6. Cosas pequeñas, lindas y brillantes
Cosas pequeñas, lindas y brillantes
Canción:
Airplaine; Stray Kids
A MinHo no le gustaba levantarse temprano; tal vez ese era el comportamiento que cualquier estrella de rock debía tener. Sin embargo, una cosa era odiar-levantarse-temprano y otra cosa completamente distinta era tener un reloj-biológico-bien-marcado-a-las-siete-de-la-mañana-porque-a-esa-hora-te-has-estado-levantando-desde-los-ocho-años.
Entonces, ¿Qué puedes hacer despierto temprano un día como lo era el domingo?, exacto, ir a misa.
MinHo no era cristiano, a diferencia de alguno de sus amigos y su familia. Él era bastante escéptico con la religión católica (o con la religión en general); le gustaba creer que había un ente sobre él al cual podía culpar por todos sus males; a veces le gustaba pensar en dioses griegos o nórdicos; y otras veces en la existencia de las energías del universo. Sin embargo, ese escepticismo no le impedía de disfrutar actividades como lo era ir a misa, donde disfrutaba burlarse de SeungMin por cantar, y dormir relajadamente en el hombro de HyunJin.
Se levantó de su cama y se colocó su ropa habitual: jeans, musculosas y camisas floreadas junto a una casaca negra para el frío; MinHo no tenía un estilo específico de ropa, por lo que siempre variaba con lo que podía adquirir del closet de SeungMin o de lo que le parecía lindo. Avisó a su madre que se iría enseguida a la iglesia y que probablemente no llegaría a almorzar. Lo sabía, por el mero hecho de que día de misa significaba que HyunJin estaría con su familia, y que podría colarse en ese día para pasar tiempo con él.
Al colocar su mp3 en aleatorio se topó con una de las canciones de broma que JeongIn le había metido; era de un grupo malo del k-pop del cual MinHo detestaba por el uso instrumental, ya que, para un músico como él, creía que usando su licuadora hacía mejores canciones que ellos. Sin embargo, esa canción con aspecto veraniego era su placer culpable.
—We've falling in love~... —canturreó.
Caminó por las calles del pueblo con tranquilidad. Le gustaba el ambiente de relajo que el pueblo tenía en la mañana de los domingos, porque la mayoría de los locales estaban cerrados y podías ver a familias completas caminar con templanza hacia la iglesia católica del pueblo, haciendo a MinHo sentir casi como un romántico.
Al llegar, se encontró a SeungMin fumando sentado en la cuneta con una guitarra acústica entre sus piernas; MinHo lo saludó pateándole la espalda baja con su empeine.
—No se fuma frente a la casa del Señor —le saludó MinHo, sentándose junto a él.
—¿Qué Señor? —se burló SeungMin, entregándole su cigarro a su amigo para que también diese una calada.
—Me voy a ir a colar a la casa de HyunJin después de la misa —caló—. ¿Me acompañas?
SeungMin calló por un momento, antes de negar con lentitud.
—Iré a comprar verdura con YiSu —contó.
MinHo chistó su lengua mientras se sacaba sus auriculares y le entregaba el cigarro a su amigo, molesto. —Vamos, hombre. Antes ella no existía, y de repente pareciera que ella está siempre.
—Oye, no lo digas así —le empuja SeungMin con su hombro suavemente—. Solamente..., está pasando.
—¿Desde hace cuánto?, nunca fuiste de mantener este tipo de cosas en secreto.
SeungMin, bajo su característica seriedad, se encogió de hombros. —Supongo que desde que me propuse a que esto funcionara.
—¿La conoces de hace poco, aunque sea?
—Nah, de marzo. Y estamos avanzando bien.
—Desde hace meses que lo están haciendo. Si fueses HyunJin, ya habrías dejado de ser medio virgen.
—Y es por eso de que HyunJin lo sigue siendo. —rio, para luego ponerse serio—. Pero en serio, MinHo, ¿Te molesta ella?
MinHo se encogió de hombros mientras hacía un puchero, sin saber realmente qué contestar. —Solamente me llama la atención que estés tan interesado en ella. Pensé que después de tu última novia no estarías con alguien hasta en muchos años más.
—No creo...
—Estabas traumado- dijiste que nunca más volverías a amar cuando descubriste que ella te engañó.
—Me engañó durante el mismo periodo que se murió mi hermano y mi papá se fue de la casa, ¿Cómo mierda querías que reaccionara? —recordó, antes de soltar una risa ácida—. Pero tranquilo, hombre, algún día te llegará el telegrama hormonal —le palmea SeungMin el hombro—. Y al fin dejarás de verte el ombligo para tener una novia.
—Novia —repitió.
SeungMin asintió mientras le sonreía. —Tienes dieciocho, MinHo. Y el otro año entramos a tercero. No podemos ignorar el hecho de que tú aún no hayas dado tu primer beso.
—¿Tienes que traerlo a colación? —se removió incómodamente el nombrado mientras se sonrosa; abrazando sus rodillas a la par que lo murmuraba—. No estoy interesado en esas cosas. Ya te lo he dicho.
—Incluso JeongIn ha tenido más suerte-
—Es encantador cuando le da la gana —murmuró.
—Pero no deberías cerrarte a la idea de que si te pasará —dijo—. Vamos, estás interesado en el tema de Yuna y JiSung. ¿No será porque Yuna te causa algo en ti?
MinHo se quedó pensando ante lo dicho por SeungMin. Giró su cabeza para verlo, drenando rápidamente todos los colores de su rostro para mostrarse pálido.
—No creo... —comenzó, vacilante—. Digo, ella es rara, y la verdad es que no me gusta ver cómo anda detrás de mí, pero tampoco me gusta ver cómo está con JiSung...
—¿Tú has hablado con ella antes?
MinHo volvió a quitarle el cigarro a SeungMin, esta vez con brusquedad mientras se comportaba de manera infantil. —Si lo he hecho- te he dicho. Te he hablado de ella. Yuna es agradable, conversábamos de vez en cuando en la sala de clases, e incluso nos sentábamos juntos algunos días.
—¿Y nunca te ha atraído?
Una vez más, él se encogió de hombros.
—Es linda, pero...No sé...
—¿Tal vez te gusta? —dio la idea.
No es como si fuese la primera vez en la que MinHo se planteaba eso. La muchacha era carismática, preciosa e hiperquinética, y tenía un humor que agraciaba al pelinegro; sin embargo, a su lado se sentía totalmente ordinario.
—Uh-, no sé, ¿Cómo te sientes con YiSu? —le pregunta de vuelta.
El mero cuestionamiento hizo que SeungMin se sonrojase hasta el cuello y volviese a quitarle el cigarro a MinHo para fumarlo, aun cuando ya no quedaba casi nada. MinHo esperó pacientemente a que los pensamientos y emociones de SeungMin se organizasen para poder explorar en ellos.
—Bien —contestó finalmente, luego de un prolongado e incómodo silencio—. Ya sabes, es como-
—No, SeungMin. No sé cómo es.
—Bueno, es como si sintieses burbujas en vez de palpitaciones.
MinHo le quedó mirando.
—Burbujas —repitió.
—Si. Y te sientes...natural, más allá de actuar como un galán ante ella, te sientes como si te movieras en un hábitat que ya conoces, y te gusta ser así porque sabes que a ella le gusta eso de ti.
Bueno, MinHo actuaba siempre igual, tanto con sus amigos como con el público en general (público refiriéndose al resto de sus compañeros de escuela). Y a Yuna parecía gustarles lo bromista y sardónico que era él, por lo que no parecía actuar realmente alejado de lo que SeungMin se sentía.
—Si lo pones de esa manera- tal vez me guste Yuna —concluyó finalmente.
SeungMin levantó una ceja, impresionado. —¿En serio?
—Si, pero no puedo involucrarme con ella —MinHo le tendió la mano a SeungMin, y este entendió enseguida a lo que se refería. Le entregó un cigarrillo suelto que tenía en el bolsillo y lo encendió con su encendedor eléctrico, e hizo lo mismo uno para él—. Ella es la novia de mi amigo.
—¿JiSung es tu amigo? —preguntó, manteniendo el reflejo de impresión—. Vaya, no me lo esperaba.
—Vamos, ¿O acaso no se acuerdan de todo el plan maquiavélico que hice?, quería que Yuna y JiSung terminasen y así JiSung podía ser nuestro amigo —diciéndolo en voz alta era bastante embarazoso para MinHo. ¿Cómo podía tener dieciocho y pensar de esa manera tan infantil y mediocre?—. Es bastante patético. ¿Cómo pueden dejarme abrir la boca?
—Si no das pena ajena no eres Lee Know, hermano —palmeó SeungMin de broma la espalda mientras MinHo carcajea ante eso—. Como sea, ¿Entonces qué? ¿Seguirás con el plan?, ¿No será un poco incómodo hacer que una pareja rompa, hacerte amigo del chico y luego liarte con la chica?
—No, eso es de desgraciados.
—¿Liarte con alguien más? —dio la idea SeungMin, con el mismo tono bromista. Sin embargo, por los ojos brillosos de MinHo supo que lo había perdido—. Oye, no creo...
—Si no actúo como virgen, entonces nadie sabrá que soy virgen —le guiñó el ojo—. ¡Eres un genio!
—Estás malditamente mal de la cabeza.
—Hola —al igual que esa vez en el pasillo, YiSu se agachó entre los dos amigos de forma repentina, causando que ambos chicos lanzaran un grito de susto—. ¿Sigues fumando, SeungMin?
—Claro que no —respondió este, aunque no tenía intención de querer apagarlo.
«YiSu es una chica», pensó MinHo, antes de carraspear para llamar su atención.
—Dime, coneja, ¿Tienes alguna amiga para presentarme? —omitió completamente MinHo el disgusto que la chica le estaba dando al otro chico—. Una atractiva, por supuesto.
YiSu giró su cabeza hacia MinHo. Sus coletas negras volaron sobre sus hombros causándole una impresión bastante atractiva para el chico. «Por eso SeungMin babosea por ella...»
—¿Presentarte? —preguntó ella, pareciendo asombrada por el hecho de que MinHo le estaba dirigiendo la palabra—. ¿Una amiga?, hablo con un par de chicas. ¿Por qué?
—Quieren que lo desvirguen —contestó SeungMin mientras reía.
—Es normal ser virgen a los dieciocho —dijo YiSu con calma—. ¿Por qué quieres desvirgarte ahora?
«Sigue con el sentido del humor de SeungMin y no parece incómoda por ello.»
—Quiero engrosar la voz —bromeó MinHo, sonriendo al ver como ella reía—. ¿Conoces a alguien quien quiera desvirgarme?, no soy exigente, solo espero que tenga unos grande-
—Oh, eres desagradable —interrumpió la conversación SeungMin, botando el resto de cigarro a la calle, pisándolo y levantándose junto a su guitarra. —Vamos, YiSu. No hables con niños.
YiSu le guiñó el ojo a MinHo mientras se levantaba y abraza el brazo de SeungMin mientras caminaban, ambos yendo a la iglesia.
A MinHo le agradaba eso de SeungMin: él siempre sabía cuándo dejarlo solo.
La idea de gustar de Yuna era bastante probable, pero tenía un código de honor que tenía que respetar, y ese código era no-meterse-con-la-novia-de-tu-camarada, aún cuando ese camarada era JiSung y en un principio este no le toleraba. JiSung no se merecía a alguien quien no le fuese honesto, y eso iba tanto para amistad como en relaciones sentimentales.
El plan ya lo había mandado a la mierda, en especial si la idea de que le gustaba Yuna estaba presente. Le incomodaba saber que Yuna gustaba de él, pero si ella no le daba un alto a esa relación ni tampoco JiSung, entonces tampoco él debería perturbarse.
Minutos después de que su cigarrillo se acabara, apareció la vieja camioneta verde de HyunJin, donde él, su melliza Yeji, y sus padres bajaban junto el retrato de una familia feliz, aun cuando Yeji estaba absorta en sus auriculares blancos y HyunJin conversaba con su padre tranquilamente.
—Buenos días —saludó HyunJin, hincándose a su lado—. ¿Vendrás a comer hoy?
MinHo le sonríe. —Obvio, querido amigo.
—Das asco. ¿Se unirá alguien?
—Holas~ —saludó JeongIn apareciendo junto a su abuela y su madre, quienes las saludaron con gusto.
—¿Chan no vino esta vez? —preguntó HyunJin, buscando al hermanastro mayor del chico con la cabeza.
—Dijo que estaría en casa de ChangBin haciendo arreglos para las canciones del festival —explicó, ahora mirando a MinHo—. ¿No deberías estar con ellos?
—Deja que trabajen —contestó—. De igual manera, los bastardos no me invitaron.
—¿Te unes para almorzar hoy? —le preguntó ahora HyunJin a JeongIn, el chico asiente emocionado—. Genial. Aunque tendrán que irse atrás si no quieren lidiar con una Yeji enfadada.
—Yeji enfadada —repitió MinHo—. ¿Por lo del viernes?
—Yep —e hizo una mueca ante esto último—. La suspendieron por una semana.
MinHo cayó en cuenta de eso. Abrió la boca levemente mirando a HyunJin. —Espera- ¿A ella también?, ¿Y a todo el grupo?
—Si —asintió—. Mis padres estaban furiosos- o, bueno, solo mi padre. Mamá dijo que era normal que estas cosas pasasen, pero a ninguno le agradó que haya sido en la escuela, y mi papá estaba loco porque- "¡¿Qué hacías drogándote con esos chicos?! ¡¿Cuál de ellos era tu novio?! ¡¿Cómo que estás en una relación abierta?!"
—¿Yeji está en una relación abierta?
—Es una broma, JeongInnie.
«El grupo de JiSung faltará la semana entrante...», pensó MinHo, un tanto nervioso.
—¿No estás enojado con SeungMin porque no rescató a tu hermana? —preguntó JeongIn a HyunJin, haciendo referencia al hecho de que SeungMin se había traído a JiSung del salón cuando lo vio.
HyunJin negó, restándole importancia. —Ella misma me dijo que no quería que me involucrase con ella en la escuela. Y tampoco me iba a enojar porque a SeungMin no se le ocurriese rescatar a la melliza de su amigo. Ella es la tonta.
—Bueno, dejémonos de malas palabras y entremos a la iglesia —MinHo intenta calmar la molestia de HyunJin pateándolo suavemente mientras se levanta—. SeungMin está adentro con YiSu. Podemos burlarnos de él.
. . .
Tal y como fueron las suposiciones de MinHo, JiSung estaría solo durante toda la semana.
Desde el punto de vista de JiSung, a él no le acomplejaba eso. JiSung pensó que podía invertir ese tiempo de descanso en estudiar en la biblioteca para los exámenes finales, quienes los habían atrasado horriblemente para la semana antes de navidad. A JiSung no le habría importado la circunstancia -ya que tenía más tiempo para estudiar- si no fuese porque Yuna había hecho planes con él y, al igual que su madre, ambas mujeres eran un poco intensas con las festividades. Y ahora JiSung no podía darse el lujo de obtener calificaciones suficientes como un mediocre.
Tenía que entrar al salón avanzado.
El lunes por la llamada el director Kwon lo había solicitado en su oficina, contándole que había sacado una calificación excelente en el examen de silogismos (a estas alturas JiSung creía que era opinión popular que fue el examen más complejo que alguna vez se haya hecho en la escuela) y que le gustarían reclutarlo para el salón avanzado. A JiSung le había fascinado esa información, tanto que se permitió reír a carcajadas, pero todo se vino abajo cuando se encontró con Park DoWoon, el presidente de su club de astronomía y presidente del Centro de Estudiantes.
—A la mayoría le dicen eso, sinceramente —dijo el muchacho pelinegro, haciendo malabares para que los telescopios que traía consigo no se le cayeran—, pero algo que no te dicen son los prerrequisitos.
—¿Prerrequisitos? —JiSung nunca había escuchado de eso—. ¿Qué hay que cumplir?
—Debes sacar sobre noventa y cinco en los exámenes finales, y tener un promedio sobre noventa en todas las asignaturas (o en las asignaturas de tu área, en su defecto) —explicó, haciendo un ademán con la cabeza para que JiSung lo acompañase hacia su salón de club, en el ala vieja—. Ingresar a un club, y también abrir uno también, horrible.
—Ya estoy en un club —dijo—, en el suyo.
—Si, pero... —Park DoWoon hizo una mueca—. Al director le gusta la competencia, y dudo mucho que estando en un club de astronomía traigas un trofeo a la escuela —mencionó con sarcasmo—. Yo no tuve que hacerlo- ya que me inscribí en el Centro de Estudiantes, pero el mejor consejo que te puede dar es que, si tu novia también está en el centro, es mejor que te busques una actividad completamente opuesta a la de ella. Te recomiendo entrar a uno de deportes. Baloncesto. Ellos tienen un buen rendimiento gracias al entrenador Connor.
Y JiSung no lo negaba. Cuando acompañaba a sus amigos a sus casilleros casi siempre podía ver cartas de admiradoras cayendo al suelo, como chicas saludándolos o acompañándolos durante los entrenamientos.
«¿En qué momento me metí en una película y no me di por enterado?»
—¿Usted abrió el club? —preguntó JiSung.
—Nah, ya estaba cuando entré a primero- pero estaba inactivo por la falta de participantes. Lo reactivé y recluté a un par de chicos -a ti, por ejemplo-. También te aconsejo hacer eso- y, cualquier duda que tengas, habla conmigo; si vas donde la maestra Ji (maestra del Salón Avanzado) a pedirle algo de ayuda, terminará colocándote en su lista negra.
JiSung asintió a eso último. Ayudó a DoWoon a ordenar las cosas en el club de astronomía y se fue hacia su salón.
Normalmente en horas de clases a JiSung no le perturbaba estar solo, porque él no compartía clases con sus amigos. Aunque al ingresar, lo que si le llamó la atención fue ver su asiento ocupado por un chico irrelevante, y el único asiento disponible era justo al lado de Lee Felix.
Él ha estado hablando con Felix desde ese encuentro en educación física, y conversaban de vez en cuando, cuando esperaban a los maestros. Esta sería la primera vez que se sentaría a su lado.
—Uh —JiSung carraspeó, haciendo que Felix levantase la mirada de la mesa. JiSung notó cómo sus ojos cafés mostraron inseguridad por un momento, hasta vislumbrar que había sido él—. ¿Puedo sentarme?
La sonrisa de Felix cautivó tanto a JiSung que lo dejó congelado un momento.
—¡Claro! ¡Puedes sentarte!
Estuvieron conversando durante el corto lapsus de tiempo en el que el profesor llegaba al aula. Hablaron de su fin de semana; Felix le preguntó cortésmente a JiSung sobre cómo se encontraba luego de su escena del viernes, y JiSung le contó que tuvo que hacer un viaje exprés a Seúl porque luego de haber fumado marihuana, este había atacado a su asma un poco mal.
—¿Y cómo te encuentras ahora? —preguntó, con ojos preocupados.
JiSung también se permitió en sonreírle a causa de la modestia. —Mucho mejor.
Lastimosamente, para JiSung, el plan de irse a la biblioteca entre clases estuvo completamente imposibilitado porque, a pesar de no haber visto a MinHo en todo el día, el grupo de él lo había interceptado.
Al principio, cuando JiSung había hecho el ademán de levantarse, Felix lo jaló del brazo y le preguntó si había traído desayuno, mientras sacaba de su mochila un termo de chocolate caliente y muchos brownies (de los cuales Felix se había jactado de haberlos cocinado ellos mismos), y JiSung simplemente no pudo negar eso, ni aún cuando JeongIn había ingresado al aula para hacerles compañía con el desayuno.
Luego, en el siguiente receso, JiSung salió del salón en dirección a la biblioteca y fue interceptado de nuevo, solo que por esta vez por Kim SeungMin. Al verlo se había inclinado rápidamente como forma de disculpa, pero el chico de aspecto de cachorro reiteró que no había necesidad de disculparse y le preguntó hacia dónde iba.
—Iba a la biblioteca... —murmuró nerviosamente el chico.
SeungMin también le entregó una sonrisa brillante. —Yo también, ¿Te importa si te acompaño?
Con SeungMin no tenían muchas en común como lo había tenido con Felix y JeongIn, pero si había sido una conversación entretenida al indagar en las razones en los gustos del otro. A SeungMin le gustaba tocar la guitarra, pero no estaba en la banda. Aunque JiSung sabía la causa de eso, de todas formas, le preguntó directamente, solo para que el otro le contestara burlescamente:
—No estoy tan desesperado por sexo.
SeungMin le recordó a MinHo. Solo un poco.
Para la hora del almuerzo, él salió rápidamente hacia la cafetería. Por alguna razón las ensaladas de frutas estaban muy de moda por lo que tenía que ser el primero en llegar para alcanzar una, y cuando se desplomó en uno de los asientos junto a su texto de estudio de biología, al fin listo para estudiar, fue finalmente interceptado por Chan y ChangBin.
Y eso fue la gota que derramó el vaso, en el sentido de que nunca se había enfrentado con personas nuevas en un periodo tan corto de tiempo. Se sentía irrisiblemente incómodo.
Sin embargo, fue una frase de Chan que lo hizo sentir en calma.
—Noté que eres tímido —dijo el chico amablemente—. Si quieres podemos no conversarte para no incomodarte más, pero no nos puedes pedir que nos vayamos- la cafetería está llena de todos modos.
A JiSung le había conmovido esa comprensión, especialmente cuando ChangBin asintió a su lado.
ChangBin era otro cuento; JiSung creía que no le agradaba al chico (por alguna razón, no sabía qué decir en específico), tal vez era por su fuerte carácter o presencia que lo hizo sentir igual de cohibido, pero su imagen se derrumbó cuando lo vio hacer aegyo a Chan para que le diese de su postre, al igual que con JiSung.
No fueron los mejores comienzos, pero JiSung se sintió bastante calmado después de eso.
No hubo estudio después. Al contrario, su receso del almuerzo, del cual usualmente duraba más de cuarenta minutos, lo sintió tan corto tras haberse sumido en un debate político sumamente interesante con los otros dos chicos. Por un lado, Chan era demasiado temple con las ideologías y defendía fuertemente la política centroizquierdista desde el punto de vista de la paz; y por otro lado, ChangBin decía sin escrúpulos cuan necesaria era la violencia dentro de la política, donde JiSung podía decir tímidamente que estaba de acuerdo.
—No quiero tocar el feminismo, pero si hablamos del feminismo marxista...
—Oh, cállate ChangBin —le interrumpió Chan—. No metamos al feminismo en esto.
—No, no, él tiene un punto. —Apunta JiSung, colocándose del lado de ChangBin. —El feminismo marxista es parte fundamental de la abolición de clases, en especial por el sustento de la figura de la mujer dentro del capital social.
—Estás discriminando a las mujeres de igual manera —interrumpió Chan—. ¿Por qué tu sujeto político no serían las mujeres con dinero?
—Eat the rich —respondieron sincronizadamente ChangBin y JiSung.
—Uff..., pensé que no los encontraría.
Frente a ellos se sentó HyunJin, con su cabello negro atado en una coleta dándole una impresión atractiva. JiSung pudo escuchar suspiros femeninos a sus espaldas. —Los he estado buscando todo el día, ¿Qué hacen?
—Hablar —dijo ChangBin con obviedad.
—Son un montón de nerds —se burló HyunJin, sacando su texto de estudio de su mochila—. Oye, Han, ¿Tú hiciste la tarea de la página 65?
A JiSung le impresionó que HyunJin le hablase con tanta confianza, y asintió torpemente. —Eh- sí, ¿Quieres copiar?
—Por favor —pidió, mientras se estira para alcanzar al libro.
—¡HyunJin! —regañó Chan—. No seas tan confianzudo.
—No puedes tratarlo de confianzudo a HyunJin si lo primero que hiciste con JiSung fue preguntarle si creía en el horóscopo —defendió ChangBin.
Chan levanta las manos en señal de defensa. —Hay que romper el hielo de alguna manera.
JiSung no era tonto, por lo que cuando terminó su última clase del día con Felix a su lado, no se sorprendió al encontrarse con MinHo apoyado en las taquillas del otro lado del pasillo.
Cuando salió con Felix, MinHo pensó que lo estaría esperando a él, pero ambos se saludaron con la cabeza antes de que Felix se perdiese en el pasillo hacia la salida, quedando solo con él.
—¿Qué sucede? —preguntó JiSung, intentando mantener un sentido del humor ligero para disipar su irremediable nerviosismo—. Estuve con tus amigos todo el día, ¿Dónde estuviste tú?
—Me gusta la soledad —se jactó MinHo—. JeongIn me lo comentó, ¿Te trataron bien?
JiSung asintió ante eso, pero de repente, una duda se apoderó de él. —Eh-, MinHo, ¿Por casualidad no fuiste tú el que...?
—¡No! —negó al instante MinHo, mirándolo con horror—. Por dios, no soy tan altruista. Felix dijo que quería sentarse a tu lado porque le parecías agradable, y tal parece que el resto realmente quiso pasar tiempo contigo.
Pero la incertidumbre duró por más tiempo en JiSung de lo que hubiese deseado.
—Como sea-, la verdad es que te quería invitar al ensayo que tenemos ahora con la banda —ofreció nerviosamente, rascándose la nuca—. O sea, igual te vas a aburrir- en especial ahora porque estamos preparando las canciones del festival. Como sea, igual puedes venir, sacar tus textos y estudiar con nosotros. Eso hace JeongIn y SeungMin algunas veces.
La forma en la que MinHo había dicho eso había causado que JiSung se sintiese realmente aliviado, y hasta agradado por el comportamiento tan nervioso de MinHo.
Quería negarse, porque parte de su día se había desperdiciado en demás personas y tenía que estudiar; sin embargo, sentía que en esa tarde podía congeniar las dos cosas.
—Vale —terminó por responder JiSung, sin hacerse muchos problemas—. De todas formas, castigaron a Yuna y no puedo verla en lo que queda de su suspensión.
—Genial. —MinHo le corresponde la sonrisa—. Lamento tu pérdida, pero nosotros sacamos ventajas de la suspensión de tus amigos, ¿Sabes? —ke comentó mientras caminan en dirección a la salida.
En eso, ChangBin apareció. Su rostro mostraba real consternación, pero al ver a JiSung pudo relajarse y abrazarlo por los hombros.
—Gracias a dios te encuentro —dijo—. Unos chicos querían lanzarme agua, pero pude escaparme.
—¿Hacen que me junte con ustedes solo para tener un escudo con ellos? —cuestionó JiSung, aunque no sonara enojado.
—O sea, si puedes hacernos el favor y-
Tarde. Dos chicos del equipo lanzaron agua no solo a ChangBin, sino también a MinHo y a JiSung.
—Mierda —exclamó JiSung, secándose el rostro con sus mangas.
—No sé por qué creías que él nos salvaría —le dijo MinHo a ChangBin, también secándose la cara.
—Apareció de la nada —se justificó ChangBin, sin esmerarse en querer secarse—. Creí que era el Mesías o algo así.
—Perdón —se disculpó JiSung—. Yo no tengo ese poder.
—Mientras conviertas el agua en vino, no creo que seas una molestia.
. . .
El resto de su semana fue parcialmente igual a lo que fue el lunes: desayunos con JeongIn y Felix (incluso JiSung había llevado para cooperar, y JeongIn se burló de que la comida del anaranjado fuese tan anticalórica), luego pasaba tiempo con SeungMin -de vez en cuando YiSu se les unía-, almorzaba con Chan y ChangBin para sumirse en un debate interesante, y si le alcanzaba el tiempo, ayudaba a HyunJin con la tarea. Y luego, al final del día, MinHo lo pasaba a buscar para irse a casa del chico junto al resto de la banda.
JiSung no quería decirlo, pero fue una semana agradable.
Con algunos tenía la misma forma de función cerebral, ya que la fluidez de las ideas iba con tanta tranquilidad que JiSung se preguntó si era normal sentir eso con siete personas más. Tal vez era por su ignorancia o porque nunca se planteó la idea de las relaciones interpersonales bajo cualquier contexto, pero las muestras de confianza y francas palabras durante una conversación mantenían a JiSung en un nivel de tranquilidad que no creyó que podía sentir.
En otras palabras, fue el clásico caso en el que un extrovertido adopta a un introvertido, solo que multipliquen el extrovertido por siete y JiSung solamente no sabía cómo lidiar con eso.
Sin embargo, fue un momento en la tarde del viernes en que la confianza pasó de la raya.
Estaba en el suelo del garaje junto a JeongIn explicándole algunas materias sobre química, sobre cómo balancear ecuaciones químicas bajo la guía instructiva del maestro, mientras que Chan se encontraba escribiendo como era de costumbre, SeungMin fumando arriba suyo y con la banda ensayando una canción de Ariana Grande.
—Solamente tienes que sumar —explicó—. El método algebraico te pide despejar la x, obviamente, ¿Cuál es la x?
—Esta —Apuntó JeongIn a la hoja, donde efectivamente se encontraba la x.
JiSung soltó un suspiro. —¿Me dirán algo si te golpeo?
—Nah.
JiSung levantó su cuaderno y golpeó la cabeza de JeongIn con ello, causando que el menor se riese.
—Uh, lamento interrumpir su agradable sesión de estudios —apareció MinHo hincándose junto a ellos, dejando a Cessi (su guitarra) en el suelo con él—. Pero hay algo que me está perturbando.
Tanto JiSung como JeongIn lo miraron. —¿Qué pasa? —preguntó JiSung.
MinHo apuntó al ejercicio que estaban resolviendo, viendo como habían usado la mitad de la hoja para resolver uno. —Sé que el maestro les enseña con el método algebraico, pero hay otro.
JiSung lo miró susceptible. —¿Cuál?
MinHo pareció incómodo de repente. Apuntó al lápiz que JiSung tenía. —¿Puedo?
MinHo esperaba que JiSung se sintiese ofendido por irrumpir su tutoría, pero la verdad es que parecía realmente sorprendido por la intervención. MinHo tomó el lápiz y comenzó a resolver fácilmente un ejercicio de balance, por un método de tanteo.
—Solo tienes que contarlos —explicó MinHo a JeongIn—. Contar cuántos electrones hay de cada lado y sacar el total. Es obvio.
En otras circunstancias, a JiSung le habría ofendido esa irrupción de su trabajo, pero la manera tan clara en la que MinHo había explicado el ejercicio y lo había resuelto de una manera lógica pareció realmente admirable.
—Nunca lo había visto así —confesó JiSung, viendo también la ecuación—. Esto me hubiese ahorrado horas de encierros.
—MinHo es un genio —le comentó JeongIn a JiSung—. Es capaz de hacer estas cosas sin ayuda. Íbamos en la misma clase especial cuando éramos niños.
—Fue hace décadas—dijo MinHo.
JiSung le entregó una mirada condescendiente a MinHo, pensando en la situación en la que los había involucrado en primer lugar sobre la tutoría de silogismos. El anaranjado prefirió mantenerse en silencio y asentir a los dichos de JeongIn. —Los pasillos hablan de lo listo que es él.
—Los pasillos nos detestan —comentó con modestia el nombrado.
—¿No te gustaría que MinHo te ayudase? —opinó JeongIn.
En un principio MinHo no entendía a lo que el chico se refería, y tampoco JiSung. Pero cuando el anaranjado entendió la referencia, pareció completamente entendible al tema. —Oh, puede ser...
Habían empezado con el pie izquierdo, y JiSung había notado lo esforzado que MinHo había sido con él para formar una amistad. ¿Por qué no corresponderle un poco de eso?
Sin embargo, viendo la guitarra de MinHo a su lado, se arrepintió al instante. —No, mentira, no puede-
—¿Por qué? —cuestionó MinHo a JiSung, sorprendido por el cambio repentino.
JiSung apuntó con su cabeza a Cessi. —Tienes que ensayar con la banda, y se vienen los exámenes finales antes de las vacaciones. No puedes...
—JiSung, soy un genio —la modestia que MinHo tenía había desaparecido por completo, solo para esa situación—. No tengo problemas con ayudarte a estudiar.
—Pero tu banda...
—Puedo hacerme el tiempo —sonrió—. No es como si estuviese ocupado en muchas cosas.
JiSung saltó cuando sintió una lata de coca cola estrellarse contra las paredes de la casa, pero el resto de los chicos no parecieron perturbados, en cambio, se veían realmente interesados en la conversación que estaban teniendo JiSung y MinHo ahora mismo.
—¿Está bien...? —vaciló.
HyunJin hizo sonar la batería ante la respuesta y todos gritaron de júbilo, casi como si a JiSung le hubiesen propuesto matrimonio.
—Ensayemos una vez más —lideró ChangBin, enchufando su guitarra en el amplificador—. Y de ahí vamos a donde Felix para ver una película.
—¿Nos vas a acompañar? —le pregunta JeongIn a JiSung, con ojos expectantes.
A JiSung le parecería incómodo, sinceramente. Sentía que ese era un momento de amigos de cual él no quería interferir; pero la mirada de JeongIn en él lo puso bastante vulnerable, asintiendo con el mismo pésame anterior.
«Podré mentirle a mi madre con esto.»
MinHo canturreó mientras levantaba su guitarra y se colocaba en posición frente al micrófono barato, dijo un par de palabras que no le entendió, pero Felix y ChangBin se ganaron con sus guitarras correspondientes y HyunJin marcó el ritmo.
—Santa, tell me if you're really there —cantó MinHo la canción de Ariana Grande, de una artista que JiSung reconocía como la cantante favorita de Yuna—. Don't make me fall in love again if he won't be here next year.
—¿No te molesta el ruido? —le preguntó JiSung a JeongIn.
El menor negó. —Al contrario. El silencio se me es agobiante.
—¿Por qué?
—No entiendo el concepto. El silencio es ausencia de ruido, pero cuando los maestros nos piden hacer eso, el sonido del reloj o de las luces siguen sonando, ¿No deberían de callar también? —explicó—. También hay algunos que respiran muy fuerte..., y siempre suenan los pájaros. Es... terrible.
—Nunca lo había pensado así.
La voz de MinHo era delgada, podía apreciar JiSung, pero no era realmente molesta comparado con los fuertes ruidos de la batería y la guitarra eléctrica de Felix. El arreglo que Chan y ChangBin habían hecho parecía harmonizar bien con el timbre de MinHo, entregando un resultado lo bastante rockero, como también una suave melodía digno de un festival.
En toda la canción JiSung no pudo apartar su mirada de MinHo, porque tenía material de vocalista.
Canciones:
Airplaine; Stray Kids Stanta Tell Me; Ariana Grande
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