19. Muchacho eclipsante
Muchacho eclipsante
Canción:
Gloomy Star; Airman, 1ho, Chan
—¿Cómo lo harás para regresar a tu casa?
JiSung, quien se encontraba pensando silenciosamente su siguiente movimiento, contestó vagamente.
—Supongo que caminando.
MinHo soltó una risa sin gracia mientras veía al rubio comerse su torre. —Oye.
—Te dije que tenías que cuidarlas —JiSung canturreó suavemente mientras guardaba la torre blanca en su lado del tablero de ajedrez—. Si sigues arriesgándote con tus piezas de segunda fila, perderás el juego.
—Cállate y contéstame.
—Eso no tiene sentido.
—JiSung...
El rubio, agraciado, ahogó una risa mientras finalmente levantaba su cabeza. —No tienes que preocuparte por eso.
—Has estado aquí por más de una hora. Tu madre llamará a la policía.
Desinteresadamente el otro se encogió de hombros.
Pero MinHo no podía despreocuparse de la misma manera en la que actuaba JiSung. Era consciente de que si algo le sucedía a él sería su responsabilidad, y lo último que deseaba era que estuviera metido en problemas.
Ambos hablaban en susurro, y MinHo se había asegurado de trabar la puerta; a pesar de que levantaba sospechas, MinHo no estaba interesado en saber si sus padres creían que estaba o no en la casa, por lo que se limitó a poner música del reproductor de JiSung para apaciguar de esta forma el ruido de la habitación.
—¿Qué harás con la banda? —consultó JiSung, repentinamente.
Ni él lo sabía realmente. No tenía algún tipo de noción de cuánto duraría su castigo, y si su madre no permitía que los chicos volvieran a ubicarse en el garaje, eso significa que la banda simplemente decaería.
Se sentía tan tonto en ese momento, idiota e irresponsable. No tuvo que haber hecho ese sacrificio tan grande.
—Si no tenemos un lugar, entonces supongo que morirá —se encogió de hombros MinHo, intentando no mostrarse más afectado de lo que JiSung ya lo había visto.
JiSung lo imitó, pero le contradijo. —Todavía tienen la escuela.
—Si, pero no podemos pasar la misma cantidad de tiempo allá de lo que pasábamos acá —explicó—. Nos echarán en algún momento.
El rubio abrió la boca para decir algo, pero la terminó cerrando al instante. MinHo supo que el otro no tenía idea de qué decir en ese momento, y a pesar de que apreciaba el esfuerzo, le gustaría también que estuviera SeungMin o Chan en la habitación.
—Como sea, no quiero pensar en eso ahora —se resignó MinHo mientras tomaba un peón para moverlo hacia adelante—. No vale la pena- estaré encerrado aquí hasta quién sabe cuánto.
—Puedo hablar con tus padres —dio la idea—. Al fin y al cabo, yo te metí en este problema.
—No, ¿Por qué lo harías?
—Les explicaré que me ayudaste a estudiar, tal vez si les cuento se apiaden de ti y te verán como un héroe.
MinHo soltó una risa sin gracia, en especial cuando JiSung volvió a comerse una pieza de él. —No lo creo.
—No sabes lo que diré.
—Lo cual me hace negar aún más ese plan.
Cantó victoria por un momento cuando su caballo comió a un alfil negro de JiSung, pero rápidamente el caballo fue comido por la reina.
—Jaque.
—¿En verdad pensarán que soy tan malo? —cuestionó MinHo repentinamente.
JiSung, borrando su pequeña sonrisa, le miró. —No sé si malo.
—¿A qué te refieres?
—¿Recuerdas una vez que te dije que probablemente tus padres te dejan solo porque creían que eras lo suficientemente independiente como para -valga la redundancia- depender de ellos? —JiSung preguntó, a lo cual MinHo asintió—. Creo que... simplemente se les rompió esa imagen de ti por este mal entendido- claro, por supuesto fue una irresponsabilidad que te escaparas todas las noches sin permiso de ellos, pero, no sé, ¿El fin justifica los medios?
—¿No estudiamos a un filósofo que decía eso?
—Filosofía maquiavélica.
—¿De loco?
—No, idiota, de Maquiavelo.
MinHo sonrió levemente mientras comprendía las palabras de JiSung. Cobraban sentido en su cabeza, pero eso no disminuía la rabia que le tenía hacia ellos- de hecho, la aumentaba.
—Los odio —expresó con letanía.
El rubio no replicó, solamente relamió sus labios antes de mover una pieza mal a propósito, salvando al rey de MinHo para que se moviera una vez más.
—De todas formas, tienes que hacer las paces con ellos si no quieres perder la banda —razonó—. ¿No querías ir al Busking?
—Bueno- sí.
—¿O tener más presentaciones? ¿Componer más canciones?
—Eso lo hacen los chicos...
—Sí, pero no tiene nada de malo que lo quieras también —JiSung sonrió cuando vio que MinHo había comido una torre suya, pero el otro no tuvo piedad y con su caballo colocó de nuevo al rey en jaque—. ¿Qué sería de la banda sin el carisma de HyunJin, el bajo de Felix o la actuación de ChangBin?
—¿Sabías que antes de Felix era SeungMin el que tocaba, pero tuvo que salirse porque estaba bajando mucho sus calificaciones?
—Por supuesto que lo sabía, ¿Y qué cambios hubo en la banda cuando pasó eso?
MinHo lo meditó por un momento, comprendiendo el punto al que JiSung quería llegar.
—De todas formas, necesitamos organización- y ninguno tiene idea de cómo funciona el mundo de la música en Corea —mencionó MinHo—. Creo que actuaremos según el destino.
—Bueno- si lo harás, intenta que sea solo con la banda y no con el ajedrez.
—¿De qué hablas?, si te voy a ganar.
—MinHo, si no mueves esa pieza, me comeré a tu reina.
—Cómeme esta.
Finalmente, JiSung ganó la ronda.
—¿Te quedarás a dormir? —consultó MinHo, volcando el tablero sobre la cama como forma de frustración.
—No puedo- mi madre ya me va a matar y probablemente lo hará la tuya si me encuentra en la mañana acá —JiSung vuelca el tablero para guardar las piezas en el interior—. Aunque creo que es hora de irme.
—Sí, pero antes...
MinHo había tenido la idea inicial de haber contado toda la verdad a JiSung, la cual fue interrumpida por la dramática pelea que había tenido con sus padres. Que el chico se largara ahora de su casa sin escuchar lo que debía escuchar sería muy desconsiderado por parte de MinHo, especialmente cuando no tomaba en cuenta todo el camino que JiSung había recorrido hasta ese lugar.
JiSung, terminando de ordenar las piezas, miró a MinHo más expectante de lo que él se esperaba, sorprendiéndolo un poco.
—¿Qué pasa? —preguntó el rubio, un poco ansioso.
MinHo, rascando su nuca, iba a hablar, pero algo lo desconcertó a primera instancia. —¿Tienes el soundtrack de High School Musical en tu mp4?
Fue realmente divertido ver como JiSung se ponía cuan colorado como tomate, queriendo levantarse para quitar su reproductor pero siendo impedido cuando MinHo volvió a jalarlo en la cama. —No, déjalo, me gusta esa canción.
—¿Por qué te gusta esa canción? —JiSung consultó, horrorizado.
—No soy yo el que lo tiene descargado en su reproductor.
—Como a ti, a mi también veces intervienen mi reproductor- aunque no te mentiré, You are the music in me es la mejor canción de la franquicia, ya sabes, when I hear my favorite song – I know that we belong – 'cause you are the music in-
—Yuna gusta de mí.
La canción de JiSung quedó en el aire cuando MinHo abrió la boca. La alegre canción era anticlimática en ese momento, causando que JiSung, desconcertado, tuviese que estirar su cabeza hacia adelante en busca de comprensión.
—¿Disculpa?
Tomó aire una vez más y, con la culpabilidad en su lengua, comenzó a relatar.
La explicación había tomado toda la canción y dos más. MinHo había querido ser lo más conciso, pero a la vez explícito en todo lo que había sucedido esos últimos meses. Lo que más le aterraba era que JiSung se hiciera una idea equivocada o malinterpretara un montón de cosas, como la confianza que él tenía con el grupo o que MinHo quiso involucrarse con Yuna.
Pero las noches en las que ambos quedaron en vela estudiando y conociéndose mutuamente, ni la fluidez de su relación, eran indicios para MinHo para saber cómo es que JiSung reaccionaría una vez que terminara de escuchar todo.
—Y la verdad es que no sé en qué estaba pensando en hacerte todo eso —MinHo se disculpó con sinceridad. Su rostro estaba tan rojo y se sentía tan avergonzado que en ningún momento había levantado la vista de su cobertor para ver a JiSung—. Pensaba en lo solo que te veías, en cómo no interactuabas con alguien que pensé... bueno, que te gustaría tener amigos.
Pero había sido un error, porque luego de conocer a JiSung se dio cuenta que no estaba solo, y que era él quien voluntariamente decidía mantenerse encerrado en su mundo y mantener el rol de ser el novio llavero.
—Perdóname.
MinHo levantó su mirada abruptamente. Eso no había salido de la boca de él.
—¿Qué? —cuestionó, sorprendido—. ¿Qué te perdone yo?
—El caos con Yuna sucedió porque yo no le presté atención —explicó JiSung, quien imitaba a MinHo con no enfrentar su mirada—. Mi madre siempre me dijo que tenía que cuidarla porque en cualquier momento se iría- y así fue, o- bueno, casi, gracias a ti.
No se sentía bien, para nada. No quería que JiSung le agradeciera por un acto de sentido común (o, bueno, "sentido común"). ¡¿Qué demonios estaba mal con él?!
—JiSung —MinHo supo que elevaría la voz en cualquier momento, por lo que hizo un esfuerzo en mantenerla baja—. Sabes... ¿Sabes que tú no eres su padre o algo así?, ¿Y que eres solamente su novio?
—Por supuesto que lo sé —JiSung lo imitó—. Pero- una relación se nutre y se dan atención mutua, ¿No?, y yo no la he estado prestando la atención que se merece... es mi culpa.
—No es tu culpa que ella no pueda ser franca contigo y decir que le gusta otra persona —espetó.
—No hables así de ella.
—Quiero decir- ella es una chica muy agradable, y eso todo el mundo lo sabe- pero me refiero a que... Bueno, ella tiene que ser honesta, ¿O no?, ya sabes, hablar de sus sentimientos y serte sincera...
—No creo que ella haya tenido la intención de crear todo este caos —JiSung finalmente levantó su mirada, y MinHo pudo notar cómo sus ojos se encontraban levemente acuosos—. Ella... Yuna está en todo su derecho de querer estar con alguien si yo no soy suficiente para ella. Tú fuiste el que causó todo esto.
Por un momento MinHo quedó en blanco gracias a las palabras de JiSung. Él no sabía de relaciones, eso era claro, pero algo que él tenía conocimiento gracias a las conversaciones con SeungMin era que, si había una mal intencionalidad emocional con otra persona mientras estaban en una relación, era algo malo.
—Y realmente me siento culpable de todo eso —MinHo expresó, sintiendo finalmente como un gran peso se liberaba de sus hombros—. Entiendo que quieras mandarme a la mierda o golpearme. Realmente lamento haber hecho todo esto.
JiSung pareció querer agregar algo más, algo para recriminarlo supuestamente, tal vez en forma de venganza queriendo hacer sentir a MinHo peor de lo que ya se sentía- lo cual el aceptaría con gusto, porque era merecedor del derrumbe de todo lo que había construido con él.
Empero, su corazón en ese momento era un torbellino, aterrado de saber que JiSung lo aplazaría hacia un lado por su culpa.
Finalmente, JiSung soltó un fuerte suspiro.
—No sé qué decirte.
—No espero que lo hagas, realmente —admitió.
—Pero no fue tu culpa que San te haya golpeado, ni que Yuna... ni que ella guste de ti.
MinHo podía notar que JiSung se esforzaba por verse bien, que eso no había sido capaz de derrumbarlo. Pero él no quería verlo fuerte.
—¿Terminarás con ella? —consultó con valentía.
No sabía de dónde había nacido la pregunta, realmente, porque a pesar de que MinHo era verdaderamente burdo, sí que podía reconocer cuando algo le concernía y cuando algo no; sin embargo, estas circunstancias lo estaban volviendo loco- irreconocible a sí mismo.
Y el rubio, más que enojarse por la impertinencia, solamente relamió sus labios antes de negar.
—No lo sé —terminó confesando finalmente. JiSung, también en un acto de valentía, se levantó de la cama—. No lo sé, yo... MinHo, estoy confundido.
—Está bien —aceptó él—. Está bien, lo siento.
—Sí...
—Por todo- perdón por todo.
JiSung, mirándolo un poco más confiado, pareció querer esbozar una sonrisa que terminó pareciendo una mueca, pero agradeció completamente la intención.
—Creo que es hora de que me vaya.
—Sí, tienes razón.
A pesar de que JiSung se aterraba la idea de bajar del pasillo exterior fuera de los dormitorios de un salto, no tenía otra opción aparte de salir por el consultorio de la casa y recibir un regaño por todas las aristas paternales. MinHo terminó indicando verbalmente la forma correcta de bajar y, luego de un par de atentados de muertes de JiSung, el chico se perdió por su propio patio para irse por el mismo rincón por donde entró.
La emoción de ver a JiSung girar sobre su hombro para menear su mano junto a una leve sonrisa fue mucho más de lo que MinHo podía soportar en ese momento. Realmente intentar contener sus emociones con todos los efectos de la mala suerte había sido un trabajo imposible para él; tuvo la confianza para romperse con JiSung, pero después de lo que le hizo él lo consideraba completamente injusto.
Terminó de ordenar las piezas de ajedrez y se puso su pijama. Sus ganas de dormir eran tan grandes que no anhelaba despertar hasta dentro de diez días más; pero la punzada de saber que recién estaba a lunes era dolorosa.
Y cuando se recostó en su cama con música de fondo, notó que JiSung no se había llevado su reproductor.
. . .
Para la mañana siguiente, luego del tormentoso caos, MinHo intentó hacer las paces con sus padres para poder tener algún beneficio de poder asistir a la banda. Sin embargo, la insensibilidad y frialdad de ellos fue algo que hastió por completo a MinHo, atrayendo consigo una nueva discusión y a un adolescente malhumorado en la escuela.
—Buenos días —esporádicamente YiSu lo saludo, acercándose rápidamente a él para poder caminar juntos en dirección a la escuela—. ¿Cómo estás?
Antes de que MinHo pudiera responder, el agua de una botella que fue helada toda la noche cayó como ducha sobre los dos chicos, mientras que YeoSang y otro chico del equipo de baloncesto gritaban un par de burlas.
MinHo no supo cómo tuvo autocontrol para ese momento- especialmente cuando le habían lanzado a la par el vaso por la cabeza. Tal vez consideraba que la rabia dentro de su ser había invocado un estado zen dentro de sí que ya no parecía querer mutarse de su molestia, pero la rabia y la sensación de tener una nube negra sobre él indicando su mala suerte no era algo que pasara tan a la rápida.
—Para la mierda —soltó entre dientes, finalmente.
—Si, SeungMin me llamó y me contó anoche- uff, el agua está muy helada —tiritó ella, mirando con notoria pena a MinHo mientras daba vuelta su mochila para rebuscar en ella—. ¿Quieres un dulce?
—¿Me ves con cara de niño?
Pero YiSu ya tenía su caramelo extendido, y MinHo no podía rechazarlo.
—También hablé con JiSung —confesó, aceptando la toalla de la chica (quien parecía tener un kit preparativo en su mochila)—, y le conté todo. No se veía contento.
—Por supuesto que no lo está- ni lo estará —razonó, sacándose su pañuelo de cuello para poder estrujarlo—. Pero no te preocupes, él solamente necesita tiempo.
—Me da miedo que él llegue a creer que los chicos son sus amigos por la mierda que hice.
—Nah, nadie es tan cordial —consoló divertidamente—. Puedes fingir que todo está bien y acercarte deliberadamente a él.
—No sé si él quiere golpearme o qué.
—Nunca lo sabrás si no le preguntas —se encogió de hombros con simpleza—. Punto aparte, ¿Qué harás con la banda?
—Me tienen las horas contadas. Debo regresar enseguida a casa cuando la campana suene.
MinHo hizo un canturreo divertido con su garganta, llamando naturalmente la atención de un par de personas.
—Tal vez le pediré a SeungMin que me reemplace para no perder el ritmo- o no sé.
La idea de que la banda siguiera sin MinHo era algo que le molestaba, naturalmente; el chico era el vocalista, el centro y el protagonista, perder ese foco de atención que él tanto bebía le hacía sentir mucho más tonto y patético de lo que era estando en su posición. Realmente, incluso perdería su faro si dejaba de tocar.
Estaba generando una dependencia que él mismo se aterraba.
Cuando llegó a su casillero aun conversando con YiSu, pudo ver a la lejanía como JiSung y Yuna conversaban, y por el lenguaje corporal de ellos no parecían haber terminado.
—Yo no podría seguir con SeungMin si me enterara que a él le gusta otra chica —comentó YiSu, leyendo los pensamientos de MinHo—. Sería tan doloroso para mí estar en esa situación.
—Bueno, él es el tonto —se resignó MinHo, guardando en su mochila perezosamente el libro de la clase siguiente—. JiSung es el que tiene que trabajar con la información que le di. Si no quiere terminar con ella, por mí está bien.
—"¿Por mí está bien?" —cuestionó ella, extrañada—. ¿Por qué tendría que estar bien para ti?
La pregunta tomó desprevenido a MinHo, y se dio cuenta que había hablado sin pensar.
—Uh- no sé —rápidamente cerró su casillero, omitiendo por completo el 'cara de tabla' que estaba escrito en grande—. Idioteces mías. Adiós.
Pero ni siquiera pudo huir de la muchacha cuando fue tacleado por HyunJin, haciendo que ambos chocaran con los casilleros. El estruendo fue tan llamativo que varios estudiantes se apartaron asustados creyendo que sería otra pelea, pero al notar la situación siguieron con su calma. YiSu se alejó tan rápido de ahí que apenas saludó a su novio.
—¡¿Cómo está nuestro valiente guerrero?! —lloriqueó dramáticamente HyunJin en el hombro de él—. ¡Parece que aún conservas la cabeza luego de tu pelea con la quimera!
—No llames así a su madre —le regañó JeongIn, tomándolo de los hombros para apartarlo de MinHo.
—Oh- lo es. Ella y mi papá —accedió MinHo, viendo como todo el grupo se reunía alrededor de él—. ¿Qué pasa?
—¿Que qué pasa? —fue Chan el que cuestionó. MinHo era consciente de que el australiano se encontraba un poco más sensible que de costumbre, así que no emitió ruido ante la imposición—. Te castigaron, eso sucede.
—Si no me lo dices no me doy cuenta —se burló MinHo, intentando mantener un falso buen humor mientras se sacaba la ropa.
Felix rápidamente se sacó su casaca para entregársela a MinHo, quien se conmovió enseguida y abrazó al chico por los hombros. —Eres mi persona favorita.
—¿Qué haremos? —ansiosamente ChangBin preguntó, al igual de lo que se mostraba HyunJin.
—¿Por qué me preguntan a mí? El Gran Chris es el líder —Se exenta de la culpa MinHo, sabiendo que no podía hacerlo.
Chan, mirándolo detenidamente, soltó un suspiro.
—MinHo, creo que esta es decisión tuya.
Pero al pelinegro no le gustaba la seriedad del asunto. No, claro que no. Acababa de llegar a la escuela y ya lo estaban bombardeando con preguntas de respuestas que aún no decidía.
—Damn, it's seven AM —canturreó MinHo una canción de Taylor Swift, intentando parecer desinteresado—. Denme un poco de aire, no quiero desmayarme por haberme sofocado.
—MinHo —Felix lo zarandeó levemente—. Dinos qué haremos.
No solamente los chicos de la banda estaban expectantes con la respuesta, sino el grupo entero. MinHo con gusto habría dicho que la agrupación se disolvería si no tuviera corazón, pero la rutina de las tardes que han estado llevando de hace más de dos años y la conexión que habían formado en base a eso era algo que MinHo no quería perder.
—Buscar a un reemplazo, ¿Duh? —contestó con obviedad, fingiendo su mejor actitud de despreocupado—. Puede ser SeungMin o JeongInnie, realmente no me perturba. Incluso YiSu puede cantar en algo- pero no se preocupen, ni siquiera tenemos presentaciones como para alterarse por algo.
—¿Entonces...?
—Por el momento sigan practicando hasta que yo regrese —terminó concluyendo él—. Y si me demoro mucho, reemplácenme, pero no dejaremos a la banda morir solo por una estupidez.
Sería doloroso, claro está, pero tenía que dejar su egoísmo de lado para permitir el goce a sus demás amigos.
La calma en las miradas de los chicos fue un gran regalo para MinHo, quien pudo finalmente sonreír satisfecho antes de exclamar que "ya había sido tiempo de calidad con los siete", retirándose hacia su salón.
Intentando pasar desapercibido e ignorante, pasó por la dulce pareja que conversaba alentadoramente sobre algún tema trivial.
JiSung no apartó los ojos de Yuna, pero ella no pudo evitar desviar levemente su mirada cuando MinHo pasó junto a ellos.
Y ambos chicos lo notaron.
De repente, con fuerza, él fue jalado a un salón vacío.
—¿Rena? —MinHo preguntó, atontado. Sin embargo, la chica lo atrapó con fuerza en el rostro y le plantó un fuerte beso—. ¿Por qué...?
—Vi como mojaron a YiSu solo porque estaban hablando, auch —comentó Rena con gracia, abrazando a MinHo por el cuello—. Como sea- ¿Nos saltamos la primera clase y vamos al ala vieja?
MinHo, atontado, se encogió de hombros. —Vale- pero no te daré mi pene, loca.
—Aw, eres mi novio favorito.
—¿Cuántos novios tienes?
—Varios.
. . .
—¡Han!
—¡Ah!
JiSung saltó de su lugar, asustado. Desde que había empezado a usar tapones en los oídos desde el día anterior había iniciado una peligrosa costumbre y goce: no escuchar.
La música era alentadora, pero su reproductor había quedado en casa de MinHo y no se atrevía a pedírselo, por lo que había usado los tapones de oreja que su madre una vez le compró meses atrás y se dio cuenta de lo efectivo que era eso, apagando por completo el bullicioso ruido del grupo científico que pasaba sus horas haciendo experimento o del acalorado grupo humanista que debatía con efervescencia.
—Profesora —se disculpó JiSung enseguida cuando notó a la maestra Ji mirarlo sorpresivamente—. Lamento el grito.
—Tranquilo, estoy acostumbrada —sonrió ella antes de tenderle una carpeta transparente—. Aquí está toda la información e inscripción para la actividad, Han.
—Oh, genial, gracias —agradeció mientras la hojeaba rápidamente, quedándose congelado en una parte en específico—. ¿Profesora...?
—La Organización agregó a un nuevo personaje para el debate —explica la profesora Ji al notar el rostro de desconcierto de JiSung—. Es el secretario. No llama tanto la atención como los demás personajes, pero es igual de importante.
—Igual de importante... —murmuró el chico, sin complacerse por completo de la adición.
La profesora Ji miró a JiSung antes de esbozar una sonrisa. —No te preocupes. Aquí hay muchos chicos capaces que pueden ayudarte.
Aunque no sabía cuán alentador era eso, ya que dando una barrida visual sabía que ninguno estaría interesado en participar.
Él ya había formado su equipo en su cabeza; pasando tantas tardes con ellos le había acentuado una forma de organización grupal que probablemente haría eficiente todo el desarrollo del debate.
—Inscribe a tus chicos lo más pronto posible para pasárselo al director —recordó la mujer.
JiSung volvió a colocar sus tapones en los oídos cuando vio a la maestra retirarse hacia su propio asiento, dejando con el trastorno rondando por su cabeza.
Había muchas cosas rondando ahí, pero quería aplazar todos a un lado para centrarse en su prioridad.
Pero cuando dejó de escuchar el sonido, lo único que se posó en su mente fue la voz de MinHo rondar como el invisible picabuey que JiSung pareció adoptar mentalmente. Un pequeño pajarito girar por su cabeza mientras canturreaba canciones de U2 y le picaba las orejas cuando estaba aburrido.
JiSung se estaba volviendo loco. Loco de todas las formas posibles.
La emotividad que había sentido la noche anterior había sido bruscamente eclipsada por el sentimiento de realización y traición simultánea. No entendía cómo era posible poder sentir ambas emociones de forma tan intensa, pero ahí estaba, cuestionando qué era ese florecer de su cuerpo como las ganas de querer borrarse su propia cara a costa de la confesión de MinHo.
«—Perdón por todo.»
¿Qué era todo?, ¿El haber tenido las intenciones de involucrarse en su relación aún cuando no se conocían?, ¿Haber hecho a todo el grupo cómplice de él?, ¿Hacerle creer que realmente MinHo lo usaba para llegar a Yuna?
No quiso rondar su cabeza con ese tipo de preguntas, pero se le era bestialmente difícil no poder hacerlo. Cuando llegó esa mañana y JeongIn lo saludó con entusiasmo casi soltó la verdad de su boca, preguntarle si era verdad y si en realidad toda la amistad que había formado igualmente junto a Felix no era más que una burda ilusión. Lo mismo con Chan. Con ChangBin. Con HyunJin. Con SeungMin.
Y con MinHo.
Pareció que San tuvo razón todo el tiempo.
«No —rechazó automáticamente JiSung—. No valgo tanto la pena.»
Y como no lo hacía, no debía de ser realmente indispensable para un burdo plan tener que interactuar con JiSung, así que no había una forma lógica que explicara todo su fin de año.
Desesperadamente quería convencerse de ello.
Se levantó de su asiento dejando la carpeta sobre la mesa mientras iba al baño. Necesitaba un poco de aire fresco.
Probablemente se resfriaría, pero necesitó mojar su cabeza por un momento para poder concentrarse. Odiaba lo desviado y frágil que era.
Saliendo del baño, terminó encontrándose cara a cara con MinHo entrando. Vio como MinHo hablaba, pero JiSung no lo oía, recordando que seguía con los tapones en sus orejas.
—¿Te aburrió tu clase? —saludó con sarcasmo JiSung, sacándose las cosas.
—¿Y a ti te empezaron a mojar también? —burló MinHo con el mismo tono.
Ambos sonrieron. JiSung perdió todo rastro de incomodidad.
—¿Hablaste con tus padres? —consultó JiSung, guardando los tapones en el bolsillo de su jersey.
MinHo hizo una mueca ante eso. —Seh, y fue caótico. No creo que salga pronto del castigo.
JiSung sonrió con lástima.
—Lo siento.
—Deja de talarte la cabeza. Para ellos esta es una "muestra de amor" —MinHo hizo comillas en el aire, antes de acercarse a los urinarios—. Pero no me importa, ¿Cómo te fue en el salón avanzado?
No es que a JiSung le molestara la tranquilidad que MinHo tomó al hablarle, comparado con lo que había contado ayer. Eso era algo que el rubio agradecía, porque eso significaba que toda la perturbación de su cabeza no fue más lejos.
—Genial —contestó JiSung igual de ignorante, apoyándose en el lavamanos—. Las dinámicas de estudio son geniales, y las actividades de este trimestre son desbordantes- si no estuviera en el equipo de baloncesto, habría participado en más.
—¿Te hablaron sobre la mierda de la ONU?
—Sep, tengo la información completita —JiSung sonrió—. Ahora solo tengo que buscar a mi equipo.
—Estás rodeados de sabiondos —Se dirigió MinHo hacia el lavabo para lavarse las manos—. Podrías preguntarle a Delicia- fue a la fiesta de HyunJin, y se ve colaborativa.
—Ella ya está con su propio grupo —explicó—. Debates filosóficos o cosas así.
—Realmente interesante...
Ambos se quedaron parcialmente en silencio, con el único sonido del agua caer.
JiSung no sabía qué comentar o decir realmente, sintiendo que la ola de ignorancia se iba poco a poco para dejar el remordimiento como reemplazo.
Iba a decir algo, pero MinHo se le adelantó.
—Sigues con Yuna.
Sorpresivamente la voz de MinHo salió más tosca, pero asintió. —Sí, lo hago.
—¿No tienes pensado terminar con ella?
—Es complicado.
Notó que a MinHo no le complacía esa respuesta, y a pesar de que un bichito dentro de él quería hacerlo sentir contento, no tenía una razón real como para dejar que MinHo se incumbiera.
—No te entiendo —soltó finalmente MinHo, girándose sobre el lavabo para apoyarse igualmente. A JiSung le recordó la escena cuando ambos desayunaron en casa de Felix—. ¿Por qué? Seguir con ella solamente sería... humillante para ti.
JiSung abrió los ojos ante la sorpresiva franqueza de MinHo, casi riendo por la falta de tacto del chico. No le gustaba eso de MinHo, su insensibilidad y la poca capacidad de empatía que tenía- la imprudencia de MinHo lo empujaba a ratificar las cosas, y él no podía ser completamente honesto.
—Las relaciones se salvan con la comunicación sincera —explicó el rubio con voz lejana—. Debo tener una conversación con ella.
—¿Y si ella quiere terminar contigo?
La opción estaba ahí, en el aire. Un terror constante para JiSung.
—Intentaré que no lo haga.
MinHo bufó tan fuerte de impaciencia que hizo a JiSung saltar. —JiSung-
—¿A ti realmente no te gusta? —cuestionó finalmente JiSung, intentando no sentirse molesto—. ¿Me estás preguntando todo esto para tener una oportunidad con ella?
—¿Qué? ¡No!
—MinHo —finalmente, JiSung lo enfrentó, mirándolo a los ojos con seguridad—. Si quieres... si te gusta Yuna y quieres estar con ella, yo no me enojaré ni contigo ni con ella.
JiSung vio como MinHo abría su boca, estupefacto.
Las palabras de JiSung no eran del todo sinceras, porque él sabía lo que se avecinaría si es que Yuna terminaba con él o viceversa- un recuerdo constante de una fracasada relación que él no pudo mantener; la humillación completa de no haber podido ser suficiente para alguien; y el saber que él no era lo suficientemente importante para alguien.
Pero eso traía sus pros igualmente. Menos tiempo perdido; más tiempo de estudio. Mayor concentración para poder largarse de ese maldito pueblo.
Sin embargo, MinHo parecía que iba a dar una vuelta de carnero en cualquier momento.
—Yo creí- realmente pensé que me gustaba —admitió MinHo lo mismo que dijo la noche pasada—. Pero no, no pasa nada- en serio, ahora Rena es linda y todo, pero si te soy sincero, ni con ella ni con-
JiSung notó la adhesión de la persona, y no se habría dado cuenta si no fuera porque MinHo se quedó prácticamente congelado y pálido cuando lo mencionó.
—¿Ni quien más? —indagó.
Y MinHo, tras tragar, soltó: —Tu madre.
—Por supuesto.
—Nadie —volvió a retomar MinHo—. Ni con ella ni con nadie, JiSung. No quiero estar con Yuna.
—Pero si ella quiere...
—¿Y a mi qué? —MinHo se encogió de hombros—. Mira, sé que existe ese ridículo código de hombres y toda la mierda, pero a mí no me gusta- así que, y perdóname que lo diga así, llegara ella en bikini a proponerme tener sexo con ella yo la rechazaría de igual forma.
La forma tan segura en la que MinHo hablaba era increíble- tan así que JiSung nunca creyó haberlo visto tomar esa postura; y, en realidad, era realmente confortante saber eso.
—Además —agregó MinHo, casi olvidándose de la situación—, tengo novia.
—V-vale... —terminó creyendo él, dubitativo—. Está bien.
Volvieron a mantenerse en silencio por un momento, con JiSung preguntándose cómo es que nadie había ingresado al baño todavía. Ambos parecían estar sumidos tanto en sus pensamientos que perdieron por completo la noción del tiempo.
—Ah- ¿No tienes que organizar tu mierda de la ONU? —volvió a romper el hielo MinHo.
—Lo había olvidado —soltó una leve risa—. Tengo que formar mi equipo.
—¿A quién integrarás?
—ChangBin y Chan —contesta instantáneamente JiSung, sonriéndole a MinHo—. Los consideré desde el primer momento. JeongIn no puede ir porque es de primero, y al resto de los chicos les fue del asco en humanidades- salvo SeungMin.
MinHo volvió a abrir los ojos, pareciendo que no se esperaba la respuesta de JiSung.
—Me parece genial —asintió el chico, atontado—. SeungMin, Chan y ChangBin... Si, los cuatro harían un gran equipo.
—A Chan y a ChangBin les gusta discutir, y SeungMin es realmente bueno con las matemáticas —se explica—. Aunque...
—¿Hm?
—Agregaron a un sujeto más- inútil a mi parecer, es el secretario de estado.
—Ofendes a todos los secretarios de estado.
—¡Pero, vamos! ¡¿Qué hará él?!
—Y yo qué sé, ni siquiera estoy al tanto de eso.
Finalmente, JiSung se estiró, resignado.
—Voy a volver a mi clase.
—Uy, erudito —se burló MinHo, con ambos caminando hacia el pasillo—. ¿Hablan de lo fantásticos e inteligentes que son?
—Y de cómo seremos jefes de todos ustedes —jugueteó el otro, antes de ponerse serio—. Aunque, MinHo, es buen lugar.
—No tú...
JiSung lo tomó de la manga de la casaca de Felix para zarandearlo.
—¡En serio! Tiene una buena área en la bioquímica y en los humanistas, incluso puedes tomar asignaturas artísticas para rendir el examen.
—Pero no estoy interesado —MinHo dejó que JiSung lo meneara, pero de todas formas lo enfrentó perezosamente—. ¿Si somos amigos por qué me traicionas de esta forma?
—¿En serio quieres hablar de traición? —consultó, con una divertida sonrisa asomándose.
MinHo, notoriamente carcomido por la culpa, miró a JiSung e intentó replicar algunas palabras de pena, pero él no pudo evitar lanzar una gran carcajada, riéndose de MinHo.
—¡Eres cruel! —se molestó MinHo, y JiSung no pudo evitar acercarse a él para pasar un brazo por su cuello y sacudir el cabello negro con fuerza—. ¡Ya! ¡Eres un crío!
—¡Tú igual~! —canturreó.
El chico no se quedaba atrás; intentó empujar a JiSung por los costados, pero este se aferraba con más fuerza a la cabeza de MinHo, haciendo que el pelinegro se resignara y comenzara a jalar una de las piernas de JiSung para molestarlo.
—¡Suéltame, idiota!
—¡Suéltame tú, tonto!
JiSung jaló el cabello de MinHo.
—¡Ay!
MinHo elevó desde la pantorrilla la pierna de JiSung, produciendo que este se aferrara con más fuerza a la cabeza del otro para no caer. JiSung notó que dejó un punto vulnerable y MinHo acercó su mano libre hacia los costados de las costillas de él para picarlo.
—¡No, MinHo! ¡Detente!
Una de las manos de JiSung se cerraron para agarrar con sus nudillos las fosas nasales de MinHo y jalarlo con fuerza hacia arriba, aunque rápidamente se arrepintió cuando este lanzó un aullido de dolor. La nariz seguía sensible por la pelea de San.
—¡Perdón, perdón, perdón!
Pero MinHo obtuvo su venganza cuando con el costado de su mano terminó golpeando la entrepierna de JiSung, produciendo que este gritara de igual forma.
—¡¿Por qué tanto escándalo?! —HanSoo salió perturbada de su oficina, con un fuerte olor a incienso de lavanda.
Ambos chicos detuvieron sus golpes para mirar a la psicóloga. Como JiSung no la conocía, no solo le llamaba la atención la desconocida, sino que se sentía tímido por la reprimenda que recibía aún sin ser soltado por MinHo.
—Cosas de hombres —contestó MinHo, presionando más fuerte el muslo de JiSung.
—Eso no es muy varonil que digamos —se burló con una mirada seria. JiSung inevitablemente enrojeció, zafándose finalmente del otro—. Regresen a clases si no quieren ser castigados.
La mujer regresó a su oficina, dejando a los dos chicos completamente helados.
—Uh, tengo tu reproductor —anunció MinHo, repentinamente.
—Ah... —la mención hizo recordar a JiSung su objeto extraviado—. Genial, me lo entregar para el receso.
—Vale.
. . .
En forma de compensación, MinHo se había sentado junto a sus amigos para el almuerzo, y a pesar de que seguía sin estar de ánimos, al menos ya no los ignoraba con su música.
—Entonces voy y le digo "Oye, se te ve bien ese chaleco" —contó HyunJin, mientras el resto del grupo le prestaba atención—, ¡Y ella se sonrojó! ¡En serio!- o, bueno, tal vez fue efecto de la luz, pero me gustaría creer que fue real.
HyunJin había estado hablando de esta chica- MinJu, de quien MinHo era cómplice. Se sentía culpable por ver a su amigo hablar con tanta emoción de ella, pero los secretos tenían que guardarse y no podía estar hablando sobre ese tipo de situación tan sensible con los chicos.
—Creo que la invitaré a salir. No sé qué opinan.
—Que te considero un bastardo —opinó ChangBin. HyunJin, como estaba junto a él, lo empujó.
—Podrías asegurarte primero- ya sabes, saber si gusta de ti —comentó Chan mientras comía de su postre—. Así no pierdes ni la dignidad ni la amistad.
—Amistad, ¿Qué amistad?
—¿No son amigos o algo así?
—¿Por qué lo seríamos? —HyunJin se acomodó, evitando ser golpeado por ChangBin—. Quiero decir- me encantaría ser su amigo y todo, pero MinJu realmente me gusta y no quiero quedarme solo en la "zona de amigos".
—Ah, hombre, si no son amigos, ¿Cómo sabrás si realmente te gusta? —fue ChangBin a su lado quien habló—. Puede que ni siquiera te atraiga.
—¿Por qué insinúas eso?
—Estoy de acuerdo con ChangBin —levantó su mano Felix, apartando la mirada de la sopa de letras que JeongIn realizaba a su lado—. En Australia salí con una chica porque me parecía atractiva y en la primera cita funcionó bien, pero cuando fuimos novios... Bueno, no fue una linda experiencia.
—Pero yo quiero ser su novio- no su amigo.
—SeungMin —Chan llamó al otro chico—. Vamos, cuéntanos tu experiencia con YiSu.
—Que esté con ella no significa que realmente sepa cómo hacerlo—quiso excusarse él, pero la mentira había sido tan mala que nadie se la había tragado, haciendo que el chico dejara sus palillos sobre su pote de comida mientras suspiraba—. No me siento cómodo hablando de eso.
—Podemos preguntarle a la misma YiSu- ¿Dónde está? —miró JeongIn.
SeungMin se encogió de hombros. —Una chica del taller de diseño y costura necesitaba una modelo, así que ella fue.
—¿Y qué hay de MinHo? —consultó ChangBin, mirando al chico—. ¿Cómo lo hiciste con Rena?
«Ah», a MinHo realmente se le olvidaba que salía con Rena.
¿Cómo le decía a los chicos que ella hizo todo el trabajo porque MinHo estuvo con problemas de orientación sexual? Por eso, se limitó a imitar a SeungMin y encogerse de hombros.
—Simplemente pasó —contestó MinHo—. No supe de su existencia horas antes de estar besándola- así que, uh, te apoyo HyunJin.
—Gracias.
—Hanji tiene la opinión definitiva —ChangBin apuntó, mirando por todos lados en busca de alguna señal de él—. ¡¿JiSung?! ¡¿Dónde estás, enano?!
El rubio se encontraba pidiéndole al cocinero de la cafetería si podía acceder a un postre de fruta, pero como a JiSung tampoco le acompañaba la buena suerte terminó regresando con una barra de cereal vencida.
—¿Almorzarás solo eso? —preguntó JeongIn, viendo a JiSung sentarse entre él y Felix.
—Asumo que sí —suspiró con letanía antes de fijar su vista en el grupo—. Muy bien- ¿Qué pasó?
—Mesa debate —contestó Chan—. Es o no relevante ser amigos antes de estar en una relación.
—¿Me preguntan mi opinión o experiencia?
—Ambas. ¿Cómo empezó su relación?
JiSung, abriendo su barra de cereal, meditó un poco la respuesta. —Bueno, con Yuna fue esporádico- a mí me gustaba y solamente la veía de lejos, pero luego MinGi comenzó a coquetear con Yeji y ella no iba a ninguna parte sin sus amigas, y como MinGi es fácil de intimidar (—¿Bromeas?) nosotros salimos con él y... bueno, la cosa surgió.
—¡Punto para mí! —se felicitó HyunJin.
—Aunque... —todos volvieron a mirar a JiSung cuando habló nuevamente. Incluso MinHo—. No niego que me hubiese gustado conocerla un poco más antes de meterme en la relación- no es como si me arrepintiera o algo así, pero nos habríamos ahorrado un par de discusiones. Supongo que corrí con suerte.
El grupo murmuró por la opinión, dejando a HyunJin mucho más confundido.
De repente, un muchacho pelinaranja se acercó a ellos.
—Hola- ¿SeungMin?
SeungMin, desinteresadamente, se giró para ver al chico.
—¿Qué pasa? —preguntó amable.
—¿Sabes dónde está YiSu?
—En el taller —contestó con una sonrisa burlona.
—Ah- vengo de ahí... ¿Crees verla antes de mañana?
—¿A mi novia? Eso espero.
—Vale... ¿Puedes decirle que la estoy buscando?
—Okey.
El chico se dio media vuelta, notablemente incómodo, y se alejó de la mesa.
Todos se mantuvieron en silencio por un lapsus de tiempo, mirando como SeungMin regresaba hacia su plato y volvía a comer. Tres segundos después y todos estallaron en carcajadas.
—¡No! ¡SeungMin!
—¡Realmente no me esperaba ver algo así!
—¡Es humano! ¡Tiene sentimientos!
—¡Es tan lindo verlo en ese estado!
SeungMin no captaba por qué tanto bullicio y burla por parte de sus amigos, quienes aullaban y suspiraban melodramáticamente por alguna razón.
—Ay, hombre —MinHo se recostó con sorna sobre el hombro de su amigo mientras ponía una mano en su frente—. Eres un total caballero. Nunca creí verte en ese estado de nuevo.
—¿Qué estado? —SeungMin se veía realmente incomprendido.
—¡Celoso! —contestó Felix, entre carcajadas—. ¡Estás celoso de ese chico!
—¿Min KwangSu? —preguntó, desconcertado—. ¿Qué?, no sean idiotas, ¿Por qué lo estaría?
—Tranquilo, es un rasgo normal de estar enamorado —Chan, desde el otro lado de SeungMin, lo abrazó teatralmente.
—Nosotros ocultaremos tu sucio secreto de la pobre conejita —siguió MinHo.
El pelinegro vio como SeungMin buscaba ayuda en JiSung, al otro lado de la mesa, quien simplemente puso una expresión de tristeza mientras colocaba una mano en su corazón.
—¡Traidor! —le gritó SeungMin, antes de mirar al grupo—. ¡En serio no estoy celoso!
—Mira, psicoanalizándote, no deberías de por qué estar avergonzado —habló ChangBin con falso acento—. Tus antecedentes dicen que deberías de estarlo como parte de tu trauma.
—¿Eh?
—Que si tu novia te engañó y tu papá engañó a tu mamá, es normal que seas un celópata —tradujo JeongIn.
Las burlas siguieron por un momento, tanto que MinHo creyó que SeungMin explotaría y golpearía a todos, pero el bullicio cómplice cayó en silencio cuando la muchacha de falda y coletas largas se sentó junto a ellos.
—¿Por qué tanto ruido? —preguntó ella con inocencia.
MinHo tuvo que ahogar la carcajada de la gracia que le había causado como todos murmuraron respuestas incomprensibles.
—¿Por qué nos hablas? —le preguntó ChangBin—. Hay gente viéndonos.
Ella se encogió de hombros, pareciendo no importarle finalmente que la ataquen por juntarse con el grupo.
—Uh- Kanggie —HyunJin llamó la atención de la chica—. ¿Qué es más importante? ¿La amistad antes de una relación o no?
—Oh, por supuesto que lo es —expresó YiSu—. Si no entablas una buena relación de amistad antes de entrar a una relación romántica, entonces en vez de hablar las cosas con tu pareja para solucionar sus problemas te quejarás con tus amigos y el fin de tu relación romántica no tendría sentido.
JiSung pareció atragantarse con su barra de cereal, y Felix le golpeó su espalda.
—Me parece correcto —Chan alzó su mano para que YiSu la golpeara—. ¿Ves, HyunJin? Friendship.
—¿Quién es la afortunada? —consultó ella con curiosidad.
—Kim MinJu —respondió MinHo por lo bajo. No quería sonar cómplice con ella, pero por el corto contacto visual que compartieron, ella pareció entender la pena.
—Oh, sí —intentó fingir ella felicidad—. Es linda.
—Es tu amiga —HyunJin recordó—. ¿Por qué no le hablas bien de mi a ella, y ves si le gusto?
—Tampoco somos amigas cercanas... —divagó ella.
Pero repentinamente HyunJin se levantó de su asiento para ir hacia YiSu, quien desconcertada miró cómo el rubio se ganaba de rodillas frente a ella y se inclinaba dramáticamente. —¡YiSu! ¡Por favor!
—Oh, dios... —ella instintivamente agarró la mano de SeungMin.
—¡Necesito dejar de ser virgen antes de que termine la escuela!
—¡Pero si no tiene nada de malo serlo! —respondió ella, alterada—. ¡Además... hay más chicas en el mar! ¡No siempre puede ser MinJu!
—Kanggie, tú no sabes cuánto he esperado este momento —HyunJin comentó—. He encontrado al amor de mi vida, y tú eres la indicada para poder ayudarme en esta misión suicida.
YiSu, nerviosa, miró a SeungMin en busca de alguna respuesta, pero el chico solamente asintió en letanía para que la chica finalmente accediera a ayudar a HyunJin con MinJu.
En otras circunstancias la historia habría sido entretenida para MinHo, pero conociendo a MinJu sabía que su amigo no tendría oportunidad con ella, lo cual le daba lástima verlo tan emocionado por ella.
—Solamente si me compras un jugo —terminó excusándose la muchacha.
—¡Vale! —HyunJin se levantó rápidamente, tanteando sus bolsillos—. ¡Tengo dinero! ¡¿Quién me acompaña?!
—Yo quiero algo de tomar también —se levantó JeongIn de su asiento, a la par con Felix quien asentía.
JiSung hurgó rápidamente en su bolso y extendió el dinero hacia Felix. —Necesito un energizante ahora, por favor.
—Vale.
Cuando los chicos se retiraron, nuevamente MinHo vio a JiSung hurgar en su mochila. Como JeongIn se había ido, MinHo se desplazó por el asiento para quedar junto a él. —¿En qué estás?
—Aprovecharé de preguntarles —contestó JiSung—. Y pedirle a YiSu si también quiere ir- se me acaban las ideas.
—¿Qué hay de tu novia?
Por la mirada mortificante que JiSung le entregó MinHo supo que era mala idea, por lo que cerró la boca.
—Chicos... y chica —JiSung llamó la atención de ellos, sacando finalmente la carpeta que la profesora Ji le había entregado esa mañana y desplazó sobre la mesa con lentitud— Yo- eh, les tenía una propuesta...
—¿Qué pasa? —Chan alcanzó la carpeta y la abrió, dejando que los otros tres leyeran de su interior.
Demoró un momento para que los cuatro captaran a lo que JiSung se refería; sacaron las hojas de la carpeta para leerlos con mayor detención, y el primero que pareció estar de acuerdo fue ChangBin, quien sonrió.
—¡¿Quieres que vayamos?!
—¡Si! —contestó JiSung, igual de extasiado—. Digo- quiero que me acompañen a Seúl a esta actividad. Necesito un equipo y ustedes son buenos para esto.
—Yo no tengo material de peleador —dijo SeungMin.
—¡No importa! Sé que te manejas con las matemáticas y quería colocarte en el rol del economista —aclaró.
—¿Tú quién serías? —preguntó Chan.
—El que sobre —contestó, nervioso y modesto—. No me importa realmente.
—¡Yo quiero ser el ministro de interior! —alzó su mano ChangBin—. ¿Qué país seremos? ¿Lo escogemos nosotros o nos lo indican?
—¿Qué no sabes leer? —SeungMin apuntó al apartado donde especificaba el anuncio—. Nos lo dirán ellos cuando mandemos la ficha.
—Lo ideal es que la respuesta sea de aquí hasta el viernes para que el director Kwon nos inscriba —explicó JiSung.
Chan levantó su mirada de las hojas para ver a MinHo de forma divertida. —Supongo que no te escogieron —comentó con burla.
MinHo le sacó la lengua.
—Es el once y el doce de febrero —lee SeungMin—. Y tendremos que hacer cuarentena- ay, que pereza.
—¡Ahí dice que es cuarentena en Seúl!
—¡No! ¡¿Bromeas?!
—Espera, ¿Me tomas en cuenta a mí también? —YiSu se apuntó, sorprendida.
JiSung asintió.
—¿No molestará a Yuna que vaya otra chica? —consultó ChangBin, burlón.
—Estoy halagada por la propuesta, Hanji, en serio —YiSu miró incómodamente a SeungMin antes de centrar su vista en el rubio—. Pero aquí dice que debes tener un promedio de ochenta y cinco en Estudios Sociales si no estás en el electivo de humanidades- y yo tengo setenta y ocho.
—Oh... —MinHo vio como los hombros de JiSung bajaron por un momento ante tal acotación, pero asintió en recomposición—. Sí, está bien, tranquila.
—Lo siento —se disculpó, mirando con pena al chico—. También quería ir.
—Está bien, significa que falta una persona- perdón, solamente faltaría si están de acuerdo, por supuesto —JiSung dijo con rapidez, lleno de vergüenza.
MinHo emitió un quejido desde el fondo de su garganta por la pena ajena que estaba sintiendo en ese instante, pero lo bueno es que nadie le había prestado atención.
—Yo quiero ir —asintió ChangBin, contento—. Desde que supe de esta actividad que he querido ir. ¿Qué dicen?
—Será una gran experiencia, y acoplará muy bien a mi malla curricular —coincidió Chan—. Y si nos toca Australia tendremos el juego ganado.
JiSung miró a SeungMin, con poca esperanza. MinHo creyó que, si YiSu no iba entonces SeungMin tampoco, pero su amigo pareció meditar la propuesta del rubio antes de mirar a su novia y asentir.
—Vale, no tengo problemas.
MinHo notó cómo JiSung parecía querer gritar de la alegría, pero se contenía con fuerza. —Está bien... gracias, en serio gracias.
—Nah, no es la gran cosa —intenta bajarle el perfil con humildad ChangBin—. Es una actividad académica, no deberías estar así de contento.
Pero por supuesto que JiSung lo estaba, porque hasta donde MinHo sabía, ese tipo de actividades daban créditos de atención en las entrevistas universitarias.
—Entonces solo falta encontrar a un quinto o una quinta que entre al grupo y...
Antes de que JiSung siguiera hablando, MinHo estiró con letanía su mano hacia la carpeta para tomar una de las hojas informativas y leerlas. Creyó haber sido sutil con ese movimiento, más no se había dado cuenta que los otros cinco chicos de la mesa lo miraban con suma extrañeza.
—¿Cómo es el proceso de cuarentena? —consultó MinHo, evitando mirar al resto. Por alguna razón sentía sus orejas enrojecer.
—Eh- tres días acá y tres días en Seúl —explicó JiSung—. Hacen el test de COVID acá y otro cuando estás en Seúl. De regreso te hacen uno cuando llegas.
—¿Me estás diciendo que por dos días de actividad faltarás una semana entera a la escuela?
JiSung, mirando al resto de la mesa sin comprender, asintió. —Bueno- sí.
—Vale, me convenciste con eso.
Sería muy cruel por parte de MinHo que, luego de haber visto cómo JiSung se había esforzado, no ayudarlo de esa forma. Si JiSung quería participar en esa burda actividad el rol de MinHo como amigo era apoyarlo en esa decisión.
—¿T-te convencí de qué? —JiSung preguntó, descolocado.
«¿Por qué los otros me miran como si tuviera un alien en la cabeza?», cuestionó con asco MinHo.
—Seré tu tonto secretario —accedió finalmente MinHo—. Pero no usaré ni falda ni escote. Ni te haré cien mil copias diciendo que te amo.
Por un momento la mesa quedó en silencio, y MinHo temió que al igual lo había estado la cafetería. Su decisión repentina no solamente sorprendía al resto sino también a él mismo, pero como MinHo había dicho con anterioridad, él era amigo de JiSung, y hará lo que está a su alcance para hacerlo sonreír.
La mesa se sometió en un grito eufórico, e incluso ChangBin le gritaba a JiSung que besara a MinHo como acto de agradecimiento (lo cual JiSung hizo en la frente del chico, causando que ambos se sometieran nuevamente a una pelea física entre patadas y tirones).
Cuando HyunJin, JeongIn y Felix regresaron ninguno entendía por qué MinHo estaba rojo como tomate y JiSung rogaba por un día más de vida.
You are the music in me; High School Musical 2
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