29. Lucharé por lo que más amo... ¡Mi Familia!
Seiya ayudaba a Hyoga a ponerse de pie mientras Ikki encontraba al responsable que le había hecho esto a su cuñado, pero eso no era todo... La cuna de sus sobrinos estaba vacía lo que al peliazul le originó un ataque de pánico.
—¡Hyoga! Dónde... ¡¿Dónde están los niños!?, ¿Qué pasó aquí? — Fénix exclamó.
—Fue Até... Ella... ¡Ella se llevó a mis bebés!, ¡Mis bebés están en peligro! — dijo Cisne demasiado angustiado.
Seiya gruñó al escuchar el nombre de la diosa malvada e Ikki enfureció.
—¡Maldita sea! — el peliazul golpeó la pared. —Cómo es posible que esa diosa haya venido a raptar a mis sobrinos — replicó.
—Quizás Saori tenía razón, Ikki. Debimos haber creído en ella y así hubiéramos evitado todo este problema — habló Seiya. —Pero aun así debemos encontrar a Até antes de que sea demasiado tarde, ¡vamos muchachos!
Cisne y Fénix asintieron y se dirigieron a buscar a Até y a los niños.
...
Shun había llegado a un lugar muy hermoso y tranquilo en donde Algol le esperaba con una sonrisa triunfante. Ella le devolvió la sonrisa a la vez que se iba acercando al santo de plata.
—Sabia que me elegiría mi reina Andrómeda, no sabe lo feliz que me hace verle de esta manera — dijo cínicamente el pelo oliva.
—Lo mismo digo caballero Algol, usted es el hombre con el cual quiero pasar todo el resto de mi vida — respondió Andrómeda al momento en que Perseo le depositaba un beso en la mano.
Até hizo acto de presencia junto a los pequeños hijos de la amazona, sacó una manzana de color dorada con la cual comenzaba a absorber a Alek, luego encadenó al pequeño Hiro a una roca. Al santo de plata no le importaba el bienestar de los niños, solamente le importaba tener a Shun en sus brazos para así acabar por completo con Hyoga de Cisne.
—Solo espero que ese imbécil no se atreva a venir a este lugar — dijo Perseo.
—El no sobrevivirá mi querido Algol, con la maldición que puse en el corazón de Andrómeda, el corazón de Cisne terminará haciéndose pedazos — explicó la diosa.
Até le entregó a Andrómeda un puñal con el cual debía matar al pequeño Hiro quien trataba de hacer entrar en razón a su madre a través de sus poderes mentales.
"Mami... Mami... Por favor... Despierta"
Suplicaba el pequeño peliverde sin obtener respuesta alguna de ella, Shun se acercaba lentamente a su hijo mientras alzaba el puñal, Hiro estaba asustado, cerró los ojos en espera de su muerte a manos de su propia madre.
—¡Dragón Naciente!
La voz del Shiryu se hizo presente a la vez que evitó que Shun matará a su propio bebé, Até y Algol quedaron sorprendidos al ver al caballero dragón en compañía de Saori/Athena.
—No lo hagas Shun, ¡es tu hijo! — imploró Shiryu.
—Andrómeda, reacciona por favor no lo hagas — suplicó Saori.
Perseo comenzó a atacar a Shiryu mientras Até hacia lo mismo con Saori, mientras ellos luchaban Shun continúo con su labor.
"Mami, mamita hermosa... Tú jamás me lastimarías... Por favor mami, ¡despierta!"
Hiro insistía en hacer entrar en razón a su madre pero no había marcha atrás para ella, cuando Shun estaba por apuñalar a su hijo un cometa hizo que arrojará el puñal al suelo. El ataque provenía de Seiya quien junto a Ikki y Hyoga habían llegado justo a tiempo al lugar, al ver al caballero cisne la amazona comenzó a atacarlos a los tres.
—¡Shun, para! ¡Por favor para! — decía pegaso mientras esquivaba las cadenas de la peliverde.
—Shun... Somos nosotros, ¡tu familia!¡Eres mi hermana! — dijo Ikki pero fue golpeado.
—¡Mi amor! ¡Detente!, No quiero lastimarte — rogó cisne.
Andrómeda le dió un puñetazo en el pecho lo que hizo que cisne se estrellara contra una pared.
—¡¡Hyoga!! — gritaron Seiya e Ikki mientras corrían tras el pero ambos fueron atrapados por las cadenas de Shun y al mismo tiempo recibieron una descarga eléctrica. —¡¡Ahhhh!!
—¡Chicos! — exclamó Shiryu, sin embargo Algol termino dándole un fuerte golpe en su estómago ocasionando que cayera de rodillas. El santo de plata aprovechó el momento en que Shiryu bajo de inmediato la guardia para utilizar su mejorado escudo de Medusa con el cual lo terminó convirtiendo en piedra.
Saori no podia creerlo, Seiya e Ikki gravemente heridos mientras que Shiryu acabó convertido en piedra y por último estaba Hyoga que estaba a punto de ser asesinado por su propia esposa.
Hyoga se reincorporo con dificultad, frente a él estaba la persona que tanto ha amado desde que la conoció y que ahora estaba a darle punto final a su vida. Apretó su pecho con fuerza debido al dolor que cada vez más se hacía agudo, dejó escapar sus lágrimas.
—Shun... Mi amor, si esto es lo mejor para ti... Te comprendo. Quiero que sepas que eres el amor de mi vida y por ti estoy dispuesto a darte mi alma, se que no fui lo bastante fuerte para salvarte y me siento culpable por todo lo que te pasa, lamento haberte lastimado con mis palabras, con mis acciones por todas las estupideces que he hecho hasta el momento... Por todo lo que hice por amor, lo lamento Shun. Te amo... Y gracias... Por darme la oportunidad de haber sido... tu esposo — Shun le miro por un segundo hasta que Algol le habló.
—Bla, bla, basta de tanta cháchara y acabalo de una vez mi bella Andrómeda — ordenó Perseo.
—Tus palabras me conmueven Cisne... Me aseguraré que tú muerte no sea tan dolorosa para que vayas tranquilo al infierno — dijo secamente la amazona.
—No me importa... ¡Házlo! Pero quiero que sepas una cosa... Yo nunca... ¡¡ NUNCA TE DEJARÉ!!
Tomó por sorpresa a Shun y con todo dolor su puño atravesó por completo su pecho destrozando la rosa que la diosa le había implantado en el corazón rompiendo la maldición, Até y Algol quedaron impactados por la respuesta de Cisne mientras que Saori recuperaba la felicidad.
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