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13. Eres igual de recto que un espagueti cocinado

Eres igual de recto que un espagueti cocinado

Canción:

Need you now; Lady Antebellum

—Bien, una última advertencia.

Los padres de HyunJin iban a asistir a una pequeña fiesta en la iglesia para conmemorar el nacimiento de Jesús, por lo que le habían cedido la camioneta a HyunJin con la única condición de que tendría que pasar a buscarlos en algún punto de la madrugada.

—Cuando venga a buscar a mis padres será la única oportunidad que tienen para regresar al pueblo —dio la advertencia mientras miraba a todos—. Lo ideal es que no caminen quince kilómetros de regreso si es que se quieren devolver, así que piénsenlo bien.

—Dijiste que tendríamos lugar para dormir, ¿No? —consultó una de las amigas de YiSu que estaba invitada: Kim MinJu.

—Si tienen, no se preocupen —le sonrió el chico—. Solo es una advertencia.

Eran en total catorce personas: el grupo más Dorian, YiSu y sus amigos. MinHo no tenía idea de cómo todos cabrían en la camioneta verde de HyunJin.

—Van a tener que apretujarse un poco —indicó el chico mientras sacaba la alarma en el asiento del conductor.

—Que los niños se vayan en los asientos y nosotras nos vamos atrás —dio la idea YiSu—. Ya saben, son más gruesos.

—¿Me estás diciendo gordo? —se burló MinHo.

—Sí, ahora sube.

JeongIn tomó el asiento de copiloto y HyunJin ni siquiera insinuó en querer sacarlo de ahí. En los tres asientos traseros restantes se instalaron Chan, Dorian y MinHo, al ser quienes tenían figuras más gruesas, para dejar el resto de la cajuela al grupo de chicas que MinHo apenas y conocía.

Ahí estaba YiSu, obvio, y Rena. También se encontraba un chico llamado DonSoo y Kim MinJu; también, una chica también que MinHo reconocía por estar en el salón avanzado que se hacía llamar Delicia (MinHo no tenía idea de si era un apodo o no), y una chica japonesa del año de JeongIn llamada Kaede. Felix, ChangBin y SeungMin parecían entretenidos en la cajuela junto al grupo que incluso le pidieron a HyunJin encender la radio.

El trayecto a la granja de HyunJin era cerca de quince minutos sin contar el camino de tierra que se tomaba una vez que se desviaba de la carretera. A MinHo le gustaba mucho el hogar de su amigo, y no solo porque tenían un par de vacas, gansos, patos, gallinas y una oveja que iba y venía, sino porque la casa era bestialmente gigantesca y antigua, hecha de adobe, junto a un gran almacén de madera donde las gallinas dormían que era toda una aventura adentrarse.

Cantaron a todo pulmón Monster de EXO a petición de Kaede, y MinHo pudo ver por el retrovisor como ya había una gran botella de soju estaba siendo compartida entre los chicos.

Una vez que llegaron a la granja de HyunJin y estacionaron, Rena arrastró a DonSoo y a MinJu para ver a los animales mientras Delicia cuestionaba sobre la cantidad de polvo que se acumulaba en la granja, cosa que había irritado a HyunJin. MinHo parecía agraciado por la emoción que todos habían adoptado al llegar, en especial Dorian que había zarandeado a MinHo para ver la oveja que se les acercaba.

—¡Es una oveja! —comentó con alegría—. ¡Tienen una oveja!

—¿No hay ovejas en tu país? —se burló MinHo—. Ah- no, espera, verdad que se extinguieron luego de que una tarántula gigante se las comiese.

—¿Y qué me dices de los perros que no veo ninguno? —contratacó el chico, causando que MinHo lo golpeara en el abdomen.

—Eso es golpe bajo —rio.

—Tú empezaste.

Decidieron instalarse en la cocina al ser más amplia y portar una mesa endeble de madera con asientos, y empezaron a arreglar todo para pasar una buena velada.

—¿Crees que sea seguro beber sobre eso? —cuestionó YiSu mientras vaciaba una bolsa de papas fritas en un pote, apuntando a la tabla que se hacía pasar por mesa.

—Nosotros tenemos un juego —explicó SeungMin mientras abría las puertas de los muebles de arriba en busca de vasos—. Le llamamos Pirámide 10. Ordenamos los vasos de cortitos en pirámides y los rellenamos todos con agua.

—La gracia es que la pirámide la ponemos en la mesa y tiene que aguantar toda la noche —continuó explicando MinHo—. El que bota la pirámide tiene que beber los diez vasos con el licor más fuerte que tenemos.

—¿Abalan el coma etílico? —cuestionó.

—¡Sí! —gritaron los dos, alzando sus brazos.

—¿Y qué hay para beber?

—¡Licor de guinda! —gritó HyunJin desde la alacena de licores.

—¿Licor de guinda? —cuestionó ChangBin—. ¿Eres una señora, acaso?, esa mierda no matará a nadie...

—No si no ha fermentado durante quince años —apareció HyunJin.

—¡Oh! — MinJu pareció complacida con la información, buscando sobre la mesa algún vaso—. ¿Puedo probarlo?

—Seguro, aunque te aseguro que está fuerte.

SeungMin le entregó a MinJu un vaso de cortito que era un poco más largo que el resto, y HyunJin descorchó la botella de vidrio. El olor que emergió de la botella ya había dejado atontado a los más próximos.

—Oh dios, esto está fuertísimo —Expresó MinJu tras beberlo de un trago, tosiendo entre tanto—. Quiero más.

—Déjalo para la pirámide —detuvo ChangBin—. ¿No que traías algo?

—¡Traje muchas cosas! —correspondió ella con alegría. MinHo pudo notar como ChangBin y HyunJin compartían una mirada antes de enfocarse en MinJu—. Algunos sabrán que mi familia vende fruta fermentada para hacer tragos, así que robé un poco de las muestras de mis padres y...

De su propio bolso la chica sacó un aproximado de seis botellas de litro y medio de distintos fermentados: apio, manzana, uva -vino y chicha-, frutos rojos y kiwi. El grupo canturreó de alegría y comenzaron a ubicarla alrededor de la mesa.

—Traje para quemar —levantó la mano DonSoo—. ¿Hay algún lugar o...?

—No traje el bong... —se lamentó Chan.

—Traje el que hice para la clase de química —mencionó JeongIn mientras sacaba de su mochila la botella de plástico intervenida con tubos de PBC—. No es igual que uno original, pero lo probé y salva.

—¿Cuándo mierda hiciste eso? —rio Chan, yendo hacia su hermanastro—. ¿El profesor no te dijo nada?

—Le dije que era una forma de decantación —JeongIn se veía orgulloso—. DonSoo, pásame la marihuana.

Felix y Delicia se encontraban ubicando el estéreo de HyunJin dentro de la cocina, y la chica reía a carcajadas por algo gracioso que él había dicho.

—¡Tengo señal! —expresó Delicia una vez que se calmó, con su celular en mano—. ¡Tengo señal! Pasaré mi celular entre todos para que agreguen canciones a una lista.

—Todo aquel que ponga a Queen será baneado de este lugar —amenazó MinHo, mirando al grupo con seriedad—. Y lo digo en serio.

Dorian apareció cerca de él y le lanzó un cigarrillo artesanal tan bien enrolado que MinHo se quedó apreciándolo. —¿Saben qué?, olvídenlo.

La cocina tenía acceso directo al patio, por lo que abrieron la puerta mientras encendían la chimenea para poder ventilar el olor a marihuana una vez que DonSoo, Kaede, JeongIn y Chan empezaron a fumar. MinHo se mantuvo conversando con SeungMin y YiSu cerca de la estufa mientras que el resto del grupo comía sentados en la mesa.

—¿A JiSung le gustó el regalo? —consultó SeungMin, encendiendo el cigarrillo artesanal que Dorian le había entregado.

—Sí, se veía muy contento —contestó con un deje de culpa—. Me hace sentir mal.

—¿Por qué?, ¿Por qué no vino? —consultó YiSu.

—Dijo que sus otros amigos harían también algo —se encogió de hombros restando importancia—. No puedo hacer algo contra ello.

—Yo no tengo problemas con Yuna y sus amigas, son realmente agradables. El problema son los niños —opinó ella—. Son tan... brutos. Ni siquiera son desagradables, lo cual es peor. Comparto clases con MinGi, y a veces me pregunto si le pagarán por ser idiota.

—No todos tienen el mismo nivel de aprendizaje... —intentó defenderlo SeungMin.

—No, es idiota como- idiota —intentó explicarse—. Te conté que tuve que hacer una vez un trabajo con él, ¿No?, bueno, tuve que explicarle nueve veces que no podíamos hacerlo separado ya que teníamos que redactar un ensayo- ¿Cómo demonios redactas un ensayo por separado?

—MinGi es el que mejor me cae de ahí —murmuró MinHo—. Solamente me moja en hielo, y ahora que ha intentado meterse en los calzones de Yeji es más pasivo. El otro, sin embargo, YeoSang, ¡Ese es un idiota!

—¡Completamente de acuerdo contigo! —coincidió SeungMin—. ¿Quién mierda lanza latas de coca cola a una casa?! ¡Eso es vandalismo!

—¡¿Recuerdas cuando me robaron mi bicicleta y me cambiaron las ruedas?!

YiSu soltó una carcajada y MinHo no pudo evitar mirarla feo, antes de romper en una risa igualmente.

—¡Oigan! ¿Hacemos algo rápido para comer? —preguntó MinJu.

—¡Oh! ¡Sé hacer unas pizzas rápidas al sartén! —Se levanta Rena—. ¡HyunJin! ¿Cuántas sartenes tienes?

—Tres.

—¿Y los quemadores?

—Funcionan todos menos el de la esquina derecha.

—Me basta.

—Por mientras iré a comprar —anunció MinHo—. ¿Traemos algo más?

—Cerveza —apuntó DonSoo—. Y chis pop.

Chis pop —repitió con sorna.

—En la gasolinería que está para el norte venden mucha comida —indicó HyunJin.

—¿Qué? ¿No me vas a acompañar?

—Olvídalo.

—Dorian —MinHo llamando la atención al australiano—. Tú eres mayor, ¿No? ¿Sabes manejar en Corea?

—Idealmente, cuando uno aprende a manejar, también lo hace en distintas partes del mundo —contestó con sarcasmo el otro.

Después de pasar una lista de lo que querían comprar y el dinero, MinHo y Dorian subieron a la camioneta de HyunJin y manejaron por el camino de tierra hasta salir a la carretera.

—¿Sabes, aunque sea, dónde queda el norte? —consultó MinHo con burla desde el copiloto.

—Todos los caminos llegan a Roma- oh, me gusta esta canción. Súbele.

—Son Twice —manifestó con grima.

—Bríndale respetos al grupo de tu nación, bastardo —y Dorian se puso a cantar Knock Knock.

—¿Grupo de la nación?, ¿Has escuchado a Girl's Generation? —preguntó MinHo, ofendido.

—¿Quién?

Rápidamente, MinHo sacó su mp3 de su mochila y lo conectó a la camioneta de HyunJin, colocando The Boys a todo volumen.

—¡Este es el grupo de la nación! —gritó sobre la música, mientras Dorian cantaba a la par de la música.

Sin embargo, el frío clima navideño no podía animar a MinHo completamente; sentía que tenía un tope emocional adrenalínico que no podía romper, el cual él excusaba por ser la energía gastada en la presentación de esa noche.

Cantó junto a Dorian al llegar a la estación de servicio y escogieron cervezas del congelador, de la más barata pero la mayor cantidad que sus brazos podían aguantar, junto a bebidas energéticas y diversos jugos.

—Cuatro días en cuarentena valieron la pena —reconoció Dorian con melancolía—. Inicialmente, yo no quería venir.

—¿Y perderte todo esto?, eres un tono —se burló MinHo, apuntando a la caja de cervezas de sus brazos—. ¿Por qué no querías venir?

—Es difícil pasar las fiestas fuera de casa cuando tienes una rutina —explicó—. Además, con toda esta pandemia y esas cosas, realmente no es muy alentador salir del país ahora- especialmente porque ni siquiera sé si habrá un brote en Australia y tendré que quedarme acá para siempre.

—Exageras. ¿Cuándo te vas?

—El dos. Inicio mis clases enseguida.

MinHo frunció el ceño. —Espera- ¿En qué demonios estás tú? ¿En la escuela o...?

—¿Crees que voy en la escuela? —sonrió—. Me halagas. Estoy en la universidad.

Si MinHo hubiese tenido una bebida en ese momento probablemente lo habría escupido. —¡¿Bromeas?!

—¿No luzco como uno?, ¿Falta mi jersey de la hermandad y el haka himno de mi fraternidad?

—Claro, sin eso pareces un niño.

Y Dorian rio, como siempre, petulante y con ojos cerrados. —Ya, pero no estoy tan viejo. Recién voy en mi primer año.

«Así que no me debes llevar más de dos años», quiso comentar MinHo, pero por alguna razón lo sentía impertinente. —Te mantienes bien.

Entonces, Dorian le guiñó el ojo.

—Gracias. Tú igual eres lindo.

Antes de que MinHo pudiese explicar sus palabras, la fila de la caja registradora había avanzado y era turno de ellos.

El regreso fue igual de musical que la ida, en especial porque Dorian pasó la mitad del camino buscando alguna frecuencia donde estuviese sonando Twice. Pareció ser jugada de la mala suerte de MinHo que terminaron encontrando un especial de ellas y Heart Shaker sonaba con alegría.

«Oh, Dios —pensó MinHo tras prestarle atención a la letra—, las canciones son cada vez más ridículas.»

(Realmente se encontraba a la defensiva por haber empatizado con ellas, pero dejémoslo así).

Una vez que llegaron, la música ya había sido finalmente puesta y una canción de 2Pac sonaba por los parlantes. MinHo no supo medir la cantidad de tiempo en la que se habían ido, pero las pizzas al sartén que había ideado Rena ya estaban listas.

—¡Apresúrense en comer! —alentó Rena mientras MinHo tomaba asiento junto a ella—. Casi son las doce y ya perdimos a Delicia.

—Cállate —murmuró la chica mientras apartaba la comida.

Todos se encontraban redondeando la tabla y ya habían puesto la pirámide de vasos con agua, la cual al estar en una mesa endeble parecía estar tentada cada vez a caerse. ChangBin y HyunJin conversaban animadamente con MinJu, quien por lo que teorizaba MinHo, ambos chicos estaban interesadas en ella y- bueno, apostaba internamente quién terminaría besándose con ella. Chan y JeongIn charlaban con Kaede y Dorian, quienes habían comenzado a inventar un trago con los cinco fermentados traídos por MinJu. Junto a Rena, SeungMin y YiSu conversaban en susurros y risas que tentaba a MinHo en burlarse. Y en el otro lado estaba DonSoo intentando convencer a Felix para que probase la marihuana.

—Está sabrosa —halagó MinHo a Rena mientras comía—. ¿Quieres beber algo?

—¿Trajiste jugo natural?

—Natural, natural.

—Sírveme, por favor.

Y antes de MinHo pudiera darse cuenta, la música había comenzado a cambiar y todos empezaron a beber.

—¡Yo tengo un juego! —llamó la atención MinJu—. Son retos express que se tienen que cumplir entre todos, el que rompe la cadena pierde.

—Vamos, entonces —apoyó HyunJin abriendo su botella de cerveza con un encendedor—. Seguir los versos de la canción que suene próximamente.

La canción que comenzó a sonar fue Galway Girl de Ed Sheeran.

—¡Oh! ¡¿Bromeas?! —exclamó MinHo—. ¡¿Quién mierda puso esa basura?!

—¡¿Tienes algún problema con Ed Sheeran?! —desafió Delicia.

—¡Si! ¡Lárgate de esta casa! ¡No queremos británicos colonizadores!

—¿También me voy yo? —Consulta Kaede.

La mesa estalló en carcajadas.

Como MinHo se había negado a continuar la canción a él le tocó beber su cerveza, quien para la impresión de todos lo había hecho en menos de tres segundos.

—¡¿Cómo lo haces? —cuestionó Rena, impresionada.

—Tienes que abrir la garganta y dejar que todo pase —explicó MinHo con orgullo—. Prueba.

Rena tomó de su vaso de jugo con soju e intentó hacer lo mismo, sin embargo, terminó atragantándose y escupiendo todo su contenido, haciendo que la mesa volviese a estallar en risas.

—¡Aquí no! —gritó MinHo entre risas, tendiéndole a Rena una servilleta.

Después continuó con pronunciar el abecedario por letra al revés; nombrar todos los presidentes que Corea ha tenido; manhuas de romance; canciones de U2 -cortesía de MinHo-; muebles en los que se he estable tener sexo; frases para calentar a alguien; objetos que puedes usar en el baño y en una revisión de próstata...

Tal vez fue por la emoción del día, pero MinHo a la séptima ronda ya había caído. Se había sentido tan agotado que terminó dormitando por quien sabe cuánto tiempo sobre la mesa, y no se despertó hasta que sintió la música volver a subir de golpe, donde fue empujado suavemente por SeungMin, quien parecía estar tragando vivo a YiSu.

—¿Qué mierda? —cuestionó MinHo, notando que habían apagado la luz y que solamente eran iluminados por el juego de luces que brindaba el estéreo—. Consíganse un dormitorio. ¿Y el resto?

—Se fueron a fumar —respondió YiSu sobre el hombro de SeungMin, quien besaba el cuello de la chica—. Y llegaron los padres de HyunJin, así que ahora tenemos que emborrachar a HyunJin.

—Juguemos a las cartas —propuso MinHo, estirándose—. Creo que HyunJin tiene naipes ingleses en su habitación. Iré a ver.

—Vale —murmuró ella. Cuando MinHo se levantó, ambos chicos no se hicieron esperar y se recostaron sobre el asiento de él para seguir besándose.

Sentados en la orilla de la puerta de la cocina hacia el jardín se encontraba HyunJin, JeongIn, Delicia, DonSoo y Felix pasándose el bong improvisado que había hecho JeongIn; MinHo los notó demasiado risueños porque Felix cayó hacia el regazo de Delicia por las carcajadas que sacaba, mientras que JeongIn canturreaba la canción que estaba sonando de fondo.

MinHo salió hacia la sala y la notó completamente vacía y helada; se preguntó dónde estaba el resto de los chicos, pero como estaba lo suficientemente mareado no se cuestionó mucho eso y subió hacia el segundo piso en dirección a la habitación de HyunJin; le llamó la atención encontrar la luz del pasillo encendida, pero MinHo asumió que alguien había ido al baño del segundo piso por lo que no se extrañó.

Tras llegar y abrir la puerta de la habitación de HyunJin, se quedó congelado un momento, viendo como dos chicas se apartaban de lado a lado.

—Eh... —MinHo no podía reconocerlas bien gracias a la oscuridad de la habitación, pero podía asegurar de que eran dos chicas.

—¡MinHo! —la voz aguda de Kaede resonó—. ¡H-hola!

—Hola —saludó él, ridículamente con la mano—. Uh, vengo a buscar cartas. Vamos a jugar.

—¡Si! —asintió la chica mientras se arreglaba su propio chaleco. MinHo enfocó su mirada hacia la chica que se encontraba sentada a la orilla de la cama quien terminaba de vestirse con sus prendas superiores sin algún tipo de perturbe- oh, era MinJu—. Bueno, ¿Vamos?

MinHo iba a contestar pensando que le estaban hablando a él, pero MinJu contestó: —Vale, enseguida y... —MinHo la miró cuando notó que ambas chicas tenían sus ojos en él—. No es lo que parece.

«Oh, claro —piensa con sorna—. Nunca es lo que parece.»

Cuando ambas chicas se retiraron de la habitación, MinHo seguía plantado en el mismo lugar, intentando buscar en sus propios pensamientos la razón por la que había subido en primer lugar. Por un momento se sintió realmente estúpido, pero también curioso; ni Kaede ni MinJu se veían del tipo de ser lesbianas- o, bueno, no como lo representaban en la televisión.

—¿Qué te pasa? —MinHo saltó cuando escuchó la voz de Dorian a su espalda.

—Eh- uh- nada- venía por naipes —contestó titubeante, caminando rápidamente hacia los cajones de HyunJin en busca de lo cometido. No entendía por qué su rostro estaba tan caliente.

—Vi a Kaede y MinJu salir de aquí —bromeó—. ¿Acaso...?

—¡No! No, quiero decir... —MinHo tomó aire antes de hablar—. No yo- quiero decir- ellas... Ellas estaban- entre ellas.

—Oh, —Dorian pareció entenderlo a la primera, y estalló en una carcajada—. ¡¿En serio?! ¡¿Por qué te pones así?!

—¡¿Así cómo?! —consultó, al borde de la histeria por no encontrar los naipes—. ¡Yo estoy bien!

—¿Acaso nunca has visto una persona gay en tu vida? —dijo con sorna. Pero por el silencio de MinHo pareció calmar su burla—. ¿En serio? ¿Ni una persona Queer?

—¿Queer?

—Por Dios, ¿En qué siglo vives?

—Oye —MinHo cerró de golpe una cajonera para enfrentarlo—. No sé si te has dado cuenta, pero no tenemos acceso a internet y nadie tiene celular. No me trates así cuando no tengo información...

—Olvidé que vives en un pueblo endemoniadamente chico y en medio de la nada. —Dorian no perdía el buen humor y el jugueteo de sus ojos—. Pero- MinHo, ¿Acaso sabes lo que es una persona homosexual?

—¡Claro que sé! ¡No soy tan ignorante! Homosexual, bisexual, heterosexual... los clásicos.

—¿Y qué hay del resto?

—¿Del resto?, maldición, ¿Son Pokémon, acaso?

—Gente necesita sentirse perteneciente a alguna parte —contestó Dorian como si no fuera la gran cosa—. ¿Qué eres tú?

—¿Y-yo...? —MinHo se detuvo como si fuera una mala broma—. Pues, estoy con Rena, ¿No es eso obvio?

—La verdad es que no.

Pero MinHo no tendría una disputa por lo obvio, por lo que terminó chistando su lengua y apuntando con su barbilla hacia el otro lado de la habitación. —Ayúdame a buscar, mejor.

Luego de cinco minutos buscando las endemoniadas cartas, ambos chicos bajaron y reunieron al grupo de regreso a la mesa. YiSu tomó las cartas y comenzó a explicar las reglas.

—La carta que salga será una especie de reto o penitencia, según lo recuerdo —explicó ella mezclando los naipes para ubicarlas sobre un vaso—. Así que- vale, Felix, saca una.

Y lo hizo, sacó un ocho de corazones.

—Ocho corazones- tienes que besar a ocho personas o beber ocho tragos de las demás personas —retó YiSu.

MinHo lanzó una carcajada creyendo que su amigo tendría que beber ocho vasos distintos, pero terminó quedando en el aire cuando lo vio beber un cortito de soju antes de avisar.

—ChangBin y HyunJin no cuentan.

Y así fue, Felix le dio un beso a Delicia, a DonSoo, a Chan, a Rena, a Kaede, a YiSu, a SeungMin y a MinJu. Volvió a su lugar junto a JeongIn y comenzó a reír de los nervios. —Me siento como un promiscuo.

—Guarda esa boca para más tarde —bromeó YiSu—. Tienes que sacar una carta.

Felix sacó una reina, el cual constaba en que todos bebían. Le siguió DonSoo, quien sacó un as de pica, haciendo que todas las mujeres tuvieran que dejar sus brasieres en el centro de la mesa. Seguido fue Chan, quien sacó dos tréboles y tuvo que ser el centro de una ronda de preguntas vergonzosas.

Cuando fue el turno de MinHo a él le tocó un Rey de diamantes, lo que según YiSu significaba que debía de sacarse la cantidad de prendas de cortitos bebidos en el juego, lo que hizo que el chico quedara solamente en ropa interior.

—Estás helado —se burló Rena a su lado, tocando su brazo.

MinHo se sintió incómodo, pero igual rio.

El reto que le brindaron a SeungMin fue beber tequila del cuerpo de alguien, y como parecía que su relación con YiSu se había formalizado, la chica terminó permitiéndose para que SeungMin pudiese beber de ella.

—Reina de corazones —mostró la carta que a Kaede le tocó sacar. —¿Qué es?

—¿Somos doce? —consultó la muchacha, un poco embriagada y acalorada por el reto de SeungMin—. Bue-bueno, significa doce rondas del juego de la botella. El beso dura el número de la ronda.

MinHo quería justificar el alcohol por el comportamiento, porque no podía creer que las once personas se hubiesen emocionado en demasía por hacer girar una botella en medio de la mesa.

Él nunca había jugado al juego, tal vez era porque todas las juntas que ha estado donde el alcohol se involucraba de por medio siempre era con sus amigos por lo que no era muy cómodo jugar con eso. Sin embargo, ahora con la escena de la habitación de HyunJin repitiéndose constantemente en su cabeza, ¿Cuántas eran las posibilidades de que le tocase besar a uno de sus amigos? A Felix se le permitía ceder y el acto de manso porque era Felix- chico que llegó al pueblo casi escapando de la justicia australiana, él tenía otra gran visión de mundo, pero ¿Y el resto?

Corrieron la mayoría de basura que estaba en la tabla: desde botellas de cerveza hasta vasos de plástico que MinHo no recordó haber visto. Un pote de cheetos había salido volando entre carcajadas, los brasieres terminaron esparcidos por el suelo y casi derrumbaban a la pirámide de vasos, pero finalmente lograron acomodar una botella de cerveza en medio de la mesa y Kaede la giró.

Inicialmente cayó en él, fue tan corto el beso que MinHo no pudo procesar el hecho de que la saliva de ella había colectado también los gérmenes de MinJu. MinHo giró la botella y le tocó a Delicia, quien con su sonrisa traviesa la besó por dos segundos, y así fueron continuamente hasta que llegaron a la onceava ronda.

Cuando fue la doceava, MinHo creyó que fue un mal chiste cuando la punta de la botella cayó en él luego de que Dorian la girase.

—Oh, esto será nuevo... —escuchó MinHo murmurar a Chan bajo el sonido de la no sutil discusión que HyunJin y ChangBin estaban llevando por quién-besó-a-alguien-primero.

Dorian le entregaba una sonrisa que MinHo no sabía descifrar inicialmente, parecía ser una mezcla bufona y de lástima, casi como si le pidiera disculpas por la mala suerte que estaba teniendo; el chico se cambió de posición del lado de Rena para estar a su lado, y habló:

—Si te sientes incómodo podemos para.

Pero había tanto ruido en el ambiente y el maldito Ed Sheeran seguía sonando de fondo que terminó sofocándolo, lanzando una maldición antes de abalanzarse hacia él.

Había sido brusco, pero Dorian lo besaba con la misma frustración. Sintió una corriente eléctrica recorrer su espina dorsal cuando sintió la mano del australiano apoyarse en su cintura para agarrarse de algo, y la sensación de satisfacción al besarlo había sido tan espontánea que había rodeado con sus brazos la cabeza del chico.

—¡Doce, hombre! ¡Doce! —de repente, el grito SeungMin apareció en su oído, sintiendo las esporádicas palmadas en su espalda.

El mareo había sido repentino, y toda la mesa estaba chillando de euforia por, lo que Rena estaba describiendo, un caliente beso.

—¿Fue distinto a una chica? —le susurró Dorian a su oído.

MinHo presionó sus labios y, sonrosado, terminó negando en vergüenza.

No, no lo fue, porque en ambos la otra persona había tomado la dominancia y había dejado que las cosas sucedieran. Sin embargo, MinHo no podía discernir quién era mejor porque se encontraba lo suficientemente borracho como para tener algún tipo de noción.

Terminó limitándose a no mirar a Dorian por el resto de la noche.

El siguiente en sacar carta había sido Rena, quien había vuelto a su lugar junto a MinHo, y su reto era botar un cortito de soju en un vaso de cerveza usando la cabeza.

—Bien, supongo que es así... —murmuró la chica mientras que, con ayuda de MinHo, ubicaba cruzado un tenedor sobre un vaso de cerveza un pequeño cortito desbordando de soju—. ¿Y tengo que meterlo con mi cabeza? ¿Mi boca y esas cosas?

—No, solo con tu cabeza —explicó YiSu mientras mostraba el área.

Rena asintió en comprensión y terminó ocurriéndole una idea. Espontáneamente, ella golpeó fuertemente su frente contra la tabla.

El lado bueno es que la chica había logrado botar el cortito en la cerveza, lo malo es que la sacudida había sido tan fuerte que había derrumbado la pirámide de vasos.

—¡No! —exclamó ella.

—¡Si! —HyunJin se incorporó a penas para ir en busca de su licor de guinda—. ¡Rena perdió!

Graciosamente la mesa aplaudió y la felicitaron por esa victoria.

Poco a poco las personas comenzaron a morir de cansancio. MinHo ni siquiera tenía contemplado qué horas eran, pero podía asumir que era tarde porque el frío de la puerta del jardín calaba hasta lo más profundo de los huesos- o en realidad ni siquiera era tan tarde, y él tenía frío porque estaba semidesnudo. Terminó él vestirse por cansancio.

Delicia llevó a Rena al baño del primer piso para que pudiese vomitar mientras que MinHo y HyunJin limpiaban la mesa. HyunJin había indicado que las chicas dormirían en la habitación de Yeji mientras que el resto se repartiría en la habitación de HyunJin y en la sala.

—Si no paran ahora, les lanzaré agua —amenazó HyunJin a SeungMin y YiSu, quienes habían vuelto a recostarse en los asientos mientras se besaban—. Lo haré.

—Déjalo ser feliz —defendió MinHo—. Y tú igual- finalmente ganaste la apuesta.

—No lo hice. —Expresa con un puchero. —El juego no contaba- aunque, bueno, pude besar a MinJu por cuatro segundos, ¿Crees que esto sea una señal?

—A ChangBin le gusta MinJu.

—A mí también me gusta MinJu —dijo—. Y es mi compañera de salón. Tengo más puntos.

—Eres un bastardo- mejor háblalo con ChangBin para que no quede sentido.

En eso, Chan llega a la cocina.

—Creí que te irías a dormir —comentó HyunJin.

—DonSoo está vomitando el baño de arriba, y Rena el de abajo —contó Chan—. Iré afuera.

—Ojalá la oveja no te muerda el pene —le deseó suerte MinHo.

MinHo y HyunJin siguieron limpiando la cocina con SeungMin y YiSu ensimismados con el otro, y el otro chico se comenzó a alertar cuando vieron la mano de SeungMin perderse en la ropa de la chica.

—¡Hey! ¡Hey! —rápidamente, HyunJin tomó un vaso que contenía cerveza y se los tiró a los dos chicos, quienes se separaron enseguida—. ¡Se los advertí! ¡Se los advertí, malditos simios hormonales!

—¡No era necesario tirarnos cerveza! —le gritó SeungMin.

—Partieron a dormir arriba. —ordenó, apuntando hacia afuera—. ¡Y por separado! Que no quiero que conciban nada en mi casa con mis padres presentes. Un poco de respeto, por favor.

—Déjalos, están emocionados por comenzar su relación —siguió defendiendo MinHo.

—¿Comenzar? —YiSu pregunta desentendida—. Llevamos un mes- SeungMin, ¿No les contaste?

Los dos chicos abrieron sus ojos hacia SeungMin, que solamente les dio una sonrisa de lástima.

—Sorpresa...

—¡Maldito bastardo!

Ah~ —HyunJin abrazó a YiSu por los hombros—. Eres linda. Espero que no engañes a SeungMin.

—¿Por qué engañaría a SeungMin? —cuestionó ella, abrazando a su novio por el cuello—. Me gusta demasiado. Díganle a él que no me engañe.

—El único contacto femenino que él tiene es con su madre —le dijo MinHo—. El problema aquí eres .

—Vale, vale —separándose de SeungMin, YiSu levantó su mano derecha mientras ponía su mano izquierda en su corazón—. Juro no engañar a SeungMin con mi compañero de clase.

—Te van a atacar —advirtió HyunJin—. Por algo MinHo llevó su relación con Rena en secreto.

—¿No deberías de estar con ella? —le preguntó SeungMin a MinHo por lo bajo.

—¿Por qué debería de estar con ella?

—No creo que me ataquen —continuó YiSu con HyunJin—. Por favor- ya estamos grandes para atacar a las personas solo por quienes se juntan.

—La otra vez te empaparon por solo hablar con SeungMin.

—Idioteces.

—Iremos arriba entonces, —comenta SeungMin levantándose y reacomodándose las gafas.

—Por separado —aún con la felicidad, HyunJin apuntó a los dos chicos—. O si no, se van al patio.

Y la pareja se largó hacia la granja.

—Par de calientes.

—Oye, iré a fumar —apuntó MinHo mientras sacaba el cigarrillo artesanal que Dorian le había hecho horas atrás, el cual se había encontrado escondido en el bolsillo de su chaqueta intervenida—. Subiré enseguida.

—Vale —concordó, alcanzándole un par de fósforos.

MinHo salió de la casa y se encaminó un poco más hacia la granja para poder fumar con tranquilidad. Encendió el cerillo con la suela de su zapatilla y prendió el cigarro, fumándolo con lentitud para hacerlo durar si es que podía toda la madrugada.

Todavía se sentía borracho, pero creía poder pensar con claridad. Los sucesos de la noche pasaban como escenas de sueños lúcidos cada vez que los rememoraba a pesar de haber sucedido hace una hora atrás.

Dorian, MinHo lo había besado- claro, había sido un reto, pero lo había hecho de todas formas. Nunca se le había pasado por la cabeza la idea la posibilidad de besar a un chico, ni siquiera antes de Rena; sin embargo, aún con ese planteamiento que él podría considerarse "normal" (la extrañeza de besar alguien de tu mismo género), MinHo se seguía sintiendo conflictuado.

¿Será él el que estaba fallado?

—¿Te puedo hacer compañía?

No, MinHo no quería compañía en ese momento y mucho menos de Dorian, pero estaba lo suficiente ido de su consciencia como para poder decirlo. —Ya qué...

Dorian se puso a fumar a su lado, también apoyado en la zanja divisoria de terrenos- lo más lejano de la casa, MinHo asumía que nadie podía verlos estando ahí.

—¿Estás enojado? —preguntó él—. Me evitaste el resto de la noche.

—No estoy enojado. Simplemente... es raro para mí.

—Vale.

—No es que tú seas raro o algo así —se precipitó—. ¿O acaso tú...?

—No tengo reales problemas con eso —contesta enseguida Dorian—. Ni con quien besar ni con quien acostarme.

—Vale... —asintió MinHo, un poco más calmado—. Uh, genial.

—¿Y tú?

—¿Yo? —MinHo se desconcertó—. Te dije que estoy con Rena.

—Bueno, pero eso no te define realmente.

—¿Por qué tendría que definirme? —MinHo culpaba su inhibición netamente por la borrachera—. Antes de Rena nunca había sentido algo por alguien... Y de hecho ni siquiera creo sentir algo por ella directamente.

—Eso está bien, también —agregó rápidamente Dorian al ver la mirada perdida de MinHo—. No todos tienen atracción sexual por sus parejas o-

—No, no lo entiendes —detuvo—. Nunca he sentido algo por alguien. Hay chicas lindas, sí, pero nada más. Nunca quise estar con alguien, nunca quise besar a alguien, nunca quise acostarme con alguien...

Dorian asintió en comprensión de eso, y se acercó tan sutilmente a MinHo que él ni siquiera lo había notado. —¿Y qué opinas respecto a eso?

Repentinamente MinHo se sintió abrumado ante la simpleza de la pregunta, terminando por encogerse de hombros para poder expresar algo.

—¿Tendré alguna falla? —confesó MinHo con temor—. ¿Hay algo malo conmigo?

El otro chico caló antes de negar, entregándole una pequeña sonrisa.

—No creo —dijo—. Simplemente... te falta comprender un poco.

Se quedaron en silencio, ambos ahí, fumando a minutos del amanecer de navidad. Y MinHo se preguntó qué consejo le habría dado JiSung en ese momento.

. . .

El cielo estrellado de MinHo era el mismo para JiSung, quien se encontraba sentado en el marco de la ventana de Yuna observando como poco a poco los rayos salían a través de la cordillera.

Dio una barrida visual en la habitación de la chica en busca de algún distractor; la ropa se encontraba esparcida en el suelo, lo cual era un contra ya que hacía mucho frío, pero el calor corporal de JiSung era tan elevado que lo incomodaba. Ya no se sentía excitado, listo para tener sexo; se sentía ajeno, invadido, como si le hubiesen quitado algo personal.

Indagó en los cajones del escritorio de Yuna y encontró un caramelo, esperando que eso pudiese subirle un poco el azúcar que había perdido esa noche.

Volvió a mirar a Yuna, quien dormía plácidamente en su cama, y luego miró hacia la bolsa de regalo, donde escondido tímidamente estaba el sobre que MinHo le había regalado también, indicando que había un club a su nombre.

Su corazón había latido fuertemente cuando había leído esas palabras, esa propiedad. Por primera vez en mucho tiempo se había sentido secundado y resguardado, como si al fin tuviese un lugar de pertenencia donde le cuidaban la espalda.

A JiSung le hubiese gustado estar en ese momento así, resguardado, en un ambiente cálido mientras reía de los chistes malos de MinHo.

Antes de darse cuenta, mientras saboreaba el caramelo de limón, lágrimas caían por sus mejillas sintiendo como su corazón se iba trizando un poco más.

Canciones:

Monster; EXO Knock Knock; TWICE The Boys; Girl's Generation Heart Shaker; TWICE Galway Girl; Ed Sheeran

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