jóvenes era distinta.
Kim caminaba hacia el centro comercial, llevaba en sus manos una flor que había recogido del parque. Mientras la observaba, pensaba en su amistad con Appel. Habiéndose conocido cuando él tenía 9 y ella 13, Appel y Kim siempre habían sido buenos amigos, hasta que Kim se mudó, para ir a la universidad. Actualmente estaba en casa de sus padres en lo que terminaban las vacaciones de la universidad, pero ya pronto debía irse.
- Appel es un buen chico -pensaba Kim, sin dejar de ver la flor- pero...
De pronto, una gota de lluvia cayó sobre la flor. Y, luego la siguió una gota más pesada, y luego otra, y otra. Y finalmente, una gran llovizna cayó en toda la ciudad.
Por otra parte, Appel no caminaba. Corría. Habiendo salido tarde de casa, buscaba presuroso alguna tienda en donde pudiera comprar un presente para Kim. Habían tiendas de licores, de libros, de artículos de belleza, de juguetes para adultos, e incluso, una bodega de anime, pero ningún lugar en el cual comprar algo para una chica tan inteligente como Kim. Quizá una calculadora.
Después de mucho correr, Appel contó con la suerte de avistar una pequeña tienda-papelería, en la cual se mostraba un lindo oso de peluche verde con sombrero celeste.
-Bastante simpático -pensó Appel, y se dirigió a preguntar por dicho peluche.
-Lo siento joven, pero no está a la venta. Mi esposa vende los moldes, pero no el oso -dijo el hombre del gran bigote ondulado que atendía el local.
-Y, no habría forma de que me lo vendiera? -insistió Appel- es que, de verdad es muy, MUY impotante...
-Mi respuesta es no, joven.
-Es que, tengo una cita... -intentó convencerlo Appel- La verdad, señor vendedor, es que no soy muy agraciado de belleza. Como notará, soy un joven "no tan atractivo", por no decir feo, lo cual no soy. A lo largo de mi corta existencia, he intentado interactuar con varias chicas, pero todas me rechazan por mi apariencia. Pero, ella es distinta. Mi mejor amiga vió algo en mí que n yo he sido capaz de ver aun!
-... Continúa -dijo el hombre
-Cuando yo tenía nueve años, una linda niña se me acercó y me saludó. Por su cuenta! nadie la había obligado ni retado. Puede creerlo? -dijo Appel
-No...
-Si! ella me dijo "Hola, mucho gusto. soy Kimberly, pero puedes decirme Kim. ¿Cómo te llamas?". A partir de allí, me dí cuenta de que iba a amar a esa chica toda la vida.
El hombre aún dudaba sobre si Appel merecía el oso.
-Pero, mi alegría no era total -Appel siguió con su historia- No hacía más de 4 dias, mi famili recibió una mala noticia. mi hermano había muerto,¿ en el hospital, después de haberlo encontrado desmallado en el ático.
En el Sepelio, ella asistió junto con su madre. Su padre había muerto en la guerra cuando ella tenía solo 3 años.
Siempre estuvo junto a mí, apoyándome.
Según me cuentan, después de mucho llorar ese día, me mantuve inexpresivo los días siguientes. No pronuncié palabra alguna. Solo me quedaba mirando la pared, o el techo, o las moscas. Quizá por eso me gustan las moscas...
Así, pasé varios días muerto en vida, hasta que Kim llegó a visitarme. Llevando dulces acidos y un videojuego que terminamos ignorando, comenzamos a correr como locos por el parque, saltando, jugando y comiendo dulces que te hacen poner caras graciosas.
Los años pasaron, y la distancia se prolongó. Pasé de vivir al frente de su casa, a vivir al otro lado del centro.
Recuerdo que, nunca me había fijado en ella más que como una de las amigas de mi hermano. Pero, a partir de allí, la comencé a ver de otro modo... Y hoy, quizá tenga mi única oportunidad para lograr iniciar algo con ella. Pero, para ello, debo llevarle ese oso. Así que, si me lo permite, me gustaría intercambiar mi dinero por su producto Felposo y muy adorable!
-Me agrada tu historia -dijo el hombre- pero no tu actitud. Aprende a respetar a los demás. Si no, esa chica nunca te verá más que como un hermano menor... Uno feo y maleducado!
- -_- ... Gracias por su tiempo... Me retiro
Sin nada en las manos para regalarle a Kim, Appel siguió su camino rápidamente. Había perdido mucho tiempo hablando con el hombre del gran bigote ondulado. Pero, además de haber tenido que recordar lo ocurrido de pequeño, recordó algo más. Una escena confusa, en la que un pequeño Appel observaba desde afuera de la habitación, cómo dos personas se movían sobre la cama de sus padres, tapándose con las cobijas y produciendo sonidos extraños. Era su padre... Pero esa mujer no era su madre.
Hola, Dhanpandas!!!
A los años, no? jejeje...je. Como habrán visto, tenemos una nueva portada. Se debe gracias al maravilloso trabajo de Amy_Alva. Así, que usando el poder del #SpamCasual , les recomiendo que le den un vistazo a su libro de portadas "DELIRIOS Y DIVAGUES DE UN ASTRO", y vean si a ustedes como a mí, les gusta el trabajo de esta chica.
#Tomatuincognita
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