En casa de Hyoga

—Hyoga, con todo el respeto del mundo... ¡eres un estúpido! — resaltó Seiya mientras veía que su amigo no dejaba de estrellar una y otra vez su cara contra la puerta.

—Demasiado, hiciste llorar a mi hermana y eso no se hace pato imbécil, dale gracias a Seiya que no me permitió molerte a golpes — decía Ikki con frustración.

—Lo sé, lo sé, soy un completo imbécil ¿de acuerdo?, pero ¿que querías?, que Algol se quedara con todo el crédito — entre quejas respondió Hyoga.

—No exactamente, lo que sucede es que deberías...controlar tus...ya sabes... Tus celos — afirmó el castaño.

—¡No estoy celoso! — el rubio exclamó en voz alta.

—Estás celoso, no lo niegues— confirmó Ikki.

—¡¡Claro que no!! — respondió el rubio un poco alterado.

—Ok, ok no te pongas así, relájate — por seguridad el castaño se puso detrás de su pareja, Hyoga dejó de golpearse contra la puerta tras escuchar que su hijo Hiro había despertado, se acercó a la cuna y con sumo cuidado tomó al peliverde para evitar despertar a su hermano que aún seguía durmiendo.

—Algo me dice que mi sobrino necesita un cambio de pañal urgentemente — el peliazul se tapó la nariz ante el mal olor.

—No me digas — el castaño bufó.

—Bien, bien — Hyoga puso manos a la obra, extendió una mantita y comenzó a cambiarle el pañal a Hiro, Seiya e Ikki lo miraban con asombro.

—Eres bueno cambiando pañales, Hiro está feliz — dijo el castaño.

—Mi cadenitas me enseñó, aunque en un principio era demasiado complicado ya que siempre confundía el pañal con las toallas sanitarias pero con el paso del tiempo pude hacerle un cambio de pañal por mi cuenta — respondió el santo de cisne, Pegaso y Fénix soltaron una gran carcajada.

—Una toalla sanitaria... Jajajajaja, ¡si que estas loco! — replicó.

—De plano que eres un idiota — el pelizaul se dio una palmada en la frente sin contener la risa.

—Si... Y por eso nunca compares un pañal con una toalla, al final me golpeó con sus cadenas — el rubio sonrió mientras terminaba de colocar el pañal de Hiro, lo tomó en sus brazos y le dio un beso en la mejilla. —¡Tada! Un lindo conejito recién cambiadito — expuso al pequeño peliverde ante su cuñado y su amigo.

—Que hermoso ese bebé, verdad mi pollito — Seiya lo cargó en sus brazos mientras le hacía una que otra cosquilla.

—Obviamente que si, mi sobrino es igual de guapo que yo —agregó.

—Si claro — burló Cisne, Seiya dio un suspiro.

—Cómo me gustaría tener un bebé propio, que fuera tanto mío como de ti pollito —la voz del castaño se escuchaba apagada mientras miraba a su pareja que le tomaba de la mano, Hyoga lo observó y le puso la mano en su hombro.

—No te pongas mal y piensa.. Hay muchos niños que pueden adoptar en el orfanato de la fundación, porqué no van juntos y hablan con el personal del orfanato para que puedan adoptar uno de ellos, de seguro que esos niños desean sentir todo el amor que no pudieron tener — recalcó, Ikki se reservó a dar su opinión.

—Tiene razón, aunque dudo que sea así por el hecho de que Ikki y yo somos... Hombres — el castaño entristeció.

—Y eso que, no te esponjes amigo mío, los de la fundación estarán de acuerdo con esa idea, ya lo verás — dijo el rubio con entusiasmo.

—Gracias Hyoga — dijo Seiya.

—Y tú Ikki, ¿no piensas decir algo respecto a ese tema? — cuestionó cisne, sin embargo fueron interrumpidos porque alguien tocaba el timbre de la casa. —Vuelvo enseguida — el rubio sale de la habitación.

—Solo espero que nos digan que si — habló el castaño, Ikki asintió.

—"Ay Burrito, si supieras que tu eres un doncel... Te volverías loco" — pensaba su pareja.

Recuerdo

—¡En serio! ¡Seiya es un doncel! — Ikki y Shiryu quedaron con la boca abierta tras la revelación de Saori.

—Así es chicos, pero no quiero que le digan nada por el momento, quien sabe y el pueda reaccionar de mala manera — la pelo lila miraba una foto en la que todos aparecían.

—Eso quiere decir que mi Burrito podría... — expresó Ikki.

—Exactamente — concluyó la chica.

—Interesante — Shiryu respondió.

Fin del recuerdo

—Solo queda esperar — respondió Ikki, él y Seiya observaron que Hyoga venia entrando a la habitación en compañía de Saori.

—Muy bien chicos, ya que los veo juntos... Necesito que se marchen al santuario lo mas pronto posible — los tres caballeros quedaron confusos ante la orden de la pelo lila.

—¿Y ahora qué pasa? — cuestionó pegaso.

—No es nada malo, no se preocupen — contestó Saori.

—Pero no puedo irme, debo cuidar a mis hijos — responde cisne.

—Por ellos no te preocupes, yo los cuidare — le dijo la pelo lila.

—Pero...

—Nos vemos — Saori lo interrumpió y con su báculo los teletransportó al santuario.

—Pinche Brujaaaaaa — fue lo último que dijo el castaño tras desaparecer, Saori dejó al pequeño Hiro en la cama matrimonial, luego se acercó a la cuna donde estaba el pequeño Alek.

—Se acabó Até, sal del cuerpo de Alek ¡ahora! — la pelo lila apuntó con su báculo a la cuna donde se encontraba el pequeño Alek. —No te hagas la que no oyes, más te vale que hagas caso a mis órdenes — exclamó, de pronto una fuerte ráfaga de viento se hizo sentir en toda la habitación.

—¡Que molesta eres! No ves que estoy tratando de dormir — até respondió con desagradó y abrió los ojos.

—Lo sabía, todo este tiempo había algo anormal en Alek y tú eres la causante de ese mal, es mi deber como diosa es acabar contigo — dijo la pelo lila y atacó, Até que aun permanencía en el cuerpo de Alek esquivó el ataque.

—JAJA, siento decirte que no podrás conmigo — contesto la malvada diosa e invocó su báculo.

—Con que esas tenemos, pues bien... ¡Adelante!

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En Asgard

—¡Cadena circular!

Shun protegió a sus compañeros de los ataques de fuego de un caballero, Shiryu lanzó su dragón naciente hacia otro de los enemigos mientras que Algol utilizó el escudo de medusa a los soldados que los atacaban.

—Santos de Athena, está no es su guerra — exclamó el caballero.

—¿Quienes son ustedes? — preguntó dragón.

—Yo soy uno de los nuevos dioses guerreros... Surt, mis compañeros y yo reemplazaremos a los antiguos dioses guerreros y destronaremos a Hilda de Polaris — respondio el hombre de cabellera roja.

—Ahora entiendo todo — dijo Shiryu.

—Habla menos y sigue atacando — Algol habló.

—Jajaja, caballeros de Athena será mejor que se marchen de aquí, no es su asunto — a lo lejos respondió otro caballero de armadura verde y golpeó el suelo ocasionado una fuerte grieta.

—¡Tranquilízate Heracles! se que deseas destruir Asgard pero esa no es la manera de hacer las cosas — regaño Surt a su compañero de armas.

—Aun si no es nuestra batalla lucharemos por el bienestar de este lugar — las cadenas de Shun atacaron sin embargo otro caballero salto por encima de la amazona y estuvo a punto de lesionarla con su espada pero Algol logra protegerla.

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De regreso con Saori

—¡Suéltame desgraciada!

—¡Ahggg! ¡estúpida, mi cabello idiota!

Ate tenía del cabello a Saori mientras que ella tenía de las mejillas a la diosa malvada, la puerta se abrió de inmediato mostrando a cierto caballero cisne que venía acompañado de sus otros compañeros sudando a chorros, al ver en la situación en la que estaban tanto ella como Até, a esta última se le ocurrió la brillante idea de llorar para perjudicar a la pelo lila.