-¿Shun? ¿Dónde estás?

Hyoga
Escucho que la puerta del baño se abrió mostrando a mi esposa cubierta con una toalla mientras me sonreía de forma juguetona, eso me tranquilizó y me senté en la cama.

-Sabes mi amor, no crees que nos vendría bien salir a dar un paseo a solas. Me aburro de estar aquí encerrada... ¿podemos salir? - cuando ella ponía ojitos de cachorrito sabía que no podía negarme a ello, no obstante me sorprendí de verla en pie y que no mostrará ninguna dificultad para caminar.

-¿Cómo puedes mantenerte en pie si aun no te haz recuperado?

-Ya me siento mejor cariño, y bien... ¿Damos un paseo? - le atraje a mi regazo y sin problema acepte su petición.

-De acuerdo, deja que me aliste mientras tú terminas de arreglarte ¿vale?

-Muchas gracias amor.

Nos dimos un leve beso mientras yo me dirigía a tomar una ducha y ella terminaba por cambiarse, maquillarse entre otras cosas que suelen hacer las mujeres para verse más hermosas de lo que ya son.

Al cabo de media hora ya había terminado de tomar el baño, salí de la habitación encontrándome nuevamente con ella ya toda arreglada y perfumada. No podía dejar de ver ese hermoso vestido azul sin mangas que le quedaba a la perfección, tenía el cabello recogido en una cola de caballo y usaba maquillaje no tan exagerado, aunque para serles sincero no es necesario que lo use si su carita es toda una obra maestra.

-Y bien, ¿cómo me veo?

-In... ¡Increíble! Luces tan hermosa como siempre mi amor - ella sonrió tras escuchar mi comentario.

-¡Gracias por el cumplido bebé! Mientras terminas de alistarte iré a ver como están nuestros hijos, de acuerdo.

-Adelante, yo te alcanzo después.

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En el patio...

-Ohhhh con que esas tenemos... ¡Acabemos con ellos Alek!

Mientras tanto Seiya e Ikki tenían una tierna y divertida batalla con sus sobrinos, jugaban con unos peluches de un mini Pegaso y un mini Fénix ocasionando que ambos niños gozarán del momento, Shun los observaba con una sonrisa.

-¡Vaya! Ustedes si saben consentir a mis chiquitos.

-Es que son tan lindos, o no es así patito junior- contesta el castaño cargado en sus brazos a Alek.

-Oye, ¿por qué vistes tan elegante hermanita?

-Hyoga y yo saldremos a dar un paseo, podrían Seiya y tú cuidar de los bebés mientras nosotros regresamos por favor.

-Por mi no hay problema, bueno... Si tú hermano quiere claro - Seiya y Shun observan a Ikki, este simplemente asintió.

-Ve con él... Pero más le vale que la próxima vez que te haga llorar le parto todo lo que se llama cara - responde el peliazul mientras Hiro reía.

-Muchas gracias a los dos, prometo compensarlos por ello - la ojiverde besa las mejillas de su hermano y de su cuñado.

-No te preocupes cadenitas, aparte ustedes dos necesitan pasar más tiempo a solas - Seiya entrelazo su mano con la de Ikki. -¿Verdad pollito?

-¡Tienes razón burrito!

-¿Nos vamos mi amor?

Los tres giran su vista a cierto rubio que portaba una camisa de vestir negra, pantalones azules y zapatos formales.

-¡Grrr! ¡Te ves guapísimo, querido! - Shun le felicitó a lo que Hyoga le guiño el ojo.

-Muchas gracias, Seiya, Cuñado... Prometo compensarlos por todo lo que están haciendo por mis hijos, en verdad. Les debo un...

-¡Váyanse ya!, confíen en nosotros, que Tatsumi los lleve en la limosima y que ambos pasen una feliz noche... ¡Ah!, y me traen algo de comer o juro que le haré cosquillas a Hiro y a Alek.

Shun y Hyoga se despidieron de sus niños para luego ser llevados de las manos por Seiya al la limosina, llamó de inmediato a Tatsumi para que arrancara y se marchara del lugar junto a la pareja, uego observa a Ikki e hizo un gesto divertido.

-Muy bien... ¿En qué estábamos?

De pronto Saori apareció por sorpresa detrás de Seiya haciendo que diera un grito de niña, Ikki y los bebés se rieron ante lo ocurrido. Sin embargo, el peliazul noto que ella tenía manchas negras en su cara y vestido además de que olía a cabello quemado.

-¿Y a ti que te pasó? - Seiya estaba impresionado.

-Camus quería usar el microondas por primera vez con un emparedado congelado y... Esto pasó - Ikki se dio un facepalm.

-¡Oh, rayos!

-Ahora... Tendré que construir el santuario completo con mi dinero - la pelo lila tenía un tic en su ojo izquierdo mientras apretaba su puño.

-Bueno, lo importante es que hay salud - dijo Seiya a lo que Saori lo golpeó con un harisen.

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Shun
Ha pasado mucho desde la última vez que salimos juntos, ya extrañaba pasar por todos los lugares a los que yo y Hyoga íbamos cuando éramos novios, lo observó disimuladamente mientras él miraba por la ventana con una alegre sonrisa. Mi mano acariciaba su pierna a lo que volteó a verme para luego darle un beso en los labios. Una de sus manos pasó detrás de mí espalda para luego descender y tocar mi trasero, lo separe lentamente mientras movía un dedo en señal de negación y le susurre al oído.

-Aquí no... Cuando regresemos a casa dejaré que me hagas de todo.

-Te amodoro.

-¡Yo más!

-Y bien tortolitos... ¿A dónde desean ir? Antes de que terminen haciendo su amorío en la limosna - a través del retrovisor Tatsumi nos observaba y se burlaba de nosotros sanamente, les aseguro que eso fue lo más incómodo que nos ha pasado en la vida, así que nos tuvimos que separar mientras nuestras mejillas estaban demasiado coloradas.

-Que te parece si vamos a mi lugar de trabajo, me gustaría ver como les ha ido a mis colegas te parece.

-Esta bien, ¡vamos!

Tatsumi hizo caso y siguió conduciendo, sin embargo una fuerte explosión ocurrió en las cercanías del centro comercial alarmando a ambos.

-¡Shun!

-¡Adelante!

Las armaduras de Andromeda y Cisne aparecieron para luego ser portadas por ellos, salieron de la limosina y se dirigieron al lugar de la tragedia.