7. Bebé en camino
Hyoga había regresado a su hogar luego de otro día agotador en su trabajo pero aún así no dejaba de mostrar su amplia sonrisa. Todas las noches llevaba un hermoso ramo de margaritas para su esposa quien la esperaba con los brazos abiertos.
La sorpresa del rubio fue haber encontrado a su cuñado Ikki junto a Seiya mientras charlaban con su mujer sobre acerca de un tema el cual silenciaron tras verlo entrar.
—¡Bienvenido a casa querido!
Shun sonrió tiernamente a Hyoga, Ikki hizo un gesto y Seiya una mueca burlona.
—Hola... No sabia que vendrían a visitarnos.
—Estamos de paso, ya nos íbamos— el castaño se dirige a él. —Estas son para mi... Muchas gracias.
—Eh, claro que no tonto... Son para mi esposa— Seiya se echo a reír.
—Ya lo sé pato tonto.
—Oye pato... Necesito hablar contigo...y en privado.
Andromeda y Pegaso se marcharon de la sala mientras dejaron al pelo azul y al rubio hablar.
—A ver, ¿qué es lo que pasa Ikki?
—No he querido decirtelo frente a Shun y Seiya pero...
Estamos en problemas.
—¡De nuevo! ¡Es en serio!
—No idiota, es broma.... ¡Claro que es en serio!— Ikki estaba por golpearlo con un harisen.
—Esta bien, aleja ese harisen de mi por favor— cisne se cubrió la cara.
—De acuerdo y escucha... Recuerdas esa serpiente que mordió el estómago de mi hermana.
—Si... ¿Qué pasa con ello?
—A Seiya y a mi nos atacó una manada de esas serpientes mientras veniamos de visita a tu casa— Hyoga se sobresalto.
—¡Qué! Pero aquí no hay ninguna serpiente, como es qué pueda... Y como es posible...
—No estoy muy seguro de lo que pasa, pero esas serpientes me dan mala espina, debes de estar al pendiente de lo que suceda en este lugar, una amenza está por llegar.
Cisne asintió ante lo que su cuñado le había hablado, ambos fueron a ver a sus respectivas parejas quienes hablaban de otras cosas.
—Fue un gusto pasar el rato con ustedes pero...es hora de irnos, esa cena romántica no debe esperar— Seiya tomó de la mano a Ikki.
—Gracias por pasar a visitarnos hermanito, y gracias por acompañarlo Seiya.
—Cuidate hermanita... Y tú también pato.
Shun abrazo a su hermano y luego a Seiya, los acompañó hasta la puerta en donde se despidieron de la pareja.
—Se ven tan lindos juntos ¿verdad?
—Tienes toda la razón.
Cisne puso la mano en la cintura de su esposa, ella recostó la cabeza en su hombro y entrelazan sus dedos.
—¿Vas a cenar cariño? He preparado tu comida favorita— la amazona sonríe.
—Hasta se me hizo agua a la boca con solo pensar que comeré como un rey.
Sin separarse entraron de nuevo a la casa, a lo lejos la misma serpiente que observó a Shun por la tarde se transformó en una bella mujer de cabello azul.
—Aún no hemos terminado Atenea, tu amazona pagará por todo lo que has hecho.... La diosa de la discordia sigue viva.
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En casa de Acuario.
—Vamos muchacho, golpea más fuerte.
Era domingo y Hyoga tenía el día libre, aprovechaba siempre ir a visitar el templo de su maestro Camus con quien estaba entrenando desde temprano mientras Shun se encontraba con Athenea y el resto de los caballeros en la cámara del patriarca.
—¿Y ya lo sabe Hyoga? — Afrodita arreglaba el cabello de Shun.
—Aun no, en cuanto llegue con su maestro le daré la noticia.
—Y como te sientes respecto a ello Shun— Shaka la observa.
—No saben lo feliz que estoy... Hasta no de podido dormir, quiero que mi esposo lo sepa ya, no puedo esperar más.
Andromeda estaba entusiasmada, las manos le temblaban pero eso no le impedía sonreír con suma alegría. Sus compañeros de armas, entre ellos su hermano mayor estaban felices por la peliverde.
Al cabo de una media hora, Hyoga en compañía de su maestro Camus subieron a la cámara del patriarca donde los demás los esperaban, Athenea llamó al caballero Cisne y a su pareja, los demás miraban.
—¿Qué pasa? ¿Porqué me miran así?
—No se tú querido amigo, pero...
—Es mejor que Shun te lo diga.
—¿Huh?
Shun tomó su mano y le entregó un sobre, Hyoga de inmediato lo abrió y al ver el contenido observo a su esposa, ella derramó una lagrima de alegría y él la abrazo con mucha fuerza.
—Esto es...
—¡Estoy embarazada! Vas a ser papá.
Camus quedó con la boca abierta y a punto de caer desmayado, su amigo Milo junto a Aioria y los demás lo detuvieron.
—Tranquilo cubito, o más bien... Abuelito Camus— bromeó Saga.
—¡Cállate!— responde el pelo turquesa.
—Es tan dulce cubito, serás un excelente abuelo para el patito de Hyoga y Shun— Milo se burla de Camus.
—¡Cierra el pico bichito!
Todos se rieron del momento, Hyoga se acercó a su maestro y este sonrió llamando la atención de los demás.
—Felicidades por esa noticia muchacho.
—Muchas gracias maestro.
—Y felicidades Shun, haz conseguido al mejor compañero de tu vida...y padre del bebé que todos vamos a esperar con tanta alegría— Shun toma las manos de Camus.
—No, gracias a usted señor— Camus se unió junto a su discípulo y a su nuera en su emotivo abrazo el cual todos los caballeros alabaron.
—Bueno, y a que horas comenzamos con el cumbion.
Seiya habló y todos le miraron con la ceja arqueada.
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